Noche de playa(theresa)

Una fria noche en aquella pequeña playa, estaba bastante fresca y eso me gustaba, como el viento movia mi camisa, caminaba sin prisa por la orilla de la playa con las manos metidas en los bolsillos. Saque mi mano al notar algo en el bolsillo, cuando mire era una cadena con una flor que colgaba, no sabia que hacia allí pero algún significado habia tenido, poco acordaba lo que habia hecho hace nada, mi mente borraba lo que quería como siempre. Deje mi camisa abierta y proseguí mi camino mientras seguía mirando el colgante a ver si me acordaba de algo. En un despiste el agua llego a mis pies mojándome incluso hasta mas arriba del tobillo con lo cual el pantalón acabo empapado.

Me volvi a la orilla tomando mi pantalón como llevaba en las manos los zapatos, me canse de cargarlo asi que los deje tirados sobre la arena y acabe sacándome también la camisa asi estaría mejor, mire el agua y entre corriendo pegándome un buen chapuzon, volvi a salir al poco sintiendo como las gotas de agua recorrían mi cuerpo, eche mi pelo hacia atrás, me quede de pie mirando al mar, retirando lsa gotas sobrante de mi cara con mi mano. Todo en silencio y no habia mucho que ver. Me cruce de brazos sin mucho movimiento que el hecho de estar viendo un paisaje.

-Regresa por favor!!- grité ya cansada de correr tras ella. Ya llevaba varios minutos intentando hacer que se detuviera, pero mi pequeña cachorrita se negaba a hacerme caso.
Ya se había adentrado en el bosque e insistía en no detenerse pese a lo tenebroso que lucía todo a éstas horas de la noche. Extrañamente luego de cruzar el bosque llegamos a una playa que no conocía, una con arenas blancas y bastantes roqueríos.
No pude evitar detenerme un momento para darle un plano general al entorno, pero tras un par de parpadeos volví a recordar que debía ir tras mi cachorra para al fin volver a casa.

-Por favor Buffy, no es gracioso... mami está cansada- dije disminuyendo la velocidad de mis pasos. Para mi suerte a lo lejos ella se detuvo y comenzó olfatear lo que aparentemente era una camisa. Me acerqué cautelosa y me agaché justo donde estaba la prenda. Mis ojos se abrieron como platos al ver mi cadena perdida entre la ropa. La cogí con mi diestra y le quité los restos de arena con una amplia sonrisa pues no podía disimular la alegría que tenía de haber dado con ella otra vez.

Un extraño sonido llamo mi atención, estaba justo en la orilla mirando al horizonte cuando tuve que girarme y ver como una chica de hermosos cabellos dorados junto a un perro estaban donde mis ropas, me quede un poco pensativo si acercarme o no, al fin de cuentas capaz que huia pero en ese momento una brisa atravesó su cuerpo inundando mi fosas nasales por su aroma, una humana tan cerca. Tenia que controlarme un poco, no podía ser tan antisocial y menos sin conocerla de nada atacarla. Aunque la mayoría de mis victimas eran asi no dudaría en atacarla preferí comportarme un poco y calmar mis ansias, no me pasaba nada por hablar un poco y conocerla. Camine con lentitud hacia donde estaba ella comprobando su hermoso rostro que resplandecía con la luz tenue de la noche.

Observe atentamente lo que llevaba en la mano y vi que era el colgante que habia tenido en mi bolsillo, estire la mano como para tomarlo pero me pare.- disculpa, no es por molestar pero ese colgante me pertenece.- bien sabia que no era del todo mio, ya que lo habia encontrado y no sabia de donde, pero cuando me fije en sus ojos trague saliva bruscamente quedándome medio atonito casi sin habla al verle la mirada. Como podía ser algo tan hermoso y causarme esta sensacion de vuelco… Estaba como si sintiera los latidos de mi corazón de nuevo pero lo mas seguro que eran los suyos.- estoy muerto? si es asi me encanta el infierno.- alcance a decir casi iba a tartamudear pero consegui que saliera todo rápido.

Contemplé la cadena en mis manos con ojos brillantes durante varios segundos y luego dirigí la vista a Buffy -buena chica! diste con ella- susurré con un tono de alegría y en eso sentí como pequeñas gotitas caían por encima de mi. Levanté la vista y vi a un chico que parecía recién haber salido del agua.

