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Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
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Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Recuerdo del primer mensaje :
Los frondosos árboles, elcielo cubierto por las ramas, el aroma de la libertad flotando en el aire. Elamanecer estaría por llegar en cualquier minuto, ya que los tenues rayos de soldeseaban iluminar el cielo despejado de aquel día. En aquel lugar los visitantestodavía no empezaban a llegar. El monte Takao es uno de los más visitados porsu variedad de atracciones. Los templos, el zoológico, las cascadas, lamaravillosa vista de la ciudad.
Pero no era el afán turísticoo recreativo el que movía al joven pelinegro que allí se encontraba,precisamente. Los motivos que tenía eran muy distintos. Hacía un par de mesesque había ocurrido algo bastante “particular”, se había encontrado con unlicántropo con escaso control en su forma lobuna, al menos todo había salidobien. Pero esta persona se trataba ni más ni menos que uno de loscantantes de moda más exitosos delmomento. Y tras una larga conversación había logrado convencerlo de aceptar suayuda, así que allí estaban alejándose de uno de los caminos que usualmente eramenos transitados. La demora de poner aquello en práctica había sido la agendaapretada de la celebridad.
Habían pasado un par de horasdesde que se habían reunido para la primera sesión de entrenamiento. Podíallegar a ser peligroso, después de lo que había visto, pero por otra parte sesentía sumamente emocionado. O más bien citado. Era una especie de reto… bueno,lo importante era ayudarlo a obtener control de sus propios actos y eso podíallegar a causarle más de alguna herida. Pero era interesante compartir con otrode su raza, mucho más si este no le podía leer la mente y no sabía que ocurríaen los rincones de esta. Tenía un par de ideas planeadas, pero sería buenodiscutirlo con el otro.
- Deaquí nos desviamos – dijo señalando un gran árbol para alejarse del sederoque por su poco uso se encontraba poblado de pequeñas plantas; y adentrarse enun camino que prácticamente no se podía apreciar. Era como si los finos árbolesdispuestos al azar camuflaran aquella vía, que se habría frente a los ágiles yprecisos pasos de Yoru demostrando así su existencia con completa seguridad. – Seguiremos sólo un par de kilómetros más hastaadentrarnos, ya estamos bastante cerca del lugar que he dispuesto, allípodremos estar tranquilos.
Cargaba con una pequeñamochila que llevaba al hombro sin dificultad alguna. Miraba de reojo al mayor,en esa situación. Por alguna razón pensó que sería extraño ver a tal individuoen ese ambiente natural, pero no resultaba así. Era mucho mejor de lo que habíaesperado, creía que podía deberse quizás a haberse ganado su confianza, enalgún grado claro esta. O tal vez, él mismo ya se había hecho a la idea y no laveía como una simple fábula.
- ¿Quetal los ánimos para practicar? –Preguntó con tono entusiasmado, tratandode alentar al mayor. Mientras sus largas zancadas seguían moviéndose en unadanza aleatoria pero precisa – vamos a acelerar unpoco más el paso – le propuso con un gesto de exaltación, era mejorllegar luego hasta aquel lugar.
Ya no caminaba, corría sin rompersiquiera la más fina de las ramitas, sin que por ello perdiera de vista almayor en cualquier momento, aquello parecía una carrera pero no importaba quienganara. La libertad que se sentía en esos momentos era grandiosa, el aireentrando y saliendo de sus pulmones a un ritmo propio. Donde sus músculostrabajaban juntos para realizar tal esfuerzo. Aquello era la mejor parte de serdistinto, poder apreciar aquella belleza que le rodeaba, sentir el olor atierra húmeda y de la vegetación reinante. Raramente se podría compartir algoasí y era algo agradable, compartir un secreto con alguien más y no guardárselopara si mismo simplemente.
- Llegamos - dijo extendiendo sus brazos para mostrar asu alrededor la frondosa vegetación, se encontraban en lo más profundo de lasmontañas- Aquí no tendremos problemas.
Por un instante lo miro, ylanzó su mochila a un costado, mientras comenzaba a sacarse el sweter y lacamiseta, prendas que dejo sobre la mochila. Se giraró y quedar de frente aHaruka-san con el torso desnudo.
- Creoque será mejor que entre en fase primero y te acostumbres a mi forma lobuna,antes de que lo hagas tú – dijomientras se desabotonaba los vaqueros.
Así fue como en pocos segundosse encontraba completamente desnudo, era un procedimiento habitual, aunque enesos momentos se sentía un poco incomodo. Era mejor que se enfocara en lo quedebía hacer y no comenzar a pensar cosas que no contribuían en nada más que enhacer todo más difícil. Se concentro y dejo que su esencia lobuna saliera a flote.Sus huesos y músculos se reacomodaron, cambiando de extensión y forma, en tantoel pelo negro cubría su cuerpo. A los pocos segundos estaba convertido en ungran lobo negro, con esa mancha blanca que lo identificaba.
Dio unos cuantos pasos paraacercarse al cantante y luego se sentó en sus curtos traseros, mientras loobservaba con esos ojos inteligentes.
Los frondosos árboles, elcielo cubierto por las ramas, el aroma de la libertad flotando en el aire. Elamanecer estaría por llegar en cualquier minuto, ya que los tenues rayos de soldeseaban iluminar el cielo despejado de aquel día. En aquel lugar los visitantestodavía no empezaban a llegar. El monte Takao es uno de los más visitados porsu variedad de atracciones. Los templos, el zoológico, las cascadas, lamaravillosa vista de la ciudad.
Pero no era el afán turísticoo recreativo el que movía al joven pelinegro que allí se encontraba,precisamente. Los motivos que tenía eran muy distintos. Hacía un par de mesesque había ocurrido algo bastante “particular”, se había encontrado con unlicántropo con escaso control en su forma lobuna, al menos todo había salidobien. Pero esta persona se trataba ni más ni menos que uno de loscantantes de moda más exitosos delmomento. Y tras una larga conversación había logrado convencerlo de aceptar suayuda, así que allí estaban alejándose de uno de los caminos que usualmente eramenos transitados. La demora de poner aquello en práctica había sido la agendaapretada de la celebridad.
Habían pasado un par de horasdesde que se habían reunido para la primera sesión de entrenamiento. Podíallegar a ser peligroso, después de lo que había visto, pero por otra parte sesentía sumamente emocionado. O más bien citado. Era una especie de reto… bueno,lo importante era ayudarlo a obtener control de sus propios actos y eso podíallegar a causarle más de alguna herida. Pero era interesante compartir con otrode su raza, mucho más si este no le podía leer la mente y no sabía que ocurríaen los rincones de esta. Tenía un par de ideas planeadas, pero sería buenodiscutirlo con el otro.
- Deaquí nos desviamos – dijo señalando un gran árbol para alejarse del sederoque por su poco uso se encontraba poblado de pequeñas plantas; y adentrarse enun camino que prácticamente no se podía apreciar. Era como si los finos árbolesdispuestos al azar camuflaran aquella vía, que se habría frente a los ágiles yprecisos pasos de Yoru demostrando así su existencia con completa seguridad. – Seguiremos sólo un par de kilómetros más hastaadentrarnos, ya estamos bastante cerca del lugar que he dispuesto, allípodremos estar tranquilos.
Cargaba con una pequeñamochila que llevaba al hombro sin dificultad alguna. Miraba de reojo al mayor,en esa situación. Por alguna razón pensó que sería extraño ver a tal individuoen ese ambiente natural, pero no resultaba así. Era mucho mejor de lo que habíaesperado, creía que podía deberse quizás a haberse ganado su confianza, enalgún grado claro esta. O tal vez, él mismo ya se había hecho a la idea y no laveía como una simple fábula.
- ¿Quetal los ánimos para practicar? –Preguntó con tono entusiasmado, tratandode alentar al mayor. Mientras sus largas zancadas seguían moviéndose en unadanza aleatoria pero precisa – vamos a acelerar unpoco más el paso – le propuso con un gesto de exaltación, era mejorllegar luego hasta aquel lugar.
Ya no caminaba, corría sin rompersiquiera la más fina de las ramitas, sin que por ello perdiera de vista almayor en cualquier momento, aquello parecía una carrera pero no importaba quienganara. La libertad que se sentía en esos momentos era grandiosa, el aireentrando y saliendo de sus pulmones a un ritmo propio. Donde sus músculostrabajaban juntos para realizar tal esfuerzo. Aquello era la mejor parte de serdistinto, poder apreciar aquella belleza que le rodeaba, sentir el olor atierra húmeda y de la vegetación reinante. Raramente se podría compartir algoasí y era algo agradable, compartir un secreto con alguien más y no guardárselopara si mismo simplemente.
- Llegamos - dijo extendiendo sus brazos para mostrar asu alrededor la frondosa vegetación, se encontraban en lo más profundo de lasmontañas- Aquí no tendremos problemas.
Por un instante lo miro, ylanzó su mochila a un costado, mientras comenzaba a sacarse el sweter y lacamiseta, prendas que dejo sobre la mochila. Se giraró y quedar de frente aHaruka-san con el torso desnudo.
- Creoque será mejor que entre en fase primero y te acostumbres a mi forma lobuna,antes de que lo hagas tú – dijomientras se desabotonaba los vaqueros.
Así fue como en pocos segundosse encontraba completamente desnudo, era un procedimiento habitual, aunque enesos momentos se sentía un poco incomodo. Era mejor que se enfocara en lo quedebía hacer y no comenzar a pensar cosas que no contribuían en nada más que enhacer todo más difícil. Se concentro y dejo que su esencia lobuna saliera a flote.Sus huesos y músculos se reacomodaron, cambiando de extensión y forma, en tantoel pelo negro cubría su cuerpo. A los pocos segundos estaba convertido en ungran lobo negro, con esa mancha blanca que lo identificaba.
Dio unos cuantos pasos paraacercarse al cantante y luego se sentó en sus curtos traseros, mientras loobservaba con esos ojos inteligentes.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Advertencia: este post contiene contenido explicito, por lo que no nos hacemos responsable de quienes lo lean. Gracias!
Algunas veces nos preguntamos en nuestras vidas si lo estamos haciendo bien, si todo lo que nos hemos planeado es realmente lo que deseamos y lo que nos conviene. Esa misma frase viene a que en todas las categorías pasa lo mismo, nos preguntamos exactamente lo mismo y nos damos cuenta de que a lo mejor no lo estamos haciendo bien, o tal vez si...
Observando aquel ligero puchero lleno de falsedad y el comentario que vino después, me di cuenta de que seguía con aquel mismo tono de broma. -Entonces deberías ir corriendo, no vaya a ser que sea algo grave y acabes en el hospital.Continué con aquel tono lleno de burla, sabiendo perfectamente y claramente que el causante de todo esto lo había hecho yo con mis continuos coqueteos. -¿Cuando eh dicho yo que no me interese?.Pregunté levantando una de mis cejas, mostrandole así un ligero desacuerdo referente a aquella aclaración.
Claro que estaba equivocado, se había equivocado considerable en su conclusión cuando había llegado a pensar aquello. Una suave afirmación me aclaro que se alegro de que no fuera así, de que por el contrario fuera bisexual. Aunque ese punto tampoco tenía por que enterarse, ya que si me gustaban las mujeres o no, aunque fuesen un poco, tampoco era algo que tuviera vital importancia. Al haberle cambiando de postura no tuve ninguna clase de queja, no se molesto lo más mínimo por haberle abierto de pierna y haberme puesto en medio. Como respuesta a aquel beso que le había dado no paro agitar su pecho violentamente, de agarrase con sus manos a mis hombros mientras nuestras bocas se fundían en una. Era como si quisieran devorarse la una a la otra en una batalla campal, donde no se sabía con exactitud quien de los dos ganaría.
Mientras acariciaba su trasero aprecié sus reacciones, era como si cada vez que hacia algo con mis manos sobre sus piel, éste acto seguido me correspondiera con gesto involuntario. Su propio cuerpo le mandaba, y no él. Clavando mi mirada en aquel rostro noté como me escocía los hombros, me había clavado las uñas involuntario debo a la desesperación que estaba sintiendo en aquel entonces.
