~Nunca pense que iba a conocerte....~ (Edward)

La existencia humana es un error de nuestro Dios, como cuando crea a Eva mediante la costilla de Adam. ¿Por qué la creo? ¿Acaso necesitaba compañía para subsistir en el mundo sin sentirse mediocre? ¿A eso se resume la existencia humana? ¿Solamente a sentimientos?

Italia, día 7 de diciembre de 2010.

La noche estaba fría como de costumbre y si hubiera sido humano, sinceramente hubiese estado helado hasta los huesos. Sin embargo, no era así, puesto que mi propio cuerpo era inmune a tales minucias como el frío o el agua. Siguiendo a paso “lento” entre medio de las calles me pareció oler algo que ya conocía, pero que hacia muchos años que no me había encontrado por cosas del destino. Ese aroma era difícil de olvidar, como también había que catalogar que no fue una fácil presa. Jamas en la existencia de mi vida inmortal podría olvidar ese carácter tan fuerte y esos ojos que con solo mirarme hacían que deseara quemarme en el mismísimo infierno.

Cruzando varias calles con rapidez y con un saltó más propio de un gato, me coloqué en la parte alta de un edificio, desde donde tenía la perfecta visión de aquel bote flotando en el agua entre medio de los canales.

-Si lo matas procura que no te vean bella dama... Musité suavemente aun sabiendo perfectamente que me iba a oír, que sería capaz incluso de saber donde me encontraba en aquel instante en el cual le estaba hablando más con la mente que con los labios.-¿Dónde te has metido durante estos años Innaris? ¿Acaso creíste que no te encontraría? continué hablando mientras mi rostro estaba oculto entre las sombras, solamente el resplandor de la luna era la única culpable de delatarme con sus finos rayos al chocar contra mi espalda.

Es divertido ver como los débiles acaban sucumbiendo a los fuertes, mostrando así la verdadera esencia con la que tienen que vivir y mostrar a diario. En cambio, nosotros, los vampiros no somos así. ¿O si?

Manteniéndome en mi lugar todavía entre las sombras y los reflejos de los rayos de la luna, escuché como me dirigía la palabra del mismo modo. En ningún momento dude de su habilidad innata y de su desarrollado oído, mucho menos de que me localizara rápidamente como estaban fijándose sus ojos en mi figura.-Desde que te conocí supe inmediatamente que eras un alma libre. Como te catalogas a ti misma. Pero no olvides las obligaciones que tienes y lo que eso conlleva, ya que no eres tu sola la que estas en este clan.

-¿Sabías que estamos apunto de conseguir otra nueva alianza con los brujos y será aun más fuerte que la anterior? Aclaré en el preciso momento que levantaba mi rodilla del suelo y daba un salto para colocarme nuevamente en uno de los costados del canal, donde estaban solían pasear a menudo los seres humanos a la luz del día.-No puedes olvidar tus obligaciones y lo sabes perfectamente Innaris, no siempre vendré a buscarte... Con un tono de total resignación la seguí escuchando hablarme a través de el canal y el ruido del agua al seguir una corriente invisible.

El buscarla o no no era de mis tareas principales en estos momentos, no ahora que podía irse todo a la mierda gracia al grandisimo y estúpido hermano Alphonse. Cuando me enteré de lo que andaba planeando me parecía mentira, ya que sinceramente no esperaba que entre nuestra raza y familia existieran puñales por la espalda. Y mucho menos viniendo de él, de casi un hermano de sangre como lo eramos al haber sidos creados por el mismo padre. Pero todo aquel que se atreva a desafiarme sufrirá las consecuencias de sus propios actos y no seré consecuente con nadie. -¿Qué no pensabas que iba a venir a buscart... Al darme cuenta de que seguramente estaría escuchándonos aquel humano, acabé dando un salto al bote para colocarme justamente detrás del humano. Pasando una mano por su rostro lo adormecí, cayendo inmediatamente en mis brazos como si fuera un niño pequeño.

-Vine a un asunto pendiente con el consejo, pero al final se cancelo.

Cerré los ojos con fuerza, es que, ¿siempre tenia que pensar en el Clan el clan el CLAN!?, siempre tenia una razón para buscarme... “el
Clan”. Seguí mirando el suelo del bote, se movía levemente, hacia
los lados y se impulsaba hacia adelante cada vez que el chico movía
el remo, suspire en silencio, seguía escuchando su voz, me irritaba
su voz, no podía escucharlo, pero por otra parte me hacia sentir con
ganas de abrazarlo y decirle lo mucho que lo quería, pero mierda!,
no podía!, tenia que olvidarme de el de una maldita vez, o sino,
simplemente seguiría atormentándome y el sufrimiento crecería cada
vez mas, hasta destruirme completamente.

Levante levemente el rostro cuando le sentí enfrente de mi, su perfume dulce llego de impacto a mi nariz haciéndome suspirar suavemente sin poder evitarlo, haciendo notar mi nerviosismo y dejándome completamente débil ante el, el ya me conocía, sabia mis puntos, mis
debilidades.- Deberías considerar, y pensar un poco mi ausencia en el Clan.- dije en un murmullo suave sin atreverme a mirarle aun, no podía, no me atrevía, no quería recordar nada que me hiciera sentir mas mal que lo que ya me sentía.- Quizás... no quiera ser parte de esto.- dije en mi mente sin pensar que el también podía escuchar mis pensamientos, arrepintiéndome de su posible reacción o quizás de su posibles preguntas... Odiaba responder preguntas.