-Disculpa?- dije frunciendo el ceño tras oír su última frase, la verdad es que no le entendí nada. Sacudí mi cabeza y volví a mirarle aún desde aquella posición de rodillas en la arena.
Negué con la cabeza y sonreí -Esto es mío- afirmé levantando el colgante y mostrándoselo sujetandolo desde la cadena. -Es un recuerdo de mi madre- miré la rosa que colgaba con tristeza. -No se como pude perderlo...- susurré en un hilo de voz.
En un acto espontáneo me puse de pie y le abracé con fuerza -gracias- le dije sin cuestionarme que estaba abrazando a un extraño y encima que estaba quedando toda mojada por hacerlo. Ni siquiera se porqué le agradecía, supongo que la alegría de encontrar de nuevo mi colgante me hacía perder la razón un poco, quizá solo le agradecía por cuidarlo mientras estuvo fuera de mi vista.

Observe como cambiaba la expresión de su rostro, acaso si lo conocía esa cadena, me quede un poco pensativo a ver donde la habia encontrado o si la conocía, pero no me sonaba de nada su rostro. Que memoria tenia con tan mala suerte que seguramente habia metido la pata hasta el fondo, si parecía conocer la cadena pero cuando oi lo que dijo tuve que darme por vencido en que la habia encontrado porque ella no me sonaba de nada. Escuche lo que dijo de su madre y sentí un mal estar aunque no fuera lógico pero una madre solo habia una y hacia siglos que yo no veía a la mia y era imposible ya.

Me encontraba parado sin saber que hacer o decir, tal vez el gran aprecio que tenia a su madre pues capaz que le fuera mucho dolor.- lo siento.- me disculpe, no sabia bien porque pero claro debia de hacerlo, muchas cosas que no entendía de este extraño encuentro ya que me tenia como atontado mirándola y algo ido, mi mente estaba vagando por mil ideas y pensamientos. Sacudi mi cabeza con algo de brusqueda para despertar pero en nada que me di cuenta estaba acercándose a mi y me abrazo. Eso fue algo demasiado extraño, tener su cuerpo pegado al mio, estaba mojando toda su ropa al estar tan cerca con ese abrazo.

Dude un poco si abrazarla o no por si se molestaba pero si ya ella lo habia hecho no hacia mal responderle, capaz que se enojara por no llegar a tanto, sentía contra mi cuerpo el latido de su corazón algo agitado.-no las des-la separe de mi algo extrañado retire mi mirada apretando con fuerza los dientes para contenerme como me ardia el cuerpo, pero también tenia que estar mas calmado a pesar de lo que costaba conseguirlo. El verla allí no sabia si seria bueno o malo o lo que pensaría de mi. Pero quizás si no me centraba podría hacerle daño, algo que no deseaba hacer.

Noté como me sujetó de los brazos para apartarme de él, no de forma brusca, pero sí algo rápido. Recién allí comprendí lo que había hecho, y eso que estuve varios segundos abrazandole, tiempo suficiente como para reaccionar.
¿Ahora como le explicaba que lo sentía sin verme ridícula?... preferí callar porque si me justificaba posiblemente iba a arruinarlo más.

-No sabes cuan feliz estoy de hayarlo otra vez- dije con una sonrisita en el rostro que aún no me podía quitar pese a la situación incómoda de hace un momento atrás. -Es que de verdad es muy importante para mi... demasiado. Es lo único que pude conservar de ella aquel día- murmuré la última frase, la verdad es que pensé en voz alta porque no tenía intención alguna de contarle mi aburrida tragedia a un desconocido. Es más, no solo porque fuese un desconocido sino que también porque era algo inimaginable, algo fuera de este mundo... algo que muchas veces me hacía creer que padecía de alguna enfermedad mental que me hizo imaginar todo. Nunca lo había contado a nadie por miedo de parecer loca, incluso a mi padre tuve que decir que el responsable había sido un oso... no podía decir la verdad si no quería morir encerrada en un manicomio.

Volví a mirar el colgante, le quité el seguro a la cadena y volteé quedando de espalda hacia el chico. -Podrías?- le pregunté dandole la cadena y haciendome a un lado el pelo en señal de que me la colocase en el cuello.

Lleve mi mano a rascarme la nuca algo nervioso porque bien hacia que no hablaba con nadie y mucho menos con una humana, siempre me la habia pasado alimentándome y demasiado tiempo sin hablar con alguien tampoco era tan saludable, pero total vivía una eternidad. La verdad que me extrañaba la gran adoracion que tenia por el colgante que habia encontrado, debia de querer mucho a su madre, esa clase de sentimientos no eran los que yo tenia, es mas estaba muerto como iba a sentir algo. Por ahora me preocupaba de mi mismo y mucho era pero ahora esta humana al verla asi sentí algo como de sobreprotección hacia ella. Era curioso ver como los humanos se volcaban sentimentalmente en un objeto, pareciendo que los protegían como si de su propia vida se tratara.