-Bueno, al igual que te pasa a ti... no creo que exista nadie en este mundo que se pudiera a resistir a alguien como tú. Si no reaccionara nada, en ese momento si que me llegaría a preocupar.Aclaré mientras veía aquella mirada llena de maldad y deseo a su vez, con un gesto similar le correspondí, solo que aparte de ello también hice algo más.
Acercando mi rostro a su cuello lo mordí antes de que me agarrara las muñecas con sus manos, empecé a saborear aquella piel con mis labios, con mi propia lengua cuando la había dejado salir inesperadamente de mi boca. A los pocos segundos ya me encontraba acorralado de cuerpo entero y muñecas, ya que sus fuertes pero delicadas manos me habían apresado sin ninguna clase de miramiento. Sin embargo, éstas las había depositado delante de mi pecho mientras lo escuchaba a hablar nuevamente. -Ahora el que esta totalmente equivocado eres t... Argh.... Sin poder contenerme deje escapar de mis labios un fuerte gemido mientras echaba mi cuerpo hacia atrás, algo que no pude lograr por que la pared del borde de la piscina no me daba aquella libertad que estaba deseando. Cerrando levemente mis parpados lo miré mientras apretaba mis labios un tanto desesperado a ese roce, a ese desesperado movimiento que estaba haciendo Yoru con sus caderas encima de mi toalla y mi miembro empalmado. Si en algún momento tuve la oportunidad de disimularlo de alguna forma, esta desde luego no iba a ser.
Echando mi cuello hacia la izquierda le di total libertad de acción, aun sabiendo que me estaba mordiendo sobre la piel y seguramente ese gesto iba a lograr una curiosa marca que no dudaría a penas unos minutos. -Eres... No lograba articular, no era capaz de pensar con total libertad en esos momentos donde lo único que deseaba era poseerlo. Hacerlo mio con o sin su consentimiento.
Como lo dicen en las leyendas y en los cuentos sobre los monstruos, cuando la bestia se desata de sus atadura y anda a sus anchas por el terreno de los sueños, entonces nadie, absolutamente nadie en este mundo sera capaz de detenerla.
Cuando se levanto de encima de mis piernas y se dirigió directamente hacia el otro extremo de la piscina, no dude ni un instante en seguirle con la mirada. Aquella maravillosa visión que me estaba regalando era algo sin igual, algo único que solamente alguien afortunado como era yo, lo estaba contemplando. Justamente después de haber desatado la toalla se había girado, quedándose mirándome mientras me hacia aquella afirmación que parecía más bien una pregunta.-Eso me preguntaba...
Tirando la toalla fuera del balneario hizo que me quedase mirándole fijamente, no apartando mis ojos de cada uno de los rincones de su cuerpo que antes no había visto. Como también observé su miembro empalmado, esa sugerente forma que se levantaba a costa de la gravedad que tiraba de ella. Esa curiosa afirmación consiguió que se me pusiera aun mucho más dura de lo que antes la tenía. Si es que se podía conseguir. La tela de mi toalla había empezado a ceder desde el primer roce que tuvimos Yoru y yo, cuando empezó a mover y a frotar sus propias caderas contra mi miembro.
Ladeando mi rostro y con una ligera mueca en mis labios, lo escuché como se quejaba, como cambiaba su postura hasta sentarse en el borde del balneario. El ver aquella visión hizo que me todo mi cuerpo temblara y que por unos breves instantes me entraran unas ganas tremendas de tirarme encima. Todo sabemos como terminaría. -¿Qué provoqué yo? Creo que no te diste cuenta de algo...Agarrándome al borde de las termas me levante, sabiendo perfectamente que la toalla se desprendería de mi cuerpo a la primera oportunidad. Y que poco me equivoqué cuando hice el primer movimiento y se desprendió sin el menor miramiento, dejandole verle claramente como de excitado me encontraba debido a tantas atenciones por su parte.
Comenzando a caminar hacia su dirección sin ninguna clase de pudor me coloqué de rodillas delante de sus piernas, donde estaba viendo en primer plano aquel miembro rosado. La forma alargada como el grosor eran perfectos, y ahora quien lo iba a disfrutar era yo... bueno más bien mi boca. Acercando mi mano lo cogí y lo estiré hacia delante para que se quedara totalmente erguido, en una perfecta dirección para que cuando bajara mi cabeza hacia abajo entrara a la perfección en mi estrecha zona bucal.
-Prefiero devorarte realmente... Confirmé al tiempo que bajaba mi boca a la altura de su miembro y lo lamía, pasandole la lengua por la punta hasta el final del tronco donde me paré para verle la cara. El ver su expresión seguro que era algo único, una sensación que nadie debería perderse cuando se siente tanto placer.
-¡Tadakimasu! Exclamé enérgicamente al mismo tiempo que baja la barbilla y me la introducía por entero en la boca. El que fuera de un tamaño normal era algo a lo que estaba acostumbrado, ya que normalmente esta no había sido la primera vez que me había metido algo semejante en la boca. El grosor chocaba con las paredes de mi boca, que cuanto más bajaba una mayor aflicción se hacia y de la cual seguramente yoru no se esperaría. Mientras hacia ese trabajito -que por cierto no me estaba desagradando nada, a esto se debe por que normalmente era al contrario, eran siempre el que me encontraba en la otra posición- fui aproximando mi mano libre a su pecho, subiendo lentamente hasta su cuello hasta su boca. Donde introduje dos de mis dedos en su interior por puro capricho, quería sentir como los lamia como la vez anterior y como lograba ponerme los pelos de punta.
Algunas veces nos preguntamos en nuestras vidas si lo estamos haciendo bien, si todo lo que nos hemos planeado es realmente lo que deseamos y lo que nos conviene. Esa misma frase viene a que en todas las categorías pasa lo mismo, nos preguntamos exactamente lo mismo y nos damos cuenta de que a lo mejor no lo estamos haciendo bien, o tal vez si...
Observando aquel ligero puchero lleno de falsedad y el comentario que vino después, me di cuenta de que seguía con aquel mismo tono de broma. -Entonces deberías ir corriendo, no vaya a ser que sea algo grave y acabes en el hospital.Continué con aquel tono lleno de burla, sabiendo perfectamente y claramente que el causante de todo esto lo había hecho yo con mis continuos coqueteos. -¿Cuando eh dicho yo que no me interese?.Pregunté levantando una de mis cejas, mostrandole así un ligero desacuerdo referente a aquella aclaración.
Claro que estaba equivocado, se había equivocado considerable en su conclusión cuando había llegado a pensar aquello. Una suave afirmación me aclaro que se alegro de que no fuera así, de que por el contrario fuera bisexual. Aunque ese punto tampoco tenía por que enterarse, ya que si me gustaban las mujeres o no, aunque fuesen un poco, tampoco era algo que tuviera vital importancia. Al haberle cambiando de postura no tuve ninguna clase de queja, no se molesto lo más mínimo por haberle abierto de pierna y haberme puesto en medio. Como respuesta a aquel beso que le había dado no paro agitar su pecho violentamente, de agarrase con sus manos a mis hombros mientras nuestras bocas se fundían en una. Era como si quisieran devorarse la una a la otra en una batalla campal, donde no se sabía con exactitud quien de los dos ganaría.
Mientras acariciaba su trasero aprecié sus reacciones, era como si cada vez que hacia algo con mis manos sobre sus piel, éste acto seguido me correspondiera con gesto involuntario. Su propio cuerpo le mandaba, y no él. Clavando mi mirada en aquel rostro noté como me escocía los hombros, me había clavado las uñas involuntario debo a la desesperación que estaba sintiendo en aquel entonces.
-Bueno, al igual que te pasa a ti... no creo que exista nadie en este mundo que se pudiera a resistir a alguien como tú. Si no reaccionara nada, en ese momento si que me llegaría a preocupar.Aclaré mientras veía aquella mirada llena de maldad y deseo a su vez, con un gesto similar le correspondí, solo que aparte de ello también hice algo más.
Acercando mi rostro a su cuello lo mordí antes de que me agarrara las muñecas con sus manos, empecé a saborear aquella piel con mis labios, con mi propia lengua cuando la había dejado salir inesperadamente de mi boca. A los pocos segundos ya me encontraba acorralado de cuerpo entero y muñecas, ya que sus fuertes pero delicadas manos me habían apresado sin ninguna clase de miramiento. Sin embargo, éstas las había depositado delante de mi pecho mientras lo escuchaba a hablar nuevamente. -Ahora el que esta totalmente equivocado eres t... Argh.... Sin poder contenerme deje escapar de mis labios un fuerte gemido mientras echaba mi cuerpo hacia atrás, algo que no pude lograr por que la pared del borde de la piscina no me daba aquella libertad que estaba deseando. Cerrando levemente mis parpados lo miré mientras apretaba mis labios un tanto desesperado a ese roce, a ese desesperado movimiento que estaba haciendo Yoru con sus caderas encima de mi toalla y mi miembro empalmado. Si en algún momento tuve la oportunidad de disimularlo de alguna forma, esta desde luego no iba a ser.
Echando mi cuello hacia la izquierda le di total libertad de acción, aun sabiendo que me estaba mordiendo sobre la piel y seguramente ese gesto iba a lograr una curiosa marca que no dudaría a penas unos minutos. -Eres... No lograba articular, no era capaz de pensar con total libertad en esos momentos donde lo único que deseaba era poseerlo. Hacerlo mio con o sin su consentimiento.
Como lo dicen en las leyendas y en los cuentos sobre los monstruos, cuando la bestia se desata de sus atadura y anda a sus anchas por el terreno de los sueños, entonces nadie, absolutamente nadie en este mundo sera capaz de detenerla.
Cuando se levanto de encima de mis piernas y se dirigió directamente hacia el otro extremo de la piscina, no dude ni un instante en seguirle con la mirada. Aquella maravillosa visión que me estaba regalando era algo sin igual, algo único que solamente alguien afortunado como era yo, lo estaba contemplando. Justamente después de haber desatado la toalla se había girado, quedándose mirándome mientras me hacia aquella afirmación que parecía más bien una pregunta.-Eso me preguntaba...
Tirando la toalla fuera del balneario hizo que me quedase mirándole fijamente, no apartando mis ojos de cada uno de los rincones de su cuerpo que antes no había visto. Como también observé su miembro empalmado, esa sugerente forma que se levantaba a costa de la gravedad que tiraba de ella. Esa curiosa afirmación consiguió que se me pusiera aun mucho más dura de lo que antes la tenía. Si es que se podía conseguir. La tela de mi toalla había empezado a ceder desde el primer roce que tuvimos Yoru y yo, cuando empezó a mover y a frotar sus propias caderas contra mi miembro.
Ladeando mi rostro y con una ligera mueca en mis labios, lo escuché como se quejaba, como cambiaba su postura hasta sentarse en el borde del balneario. El ver aquella visión hizo que me todo mi cuerpo temblara y que por unos breves instantes me entraran unas ganas tremendas de tirarme encima. Todo sabemos como terminaría. -¿Qué provoqué yo? Creo que no te diste cuenta de algo...Agarrándome al borde de las termas me levante, sabiendo perfectamente que la toalla se desprendería de mi cuerpo a la primera oportunidad. Y que poco me equivoqué cuando hice el primer movimiento y se desprendió sin el menor miramiento, dejandole verle claramente como de excitado me encontraba debido a tantas atenciones por su parte.
Comenzando a caminar hacia su dirección sin ninguna clase de pudor me coloqué de rodillas delante de sus piernas, donde estaba viendo en primer plano aquel miembro rosado. La forma alargada como el grosor eran perfectos, y ahora quien lo iba a disfrutar era yo... bueno más bien mi boca. Acercando mi mano lo cogí y lo estiré hacia delante para que se quedara totalmente erguido, en una perfecta dirección para que cuando bajara mi cabeza hacia abajo entrara a la perfección en mi estrecha zona bucal.
-Prefiero devorarte realmente... Confirmé al tiempo que bajaba mi boca a la altura de su miembro y lo lamía, pasandole la lengua por la punta hasta el final del tronco donde me paré para verle la cara. El ver su expresión seguro que era algo único, una sensación que nadie debería perderse cuando se siente tanto placer.