Reí irónicamente divertida al escuchar aquello de “No siempre vendré
a buscarte”, mirando hacia los lados y dejando caer mi capucha a mi
espalda dejando ver mi rostro completo.- Por dios!, lo siento..
siento mucho tener que quitarte tu valioso tiempo para venir a buscarme, de verdad.. no sabes cuanto lo siento.- dije juntando mis manos y haciendo un que otro movimiento irónico que le diera dramatismo al asunto, aunque solo lo decía con ironía por lo que no me era gracioso.- Que yo sepa..- dije poniéndome de frente a el mirando sus ojos con rencor y ningun atisbo de simpatía.- No te llame para que vinieras, estaba de lo mejor dando un paseo yesperando a que este acabara para comerme a este chico..- dije mirando un momento al chico tendido en los brazos de Edward, dándome un tanto de Recelo ya que aunque lo negara seguía teniendo los mismos sentimientos hacia el, nunca habían cambiado.

Suspire resignada me senté nuevamente en el bote mirando hacia aun lado,
queriendo ir de hay, lejos otra vez, sin tener que verlo por un buen tiempo, al menos que necesitara de mi ayuda para algo realmente importante.¿por que habría yo de pensar que me vendrías a buscar?...- murmure mas tranquila esta vez me salia la voz con algo de tristeza, pero yo no quería que sonara así.- Para que voy a querer pensar en ti...-susurre y cerré los ojos con fuerza suspirando con pesases, realmente esto me incomodaba, me levante del bote y salte a la parada siguiente, empezando a caminar a cualquier lado.- Deberías considerar la idea de que Alphone se hiciera cargo de mi... a mi no me molestaría para nada, ademas.. así te sacas un peso de encima dije encogiéndome de hombros y colocando mi capucha de nuevo, no me gusta andar sin ella, ni que me vieran, era una costumbre que tenia desde siempre, bueno.. el la conocía muy bien.

Las sorpresas pueden acaban bien o mal, todo esto dependiendo de como se vaya desarrollado los acontecimientos o como las personas se lo tomen al elegir una opción o otra.

Viendo aquellos ojos y como los levantaba lentamente para mirarme, inmediatamente supe que todo lo que me estaba diciendo era verdad. Aunque la conociera de hacía más de un siglo casi, y pudiera leer su mente como si lo tuviera escrito en su frente, intuía que algo no iba bien. De ahí sus repentinas huidas por el mundo.-¿Crees que no sé perfectamente cuales son tus sentimientos y como, por culpa de éstos deseas irte del clan?

-Si realmente no quisiera venir a buscarte no lo haría, creo que me conoces lo suficiente bien para saber cuales son mis ideales o mis propias conveniencias. Podría perfectamente mandar a alguien a que viniera a buscarte, incluyendo incluso hasta Alphonse. Seguramente el estaría más que dispuesto a venir a buscarte y socorrer a una dama en apuros. El tono de mi voz salio con una énfasis que realmente no me esperé, de no conocerme y supiera como yo era, seguramente pensaría que me estaba comportando como un completo celoso e irracional. Observando aquellos orbes grises me quedé quieto, expectante a sus siguientes palabras que tenían una pizca de racionalismo, ya que ella misma no había sido la que me había llamado en ningún momento. Quien había invadido su espacio vital había sido yo, entrando en su propio territorio marcado con su propio olor como hacíamos todos los vampiros y otras razas.

¿Por qué tendría que pensar que vendrías a buscarme?

-¿A lo mejor por qué siempre acabo haciéndolo? Sabes perfectamente que aunque discutamos y nunca estemos de acuerdos en todos los asuntos, te necesito a mi lado. Eres unas de las personas más leales que conozco y eh conocido, ya que ni siquiera de mi propia familia me puedo fiar... Aunque me estuviera poniendo en descubierto en aquel momento poco me importaba, mucho más tratándose de ella puesto conocía parte de mi historia y mis debilidades, aun sabiendo perfectamente que eso podría ser un riesgo innecesario.

En cuanto saltó del bote la seguí con la mirada, observando cada movimiento de sus manos mientras comenzaba a depositar al humano en el interior del bote. Saltando seguidamente al exterior la seguí a paso rápido hasta que me coloqué justamente delante suya, obligándole de algún modo que esa caminata fuera detenida.-¿Eso es lo que realmente quieres? ¿Quieres ir al lado de Alphonse aun sabiendo perfectamente lo que siente por ti... Esa verdad no era ningún secreto para nadie, mucho menos para alguien para ella que sabía como se cocía las habichuelas en su propio vuelto. En ningún momento Alphonse oculto sus sentimientos por ella y tampoco los dijo a los cuatros vientos, pero se podía intuir perfectamente con tales movimientos de su cuerpo o su propia mirada cuando estaba junto a ella.-Si eso es lo que quieres lo haré, pero no hasta que salga de tus propios labios. Musité alargando una de mis manos hasta su capucha rozándola con las yemas de mis dedos.