Observe como se daba la vuelta dejándome ver su desnuda nuca frente a mi,me aproxime con cautela y relami mis labios sin poder evitarlo. Pero tenia que controlarme y demasiado si no quería hacerle daño. Tome la cadena con el enganche y se la coloque, me aleje de ella de nuevo, procurando no estar muy cerca por si acaso no llegara a controlarme.- Listo.- la avise viendo lentamente su cuerpo con mi mirada, examinaba cada rincón.- siempre sales sola a estas horas? No tienes miedo de que algo te pueda pasar?.- pregunte con exactitud, yo sabiendo a lo que me refería. Se me habia quedado su aroma en mis manos al haberlas pasado por su cuello, disimuladamente volvi a posar mis ojos frente a los suyos.- es bueno tener siempre en cuenta que no estamos solos en ningun lugar y puede pasar cualquier cosa.-

Sentí sus manos rozar mi nuca al poner el broche. Me dió escalofríos tener contacto con esa fría piel que parecía ser un trozo de hielo. Noté como se alejó de mi manteniendo cierta distancia como si sintiese asco o algo así y luego me dediqué a poner atención a sus palabras.

-No, jamás y absolutamente jamás salgo a estas horas - miré a mi alrededor, lucía demasiado tenebroso, sobretodo porque junto a la playa estaba el extenso bosque que me condujo hasta aquí. -Cuando Buffy escapó por la ventana... -miré a mi pequeña -le seguí pensando que la atraparía en el jardín solamente... pero ya vez me trajo hasta aquí- suspiré llevando mi mirada hacia el piso. ¿Como diablos ahora regresaría a casa? no me movería de este sitio por nada del mundo considerando que la unica vía de regreso era cruzar el bosque.

Volví a mirarlo en cuanto procesé en mi cabeza lo segundo que me había dicho. Si supiese realmente la experiencia del pasado que tuve, posiblemente ni siquiera hubiese perdido el tiempo en advertirme que no estamos solos en ningún lugar y no precisamente aquellos eran solo humanos corrientes. De todos modos no entraría a hablar de ese tema. -Soy lo suficientemente temerosa como para hasta de correr de las lechuzas- mostré una leve sonrisa de medio lado.

Baje la mirada a la pequeña, pero era extraño que algo tan pequeño pudiera causarle tantos embrollos a una humana, era incluso hasta gracioso, no podía evitar imaginarme corriendo tras el bosque siguiéndola, seguramente era muy pilla y le iba la aventura, me agache para cogerla en brazos y mirarla.- asi que te van las aventuras no?.- rei hablándole a la cachorra. Volvi la mirada hacia ella con una pequeña sonrisa.-creo que puede mas que tu, oyendo lo que me estas contando tiene bastante astucia.- con uno de mis dedos acaricie bajo su mentón con cuidado, la humana estaba algo apartada de mi y asi lo prefería. Suspire con algo de pesadez, era algo frustrante qe para una vez que decido entablar conversación tenga que ser tan a distancia, pero tampoco podía evitar no mirar sus ojos azules como el cielo.

Fije mi mirada hacia ella, deje a la cachorra en el suelo y me acerque con un aspecto algo sombrío parándome justo frente a ella. Acercando mi cara hasta el limite de casi sentir su aliente chocar contra el mio, el bombeo de su corazón bastante acelerado, el fluir de su sangre por sus venas como si no hubiera nada mas que solo el bombeo que me tenia algo desconcentrado, mis ojos fijos en los suyos.- Tanto miedo tienes? Podrías aguantar algo que diera mas miedo que una lechuza?.- pregunte susurrando muy suave incluso hasta arrastrando mis palabras. Me acerque a su oído aun mas casi rozando mi mejilla con la suya.- hijos de la noche…- susurre incluso mas suave que anteriormente, abri mis ojos aun mas y fijos hacia lo que habia tras ella que no era nada pero se podía ver mis ojos intensamente azules.

Sonreí al ver como Buffy cedía a las caricias del desconocido, lo cuál no dejó de llamarme la atención...ella no se daba con todos, era bastante esquiva pero para mi sorpresa, le agradaban los mimos del chico. -Es una buena chica- dije mirando como con delicadeza la depositaba en el suelo.