-¡Tadakimasu! Exclamé enérgicamente al mismo tiempo que baja la barbilla y me la introducía por entero en la boca. El que fuera de un tamaño normal era algo a lo que estaba acostumbrado, ya que normalmente esta no había sido la primera vez que me había metido algo semejante en la boca. El grosor chocaba con las paredes de mi boca, que cuanto más bajaba una mayor aflicción se hacia y de la cual seguramente yoru no se esperaría. Mientras hacia ese trabajito -que por cierto no me estaba desagradando nada, a esto se debe por que normalmente era al contrario, eran siempre el que me encontraba en la otra posición- fui aproximando mi mano libre a su pecho, subiendo lentamente hasta su cuello hasta su boca. Donde introduje dos de mis dedos en su interior por puro capricho, quería sentir como los lamia como la vez anterior y como lograba ponerme los pelos de punta.
Última edición por Amano Haruka el Miér Nov 03, 2010 2:25 am, editado 1 vez
Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
La búsqueda delgoce y el alejarse del dolor, esa era la regla básica de la naturaleza para lasobrevivencia de las especies, donde los animales luchaban sin saber para que.Era la realidad de la mayoría, incluyendo a los seres humanos. Era más usual enellos que terminaran siendo adictos a las sensaciones placenteras por todas lashorribles realidades que había que observar día a día. Complacerse y buscardeseos oscuros e intrincados. Proseguir en ello hasta que cada célula delcuerpo quiera estallar y aún así proseguir, eso es una adicción y en esta vidahay muchas clases de adicciones. ¿Pero dentro de esas adicciones se podíaterminar siendo adicto a otro ser humano?
En esos momentosYoru pensaba que era posible, por que el placer que satisfacía sus sentidos eraproporcionado por aquel irónico hombre. Aquel que entre bromas y coqueteoshabía terminado llevando su excitación a un nivel que no se hubiera imaginado,de seguir así el joven licántropo podría pasar por muchos problemas para volvera su estado anterior. Si tan sólo fuera capaz de pensar de modo coherentequizás se hubiera dado cuenta, pero en esos instantes era algo imposible.
La noticia de quele interesara de ese modo había sido un inmenso gozo, era halagador ver comomostraba su interés, como esos ojos clamaban por lo mismo que sentía el másjoven. En el momento que Haru reconoció lo que era imposible ocultar tambiénexpresó una idea que dejo más que sonriente a Yoru. No sabía si se aquelindividuo se estaba haciendo el galán o fuera completamente sincero, pero laidea de que lo encontrara irresistible había sido estimulante. De algún modoaquel hombre no sólo era atrayente por su físico, sino que en su personalidadlas palabras que ocupaba terminaban teniendo un efecto afrodisíaco.
Parecía ser queHaruka había malentendido parte de sus palabras, pero lamentablemente no teníapaciencia para explicar aquello. Había una necesidad apremiante que le exigíaproseguir a como diera lugar. Después de todo para el joven licántropo habíaalgo claro, si bien a él no le importaba el rol concreto que desempeñaba enaquella danza de deseos, roces y caricias. Había algo que era invariante en supersona y que después de tanto tiempo de celibato no había cambiado. Era un serdominante en cuanto al placer, haciendo lo que fuera necesario para ello. Enpocas palabras lo entregaba todo para recibir el mismo pago de vuelta.
En esos momentosque froto sus caderas de aquel modo tan provocador obtuvo un excelente pago. Elgemido que salió de los sensuales labios de Haruka provocaron que el cuerpo sele erizara, había sido exquisito escuchar un sonido tan magnifico. De hechosólo aquello le estimuló el doble que lo que había sido su roce de piel. Asíque si se sumaban las reacciones… era increíble que el muchacho no lo babearaallí mismo. Más aún logro controlarse, o más bien antepuso la opción deconseguir un premio mucho mejor.
Al caminar haciael otro extremo de la piscina esperaba someter a un pequeño martirio a aquelhombre, como el que había tenido que soportar toda aquella mañana. Al ver lamirada llena de deseo que Haruka le dirigía sintió como si estuviera siendodevorado en ese mismo instante, sensación que no le disgusto precisamente. Fueen ese instante que el mayor realizó esa afirmación que lo dejo confundido – si tú has provocado esto…¿a que te refieres con que no me di cuenta…? –la pregunta quedo inconcusa por que en ese momento Yoru vio como aquellicántropo se levantaba y le dejaba apreciar la magnificencia de su cuerpo aldesnudo. Esa visión hacía que su paciencia comenzara a tambalearse. Esos pasoseran una tortuosa anticipación, aunque la respuesta a su pregunta fue la queesperaba. Aunque tal vez sería más preciso decir que “serían devoradosmutuamente”. Siendo el cantante el que dio muestra de ello para empezar cuandollego hasta donde se había sentado Yoru.
- Aaah… aaah. Haaru…saaan– gemía con descontrol al sentir como aquel individuohabía comenzado a hacerle una felación. Arqueó la espalda hacia atrás formandoprácticamente un arco perfecto. Temblaba convulsivamente ante el placer queestaba recibiendo, no podía dejar de gemir fuerte y melódicamente – Tan…. tan… bueno. – surostro se encontraba completamente sonrojado, lleno de un deseo que estabasiendo satisfecho por esa hábil boca. No podría negar que aquel licántropotenía una excelente técnica, más aún esa mirada que le dirigía mientras leproporcionaba aquellas atenciones era lo suficientemente candente como paraprovocarlo, mucho más cuando dijo esa expresión de “buen provecho”.
Pero fue lo máximocuando su miembro fue envuelto por la calida humedad de la boca de Haruka, unronco gemido resonó en aquel balneario dejando en claro que era lo que estabasintiendo. Aquella constricción que lo apretaba y succionaba, lo provocaban detal modo que sentía que podría correrse en cualquier momento… y no eraexageración, estaba siendo débil ante aquel inmenso placer, luego de permanecer“puro” por demasiado tiempo. Con una de sus manos se sujetaba del piso en elque estaba sentado, mientras que su otra mano, trataba de empujar la cabeza deHaruka para que llegara más a fondo. Cosa que dejo cuando esos dedos rozaronsus labios de modo sugerente.
Si no hubiera sidopor que necesitaba esa mano de apoyo, no habría tenido que dejar de sujetar conesa violencia a Haruka, entonces cuandola mano de aquel hombre llegó hasta la boca de Yoru, este la tomó, para lamer ymordisquear aquellos dedos concienzudamente, enfocándose principalmente en sudedo índice y dedo medio. Una vez hubodejado marcas de mordidas en todos esos dedos, además de dejarlos sumamenteensalivados, procedió a continuar con el resto de la mano y muñeca. Apretadocon más intensidad cuando sentía que el dulce placer se hacía más intenso.
Pero para noperder lo que deseaba envolvió la cabeza del mayor con sus piernas, pero lodejo libre prácticamente en ese mismo instante ya que una fuerte oleada deplacer lo inundo tan fuerte que por un instante creyó que se correría sin podercontenerse. Todo eso por que sintió que su glande había chocado contra lagarganta de Haruka. Yoru se retorció de modo que todos sus músculos se tensarone incluso se miembro se hincho a más no poder, tanto que ya resultaba doloroso.
-Ha…. Haa… haru-san – comenzó a decir con su mentecompletamente en blanco ya no había nada más en esos instantes que ellos dos enese instante de esa forma. – pa… para – rogósintiendo como un hilillo de saliva se deslizaba por su mentón, después de todohacía algunos minutos que había comenzado a respirar por su boca ya que laexcitación que sentía no le permitía hacerlo de otra manera.- si sigue….siguesasí…. Aaah mmm… me voy a correr.
Realmente seencontraba a un paso de de eyacular, se sentía sin as fuerzas necesarias paracontenerse, su virilidad había estado goteando el preseminal de modo que laadvertencia era frente a un hecho real. De alguna forma sentía que todo sucuerpo estaba preparado para llegar a aquel orgasmo demasiado apresurado. Elinfinito calor de su piel hacia que una fina capa de sudor satinara su piel, demodo que se conjugaba con el rastro de agua curativa que su cuerpo habíarecibido. En su desesperación agarro con ambas manos a Haruka del cabello paratirarlo hacia atrás para correrse casi al mismo tiempo. La intensidad de aquelorgasmo fue tal que no le hubiera sorprendido que su cuerpo hubiera estalladocomo si le hubiera caído una bomba nuclear, donde no habría dejado rastro denada.
Yoru miró a aquellicántropo con el ceño fruncido y con una expresión de vergonzosa molestia porhaber durado tan poco. Se inclinó hacía adelante rodeándolo con sus brazos, paralamer su semilla que había salpicado el atractivo rostro del mayor, sintiendosu propio sabor de ese modo. Desplegó su legua con cuidado como si con ellarealizara una suave caricia. Se aferró con una de sus manos a la espalda deHaruka mientras mordía quedamente su mejilla y su nariz, en tanto su respiraciónvolvía a regularse con esfuerzo. A pesar de que había llegado a esa instanciase veía “tan entero” como hacía unos pocos minutos atrás – Haru-san quiero… necesitomás de ti – dijo en un sensual ronroneo.
La mano que Yorutenía libre se deslizó por el firme pecho de aquel hombre para apretarlelevemente una de sus tetillas, mientras suspiraba con deleite en la oreja deaquel licántropo, para luego morderle el lóbulo. Dejo que sus dedos bajarantraviesos, cada vez más abajo, palpando una vez más aquel torso que seríaprontamente topografía conocida y memorizada. De aquel modo buscaba cualquierzona sensible del mayor. Finalmente para llegar con su tacto a rozar aquel granmiembro erecto. Comenzó a juguetear rozando la punta fugazmente antes de envolver su ancho con su palma y frotar dearriba hacia abajo con fuerza y determinación. Una y otra vez lo hizo, queríaescuchar como esa increíble voz se llenaba en éxtasis por su causa – Haru-san dime, ¿hay algoque quieras que haga en especial para ti? –aquella era una propuesta bastante intensa, pero creía que le podía gustar aaquel individuo, de cierta forma era su disculpa por haberse corrido antes.
En esos momentosYoru pensaba que era posible, por que el placer que satisfacía sus sentidos eraproporcionado por aquel irónico hombre. Aquel que entre bromas y coqueteoshabía terminado llevando su excitación a un nivel que no se hubiera imaginado,de seguir así el joven licántropo podría pasar por muchos problemas para volvera su estado anterior. Si tan sólo fuera capaz de pensar de modo coherentequizás se hubiera dado cuenta, pero en esos instantes era algo imposible.
La noticia de quele interesara de ese modo había sido un inmenso gozo, era halagador ver comomostraba su interés, como esos ojos clamaban por lo mismo que sentía el másjoven. En el momento que Haru reconoció lo que era imposible ocultar tambiénexpresó una idea que dejo más que sonriente a Yoru. No sabía si se aquelindividuo se estaba haciendo el galán o fuera completamente sincero, pero laidea de que lo encontrara irresistible había sido estimulante. De algún modoaquel hombre no sólo era atrayente por su físico, sino que en su personalidadlas palabras que ocupaba terminaban teniendo un efecto afrodisíaco.
Parecía ser queHaruka había malentendido parte de sus palabras, pero lamentablemente no teníapaciencia para explicar aquello. Había una necesidad apremiante que le exigíaproseguir a como diera lugar. Después de todo para el joven licántropo habíaalgo claro, si bien a él no le importaba el rol concreto que desempeñaba enaquella danza de deseos, roces y caricias. Había algo que era invariante en supersona y que después de tanto tiempo de celibato no había cambiado. Era un serdominante en cuanto al placer, haciendo lo que fuera necesario para ello. Enpocas palabras lo entregaba todo para recibir el mismo pago de vuelta.
En esos momentosque froto sus caderas de aquel modo tan provocador obtuvo un excelente pago. Elgemido que salió de los sensuales labios de Haruka provocaron que el cuerpo sele erizara, había sido exquisito escuchar un sonido tan magnifico. De hechosólo aquello le estimuló el doble que lo que había sido su roce de piel. Asíque si se sumaban las reacciones… era increíble que el muchacho no lo babearaallí mismo. Más aún logro controlarse, o más bien antepuso la opción deconseguir un premio mucho mejor.