Esas primeras palabras siempre eran como puñales en el corazón, no acababa de aclararme. Y si sabia las causas de mis huidas y lo que sentía hacía el, ¿entonces, por que me seguía buscando?, ¿acaso le gustaba ver el dolor ageno?. Nunca desde el momento en que le vi por primera vez, hasta el día de hoy,nunca deje mostrar mis sentimientos de debilidad, la tristesa, el dolor, ¿de que servía?, la verdad que para nada, después de todo, solo era una perdida de tiempo el sentirse así, aunque... uno nunca lo podía evitar, era casi tan inevitable que mis sentimientos hacia este chico, bueno... mi Jefe. Me equivoco el ya me habia visto de todas estas formas... si que me conocia.



-Y hay vamos con Alphone...- exclame con ironía rodando los ojos y cerrándolos, ¿de verdad?, ya empezaría con eso de Alphone. Realmente no entendía su reacción hacía aquel otro chico hermano de éste, no entendía por que estaba tan convencido de que su hermano sentía algo por mi, ¿por que habría de sentirlo?, y si fuera así ¿cual sería el problema?, el era soltero yo también los dos estábamos totalmente libres de hacerlo que quisiéramos, pero eso no podría ser nunca, aunque fuera verdad lo de los sentimientos de aquel otro vampiro, yo tenia ojos para un solo hombre, y era exactamente el que tenia enfrente, aunque no quisiera admitirlo en su cara, ademas de que aquello no serviríade nada, el siempre seria el mismo, nunca se fijaría en una sola, siempre andaría detrás de varias.. era un hecho que ya asumía, después de tantos años intentándolo...


¿Necesitarme?...
¿a mi?...

En eso podía creerle, después detodo, tenia razón.. en este clan todo se podía esperar, nunca sabíamos quien nos traicionaría, siempre había alguna sorpresa de por medio, en eso no podía dejarlo solo, se arriesgaba mucho ya siendo nuestro lider, siempre haciendo las cosas por su cuenta, siempre arriesgándose por nosotros, pero siempre le pagaban de la forma mas cruel, traicionándolo y luego el se lamentaba pero hay estaba yo para tratar de aconsejarlo o simplemente consolarlo con una mano en su hombro o un abrazo el cual hacia que me ardiera el pecho ante tanta cercanía.

Baje la vista levemente.- Sabes que puedes confiar en mi, y que aunque este lejos susurrando mi nombre apareceré a tu lado... pensé que me conocías.- dije con una media sonrisa de simpatía que me salio de la nada.- Que yo no me llevebien contigo últimamente, no significa que te dejare, aunque bueno... no seria difícil para ti encontrar a alguien que me reemplace, después de todo, hay bastantes vampiresas que hacen filapara tomar mi puesto...- de nuevo el tono irónico y antipático de mis palabras, pero sabía que no le molestaba que ya estaba incluso hasta acostumbrado, simplemente así eramos, como el perro y el gato pero la atracción seguía hay de mi parte, daba igual si alguna vez se aburriera de mi y quisiera terminar matándome, yo le seguiría queriendo como lo hice siempre.


Al parecer realmente su hermano le fastidiaba, bueno no era ninguna noticia, les conocía hace mas de un siglo, sabia como era su relación de odio, y sabia que a Edward no le agradaba mucho cuando lo mencionaba, aunque tampoco pensé que me diría aquello ultimo que me dejo sin saber que decir.
-No entiendo... ¿por que te ponesasí?, por que te molesta tanto que Alphone “sienta” algo por mi, lo cual... no es realmente verdad por que no lo sabes, solo lo sacas por intuición y aquello no se vale.- dije mirándole a los ojos mientras sentía el pequeño roce de sus dedos en mi capa, lo cual me puso completamente nerviosa.- Sabes.... que yo no...- neguelentamente sin saber como decirlo.- tu sabes que... yo no podríadecirte aquello.- baje la vista lentamente alejándome de su cuerpo, realmente me sentía débil a su lado, como que todo mi mundo se destruía con tan solo mirarme.- Ademas, si siente algo por mi, no te deberías preocupar...- dije levantando la vista para mirar sus ojos,sus penetrantes ojos.- Después de todo.. soy mujer de un solohombre.- lo observe un momento, haciéndome la interesante un momento y terminando por rodar los ojos y pasar por su lado.- Aunque éste no me vea de la misma forma.- suspiré pesadamente y seguí mi camino mirando enfrente y sonriendo levemente apenas le pase.


-Extraño tus besos.- agregué ladeando levemente el rostro como si fuera a mirarlo pero desvie mi mirada de nuevo observando el frente con una sonrisa media divertida, aunque sabia que por dentro hablaba en serio.- ¿No crees que deberías irte ya al Clan? Luego me echarán la culpa a mi si llegas tarde y las vampiresas quizás me vayan a odiar más de lo que me odian.- dije saltando una terraza que había y luego saltando al edificio de enfrente para terminar por sentarme en el tejado mirando la luna que tenia en frente, grande redonda y con un aura alrededor de un blanco brilloso.

Algunas veces no somos capaces de ver lo que tenemos delante por que nos tienen una venda en los ojos, por lo que por más que nos digan o nos juren, actuaremos de ya de por si irracionalmente a pesar de que las evidencias tan claras como el agua.