De pronto me miró y comenzó a acercarse a mi en lo que no pude evitar dar un paso hacia atrás en señal de cautela, de todos modos no le costó mucho llegar a colocarse justo frente a mi con una mirada que me impedía ver por mucho tiempo a los ojos a causa de lo intimidada que me sentía.
-No, no podría seguramente- contesté rápidamente sin pensarlo. Noté un leve inclinamiento de su rostro hacia el mio, en el cual llevó sus labios a mi oído con total delicadeza para susurrarme desde allí algo que claramente no entendí.
-Que... que dices?- le pregunté en un hilo de voz completamente inmóvil. Las actitudes extrañas que el joven comenzaba a presentar conseguían que el miedo empezara a invadirme lentamente como si de una inyección se tratase.

-¿Qué quieres decir?- no pude evitar preguntarle, ¿a caso se refería a los seres que yo también conocía?, esto empezaba a incomodarme, me hacía creer que esta era otra de tantas alucinaciones que mi cabeza era capaz de inventar.

Note como habia cambiado las sensaciones de su cuerpo a miedo, la verdad que ahora me sentía mal porque la habia hecho sentir demasiado miedo, no era exactamente mi intención sino que estuviera alerta y no pensara que todo era demasiado fácil como salir, por mucho miedo que tuviera e intentara correr, los seres eran bastante veloces. Ahora la pregunta que iba a cuento, desde cuando me preocupaba por una humana y encima las dejaba con vida sin quererlas moder.-tranquila, no pasara nada.- sonrei suavemente retirándome un poco de ella.

El olor de sangre me tenia algo descentrado, aunque no estuviera herida el bombeo de su corazón hacia que me lo imaginara e hiciera que sintiera como fluia la sangre por su cuerpo. Cerre los ojos suavemente tomando aire pausadamente para calmarme un poco.- todo puede pasar y solo la vida demuestra que hay que ir con los ojos bien abiertos.- le aconseje mientras la volvia a mirar. Sonrei intentando calmarla un poco, tampoco me gustaba ver el miedo en sus ojos, eran demasiado hermosos como para que los empañara.- tu tranquila, que no pasara nada.-

Dude un poco si acercarme o no, pero y si me descontrolaba? Pensando en las imágenes de lo que podía pasar con mis anteriores victimas pensaba mejor en quedarme como estaba pero no sabia si pensaría que soy frio pero igualmente mi piel lo era, costaba demasiado ser lo que era y no dar rienda suelta a mi naturaleza, sobretodo con la libertad que parecía que daba la playa. Mire hacia el cielo solo un momento y luego a ella.- te gustan las estrellas?.- le pregunte de forma curiosa.

No entendía como podía pedirme que estuviese tranquila considerando que me encontraba sola en medio de la noche en una playa desconocida rodeada de un tenebroso bosque y encima charlando con alguien que podría perfectamente tratarse de un psicopata...debía reconocerlo, era demasiado desconfiada, pero que más podía pensar? tenía derecho a crear todo tipo de prejuicios a este chico ya que era un total desconocido para mi.
Traté de frenar un poco mi imaginativa cabeza y suplicarle que por favor dejase ya de inventar cosas. ¿Por qué este chico no podía ser una buena persona? Claro que podía, quizá incluso podría ser un buen amigo... pero no, otra vez mis pensamientos me limitaban a intereactuar no a la defensiva con alguien. Esta situación me tenía más que cabreada, si seguía actuando de esta forma nunca conseguiría amigos y continuaría siendo la antisocial de siempre cuando realmente tenía ganas de poder aportar con algo en la vida de alguien. Me sentía vacía, como un zombie que vive solo para cumplir con el estúpido ciclo de la vida... no tenía a nadie a quien pudiese expresar alegría o bien mis tristezas... Buffy hasta ahora era la unica que conocía parte de mi.

-Me gustaban ... me gustaban mucho, desde pequeña esperaba a que el sol se fuera para poder mirarlas... Mi madre me contaba historias, muchas de ellas inventadas, supongo que se le ocurrían en el momento, pero me fascinaban- Miré al suelo con tristeza y levanté un poco de arena con el pié, sentía que poco a poco comenzaba a desaparecer, ya no me quedaban motivos para estar viva otra vez.

No podia evitar preguntarme que pasaba por su mente, con una mirada curiosa pero a la vez precavido me quede mirándola, acaso me habia pasado con mi contario? Esperaba que no fuera asi pero tampoco sabia bien que hacer, la llevaba bien apañada las cosas ya que como no mi poca sociabilidad me estaba jugando una mala pasada y sabria que tendría consecuencias. Me acerque un poco rascándome la nuca como antes pero seguía igual de nervioso o incluso mas, no sabia bien como explicarlo.- perdóname, no quería molestarte con mi comentario.- estaba hecho un bocazas, siempre tenia que abrir la boca, ahora pensaba que lo mejor habia sido la soledad del momento.