Al caminar haciael otro extremo de la piscina esperaba someter a un pequeño martirio a aquelhombre, como el que había tenido que soportar toda aquella mañana. Al ver lamirada llena de deseo que Haruka le dirigía sintió como si estuviera siendodevorado en ese mismo instante, sensación que no le disgusto precisamente. Fueen ese instante que el mayor realizó esa afirmación que lo dejo confundido – si tú has provocado esto…¿a que te refieres con que no me di cuenta…? –la pregunta quedo inconcusa por que en ese momento Yoru vio como aquellicántropo se levantaba y le dejaba apreciar la magnificencia de su cuerpo aldesnudo. Esa visión hacía que su paciencia comenzara a tambalearse. Esos pasoseran una tortuosa anticipación, aunque la respuesta a su pregunta fue la queesperaba. Aunque tal vez sería más preciso decir que “serían devoradosmutuamente”. Siendo el cantante el que dio muestra de ello para empezar cuandollego hasta donde se había sentado Yoru.
- Aaah… aaah. Haaru…saaan– gemía con descontrol al sentir como aquel individuohabía comenzado a hacerle una felación. Arqueó la espalda hacia atrás formandoprácticamente un arco perfecto. Temblaba convulsivamente ante el placer queestaba recibiendo, no podía dejar de gemir fuerte y melódicamente – Tan…. tan… bueno. – surostro se encontraba completamente sonrojado, lleno de un deseo que estabasiendo satisfecho por esa hábil boca. No podría negar que aquel licántropotenía una excelente técnica, más aún esa mirada que le dirigía mientras leproporcionaba aquellas atenciones era lo suficientemente candente como paraprovocarlo, mucho más cuando dijo esa expresión de “buen provecho”.
Pero fue lo máximocuando su miembro fue envuelto por la calida humedad de la boca de Haruka, unronco gemido resonó en aquel balneario dejando en claro que era lo que estabasintiendo. Aquella constricción que lo apretaba y succionaba, lo provocaban detal modo que sentía que podría correrse en cualquier momento… y no eraexageración, estaba siendo débil ante aquel inmenso placer, luego de permanecer“puro” por demasiado tiempo. Con una de sus manos se sujetaba del piso en elque estaba sentado, mientras que su otra mano, trataba de empujar la cabeza deHaruka para que llegara más a fondo. Cosa que dejo cuando esos dedos rozaronsus labios de modo sugerente.
Si no hubiera sidopor que necesitaba esa mano de apoyo, no habría tenido que dejar de sujetar conesa violencia a Haruka, entonces cuandola mano de aquel hombre llegó hasta la boca de Yoru, este la tomó, para lamer ymordisquear aquellos dedos concienzudamente, enfocándose principalmente en sudedo índice y dedo medio. Una vez hubodejado marcas de mordidas en todos esos dedos, además de dejarlos sumamenteensalivados, procedió a continuar con el resto de la mano y muñeca. Apretadocon más intensidad cuando sentía que el dulce placer se hacía más intenso.
Pero para noperder lo que deseaba envolvió la cabeza del mayor con sus piernas, pero lodejo libre prácticamente en ese mismo instante ya que una fuerte oleada deplacer lo inundo tan fuerte que por un instante creyó que se correría sin podercontenerse. Todo eso por que sintió que su glande había chocado contra lagarganta de Haruka. Yoru se retorció de modo que todos sus músculos se tensarone incluso se miembro se hincho a más no poder, tanto que ya resultaba doloroso.
-Ha…. Haa… haru-san – comenzó a decir con su mentecompletamente en blanco ya no había nada más en esos instantes que ellos dos enese instante de esa forma. – pa… para – rogósintiendo como un hilillo de saliva se deslizaba por su mentón, después de todohacía algunos minutos que había comenzado a respirar por su boca ya que laexcitación que sentía no le permitía hacerlo de otra manera.- si sigue….siguesasí…. Aaah mmm… me voy a correr.
Realmente seencontraba a un paso de de eyacular, se sentía sin as fuerzas necesarias paracontenerse, su virilidad había estado goteando el preseminal de modo que laadvertencia era frente a un hecho real. De alguna forma sentía que todo sucuerpo estaba preparado para llegar a aquel orgasmo demasiado apresurado. Elinfinito calor de su piel hacia que una fina capa de sudor satinara su piel, demodo que se conjugaba con el rastro de agua curativa que su cuerpo habíarecibido. En su desesperación agarro con ambas manos a Haruka del cabello paratirarlo hacia atrás para correrse casi al mismo tiempo. La intensidad de aquelorgasmo fue tal que no le hubiera sorprendido que su cuerpo hubiera estalladocomo si le hubiera caído una bomba nuclear, donde no habría dejado rastro denada.
Yoru miró a aquellicántropo con el ceño fruncido y con una expresión de vergonzosa molestia porhaber durado tan poco. Se inclinó hacía adelante rodeándolo con sus brazos, paralamer su semilla que había salpicado el atractivo rostro del mayor, sintiendosu propio sabor de ese modo. Desplegó su legua con cuidado como si con ellarealizara una suave caricia. Se aferró con una de sus manos a la espalda deHaruka mientras mordía quedamente su mejilla y su nariz, en tanto su respiraciónvolvía a regularse con esfuerzo. A pesar de que había llegado a esa instanciase veía “tan entero” como hacía unos pocos minutos atrás – Haru-san quiero… necesitomás de ti – dijo en un sensual ronroneo.
La mano que Yorutenía libre se deslizó por el firme pecho de aquel hombre para apretarlelevemente una de sus tetillas, mientras suspiraba con deleite en la oreja deaquel licántropo, para luego morderle el lóbulo. Dejo que sus dedos bajarantraviesos, cada vez más abajo, palpando una vez más aquel torso que seríaprontamente topografía conocida y memorizada. De aquel modo buscaba cualquierzona sensible del mayor. Finalmente para llegar con su tacto a rozar aquel granmiembro erecto. Comenzó a juguetear rozando la punta fugazmente antes de envolver su ancho con su palma y frotar dearriba hacia abajo con fuerza y determinación. Una y otra vez lo hizo, queríaescuchar como esa increíble voz se llenaba en éxtasis por su causa – Haru-san dime, ¿hay algoque quieras que haga en especial para ti? –aquella era una propuesta bastante intensa, pero creía que le podía gustar aaquel individuo, de cierta forma era su disculpa por haberse corrido antes.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
A veces aunque no lo queramos o no deseemos demostrar nuestros deseos, no los podemos esconder. Por más que roguemos que no se den cuentan y vean esa cara de la verdad, donde somos nosotros mismos, donde nuestra propia expresión lo dice todo. No logrando así nuestro objetivo actual.
Una experiencia similar estaba viviendo en esos intensos instantes, donde Yoru se estaba desahogando de una forma descomunal y estaba dejándome ver – aunque sin quererlo, o al menos no dándose cuenta de ello realmente- como era su rostro en el más puro placer del acto sexual.
En unos breves segundos y después de su pregunta me quedé observándole, mucho antes de que empezara a hacerle una felación con total concentración. Con un deje curioso me acerqué a su oreja y se la mordí, saboreando de esa manera su caliente piel que se encontraba levemente roja debido a tantas atenciones. El sonrojo de sus mejillas, junto al conjunto por entero de su cuerpo mojado y excitado hacían una aparición algo fantasiosa. Era como si estuviera viviendo en persona una historia Hentai, donde los dos personajes al final acabasen en una escena de sexo brutal.-Rehúso de esa afirmación o al menos lo pongo por partes iguales... Me queje no conformé con esa aclaración que me estaba dando y donde me estaba culpando totalmente.
-Tú también tienes parte de culpa, por que si no te hubieras puesto en medio del dojo con aquella camiseta empapada... ahora mismo no estaríamos así. Tu me provocaste... me incitaste a que te deseara y te devorara. Gruñí levemente en su oreja con un sonido ronco, mostrándole claramente lo que era capaz de conseguir con mi voz cuando me excitaban y me ponían al limite. Mientras seguía aquel movimiento fui escuchando sus palabras encontradas, sus ligeros espasmos debido a mi húmeda boca cuando esta llegaba al final de mi garganta y le hacia que tocara parte de mi campanilla con el glande. Ese mismo acto logro dos consecuencias; la primera: que se volviera por unos segundos loco fruto del deseo y se mostrase tal y como era. Y segundo: que me agarrara con una de sus manos la cabeza y me obligara a que me la tragara aun con mayor ahincó. Afortunadamente tenía una buena anchura y largura, por lo que no me entraron ganas de vomitar en ningún momento. Si no todo lo contrario, ese hecho en si había conseguido que mi propio miembro se acabara hinchando aun más de la cuenta, por lo que empezaba a dolerme considerablemente.
Sintiendo sus suaves y sensuales caricias con su lengua en mis dedos me relaje, conseguí controlarme aquellas tremendas ganas que tenía de empujarlo hacia abajo e introducirsela de golpe. De hecho, estaba durando mucho. Estaba aguantando demasiado ser el que complacía a alguien y eso era raro en mi, por que normalmente siempre acababa haciendo aquello que realmente me diera la gana. Si quería follar, lo hacia, si quería que me la lamieran, se lo pedía. Pero jamas al contrario. ¿Cómo era posible que le diera tantas libertades y caprichos a aquel pequeño licántropo? ¿Por qué?
Entre medio de aquellas cavilaciones donde me estaba dando cuenta de aquel hecho tan importante, me percaté de que algo viscoso y caliente esta rozando mi garganta, pasando por ella cuando cerro sus piernas alrededor de mi mojada cabeza y las volvía a abrir fruto de un orgasmo. ¿¡Me acaba de tragar el semen de aquel licántropo!? Demasiado tarde. Ya no había vuelta a atrás.
Apartándome lentamente me llevé la mano al rostro y refregué parte de aquel liquido de mi cara, quitándolo. Aunque el mismo Yoru se había ofrecido a lamerlo con su lengua, tragándose su propia esencia sin ninguna clase de tapujos. Sintiendo como me rodeaba con sus brazos el cuello lo miré fijamente, mostrándole inconsciente aquella sorpresa que me había alarmado. -Casi me atraganto por tu culpa.
-¿A que sabe tu propio semen a comparación de los demás? Ahí lo estaba dejando demasiado claro con mi pregunta, estaba dejándole ver como no había saboreado mi propia esencia nunca. Inclinando mi cabeza hacia su lado le deje vía libre para que mordiera, mientras sentía como sus delicadas manos se aferraban a mi espalda.
Escuchando su petición se me vinieron a la mente varias ideas, pero todas fueron descartadas en el preciso momento que comenzó a bajar con su mano por mi torso. Iniciándose una curiosa iniciativa con su mano por mi cuerpo hasta que llego al lugar indicado en el cual comenzó a jugar con las yemas de sus dedos por encima de mi glande. Aquel movimiento logro que apretara los dientes entre si, evitando de ese modo que soltara un ruido gemido, tal solo conseguí que se quedara en lo más profundo de mi garganta. Aunque aquel logro no fue duradero, de hecho no duro nada en absoluto. Pues en cuanto su mano cogió y rodeo mi duro tronco, otro nuevo gemido se escapo involuntariamente de mi boca al encontrarse ligeramente abierta.
-AHHh... Si necesitas algo más de mi solo tienes que pedírmelo. UhHMmm..El lobo ya había despertado y había probado la carne cruda, deleitándose de ella como si fuera su ultima cena. Ahora caperucita era su juguete.
Tirando de el hacia abajo le obligué a que se metiera nuevamente en el interior de las aguas termales. Si existía alguna clase de resto de su esencia en su erecto miembro, desde luego ahora si que iba a desaparecer debido a aquel burbujeante clímax. Sentándome en el fondo de la piscina coloqué el cuerpo de el otro licántropo encima de mi carnoso miembro, el cual estaba empezando a rozar la pequeña entrada que empezaba a ser amenazada. -Eso depende de que me dejes hacer... Mmm... Inquirí un tanto impaciente de su respuesta. Se estaba viendo tan obvio en cada movimiento que hacia con mis manos temblorosas sobre su piel, sobre cada parte de su cuerpo que me incitaba a ignorar por completo aquella respuesta que esperaba con tantas ansias.