Si estuviera una mínima posibilidad de estar equivocado lo tomaría siquiera sin rechistar, alegrándome de que tal vez me estaba equivocando. Sin embargo, había algo que sabia que no me podía ocultar por mucho que no existieran palabras de por el medio. Con tan solo verlo como la miraba y la devoraba fruto de aquel deseo que sentía por ella, era capaz de ver lo que quería y sentía por ella. -¿Crees que te estoy engañando? Por qué si es así puedes corriendo a preguntarle... ¿Acaso me ves capaz de inventar algo tan delicado como eso?

-Innaris... Escuchando sus siguientes palabras sopese en cada uno de los movimientos que habíamos vivido juntos, en cada historia o cada pelea y donde nos acababa llevando al final a un callejón sin salida. Pero que a pesar de todo eso seguíamos viéndonos, manteniendo el contacto como el primer día ya que ella era por así decirlo: Mi princesa.-Claro que te conozco... pero sinceramente ya no sé lo que quieres de mi. Sigues a mi lado como una de las mejores consejeras de todo los tiempos, me conoces como nadie y me entiendes en cualquier tema. No obstante, siento que una parte de ti quieres alejarse de mi lado y de clan aunque me digas que siempre estarás presente cuando te necesite.

Dirigiéndole una rápida mirada con le ceño fruncido comencé a negar totalmente ofendido o al menos haciendo aquel paripe.-Eso no es verdad, ninguna otra jamas podrá ocupar tu lugar aunque lo digas y te lo sigas creyendo.

-Jamas pongas en duda la intuición entre dos hombre y una mujer, ya que ambos sabremos lo que esta sucediendo. Ademas, recuerda que te supero en más de 900 años de edad y como se suele decir: Más sabe el diablo por viejo que por diablo. Los refranes eran de ya de por si muy viejos y lo conocían en todo el mundo a base de la historia, pero normalmente jamas se equivocaban... eran como pequeña experiencias que se iban tomando de toda la humanidad y se estaban escribiendo en a lo largos de los siglos en los llamados “Refranes”

-Entonces no vuelvas a decir que quieres irte... Aclaré viendo como apartaba su mirada y la dirigía hacia otro lugar mientras se alejaba de mi cercanía, como si sintiera vergüenza. En ese momento me recordó a una humana que conocí en mis años mozos, cuando aun era un simple mortal que solamente se dedicaba a cortejar a las sirvientas que servían en mi antiguo hogar en Nueva Orleáns .
-Siempre supe que eres mujer de un solo hombre, no soy imbécil. Mostré parte de una sonrisa en mis labios al saber lo que quería decir con eso, como nunca había soportado el que fuera una de las tantas con las que me había acostado y como, a gracias a ello, aun seguíamos siendo unos de los mejores aliados de los últimos tiempos. Aun sigo pensando como podía seguir soportándome después de tantos daños que nos habíamos hecho.

Aquello sinceramente me cogió desprevenido, por lo que la miré con extrañeza. -Sabes perfectamente cual sera mi respuesta. Acto seguido salto con lo que verdaderamente me había hecho salir de mi ciudad; Roma, para atender una nueva asamblea para averiguar que iba a suceder con el clan de los brujos. -Creo que sabrán estar sin mi, así que no te preocupes. Por un rato creo que podre saltarme de las obligaciones...

Dejando que se alejara del paseo la seguí, pero claro, quedándome a una distancia prudencial hasta que pareció que se relajo.-¿No lo crees?

Para mi era totalmente inevitable pensar que Alphone se hubiera fijado en mi, sabia que Edward no inventaría algo así, ¿que sacaba con hacerlo?. Desde el tiempo que conocía a los dos hermanos, siempre me parecieron buenas personas y muy gentiles ademas, cuando conocí a Edward no me interese en lo más mínimo, la verdad solo lo encontraba muy guapo y caballero como siempre, pero cambio todo cuando empezamos a salir como amigos, me pareció más que dulce y tierno, y creo que eso me encanto de él y era por aquello que termine perdidamente enamorada de él, aun sabiendo que Edward no era el mejor partido, ni siquiera sabiendo que no podía estar con una, simplemente con tal que fueran duras y difíciles, el caía rendido como un tonto, pero eso con el tiempo lo supe y me di cuenta sola....


Alphone podía decir que era igual, bueno, nunca sentí que me coqueteara, mas bien, siempre fue muy gentil conmigo, me ayudaba en lo que podía, algunas veces fue mi consuelo cuando Edward y yo terminábamos peleando, siempre venia y me animaba de cualquier forma, incluso terminábamos paseando y me sacaba las sonrisas con la mirada, pero nunca, sentí algo por el, ni tampoco sentí que éste quisiera algo conmigo, quizás... realmente estaba ciega, quizás realmente no veía aquello por tener ojos solo para Edward, eso debía estar nublandome la vista, cuando lo pensaba así, realmente no me gustaba este sentimiento.
-Se que no me engañas, pero aun así, si el siente algo por mi... pues que venga y me lo diga o simplementeme lo demuestre.- dije encogiéndome de hombros sin darle importancia, por que la verdad, para no la tenía ademas, ¿que había de malo en conocer a su hermano?, después de todo, me agradaba de cierta forma, bueno menos en la parte de que traiciona a Edward, porque no permitiría que le hiciera daño, y eso lo tenia más que claro, me refiero a Alphone.- Ademas, como sabes si entre el y yo....pues..- No termine la frase por que sabia que entendería a lo que merefería, le había dicho que era de un solo hombre, solo de el, y siempre lo sería pero eso no significaba que no intentaría algo con algún otro, no pensaba pasarme mi eternidad sola.