-Todos tenemos algo especial que nos ayuda a aferrarnos a la vida.- mire hacia el cielo viendo como brillaban las estrellas sobre nuestras cabezas y como bajo mis pies estaba la fría arena donde ella enterraba sus dedos tal y como estaban los mios. En ese momento quise acercarme y rodearla con mis brazos pero porque hacer eso? Estaría loco si lo hiciera, bueno ella lo habia hecho pero con un motivo y con euforia… En mi caso no podía ser asi y tenia un control que mantener.- si pudiera bajar una estrella del cielo, lo haría sin pensarlo dos veces.- susurre esperando que no me oyera en ese momento, sacudi mi cabeza para mirarla.- Esto… no tendras frio?¿.- le pregunte curioso e intentando cambiar de tema para que no se diera cuenta.

Tome mi chaqueta y se la pase.- ten, asi al menos e cubriras por si acaso te cala el frio.- como cambiaba la vida y puede ser que el disimulo no fuera mi mejor arma pero al menos intentaba que lo fuera con un ligero control. Tenia algo de lentitud en mis movimientos porque era muy cuidadosos para ir con cautela. Baje a la mirada a la cachorra,después de todo parecía ser su compañía y lo que ella mas quería en ese momento, volvi la mirada a su cuello donde lucia su colgante, le quedaba bastante bien y de seguro que ahora era su mayor tesoro del cual no se separaría, lo tenia mas que claro que habia algo diferente.

Quien no quisiese bajar una?, eran hermosas, traían un brillo único y juntas eran más que llamativas, no te cansabas de verlas pese a que se mantenían en el mismo sitio. Era lo que iba a constestarle, pero de pronto irrumpió preguntándome si tenía frío. Cogí su chaqueta la cual me ofreció y me la puse sobre la espalda similar como si fuese una especie de capa. Era mucho más pequeña que él así que me cubría bastante para mi suerte ya que sin darme cuenta estaba temblando del frío.

-Gracias- contesté sujetando con ambas manos la chaqueta desde mis hombros para que no se cayese de mi espalda.
-Le has acertado, el frío ya me tenía atontada- añadí con una sonrisa.
Me acerqué hacia el joven hasta quedar justo frente a él. Sujeté la chaqueta con una sola mano, mientras mi diestra se extendía en su dirección. -Soy Theresa, mucho gusto- dije con un toque entusiasta, de lo rápido que había sido todo este encuentro no había tenido oportunidad de presentarme siquiera, por lo que tampoco conocía su nombre.

Tenía interés de conocerlo sin alguna razón aparente. Supongo que solo podía echarle la culpa a ese sexto sentido que creía tener desarrollado... ese que tantas veces me había advertido del peligro excepto "aquel día" ...que va!, si nisiquiera lo recuerdo con exactitud, supongo que mi mente se encargó de borrar varios recuerdos de ese día como modo de protección para mi integridad o algo asi, de lo contrario no me lo explico. De todos modos siempre estaba la duda, esa maldita duda que me tenía al límite de saber si era una persona normal con una mala experiencia, o realmente una loca con trastornos mentales que sufría de alucinaciones.

Se me escapo una ligera risa de mis labios al oir su comentario del frio, en ese momento me gustaba ser vampiro porque no podía sentir ni frio ni calor, sino era neutro a cualquier situación meteorológica. Note como se acercaba lentamente, pero sabia que no me podía retirar era ella seria eso demasiado violento y ya que ella habia sido la del primer contacto y el primer acercamiento, parecía un neandertal que no sabia nada de la vida, solo buscando alejarme de la gente pero no quería alejarme de ella, pero me era imposible acercarme asi por las buenas como pensaba todo no era tan fácil como se veía. Mire su mano extendida hacia a mi. Con mas cortesía extendi la mia para tomar la suya, bese su dorso.- Demian Fenix.- acabe presentándome, por ahora no habia ocurrido nada malo y esperaba que fuera asi.

Me fije por el camino que seguramente habia tomado.- eres de por aquí?.- le pregunte curioso ya que dado como decía que habia estado corriendo tras la perrita seguramente habia sido asi. Ahora que lo pensaba yo no tenia hospedaje pero tampoco era que importara ya que siempre habia estado de un lado a otro y no me habia hecho falta casa hasta la fecha. Pero y si se diera el caso de que aquel lugar conseguía atraparme? Todos los humanos de aquí eran como ella? Muchas preguntas aparecieron de repente a las cuales no tenia ni la pizca de idea de cómo responderlas y mucho menos podría responderle.