Cogiéndole con mis manos el rostro lo bese, introduje mi lengua en aquella cavidad que antes había saboreado su propio ser y sinceramente, aunque pareciera sorprendente, me daba igual. De hecho sería capaz de hacer exactamente lo mismo si fueran aquellos labios los que sostuvieran la vida de mi orgasmo.
Apartando mi rostro del suyo con extrema lentitud me quedé observando aquella mirada que respiraba deseo, que me gritaba desesperadamente que lo tomara ya de una vez y le hiciera gritar como nadie en este mundo lo había hecho.-Quiero follarte... Yoru quiero entrar dentro de tu cuerpo, escuchando así cada uno de tus desesperados gemidos pidiendo que te la clave aun más fuerte... Aah..
Sugerí en su oído cuando me acerqué para mordérsela, mientras mis manos bajaban por su espalda hasta su trasero. En donde comencé a masajearlo, a apretarlo con mis dedos para que sintiera aquellas extrañas caricias que rebosaban deseos por tocarle. Pasando por debajo de su trasero mi mano noté sus dos nalgas, por lo que introduje mis dedos hasta que encontré aquel misterioso hueco. Rozándole con dos dedos en la estrecha entrada observé como esta se expandía fruto de la excitación, del momento y la lujuria que se respiraba en el ambiente.
-Me pregunto si sera estrec...Musité apretando su cuerpo mucho más contra mi abdomen, logrando de ese modo que su trasero se elevara considerablemente para una mejor penetración con sus dedos.
De repente algo me alerto, el sonido de unos neumáticos se escucharon en la parte de atrás del balneario y unas voces a continuación. Ryoko y Maya se encontraban nuevamente en la casa, y por lo que parecía al juzgar por sus pisadas, se dirigían hacia nuestra dirección. Algo que recé para que no sucediera.
-Mama... ¿Dónde se encuentran oni- chan y Haru- Chan? En el dojo no se encuentran... ¿Habrán salido a dar una vuelta?Pregunto la pequeña hermana de Yoru a su madre, ya que por lo que parecía habían mirado en el dojo donde no nos encontrábamos precisamente.
Clavando mi mirada en la del otro licántropo me mantuve callado, a pesar de que de mi garganta querían salir más de un angustioso gemido.
-A lo mejor se encuentran en las termas... ¿Por qué no miramos a ver si se encuentran ahí?.Aquella pregunta me mato, haciendo que cada célula de mi cuerpo se pusiera en alerta y un nuevo sentimiento, el nerviosismo se apoderara de mi poco sentido común. Al menos aquel que aun lograba acumular en mi cuerpo lleno de deseo y lujuria.
-Oh... oh... Susurré sin saber que decir o que hacer. ¿Cómo reaccionas cuando estas apunto de ser descubierto en esta clase de circunstancias? No lo sabía y el único pensamiento que se me venía a la mente era uno verdaderamente simple. Separarnos de aquella postura....
Entonces.... ¡¿POR QUÉ DEMONIOS NO ME SEPARABA DE ÉL!?
Todas y cada unas de mis perspectivas habían sido destrozadas y tragada por el desagüe, dejándome en un mar de dudas que no era capaz de salir por si solo.
¡Vamos Haru espabila de una maldita vez o te cogerán!
Una experiencia similar estaba viviendo en esos intensos instantes, donde Yoru se estaba desahogando de una forma descomunal y estaba dejándome ver – aunque sin quererlo, o al menos no dándose cuenta de ello realmente- como era su rostro en el más puro placer del acto sexual.
En unos breves segundos y después de su pregunta me quedé observándole, mucho antes de que empezara a hacerle una felación con total concentración. Con un deje curioso me acerqué a su oreja y se la mordí, saboreando de esa manera su caliente piel que se encontraba levemente roja debido a tantas atenciones. El sonrojo de sus mejillas, junto al conjunto por entero de su cuerpo mojado y excitado hacían una aparición algo fantasiosa. Era como si estuviera viviendo en persona una historia Hentai, donde los dos personajes al final acabasen en una escena de sexo brutal.-Rehúso de esa afirmación o al menos lo pongo por partes iguales... Me queje no conformé con esa aclaración que me estaba dando y donde me estaba culpando totalmente.
-Tú también tienes parte de culpa, por que si no te hubieras puesto en medio del dojo con aquella camiseta empapada... ahora mismo no estaríamos así. Tu me provocaste... me incitaste a que te deseara y te devorara. Gruñí levemente en su oreja con un sonido ronco, mostrándole claramente lo que era capaz de conseguir con mi voz cuando me excitaban y me ponían al limite. Mientras seguía aquel movimiento fui escuchando sus palabras encontradas, sus ligeros espasmos debido a mi húmeda boca cuando esta llegaba al final de mi garganta y le hacia que tocara parte de mi campanilla con el glande. Ese mismo acto logro dos consecuencias; la primera: que se volviera por unos segundos loco fruto del deseo y se mostrase tal y como era. Y segundo: que me agarrara con una de sus manos la cabeza y me obligara a que me la tragara aun con mayor ahincó. Afortunadamente tenía una buena anchura y largura, por lo que no me entraron ganas de vomitar en ningún momento. Si no todo lo contrario, ese hecho en si había conseguido que mi propio miembro se acabara hinchando aun más de la cuenta, por lo que empezaba a dolerme considerablemente.
Sintiendo sus suaves y sensuales caricias con su lengua en mis dedos me relaje, conseguí controlarme aquellas tremendas ganas que tenía de empujarlo hacia abajo e introducirsela de golpe. De hecho, estaba durando mucho. Estaba aguantando demasiado ser el que complacía a alguien y eso era raro en mi, por que normalmente siempre acababa haciendo aquello que realmente me diera la gana. Si quería follar, lo hacia, si quería que me la lamieran, se lo pedía. Pero jamas al contrario. ¿Cómo era posible que le diera tantas libertades y caprichos a aquel pequeño licántropo? ¿Por qué?
Entre medio de aquellas cavilaciones donde me estaba dando cuenta de aquel hecho tan importante, me percaté de que algo viscoso y caliente esta rozando mi garganta, pasando por ella cuando cerro sus piernas alrededor de mi mojada cabeza y las volvía a abrir fruto de un orgasmo. ¿¡Me acaba de tragar el semen de aquel licántropo!? Demasiado tarde. Ya no había vuelta a atrás.
Apartándome lentamente me llevé la mano al rostro y refregué parte de aquel liquido de mi cara, quitándolo. Aunque el mismo Yoru se había ofrecido a lamerlo con su lengua, tragándose su propia esencia sin ninguna clase de tapujos. Sintiendo como me rodeaba con sus brazos el cuello lo miré fijamente, mostrándole inconsciente aquella sorpresa que me había alarmado. -Casi me atraganto por tu culpa.
-¿A que sabe tu propio semen a comparación de los demás? Ahí lo estaba dejando demasiado claro con mi pregunta, estaba dejándole ver como no había saboreado mi propia esencia nunca. Inclinando mi cabeza hacia su lado le deje vía libre para que mordiera, mientras sentía como sus delicadas manos se aferraban a mi espalda.
Escuchando su petición se me vinieron a la mente varias ideas, pero todas fueron descartadas en el preciso momento que comenzó a bajar con su mano por mi torso. Iniciándose una curiosa iniciativa con su mano por mi cuerpo hasta que llego al lugar indicado en el cual comenzó a jugar con las yemas de sus dedos por encima de mi glande. Aquel movimiento logro que apretara los dientes entre si, evitando de ese modo que soltara un ruido gemido, tal solo conseguí que se quedara en lo más profundo de mi garganta. Aunque aquel logro no fue duradero, de hecho no duro nada en absoluto. Pues en cuanto su mano cogió y rodeo mi duro tronco, otro nuevo gemido se escapo involuntariamente de mi boca al encontrarse ligeramente abierta.
-AHHh... Si necesitas algo más de mi solo tienes que pedírmelo. UhHMmm..El lobo ya había despertado y había probado la carne cruda, deleitándose de ella como si fuera su ultima cena. Ahora caperucita era su juguete.
Tirando de el hacia abajo le obligué a que se metiera nuevamente en el interior de las aguas termales. Si existía alguna clase de resto de su esencia en su erecto miembro, desde luego ahora si que iba a desaparecer debido a aquel burbujeante clímax. Sentándome en el fondo de la piscina coloqué el cuerpo de el otro licántropo encima de mi carnoso miembro, el cual estaba empezando a rozar la pequeña entrada que empezaba a ser amenazada. -Eso depende de que me dejes hacer... Mmm... Inquirí un tanto impaciente de su respuesta. Se estaba viendo tan obvio en cada movimiento que hacia con mis manos temblorosas sobre su piel, sobre cada parte de su cuerpo que me incitaba a ignorar por completo aquella respuesta que esperaba con tantas ansias.
Cogiéndole con mis manos el rostro lo bese, introduje mi lengua en aquella cavidad que antes había saboreado su propio ser y sinceramente, aunque pareciera sorprendente, me daba igual. De hecho sería capaz de hacer exactamente lo mismo si fueran aquellos labios los que sostuvieran la vida de mi orgasmo.
Apartando mi rostro del suyo con extrema lentitud me quedé observando aquella mirada que respiraba deseo, que me gritaba desesperadamente que lo tomara ya de una vez y le hiciera gritar como nadie en este mundo lo había hecho.-Quiero follarte... Yoru quiero entrar dentro de tu cuerpo, escuchando así cada uno de tus desesperados gemidos pidiendo que te la clave aun más fuerte... Aah..
Sugerí en su oído cuando me acerqué para mordérsela, mientras mis manos bajaban por su espalda hasta su trasero. En donde comencé a masajearlo, a apretarlo con mis dedos para que sintiera aquellas extrañas caricias que rebosaban deseos por tocarle. Pasando por debajo de su trasero mi mano noté sus dos nalgas, por lo que introduje mis dedos hasta que encontré aquel misterioso hueco. Rozándole con dos dedos en la estrecha entrada observé como esta se expandía fruto de la excitación, del momento y la lujuria que se respiraba en el ambiente.
-Me pregunto si sera estrec...Musité apretando su cuerpo mucho más contra mi abdomen, logrando de ese modo que su trasero se elevara considerablemente para una mejor penetración con sus dedos.
De repente algo me alerto, el sonido de unos neumáticos se escucharon en la parte de atrás del balneario y unas voces a continuación. Ryoko y Maya se encontraban nuevamente en la casa, y por lo que parecía al juzgar por sus pisadas, se dirigían hacia nuestra dirección. Algo que recé para que no sucediera.
-Mama... ¿Dónde se encuentran oni- chan y Haru- Chan? En el dojo no se encuentran... ¿Habrán salido a dar una vuelta?Pregunto la pequeña hermana de Yoru a su madre, ya que por lo que parecía habían mirado en el dojo donde no nos encontrábamos precisamente.
Clavando mi mirada en la del otro licántropo me mantuve callado, a pesar de que de mi garganta querían salir más de un angustioso gemido.
-A lo mejor se encuentran en las termas... ¿Por qué no miramos a ver si se encuentran ahí?.Aquella pregunta me mato, haciendo que cada célula de mi cuerpo se pusiera en alerta y un nuevo sentimiento, el nerviosismo se apoderara de mi poco sentido común. Al menos aquel que aun lograba acumular en mi cuerpo lleno de deseo y lujuria.
-Oh... oh... Susurré sin saber que decir o que hacer. ¿Cómo reaccionas cuando estas apunto de ser descubierto en esta clase de circunstancias? No lo sabía y el único pensamiento que se me venía a la mente era uno verdaderamente simple. Separarnos de aquella postura....
Entonces.... ¡¿POR QUÉ DEMONIOS NO ME SEPARABA DE ÉL!?