Escuche mi nombre salir de sus labios, sonó tan bien como me llamo, incluso sentí ganas de ir hacia el y abrazarle, pero tenia que poner pie en el mundo real.- ¿que quiero de ti?.- le devolví la pregunta con tranquilidad mirando sus ojos fijamente un momento, sin saber por que lo había dicho.- Y me quiero alejar, tienes razón, quiero irme lejos, donde no pueda verte durante muchos años, donde no puedas encontrarme y no podamos toparnos nunca hasta cuando este sentimiento desaparezca, yo no soy como tu Edward, yo no puedo olvidar a alguien fácilmente, lamentablemente no pude evitar el quererte tanto, y sabes... nunca me había pasado, hasta cuando te conocí, no se que me hiciste, pero me gustaría... volver a empezar de nuevo, conocerte de nuevo y que nunca nada hubiera pasado entre los dos, por que yo no puedo olvidarte, y ese sentimiento de necesitarte, de querer abrazarte, besarte y tenerte conmigo por siempre... desaparezca de una vez por todas, por que me mata.- dije mirando la luna brillante, era raro, era como si todo aquello hubiera salido sin que yo quisiera, como que esa cosa redonda de color blanco brillante me controlo eh hizo que dijera todo eso, me relamí los labios sin despegar mi mirada de este, me sentía avergonzada y triste, otra vez, y realmente odiaba cuando lo estaba por su causa, aunque yo sabia que no podía controlar sus sentimientos y hacerlo pensar diferente, por lo que no era su culpa, simplemente era yo...- Edward, acaso a ti ¿nunca te ah pasado lo mismo que a mi?.- pregunte queriendo saber, después de todo, realmente no conocía todo de el, y aunque no era mi incumbencia su vida, quería saberlo.- Pero no obstante aunque quiera irme, volvería algún día para poder ayudarte en todo lo que necesites, en eso no tengas la menor duda.- sonreí levemente.


¿realmente serian capaces de hacer todo bien sin el?.
-¿realmente crees que sabrán estar sin ti?, yo lo dudo.- murmuré encogiéndome de hombros, mirando su rostro, atreviéndome a observarlo, sonriendo por primera vez con cariño después de tanto tiempo sin verlo. Simplemente podían llamarme traviesa, me gustaba escaparme eh irme por un buen tiempo 1,2 meses o simplemente 2 semanas, y luego volver, al menos que realmente me necesitasen y en ese caso corría devuelta, después de todo entre vampiros nos entendíamos.- ¿por que se suspendió la reunión?.- Desvié el tema de mis sentimientos totalmente, me había dado cuenta que nunca le había dicho a Edward como realmente me sentía y lo que quería de verdad, y temía una reacción mala de su parte, aunque la verdad no debiera de importarle mucho. Aparte, el tema de la asamblea me importaba, aun era mi clan, seguía siendo parte de éste y por tal, daría todo por defenderlo.- Si quieres, para la próxima junta te acompaño.- dije sonriendo levemente, mas relajada y simpática, la verdad tanto tiempo sin verlo, no me apetecía ser descortés y hacerlo pasar malos ratos, ya había pasado por muchos. Aun no entendía, por que le defendía tanto....era una de mis grandes preguntas.. que aun no descifraba.


- ¿que haras con los brujos?.- ladeé levemente el rostro curiosa.

Algunas veces es mejor ser cordial y prudencial, a ser un verdadero impulsivo, ya que no se sabría que podría suceder si pusiéramos encima de la mesa todas las cartas.

Eso mismo seguramente era lo que estaba haciendo Alphonse desde siempre, pues dejaba entrever que quería decir, pero jamas lo dejaba lo suficientemente claro para ser rechazado. Ademas, si se entregara a una sola mujer eso significaría que no habría ninguna otra nunca más en su vida, por lo que por esa razón no echaba toda la carne en el asador. De alguna forma eramos parecidos, solo que en mi caso aun poniéndolo todo de mi parte no era lo suficiente capaz de mirar a otras mujeres.

Agitando mi cabeza varios cabellos se movieron tapándome parte del rostro, por lo que me lo aparte con la mano echándolos hacia atrás.-Deberías conocer a Alphonse... jamas te lo dirá claramente por que una parte de él no quiere quedarse sin su libertad. Recuerda que no es como yo, a él verdaderamente le importa lo que pienses de él. Aclaré escuchando sus ultimas palabras, haciéndome entender que a lo mejor podría existir algo de lo que no me hubiese enterado hasta ahora. No obstante, yo sabía perfectamente de que entre ellos no existía nada. -¿...Pues no lo habido ya? Terminé aquella frase que ella no se atrevía a terminar. Siguiendo con aquella conversación me explico parte de sus motivos y por el por qué quería alejarse del clan, al menos por una temporada.

-Lo lamento tanto... Claro que sé perfectamente lo que sientes y me jode enormemente hacerte esto. Suspiré aun no necesitándolo, solo ya por una vieja costumbre como el respirar para los humanos.- El que debería estar sufriendo tendría que ser yo, por que tu menos que nadie te lo mereces.