Todo siempre era desierto en la noche y se hacia claramente ver en que no habia nadie a nuestro alrededor, ni siquiera en el paseo que habia justo terminando la playa. En parte ya estaba acostumbrado a esa soledad pero ahora no podía decir que estaba solo, la humana estaba frente a mi y digamos que tampoco me incomodaba su presencia, era bastante agradable ya que ella era la única que se atrevía a sacar conversación. Como rey de mi propio mundo ahora tenia que abrirme a nuevos horizontes y modernizarme si es que se dice asi.- esta muy lejos donde vives?.- pregunte por si quería irse podía acompañarla para asegurarme en parte de que no le pasara nada por el camino. Quien me iba a decir que acabaría preocupándome por lo que antes me tomaba.

Ambos estrechamos las manos tras presentarnos y luego el chico besó el dorso de mi diestra en un acto bastante cordial... actos que hoy en día no se veían a menudo. Me sentí como una princesa de la edad media o algo así, lo que me hizo sonreír ampliamente.

-Vivo al otro lado del bosque en una pequeña cabaña... no es la gran cosa, pero me basta para vivir cómodamente con Buffy- miré a la pequeña y esta comenzó a morder el pantalón del joven a modo de juego. Me agaché, cogí una barita que había entremedio de la arena y se la lancé lejos para que fuese tras ella y dejase de molestarle. Ella sin pensarlo dos veces echó a correr y nos dejó solos, más relajados para conversar.

Volví a agacharme y cogí su camisa que aún estaba entre la arena. Di unos pasos más y se la entregué - Por favor, pontela que seguro coges una gripe si sigues así- le sugerí al ver que el viento ya se había encargado de quitar las gotas de agua de su torso, y ya estaba posibilitado de volver a vestirse otra vez.

Mientras esperaba a que la cogiera comencé a pensar en mi regreso a casa. ¿Como diablos llegaría hasta el otro lado?, el solo hecho de pensarlo me daba escalofrios. Una posibilidad era pedirle a Demian que me acompañase... pero no quería molestarle, además el no tenía porqué hacerle un favor a una perfecta desconocida... pero es que de verdad tenía miedo y sabía que sola no lo lograría.

Baje la mirada cuando senti un tiron de mis pantalones viendo a la perrita mordiéndomelos, alce la ceja observándola pero sin gesto de molestia, tampoco me importara que los rompiera, total ya me compraría otros. Mire como tomaba un palo y se lo lanzaba haciendo que la perra saliera corriendo tras el para tomarlo. Me parecía increíble como la perra se contentaba con tan poco, en ese momento cualquier se hubiera sentido afortunado de ser un perro, primero porque se notaba que estaba muy bien cuidada, segundo porque también se veía el cariño que la chica le tenia y tercero porque ser tan feliz como se veía no se podía decir que fuera fácil encontrarlo. Pero también la felicidad era algo que se habia que buscar de buena forma y no todo era fácil, habia que indagar muy bien en las cuestiones pera saber que escoger y conseguir la plenitud.

Gire la mirada para ver lo que hacia y vi como tomaba la camisa de la arena. Mire mi camisa y la tome con cuidado.- gracias, pero no te preocupes, soy fuerte como un toro.- rei, y tan fuerte que era que ni podía enfermar nunca, por ahora era algo que mejor era ignorado por ella. Asi al menos no tendría miedo y mucho menos salir corriendo aterrorizada por las leyendas contadas de nosotros en muchos lugares, habia ya tanta información sobre los vampiros que parecían como si muchos tuvieran hasta seguidores. En muchos casos, cada uno de los libros, los vampiros eran totalmente diferente a otros y asi sucesivamente. Como se notaba que era algo desconocido, nadie habia conseguido nunca indagar sobre un vampiro.

Mire su rostro y no sabia porque me daba la sensacion de que habia algo que no me decía, por un rato pensé en decirle que yo la acompañaba, pero luego pensé que podría decir ella de mi, mas bien pensar en que le haría algo o que estaba siendo un insolente por no conocerla de nada y pensar que podría ir a algo mas con ella.- pues… si quieres te acompaño a tu casa, al menos asi no estas sola por el camino y ya luego me voy.- sonreí suavemente pensando en que rechazaría mi propuesta de acompañarla. Queria asegurarme de que llevaba bien y a pesar de que me pudiera decir que no, iria de todas formas sin que se diera cuenta.

Pese a sus risas y dejarme en claro que era un chico fuerte que no cogía resfriados, cedió a colocarse la camisa casi en un gesto de inercia. Abrochó sus botones lentamente y entre tanto me propuso lo inimaginable.