Todas y cada unas de mis perspectivas habían sido destrozadas y tragada por el desagüe, dejándome en un mar de dudas que no era capaz de salir por si solo.
¡Vamos Haru espabila de una maldita vez o te cogerán!
Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Desde que todotiene razón de ser y el ser humano tiene una inteligencia con la que es capazde analizar las cosas que lo rodean. Todo, absolutamente todo es analizado ycalificado. Incluso los actos más propios e instintivos. Pero retroceder yolvidarse de significados y consecuencias es una tentación que constantementepersigue. Tan atractiva, un fruto que si se conjuga con el placer crea unintrincado juego que lleva a la más absoluta y peligrosa inconciencia.
Pero lainconciencia de todo aquello es dulce. Tan dulce como eran las caricias queaquel hombre le prodigaba. Al ver su reacción ante su acusación no pudo más queenarcar una ceja en señal de confusión, aunque más tarde hubo una sonrisa desatisfacción. Le parecía demasiado interesante que aquella acción “inocente”hubiera acorralado al mayor de esa manera, sobre todo si pensaba que lo habíahecho para “enfriarse”. Por ello norespondió a esa crítica, sino que le correspondió apartándole al cantante unoscabellos que caían desordenados sobre su cara.
Aquello continuode modo desaforado, era increíble lo que el joven estaba sintiendo y estabatratando de obtener. Era mucho mejor de lo que recordaba ¿o sería que Harukatenía algo especial para hacerlo enloquecer de deseo? Era posible por que nosoportaba más. Cada lamida en su miembro le mostraba cuan débil era frente aaquel individuo. Más aún lo enfrentaba un juego peligroso donde podía llegar aperderse por completo y ser adicto. Ser adicto a ese magnifico cuerpo podíallegar a ser complicado, pero en esos momentos no le interesaba. Deseaba más,lo deseaba todo de parte de aquel sujeto.
Había llegado alpunto de eyacular tremendamente. Su respiración agitada le permitía recobrar unpoco el sentido, para ver la cara de sorpresa del cantante. Cuando comenzó alamerlo fue obvio que no se lo esperaba, el joven estaba tan absorto en lo quehabía comenzado a hacer que no le importaba mucho realmente los detalles.
-Lo siento, pero e lo advertí – le dijo antes de darle unanueva lamida al pómulo del afectado – No escomo si pudiera especificar realmente. Te dije que había tenido algo intensocon un chico en el pasado, él había sido el único, hasta ahora, con el quehabía hecho este tipo de cosas – otro lametón,antes de seguir con su sensual voz– así queno es como si pudiera dar una mejor especificación.
Prosiguió con susatenciones, ya que no deseaba que todo terminara de ese modo, no claro que no.Debían llegar hasta el plato principal y referente a eso se sorprendía que consus ansias no hubiera rogado que lo hicieran directamente, después de todo,luego podrí volverlo hacer con más calma. Aquella piel respondía tan bien a suscaricias, así se lo demostraba Haruka con aquellos suspiros y gruñidos.Demonios, cuanto deseaba a aquel hombre, era como si cada célula de su cuerpollorara por la anticipación que se alargaba cada vez más.
Le sonrió alescuchar esa oferta antes de responder con su mirada fija en él: - Te parece bien si te pidoTODO – le susurró con tanta lascividad queparecía pedirle que lo hicieran una y otra vez hasta quedar exhaustos odesmayarse en el proceso, lo que sucediera primero. Fue después de eso que esasfuertes manos de largos dedos lo atrajeron hacia el agua nuevamente. No podíanegar que por más dominante que fuera en “sus caprichos” aquellas acciones conlas que Haruka parecía domarlo le gustaban. Le excita aquel intercambio depoder en distintos momentos. Sobretodo en ese instante que sentía como susnalgas rozaban con la punta del pene de Haruka. Aquella sensación por si solale valió al joven un profundo y sonoro gemido.
- ¿Si te digo que te dejohacer lo que quieras? Por ahora. – dijomientras le susurraba al oído y mordía suavemente su borde. – después de todo, no creo que queramos cosas tandiferentes. – agregó mientras sentía como unescalofrío o recorría, estaba empezando a ponerse duro nuevamente, todo graciasa esa exquisita voz colmada en lujuria.
Sintió esas manosen su rostro antes de ser besado de aquel modo tan pasional. Era increíble loque podía conseguir Haruka sólo con un beso. Aunque había que confesar queluego de la queja por “ahogamiento” no creyó que lo hiciera. Era un modoparticular de demostrarse, aunque no por ello cedió completamente en esabatalla, su lengua rápidamente retomó el terreno perdido, rozando aquellacompañera continuamente. Era una diabólica tentación que inevitablemente teníaque terminar.
Yoru se mordió ellabio inferior por tratar de mantenerse en dominio de si. No quería terminarexclamando de alegría por esas palabras que de algún modo parecían una especiede promesa. Respiraba sobre la piel de Haruka impaciente por que cumpliera conlo que acababa de decir, suspirando lujuriosamente cuando su oreja fue atacadade ese modo tan desfachatado, se había vuelto a empalmar completamente con esegesto. Enterró fuertemente sus uñas en la espalda de Haruka al sentir esacaricia que dejaba un candente camino a su paso.
Esas manos habíanllegado a su trasero y por lo que sentía estaba siendo muy bien tratado.Incluso Yoru estaba que le gritaba al mayor que se dejara de contemplaciones ylo penetrara fuertemente. En ese momento sintió aquellos dedos que habíanencontrado su sensible entrada. Lo recibiría con gusto ya que era lo quedeseaba, tanto que realmente estaba a punto de rogar y pedir insistentementepara ser satisfecho. Unas palabras fueron dichas por esa sensual voz quequedaron en el aire inconclusas, no podía ser peor.
Estaba tan ensimismado con la anticipación del placer que no prestóatención al sonido del automóvil que se estaba estacionando. Salió del trance cuando escuchó aquellas voces femeninastan conocidas. Su corazón salió disparado como un loco, después de todoaquellos pasos se acercaban hacia el lugar en el que se encontraban. Sintió lamirada desesperada de Haruka clavada en su rostro, buscaba ayuda al parecer.Sólo se mantenían silenciosos y quietos. En el corazón de Yoru el fervientedeseo que no fueran sorprendidos, ni de que ellas se acercaran a las termascayo en una sorprendente picada cuando escucho los dichos de su madre.
Toda la excitacióndel joven licano había desaparecido por completo, la ansiedad y ladesesperación la reemplazaron, incluso su erección desapareció súbitamente. Porun segundo miro a Haruka tratando de decirle que le soltara que actuara connaturalidad, pero aquel hombre no reaccionaba. A cada instante sentía como sucorazón latía más y más rápido por el miedo. Huir. Huir. Era la única palabraque se repetía en su mente frenética.
- Suéltame – le susurró bajo al otro licántropo, pero detal modo que notara la urgencia que contenía.
Al sentir queHaruka no reaccionaría a tiempo y al estar tan confuso, Yoru opto por unamedida drástica. Empujo fuertemente al mayor para liberarse. Si bien aquelindividuo también era un licántropo el esfuerzo de Yoru ante la inminente“amenaza” fue suficiente para separarlos y más. El joven no alcanzó a ver elresultado pero invariantemente aquella fuerza lo había hecho irse hacia atráspara golpearse fuertemente con el borde de la piscina, en tanto escuchaba elsonido de contundentes chapoteos. Velozmente Salió de las aguas termales parair a buscar su toalla desechada. Consiguió amarrársela en el preciso instante quesu madre y su hermana aparecían. Su corazón palpitaba fuertemente mientrasformaba una tensa sonrisa.
- Muchachos que bueno queestén aquí luego de tanto trabajo, – comenzó adecir su madre como si nada hubiera pasado – vimosel dojo quedo magnifico, reluciente. – Terminóde felicitar con una sonrisa, mientras su hijo mantenía su vista fija en ella –Aunque Maya quiso regresar para ayudar en lo que seles ofreciera, es una lastima – explicó Ryokode modo que se entendió la presencia de ambas en aquel lugar – Yo-chan deberías entrar a la casa… estas sangrando de lacabeza… ay mi niño torpe – concluyótranquilamente mientras se giraba con una tenue sonrisa en sus labios.
Yoru se creíasalvado, por un instante pensó que lo peor ya había pasado. En ese momento Maya,que silenciosamente había estado observando todo el lugar, hablo con aquel tonode voz que no auguraba nada bueno.
-Nii-chan gomen, ¿ne? – Empezó la muchachadisculpándose con una sonrisa amplia y radiante en su rostro. – Si hubiera sabido… no le habría pedido a mamá que regresáramostan rápido y podrían haber seguido haciendo guarradas con tranquilidad – sonrió con picardía y diversión al ver la impresionantegama de emociones que reflejaba el rostro de su hermano – Nii-chan eres demasiado obvio.
Sin decir más lamuchacha se apresuró a seguir a su madre que la observaba con reprobación.Habían dejado tras de ellas a aquel par de jóvenes que no podían más quelamentar aquella interrupción. En el rostro de Yoru estaba inscrito el deseo demorir golpeado por un rayo, aquello sería preferible a soportar lo que podíallegar a suceder luego de aquella escena. Paso un minuto entero en silenciomaldiciendo su destino hasta que finalmente reaccionó.
- Demonios… - fue su primera queja - ¿Quéte ocurrió? Te paralizaste. – dijo mirando desoslayo a Haruka, mientras iba hacia donde había dejado la canasta con su ropainterior y la yukata. Su rostro reflejaba tal gama – tendré que regresar dentro como ha dicho mi madre,después de todo se supone que tú no sabes lo que yo soy, ya que tú “no loeres”. Así que tampoco sabes que me puedo regenerar sin que esto sea unproblema. – suspiro profundo, aquella era unahorrible trampa del destino… o más bien una burla, una mala broma - ¿estas bien? – lepregunto al mayor una vez se termino de poner la ropa.
¿Podía haber algomás cruel? Después de tanto tiempo en calma. Tantos autorreproches realizadoscuando pensó que estaba haciendo algo malo al ver a aquel hombre con deseo.Para enterarse al final de que aquello no era un problema. ¡Para serinterrumpidos en el punto más importante! Lo que había deseado se había diluidocomo agua entre sus dedos. O peor. Para probar su deseo en un momento yalejarlo de modo que no pudiera saber cuando podría llegar a realizarlo.
Comenzó a caminarsilenciosamente de camino a la casa dándose cuenta de unas cuantas cosas. O másbien de una principalmente. Había estado a punto de follar por puro caliente.No corrección. Había estado a punto de ser follado por alguien que era a penasalgo más que un conocido. ¿Podía considerarlo su amigo? No estaba seguro,después de lo que acababa de ocurrir todo se había vuelto extraño. ¿Realmentetodo se resumía a desear conseguir un buen polvo? ¿Había algo más? ¿Importaba?Demonios estaba hecho todo un lio.
Pero lainconciencia de todo aquello es dulce. Tan dulce como eran las caricias queaquel hombre le prodigaba. Al ver su reacción ante su acusación no pudo más queenarcar una ceja en señal de confusión, aunque más tarde hubo una sonrisa desatisfacción. Le parecía demasiado interesante que aquella acción “inocente”hubiera acorralado al mayor de esa manera, sobre todo si pensaba que lo habíahecho para “enfriarse”. Por ello norespondió a esa crítica, sino que le correspondió apartándole al cantante unoscabellos que caían desordenados sobre su cara.
Aquello continuode modo desaforado, era increíble lo que el joven estaba sintiendo y estabatratando de obtener. Era mucho mejor de lo que recordaba ¿o sería que Harukatenía algo especial para hacerlo enloquecer de deseo? Era posible por que nosoportaba más. Cada lamida en su miembro le mostraba cuan débil era frente aaquel individuo. Más aún lo enfrentaba un juego peligroso donde podía llegar aperderse por completo y ser adicto. Ser adicto a ese magnifico cuerpo podíallegar a ser complicado, pero en esos momentos no le interesaba. Deseaba más,lo deseaba todo de parte de aquel sujeto.