-Si tan solo se atrevieran a hacerte daño cualquier otro te juro que le arrancaría la cabeza y la clavaría en una estaca, para que todo el mundo lo viera y estuviera atento a esa advertencia. Sin embargo, contra mi mismo no puedo hacerlo y mucho menos negar lo que soy... Innaris, te lo avise mucho antes de que todo esto pasara. Y lo sabes. La realidad de todo esto es que nadie tenía la culpa de los sentimientos y como era cada uno, como no podía mandar en ellos aunque lo deseemos con todas nuestras fuerzas. Colocándome detrás de ella levante el rostro, mirando fijamente a la luna como lo estaba haciendo ella en aquel instante.- Sinceramente nunca me a pasado nada semejante a ese sentimiento que tu sufres. Sentí algo en su momento y lo sigo sintiendo ahora cuando te veo, pero no a ese nivel con el que lo identificas tu.

Sentándome a su lado la miré seriamente, todo esto debido a aquel tema que estábamos tocando. En algún momento teníamos que hacerlo. -Eso espero si llega a suceder, que con el tiempo puedas llegar a perdonarme todo lo que te hice y te hago de aquí hasta el futuro. Murmuré clavando mis ojos en ella, mostrándole como de arrepentido podían expresar mis ojos cuando estaba delante de lo que verdaderamente me volvía débil.

En cuanto escuché su comentario sobre lo que eran capaz o no de hacer los de nuestro mismo clan, forcé una sonrisa irónica. Si hubiera estado ella al mando esa misma noche no lo hubiera duda ni un instante, pero ese no era el caso. La verdad es que quien estaba al mando en ese momento era uno de los vampiros más viejo. Aunque, claro, había que admitir que
de él no me fiaba demasiado. -Uno de los lideres de los brujos y el más mayor de todos, el mismo que lleva el consejo de esta raza no a podido asistir. Por lo que al final se a aplazado temporalmente. Asintiendo a su propuesta estaría la mar de encantado a que me acompañara a la próxima junta. -Sería un verdadero placer que lo hicieras.

En este momentos de la historia tenía una ligera idea de como acabaría todo, todo dependiendo de que clase de trato pondría el resto de el grupo restante ya que no solamente recaía sobre mis espaldas toda la responsabilidad. -Sinceramente no lo sé, no tengo la menos idea de como acabara todo esto... ya sabes perfectamente que no podemos permitirnos el perder esta alianza. Si lo hiciéramos estaríamos en las propias manos de nuestros enemigos.

-¿Crees que fui demasiado considerado con esta falta de respeto?

Los celos podría decirse que normalmente lo catalogaba para los seres humanos y otras especies, ya que estas están acostumbrado a dejarse llevar por las emociones como si fueran animales.

Mientras veía como se auto engañaba a esa realidad fui meditando sobre todo lo que estábamos hablando y como, entendiéndome en parte me daba parte de la razón y criticas sobre la manera que llevaba los asuntos los brujos. Hasta ella misma se daba cuenta de como era demasiado consecuente y estricto sobre algunos temas, y éste especialmente me estaba tocando mucho los cojones. El que no pudiera presentarse el mayor de los lides al consejo lo entendía, pero lo que no llegaba a comprender como podía ser posible que nadie más se pudiera encargar de este asunto. Aunque en realidad entendía el por qué de esa decisión por su parte, ya que si tenias que hacer de vital importancia es mejor hacerlo uno mismo. No obstante, ese rechazo me hacia pensar que realmente no se fiaban de la palabra de mi propio clan y la mía propia. Era ofensivo.

Cambiando de tema la miré seriamente pues no sabia que pensar realmente, el que hubiera tenido o no algo con mi propio hermano me hacia ponerme furioso. Pero tampoco podía comportarme de tal manera al ser yo mismo el que se acostaba con cualquiera que se me pusiera a mano. No podría recriminarle aunque quisiera. -No lo sé. Y tampoco podría cabrearme si lo hicieras...

-Intentalo si quieres, pero dudo que puedas conmigo.Dije mostrándole una media sonrisa en ese momento en el que la miraba, acto seguido levante mi barbilla y contemplé en un completo silencio el cielo junto a sus estrellas.-Nunca podría tenerte lastima aunque quisiera, por que vales mucho más que cualquier otra que haya conocido a lo largo de mi larga existencia como vampiro. Musité no mirándola en aquel momento, solamente haciéndole entender como la veía y me sentía a su lado, aunque realmente no supiera apreciarlo como debiera. Escuchando sus angustiosas palabras le devolví aquella mirada y sonrisa falsa, ¿Pero qué más podía hacer? Si, la amaba, pero nunca podría ser aquello que ella esperaba de mi. -Lamento escucharte decir eso, pero yo no lo veo así...

-Jamas consideraré está amistad como una perdida de tiempo y mucho menos lo que siento por ti.

Era cierto que me había acompañando a muchos lugares y habíamos viajo juntos en más de una ocasión. No obstante, hacia mucho que no la veía y sabia de ella. Una parte de alma quería volver aquellos tiempos donde íbamos a todos lados juntos, comiendo las mismas presas y compartiendo ardientes momentos de pasión. Lo echaba en falta, no lo negaba.-Es cierto que lo has echo, pero hace mucho que no vamos a ningún lugar juntos.