-Hablas en serio?- le pregunté confusa, no entendía por qué querría seguir ayudandome cuando haber encontrado mi collar había sido más que suficiente.
Mis ojos no podían ocultar el intenso brillo de la felicidad, por fin el miedo se iba llendo y ya desaparecía en mí la preocupación de como llegar a casa con vida otra vez.

-De verdad no te importa?, ay Demian es que si lo haces creeme que te estaría realmente agradecida- dije acercándome a él, le tomé sus manos justo en frente y las jalé en plan juguetona, estaba tan contenta que irradiaba alegría por donde fuese. Di pequeños brincos como si fuese una niña, sin lograr que me sonrisa desapareciera.
-gracias- solté sus manos y me separé un poco otra vez al darme cuenta de lo ridícula que seguramente me estaba viendo en estos momentos montando semejante espectáculo de infantilismo.

-Te juro que no soy así- comencé a justificarme -pero es que me preocupaba mucho el tema de como regresar y bueno... tu te ofreces a acompañarme ... y entonces ...- dije atropellándome con mis propias palabras. Al notarlo volví a callarme, no había caso, hiciera lo que hiciera no podría dejar de verme estúpida, ya había empezado a arruinar la oportunidad de parecer interesante a quien pretendía considerar ya como un amigo.

Sin poder evitarlo una sonrisa se adueño de mi boca, tampoco era tan malo sonreir por mucho que pensara que era mostrar debilidad el hacer ver las expresiones de las sensaciones. Parecia bastante raro y mas si alguien tuviera la habilidad de meterse en mi cerebro y poder saber todo lo que pasaba por ella, y lo que pensaba de la chica mas aun, nunca antes habia actuado asi y menos ayudando. No era de mucha ayuda y menos de no estar tomando lo que me hacia falta que era sangre. Por mucho que estábamos allí el ambiente comenzaba a refrescar y cada vez oscurecía mas.

Todo se me hacia confuso y el ver la felicidad de su rostro por decir que la acompañaba. Por lo que podía oir y oler no habia nadie que no fueramos nosotros en los alrededores pero uno nunca sabe cuando puede aparecer de repente, ya que la velocidad era una característica común entre los de mi especie. Y tantos otros peligros que podía ocurrirle, solo una pequeña humana que parecía muy delicada, como si le tocara con el dedo y se fuera a romper en mil pedazos. Esa imagen era catastrófica en mi mente.

-bueno ya no te tiene que preocupar, te llevare hasta la puerta de tu casa y cuando me asegure de que estas bien segura me retiro de acuerdo?.- sonrei ligeramente mientras terminaba tomando mi ropa para comenzar a andar junto a ella en dirección hacia su casa, procure no acercarme mucho para que no sintiera el frio de mi cuerpo y mas ahora que lo estaba desprendiendo con algo de humedad en la ropa a causa del agua.- espero que no tengas mucho frio, aunque corra brisa.- la mire preocupado por si sentía frio.

Negué con la cabeza y volví a coger su chaqueta por mis hombros, así evitaba que se cayese y continuaría protegiéndome de la fría brisa -estoy bien, pero por favor si la necesitas de vuelta no dudes en pedírmela- le dije a mi compañero desde un costado.
Hice un silbido que atrajo la atención de Buffy a la distancia. Ella me miró reconociéndolo y volvió a correr hasta mi con la barita en el hocico.
-Buena chica- le acaricié la cabeza tras llegar a donde nos encontrábamos y luego comenzamos a caminar los tres.

De a poco empezábamos a dejar la playa e insertarnos en el bosque. Fruncí el ceño al verme rodeada de los árboles y como un acto de inersia me acerqué más a Demian, ya empezaba a invadirme el miedo y eso que recién tomábamos posición por el sendero.
Me propuse hablar... hablar de cualquier cosa, eso me mantendría distraida mientras cruzaba el bosque y así escondería el miedo un buen rato. -Si sigues todo el tiempo este sendero, daremos con mi pequeña cabaña que está justo al otro lado del bosque-
Me agaché y cogí a Buffy del suelo, ni siquiera se por qué lo hice, tal vez mi cuerpo solo actuó para conseguir otra medida de distracción. Ella se dejó acunar sin problemas y la abracé con fuerza mientras me puse a mirar en todas direcciones.
De pronto comencé a oír cosas. Eran ruidos que me traían horribles recuerdos que durante estos años mi mente se había encargado de borrar. Tenía ganas de salir corriendo, pero las piernas no me respondían, de hecho hicieron todo lo contrario. Estaba inmóvil ahí parada imposibilidada de seguir avanzando. Caí al piso de rodillas, solté a Buffy y me cubrí los ojos con mis manos, de la misma forma en que hice aquel día cuando la bestia esa se había encargado de desgarrar a mi madre frente a mis ojos.