Había llegado alpunto de eyacular tremendamente. Su respiración agitada le permitía recobrar unpoco el sentido, para ver la cara de sorpresa del cantante. Cuando comenzó alamerlo fue obvio que no se lo esperaba, el joven estaba tan absorto en lo quehabía comenzado a hacer que no le importaba mucho realmente los detalles.
-Lo siento, pero e lo advertí – le dijo antes de darle unanueva lamida al pómulo del afectado – No escomo si pudiera especificar realmente. Te dije que había tenido algo intensocon un chico en el pasado, él había sido el único, hasta ahora, con el quehabía hecho este tipo de cosas – otro lametón,antes de seguir con su sensual voz– así queno es como si pudiera dar una mejor especificación.
Prosiguió con susatenciones, ya que no deseaba que todo terminara de ese modo, no claro que no.Debían llegar hasta el plato principal y referente a eso se sorprendía que consus ansias no hubiera rogado que lo hicieran directamente, después de todo,luego podrí volverlo hacer con más calma. Aquella piel respondía tan bien a suscaricias, así se lo demostraba Haruka con aquellos suspiros y gruñidos.Demonios, cuanto deseaba a aquel hombre, era como si cada célula de su cuerpollorara por la anticipación que se alargaba cada vez más.
Le sonrió alescuchar esa oferta antes de responder con su mirada fija en él: - Te parece bien si te pidoTODO – le susurró con tanta lascividad queparecía pedirle que lo hicieran una y otra vez hasta quedar exhaustos odesmayarse en el proceso, lo que sucediera primero. Fue después de eso que esasfuertes manos de largos dedos lo atrajeron hacia el agua nuevamente. No podíanegar que por más dominante que fuera en “sus caprichos” aquellas acciones conlas que Haruka parecía domarlo le gustaban. Le excita aquel intercambio depoder en distintos momentos. Sobretodo en ese instante que sentía como susnalgas rozaban con la punta del pene de Haruka. Aquella sensación por si solale valió al joven un profundo y sonoro gemido.
- ¿Si te digo que te dejohacer lo que quieras? Por ahora. – dijomientras le susurraba al oído y mordía suavemente su borde. – después de todo, no creo que queramos cosas tandiferentes. – agregó mientras sentía como unescalofrío o recorría, estaba empezando a ponerse duro nuevamente, todo graciasa esa exquisita voz colmada en lujuria.
Sintió esas manosen su rostro antes de ser besado de aquel modo tan pasional. Era increíble loque podía conseguir Haruka sólo con un beso. Aunque había que confesar queluego de la queja por “ahogamiento” no creyó que lo hiciera. Era un modoparticular de demostrarse, aunque no por ello cedió completamente en esabatalla, su lengua rápidamente retomó el terreno perdido, rozando aquellacompañera continuamente. Era una diabólica tentación que inevitablemente teníaque terminar.
Yoru se mordió ellabio inferior por tratar de mantenerse en dominio de si. No quería terminarexclamando de alegría por esas palabras que de algún modo parecían una especiede promesa. Respiraba sobre la piel de Haruka impaciente por que cumpliera conlo que acababa de decir, suspirando lujuriosamente cuando su oreja fue atacadade ese modo tan desfachatado, se había vuelto a empalmar completamente con esegesto. Enterró fuertemente sus uñas en la espalda de Haruka al sentir esacaricia que dejaba un candente camino a su paso.
Esas manos habíanllegado a su trasero y por lo que sentía estaba siendo muy bien tratado.Incluso Yoru estaba que le gritaba al mayor que se dejara de contemplaciones ylo penetrara fuertemente. En ese momento sintió aquellos dedos que habíanencontrado su sensible entrada. Lo recibiría con gusto ya que era lo quedeseaba, tanto que realmente estaba a punto de rogar y pedir insistentementepara ser satisfecho. Unas palabras fueron dichas por esa sensual voz quequedaron en el aire inconclusas, no podía ser peor.
Estaba tan ensimismado con la anticipación del placer que no prestóatención al sonido del automóvil que se estaba estacionando. Salió del trance cuando escuchó aquellas voces femeninastan conocidas. Su corazón salió disparado como un loco, después de todoaquellos pasos se acercaban hacia el lugar en el que se encontraban. Sintió lamirada desesperada de Haruka clavada en su rostro, buscaba ayuda al parecer.Sólo se mantenían silenciosos y quietos. En el corazón de Yoru el fervientedeseo que no fueran sorprendidos, ni de que ellas se acercaran a las termascayo en una sorprendente picada cuando escucho los dichos de su madre.
Toda la excitacióndel joven licano había desaparecido por completo, la ansiedad y ladesesperación la reemplazaron, incluso su erección desapareció súbitamente. Porun segundo miro a Haruka tratando de decirle que le soltara que actuara connaturalidad, pero aquel hombre no reaccionaba. A cada instante sentía como sucorazón latía más y más rápido por el miedo. Huir. Huir. Era la única palabraque se repetía en su mente frenética.
- Suéltame – le susurró bajo al otro licántropo, pero detal modo que notara la urgencia que contenía.
Al sentir queHaruka no reaccionaría a tiempo y al estar tan confuso, Yoru opto por unamedida drástica. Empujo fuertemente al mayor para liberarse. Si bien aquelindividuo también era un licántropo el esfuerzo de Yoru ante la inminente“amenaza” fue suficiente para separarlos y más. El joven no alcanzó a ver elresultado pero invariantemente aquella fuerza lo había hecho irse hacia atráspara golpearse fuertemente con el borde de la piscina, en tanto escuchaba elsonido de contundentes chapoteos. Velozmente Salió de las aguas termales parair a buscar su toalla desechada. Consiguió amarrársela en el preciso instante quesu madre y su hermana aparecían. Su corazón palpitaba fuertemente mientrasformaba una tensa sonrisa.
- Muchachos que bueno queestén aquí luego de tanto trabajo, – comenzó adecir su madre como si nada hubiera pasado – vimosel dojo quedo magnifico, reluciente. – Terminóde felicitar con una sonrisa, mientras su hijo mantenía su vista fija en ella –Aunque Maya quiso regresar para ayudar en lo que seles ofreciera, es una lastima – explicó Ryokode modo que se entendió la presencia de ambas en aquel lugar – Yo-chan deberías entrar a la casa… estas sangrando de lacabeza… ay mi niño torpe – concluyótranquilamente mientras se giraba con una tenue sonrisa en sus labios.
Yoru se creíasalvado, por un instante pensó que lo peor ya había pasado. En ese momento Maya,que silenciosamente había estado observando todo el lugar, hablo con aquel tonode voz que no auguraba nada bueno.
-Nii-chan gomen, ¿ne? – Empezó la muchachadisculpándose con una sonrisa amplia y radiante en su rostro. – Si hubiera sabido… no le habría pedido a mamá que regresáramostan rápido y podrían haber seguido haciendo guarradas con tranquilidad – sonrió con picardía y diversión al ver la impresionantegama de emociones que reflejaba el rostro de su hermano – Nii-chan eres demasiado obvio.
Sin decir más lamuchacha se apresuró a seguir a su madre que la observaba con reprobación.Habían dejado tras de ellas a aquel par de jóvenes que no podían más quelamentar aquella interrupción. En el rostro de Yoru estaba inscrito el deseo demorir golpeado por un rayo, aquello sería preferible a soportar lo que podíallegar a suceder luego de aquella escena. Paso un minuto entero en silenciomaldiciendo su destino hasta que finalmente reaccionó.
- Demonios… - fue su primera queja - ¿Quéte ocurrió? Te paralizaste. – dijo mirando desoslayo a Haruka, mientras iba hacia donde había dejado la canasta con su ropainterior y la yukata. Su rostro reflejaba tal gama – tendré que regresar dentro como ha dicho mi madre,después de todo se supone que tú no sabes lo que yo soy, ya que tú “no loeres”. Así que tampoco sabes que me puedo regenerar sin que esto sea unproblema. – suspiro profundo, aquella era unahorrible trampa del destino… o más bien una burla, una mala broma - ¿estas bien? – lepregunto al mayor una vez se termino de poner la ropa.
¿Podía haber algomás cruel? Después de tanto tiempo en calma. Tantos autorreproches realizadoscuando pensó que estaba haciendo algo malo al ver a aquel hombre con deseo.Para enterarse al final de que aquello no era un problema. ¡Para serinterrumpidos en el punto más importante! Lo que había deseado se había diluidocomo agua entre sus dedos. O peor. Para probar su deseo en un momento yalejarlo de modo que no pudiera saber cuando podría llegar a realizarlo.
Comenzó a caminarsilenciosamente de camino a la casa dándose cuenta de unas cuantas cosas. O másbien de una principalmente. Había estado a punto de follar por puro caliente.No corrección. Había estado a punto de ser follado por alguien que era a penasalgo más que un conocido. ¿Podía considerarlo su amigo? No estaba seguro,después de lo que acababa de ocurrir todo se había vuelto extraño. ¿Realmentetodo se resumía a desear conseguir un buen polvo? ¿Había algo más? ¿Importaba?Demonios estaba hecho todo un lio.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Cómo inesperadamente suceden los acontecimientos y se desarrollan, también pueden cambar de una forma casi drástica a la que no estemos acostumbrados. Por lo que a la larga nos aturrullemos de tal manera que no lograremos reaccionar o plantear las siguientes ideas con bastante lógica.
Cada una de sus palabras me daban a entender cuanto tiempo había estado sin tener ninguna clase de relación. Aunque aquello no descartaba la masturbación, hasta yo mismo en mis momentos de soledad me apetecía estar solo y satisfacerme a mi mismo, de la forma y la lentitud que deseaba.-Si, me lo advertiste y lo sé, pero no pensé que fueras a correrte tan pronto. Mmm... ¿Entonces se podría decir que soy con el primero que te acuestas?.
Pregunté un tanto divertido, y es que aquella afirmación era un poco peculiar viniendo de un chico de su edad. Ese gesto me recordaba un poco a una humana que conocí una vez, la cual aun teniendo ya una edad avanzada no se había acostado con nadie por que decía no había encontrado a nadie especial. No sé por que lo asocie con eso. Observando detenidamente cada uno de sus gestos, y como respondía mi propio cuerpo al suyo, proseguí con las caricias en su espalda mientras notaba como pasaba su lengua por mi mejilla derecha repeditadamente.
Aquella mirada como su afirmación hicieron que de mis labios aparecieran una amplia sonrisa. Y es que saber que cada célula del cuerpo de aquel muchacho respiraba hormonas, estaba gritándome descaradamente que siguiera dominándolo de ese modo. Era un poco como el ratón y el gato.
Claro que no queríamos cosas muy diferente, de hecho teníamos una misma idea general de cual iba a ser el único predominante: El sexo. La cosa iba en marcha, demasiado en realidad por que cuando mi mirada bajo levemente hacia sus piernas pude ver algo insólito. Apenas se había corrido unos segundos antes y ahora mismo se encontraba con aquello nuevamente a pie del caño querido nuevamente guerra.-Eso es una noticia extremadamente interesante y eso hace que me vengan a la cabeza demasiadas buenas ideas.
Rápidamente domino la situación que había puesto, de hecho estaba echándole demasiadas confianzas a cada gesto que se adelantaba al mio. Como aquel beso que le había dado y rápidamente me lo había devuelto de una forma implacable. Si no hubiese sido por que me encontraba totalmente empalmado hubiera jurado que hubiese sido capaz de endurecerseme aun más. Del mismo modo que se encontraba aquel joven.
Parando improvisadamente mis próximas ideas y quedándome totalmente pendiente de cada paso que se dirigía hacia nuestra dirección, fue cuando me percaté de que Yoru volvía a estar en el mundo.
Escuchando de fondo la voz de la madre del licántropo y la de maya,me quedé inmovilizado, y por mucho que me llamase la atención el menor, mi propio cuerpo no respondía. Pero algo sucedió, algo inesperado y que desde luego no me esperaba paso. Con un fuerte empujo me solté de el cuerpo del más pequeño, mis dedos desgarro involuntariamente parte de su costado. Un enorme burbujeo se formo en la bañera cuando mi cuerpo salio disparado hacia atrás, hundiéndose a en aquella bañera. Saliendo rápidamente del agua me encontré con todo aquel panorama de Yoru colocándose la toalla en el ultimo segundo, entrando la madre a continuación y comenzando a hablarle a su hijo sobre el estupendo trabajo que habíamos hecho. Luego vino la preocupación sobre la herida de su cabeza, que por cierto no me había percatado hasta que no lo había mencionado ella.