-¿Acaso no lo echas en falta? Por que yo si...

¿Un plan B? Si lo tuviera en mente no habría problema, no me preocuparía en absoluto el perder esa alianza. Pero sabes perfectamente que no podemos permitirnos el perderla, eso podría ser peligroso para nosotros y la familia Petrovk.Después de darle mi punto de vista, el silencio se hizo en aquel ambiente tan tenso.-Quizás no deba darlas algunas veces... por que me da la sensación de que no me toman en serio.

-¿En qué pienso?Repetí alejando mi mirada del cielo y centrándola en la suya. Aquella noche la encontraba especialmente hermosa. No sé si por que hacia mucho tiempo que no la veía o por qué realmente estaba deseando volver a encontrarme con ella. -En que haré ahora ya que todos los planes se cancelaron. Dudo mucho que quieras estar conmigo esta noche si verdaderamente sientes eso... Aclaré levantándome del suelo, sacudiendo mis ropas mientras la buscaba con la mirada.

Realmente me dañaba que el pensara queyo tuve algo con su hermano, era tonto, mas bien, la simple idea me resultaba repugnante y estúpida, y aun cuando yo se lo decía, ¿lo dudaba?, si que confiaba en mi, pero tenia razón, si hubiera tenido algo con Alphone simplemente no debería por que ponerse celoso o cualquier cosa así, aunque, dudaba que este se en celosara por aquello, tenia a tantas chicas para reemplazarme que de seguro no sedaría ni cuenta cuando ya no apareciera en su Castillo.- Es tonto que pienses que lo tuve... sabes no seguiré hablando de tu hermano, el tema me tiene mas que pateada.- murmure suspirandoy me cruce de brazos como una niña pequeña, aveces me salían esos gestos como si nada, los odiaba por que realmente parecía una regodiona pequeña.

Alce una ceja y ladee levemente el rostro para poder observarlo, sin poder evitar bajar mi vista a sus labios y quedarme observándolos, oh dios, sacudí levemente mi cabeza, y mire sus ojos.- sabes que puedo contigo...- dije alzando las cejas, no seria la primera vez que nos enfrentáramos, antes cuando estábamos mas juntos, siempre terminábamos jugando a ver quien era mas fuerte,nos divertía bastante, por que terminábamos en el suelo riendo y olvidando todos los problemas que habían a nuestro alrededor.- No me desafíes.- moví mi vista de nuevo hacia enfrente, mirando y fijándome en un punto fijo, una pollera color azul enfrente demi.

Reí suavemente sin observarle, no podía verle cuando hablábamos de nosotros en general, como si todo estuviera volviendo,los sentimientos, aunque los míos siempre estuvieron hay y nunca se fueron, una lastima, quizás, hubiera deseado que se fueran y no volvieran, por que el verle y saber que su amor no me iba a ser correspondido nunca, me era una tortura, tener que verlo en reuniones familiares con otras chicas alado era duro, incluso creo que a e ltambién le avergonzaba a veces aparecer con otras con las cuales pasaba la noche de ves en cuando, solo recordar eso me poníatriste.- Nunca dije que nuestra amistad era perder el tiempo, me refiero a mis sentimientos... eso si es perder el tiempo, saber queno seré correspondida por la persona que amo, es... doloroso.-murmure levantando levemente la vista y sonriendo levemente ¿sentir por mi?.- ¿sentir por mi?, acaso.. ¿sientes algo por mi?...¿cariño?, pues yo también hacia a ti.- le saque la lengua, me ponía nerviosa este tema, pero me gustaba hablar lo, sacaba a la Innaris queconocióo una vez, era raro ser yo frente a el despuéss detanto tiempo..

Claro que las echaba en falta, demasiado, ir al bosque con el, perdernos durante un día entero y preocupar a los demás, poner celosas a las chicas, arrancarnos cuando no podíamos...si lo echaba decenos.- Claro que lo hecho de menos, pero... la ultimavez que quise pasear contigo, estabas con otra paseando ya, por lo que ya no intente... ya que siempre que iba a verte a habitación, me decían que estabas ocupado con alguna chica...- dije mirándole fijamente, aunque quizás vea algo de celos en mi mirada, pero necesitaba verle y hacerle saber lo que sentía cada vez que me decían aquello, era odioso saber que andaba con otras... aunque, erasu vida.

Sobre la familia de los brujos, tenia razón,debíamos aprovecharla al máximo, después de todo así seriamos mas fuertes, como debía de ser, sin ellos quizás estábamos muy debilitados, y la idea era derrotar al oponente no ser su carnada.-Quizás tiene razón, deberías ponerte un poco mas mano firme, soloun poco, por que aveces te pasas.- sonreí empujándole hacia al lado levemente como un juego y reí bajando la vista cuando dijo que no queria pasar tiempo con el, dios, ¿realmente no se daba cuenta las ganas que tenia de que pasara conmigo esta noche?.