A medida que entrabamos en el bosque note su cambio, no sabia bien su reacción pero tampoco haría bien el preguntar y menos cuando estaba reaccionando, seguramente algo la habia marcado en su vida haciendo que reaccione ante tal estimulo. No sabia bien que hacer, si pasar mi brazo por encima de ella y acercarla a mi, si dejarla asi… pero no hacia falta que me moviera mucho ya que ella sola se pegaba a mi cuerpo como si nada, el miedo inundando el momento. Mire atravez de los arboles donde señalaba que estaba su casa.- seguro que llegaremos en nada.-

Lo único que se podía oir a nuestro alrededor era el sonido de algunos animales y poco después el viento entre los arboles. Ese sonido me encantaba, se notaba la tranquilidad del lugar y sin saber porque. Seria a caso como le pasara por la cabeza, no podía estar del todo seguro de lo que pasaría. En ese momento era perfecto solo que los silbidos del viento era muy escandaloso y podía incluso dar miedo, no podía evitar mirarla preocupado por si le pasaba algo. La notaba cada vez mas rara.

Cuando la vi caer de repente me acerque rápidamente a ella agachándome a su lado-estas bien? Que te ocurre?.- pregunte preocupado intentando que me mirara, subiendo su mirada.- linda que tienes?- mire alrededor a ver si habia visto algo que la molestara, pero al parecer no habia sido asi, la tome en brazos y acelere el paso en dirección hacia donde me habia señalado que estaba su casa para alejarla de ese lugar que parecía molestarla, sin entender bien que pasaba.- no te preocupes ya llegamos.- la mire mientras me aseguraba de tenerla bien sujeta contra mi.

En parte tenia apuro por llegar a su casa a ver si se calmaba o al menos se acababan los ruidos de la noche, a medida que avanzaba podía visualizar una pequeña cabaña donde seguro era la que ella habia dicho, me fije en que la perrita no se separaba de ella a pesar de ir tras de mi corriendo, no me moleste mucho en hacerle caso ya que ella estaba en mis brazos y me preocupaba no saber el que.- creo que ya hemos llegado, como estas?.- pregunte mientras me acercaba a la puerta de la casa, pero sin apartar la mirada de ella, no me preocupaba que sintiera el frio de mi cuerpo.

Me había quedado estática en esta posción debido que estaba completamente sumergida en mis tortuosos pensamientos. Me encontraba tan perdida emocionalmente que ni siquiera me di cuenta en el momento exácto en el que Demian me cargó en sus brazos con la intención de brindarme ayuda. Bonito espectáculo que seguramente estaba dando, pero es que de verdad mi autocontrol que siempre estaba presente, en estos momentos decidió largarse de mi muy pero muy lejos para así no poder encontrarlo.

A ratos Demian me preguntaba por mi estado y sabía que estaba siendo descortés al no responderle, pero sinceramente estaba bloqueada, lo unico que quería era salir del bosque lo antes posible, tanto a si que ni siquiera me preocupé por si Buffy nos acompañaba no... qué pésima madre era en esas circunstancias, pero en aquel instante en mi mente solo existía yo y esa otra criatura que intentaba buscarme entre las sombras del bosque... ese mismo ser que terminó con la muerte de mi madre y ahora planeaba ir por mi.

Sentí como de pronto dejamos de movernos y Demian aún cargandome me despegó un poco se cuerpo para avisarme que ya habíamos llegado. No tenía idea por qué el viaje había sido tan breve, aunque ya estas alturas que entendiera algo sería lo extraño.
"creo que ya hemos llegado, como estas?..." fué exactamente la frase que me hizo volver en sí otra vez. Jamás creí que algo tan simple me haría volver a respirar y a normalizar mi ritmo cardiaco.
Asentí con la cabeza a modo de respuesta por mi estado y luego dejé de mirarlo tras la verguenza que sentía ahora debido a toda la situación. -Yo... lamento mucho todo- susurré apenada. -Puedo explicarlo... pero por favor no me juzgues de loca, no cuando empiezo a ganar un amigo después de tanto tiempo- añadí en el mismo tono.
Bajé de sus brazos y di un par de pasos para llegar hasta la rústica puerta de mi cabaña, la abrí despacio y desde allí le hice una seña invitándole a pasar.

Continua --->> Recien llegada (theresa)