Acercándome al borde de la bañera me quedé apoyado sobre esta, dejando que mi espalda descansara mientras dejaba que mantuvieran alguna clase de conversación. Fue entonces cuando algo me sorprendió, y mira que eso suceda es difícil de hacer. Pero el que así por las buenas salieran de la boca de aquella pequeña muchacha aquellas palabras solamente lograron que hiera una cosa. Mi propio cuerpo empezó a retorcerse así por las buenas y una amplia carcajada que no pude evitar salio de mi garganta.
-JAJAJAAAAJAajajaa AJJAJAAAaajajaaaaa.... pero que bueno...
Llevándome una mano a la boca me giré contemplando a la hermana de aquel licántropo.Maya, eres la mejor... Pensé mientras mis ojos se dirigían inconscientemente hacia donde se encontraba Yoru, y es que ver la cara de aquel muchacho en aquellas circunstancias era algo cómico en realidad. Jamas en la vida me hubiese imaginado un comentario como aquel y mucho menos viniendo de aquella chica. ¿Cuantos años tenía de diferencia con su hermano? ¿Acaso no existía pudor en ese hogar? Esos pensamientos me rondaron inmediatamente en cuanto me di cuenta de que la madre de aquellos dos hermanos se encontraba en la habitación, por lo que seguramente se habría enterado de todo.
Escuchando las pisadas de aquellas dos humanas me percaté de que el otro licántropo volvía a hablarme. Por lo que giré mi barbilla hacia su dirección y me topé de golpe con aquel rostro molesto. Bueno, no era precisamente ese gesto en particular, pero en sus facciones existía un rastro de confusión y miedo. -Ni siquiera yo lo sé...
-Claro, ve.Insistí mientras apoyaba mis brazos en el filo de la bañera y a continuación ponía mi barbilla encima.-S...si..Terminé de decir al girarme y quedarme mirando hacia el lado contrario donde se encontraba Yoru. Al bajar mi barbilla hacia mis piernas me percaté de que todavía me encontraba con aquello en pie de guerra, y que desde luego de hacerme una o esperar, no iba a bajar así de fácil.
Ahora me encontraba totalmente solo en la sala, sin que nadie más me observara y que aquel licántropo tampoco estaba allí. Sus propias pisadas me estaban haciendo entender que dirección estaba tomando. La de la casa. Apoyando mis manos en el borde me impulsé hacia arriba, saliendo de allí inmediatamente mientras notaba como no tenía la toalla. En medio de aquel froté y movimiento por mi parte esta se había resbalado irrevocablemente sin poder evitarlo. Acercándome hacia el cesto de la topa limpia me cogí el yukata y me lo coloqué sin pensármelo dos veces.
¿Ahora que debía hacer? Normalmente me lo hubiese importado demasiado las circunstancias que un acto como este con lleva, pero no podía dejarlo pasar. Sobre todo por que mi propio cuerpo pedía guerra y a partir de ahora lo iba a hacer sin ninguna clase de tregua.
Como se suele decir: Cuando pruebas la miel y la has saboreado, a partir de ese momento deseas más.
Saliendo de las termas me dirigí a mi habitación, donde desde ese momento pase casi todo el tiempo dentro hasta que me llamaron para la cena.
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Cada una de sus palabras me daban a entender cuanto tiempo había estado sin tener ninguna clase de relación. Aunque aquello no descartaba la masturbación, hasta yo mismo en mis momentos de soledad me apetecía estar solo y satisfacerme a mi mismo, de la forma y la lentitud que deseaba.-Si, me lo advertiste y lo sé, pero no pensé que fueras a correrte tan pronto. Mmm... ¿Entonces se podría decir que soy con el primero que te acuestas?.
Pregunté un tanto divertido, y es que aquella afirmación era un poco peculiar viniendo de un chico de su edad. Ese gesto me recordaba un poco a una humana que conocí una vez, la cual aun teniendo ya una edad avanzada no se había acostado con nadie por que decía no había encontrado a nadie especial. No sé por que lo asocie con eso. Observando detenidamente cada uno de sus gestos, y como respondía mi propio cuerpo al suyo, proseguí con las caricias en su espalda mientras notaba como pasaba su lengua por mi mejilla derecha repeditadamente.
Aquella mirada como su afirmación hicieron que de mis labios aparecieran una amplia sonrisa. Y es que saber que cada célula del cuerpo de aquel muchacho respiraba hormonas, estaba gritándome descaradamente que siguiera dominándolo de ese modo. Era un poco como el ratón y el gato.
Claro que no queríamos cosas muy diferente, de hecho teníamos una misma idea general de cual iba a ser el único predominante: El sexo. La cosa iba en marcha, demasiado en realidad por que cuando mi mirada bajo levemente hacia sus piernas pude ver algo insólito. Apenas se había corrido unos segundos antes y ahora mismo se encontraba con aquello nuevamente a pie del caño querido nuevamente guerra.-Eso es una noticia extremadamente interesante y eso hace que me vengan a la cabeza demasiadas buenas ideas.
Rápidamente domino la situación que había puesto, de hecho estaba echándole demasiadas confianzas a cada gesto que se adelantaba al mio. Como aquel beso que le había dado y rápidamente me lo había devuelto de una forma implacable. Si no hubiese sido por que me encontraba totalmente empalmado hubiera jurado que hubiese sido capaz de endurecerseme aun más. Del mismo modo que se encontraba aquel joven.
Parando improvisadamente mis próximas ideas y quedándome totalmente pendiente de cada paso que se dirigía hacia nuestra dirección, fue cuando me percaté de que Yoru volvía a estar en el mundo.
Escuchando de fondo la voz de la madre del licántropo y la de maya,me quedé inmovilizado, y por mucho que me llamase la atención el menor, mi propio cuerpo no respondía. Pero algo sucedió, algo inesperado y que desde luego no me esperaba paso. Con un fuerte empujo me solté de el cuerpo del más pequeño, mis dedos desgarro involuntariamente parte de su costado. Un enorme burbujeo se formo en la bañera cuando mi cuerpo salio disparado hacia atrás, hundiéndose a en aquella bañera. Saliendo rápidamente del agua me encontré con todo aquel panorama de Yoru colocándose la toalla en el ultimo segundo, entrando la madre a continuación y comenzando a hablarle a su hijo sobre el estupendo trabajo que habíamos hecho. Luego vino la preocupación sobre la herida de su cabeza, que por cierto no me había percatado hasta que no lo había mencionado ella.
Acercándome al borde de la bañera me quedé apoyado sobre esta, dejando que mi espalda descansara mientras dejaba que mantuvieran alguna clase de conversación. Fue entonces cuando algo me sorprendió, y mira que eso suceda es difícil de hacer. Pero el que así por las buenas salieran de la boca de aquella pequeña muchacha aquellas palabras solamente lograron que hiera una cosa. Mi propio cuerpo empezó a retorcerse así por las buenas y una amplia carcajada que no pude evitar salio de mi garganta.
-JAJAJAAAAJAajajaa AJJAJAAAaajajaaaaa.... pero que bueno...
Llevándome una mano a la boca me giré contemplando a la hermana de aquel licántropo.Maya, eres la mejor... Pensé mientras mis ojos se dirigían inconscientemente hacia donde se encontraba Yoru, y es que ver la cara de aquel muchacho en aquellas circunstancias era algo cómico en realidad. Jamas en la vida me hubiese imaginado un comentario como aquel y mucho menos viniendo de aquella chica. ¿Cuantos años tenía de diferencia con su hermano? ¿Acaso no existía pudor en ese hogar? Esos pensamientos me rondaron inmediatamente en cuanto me di cuenta de que la madre de aquellos dos hermanos se encontraba en la habitación, por lo que seguramente se habría enterado de todo.
Escuchando las pisadas de aquellas dos humanas me percaté de que el otro licántropo volvía a hablarme. Por lo que giré mi barbilla hacia su dirección y me topé de golpe con aquel rostro molesto. Bueno, no era precisamente ese gesto en particular, pero en sus facciones existía un rastro de confusión y miedo. -Ni siquiera yo lo sé...
-Claro, ve.Insistí mientras apoyaba mis brazos en el filo de la bañera y a continuación ponía mi barbilla encima.-S...si..Terminé de decir al girarme y quedarme mirando hacia el lado contrario donde se encontraba Yoru. Al bajar mi barbilla hacia mis piernas me percaté de que todavía me encontraba con aquello en pie de guerra, y que desde luego de hacerme una o esperar, no iba a bajar así de fácil.
Ahora me encontraba totalmente solo en la sala, sin que nadie más me observara y que aquel licántropo tampoco estaba allí. Sus propias pisadas me estaban haciendo entender que dirección estaba tomando. La de la casa. Apoyando mis manos en el borde me impulsé hacia arriba, saliendo de allí inmediatamente mientras notaba como no tenía la toalla. En medio de aquel froté y movimiento por mi parte esta se había resbalado irrevocablemente sin poder evitarlo. Acercándome hacia el cesto de la topa limpia me cogí el yukata y me lo coloqué sin pensármelo dos veces.
¿Ahora que debía hacer? Normalmente me lo hubiese importado demasiado las circunstancias que un acto como este con lleva, pero no podía dejarlo pasar. Sobre todo por que mi propio cuerpo pedía guerra y a partir de ahora lo iba a hacer sin ninguna clase de tregua.
Como se suele decir: Cuando pruebas la miel y la has saboreado, a partir de ese momento deseas más.
Saliendo de las termas me dirigí a mi habitación, donde desde ese momento pase casi todo el tiempo dentro hasta que me llamaron para la cena.
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Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
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Miér Ene 04, 2012 2:17 pm por Tayri Lemoine
» Firmas & Avatar´s
Sáb Mayo 28, 2011 10:13 pm por Baptiste Petrovk
» Un concierto, un premio y una sorpresa. (Yoru)
Jue Ene 20, 2011 11:32 pm por Yoru Blackwood
» Visitando la Playa (Jenedier)
Lun Ene 17, 2011 12:49 am por Ana Winchester
» ¿Roleas conmigo?
Jue Ene 13, 2011 9:52 am por Danisha L. Rose
» De pesadilla a sueño~Danisha Lanah Rose~
Miér Ene 12, 2011 5:41 am por Danisha L. Rose
» Other Night (privado)
Dom Dic 26, 2010 12:49 am por Aaron Smith
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Sáb Dic 25, 2010 10:47 pm por Innaris A. Vandergood
» 18 Mayo, después de un largo día. ¿Qué más me puede suceder? (Brisa *__*)
Mar Dic 21, 2010 5:11 pm por Hiiragi Ren
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Vie Dic 17, 2010 9:43 pm por Zaiden M. Lostern
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Vie Dic 17, 2010 9:36 pm por Aricia Giliari
» Registro de Avatares
Vie Dic 17, 2010 9:00 pm por Gissela M. Rose
» 16 de mayo [Hideaki]
Dom Dic 12, 2010 1:19 am por Soma Hideaki
» ¿Que estas haciendo?
Jue Dic 09, 2010 7:40 pm por Tiziri Astrolus
» Nuevamente negocios (Iori)
Miér Dic 08, 2010 6:52 pm por Zaiden M. Lostern
» Que despierte la noche (cole)
Lun Dic 06, 2010 2:16 am por Gissela M. Rose
» Registro de Apellidos
Jue Dic 02, 2010 5:18 pm por Gissela M. Rose
» Nathan Madariaga
Jue Dic 02, 2010 5:17 pm por Gissela M. Rose
» Di algo del user anterior
Mar Nov 30, 2010 5:07 pm por Brisa A. Fénix C.
» Dile algo al de arriba
Mar Nov 30, 2010 5:05 pm por Brisa A. Fénix C.