Mordí mi labio levemente, no quería que se fuera solo, que me dejara denuevo, me sentía bien con el, necesitaba esa cercanía de antes, un simple abrazo suyo me hacia feliz, quería que me dijera que me quería aunque fuera mentira, pero le necesitaba demacíado, aunqueno siempre fuera simpatica con este, pero le amaba y el lo sabia. Era un tonto por pensar que no le quería cerca, me levante y subí un tejado mas arriba para ponerme a su altura, mirando sus ojos un momento bastante largo, antes de pasar mi mano lentamente por sumejilla, sintiendo su suave y aterciopelada piel.- Sigues siendo tu.-susurre mirando sus ojos, bajando mis dedos de su mejilla a sus labios, rosan dolos levemente antes de acercarme y abrazarlo, dejando mi rostro entre su cuello y hombro.- Te extraño, te necesito...- susurre queriendo que respondiera mi abrazo, que me envolviera en ese calor frió de su cuerpo que me gustaba tanto, respirar ese perfume me tentaba demasiado, pero no podía evitarlo, aferre mi mano a su nuca lentamente y separe mi rostro de su cuello para mirarle de frente,dejando mi rostro a centímetros del suyo, sintiendo su respiracióny la miá, aunque la miá era como si hubiera corrido y dado vuelta el mundo. Mire sus labios nuevamente con disimulo, y me acerque, lentamente, rosando su nariz con la miá, con cuidado como si fuera aromper algo, sintiendo el helado rose de sus labios y atreviéndome a besarlo, atrapando sus labios con los mios y dejarlos hay sin moverlos, solo 5 segundos de pura magia y volar a donde nunca llegue,solo 5 segundos de pura felicidad y deseo de el, ya habia terminado cuando me separe lentamente y mire sus ojos con sorpresa, ahora teniaque ver su reaccion, no seria buena, algo me lo decía. Solté mimano de su cabello y di un paso atrás con la mirada baja.- Losiento.- fue lo único que se me ocurrió decir.

Algunas veces hay batallas que debemos librar no son justas, o no las merecemos por que nos hacen perder debido a una debilidad. Cada uno tiene su propio punto débil que los hace blanco de los demás y puede ser el final.

Y ella era mi punto débil, mi propia debilidad por la que seria capaz de perder...

Olvidando el tema sobre Alfonse y centrándonos esta vez en la fuerza de cada uno, me quedé mirándola fijamente mientras una de mis cejas se arqueaba ligeramente en un signo de interrogación que fue interpretado por mi propia mirada y de la que esperaba, casi sin esfuerzo, que Innaris fuera capaz de identificarla. Lo cierto era que no lo dudaba.-¿Estás segura de ello? Pregunté cuando dirigí toda mi atención al frente y observé como se extendía el terreno bajo nuestros pies. El ser un vampiro y poder subirse a la parte más alta de un edificio era una maravilla, si no decir que algo que debería experimentar cualquier ser de este mundo. El sentir el viento en su propio rostro cuando éste sopla, o el ver las propias estrellas bajo aquel manto oscuro eran una de las tantas cosas que podíamos apreciar.

¿Desafiarla? La verdad es que sería divertido volver a sentir esa clase de adrenalina subir por mi cuerpo, el ver quien de los dos era capaz de ganar aunque verdaderamente supiéramos quien era el vencedor. Pero igualmente era un gozo.

Volviendo a cambiar nuevamente a otro tipo de conversación fue eliminando parte de aquellos temores que me esperaba tarde o temprano y que jamas, nunca en mi vida desvelaría a nadie. Clavando mis pupilas en aquel rostro no me moví en un primer instante, lo cierto era que no sabía que debía decir en una situación similar sin herirla. ¿En gañarle? Me juré en su momento no hacerlo cuando acabamos discutiendo por primera vez, no volver a herirla y mentirle con mis verdaderos sentimientos. ¿Pero no era eso acaso mentirle? Le estaba ocultando parte de una verdad que debería saber y por la cual, por su propio bien no podía decirle. Era lo mejor para todos... ¿O más bien solo para mi?

-Eso tampoco es perder el tiempo a mi parecer, el que sientas algo no es algo inútil. No todos tenemos esa misma suerte de poder experimentarlo y saber que es lo que se siente... deberías estar agradecida de poder vivirlo. Ademas, el que no te sientes correspondida es muy relevante... todo depende del momento o como nos encontremos. Era una realidad en el fondo. ¿Por qué lo digo? Muy simple de explicar; puede ser que me acostara con otras mujeres, que disfrutara de propia compañía y me sacaran una sonrisa. Pero solamente era eso. En esa clase de trato donde solo había tocamientos o fornicación no existía otra cosa, no pondría jamas ninguna clase de sentimientos. En cambio, cuando había estado con ella, con Innaris, todo era completamente diferente. En cada momento que pasaba con ella podía ser yo mismo, podía mostrarme como verdaderamente era ya que ella misma me conocía como si fuera la palma de su mano.

Quizás por eso mismo trataba siempre de tener esa amistad.

-¿Por qué lo dudas tanto? Pregunté no esperándome aquella pregunta, la verdad es que era algo lógico de ver si no había sido capaz nunca de demostrarle un mínimo de cariño o amor. Viendo su reacción la verdad era que no sabia si reírme por su carácter de niña pequeña o mostrarle alguna clase de afecto. En todo caso solamente hice un ligero movimiento con mi rostro hacia su dirección.

Rápidamente cambio de tema, a uno que la verdad es que no me esperé lo más mínimo, puesto no había tenido idea de que habíamos coincidido en alguna ocasión. ¿Pero cuando? ¿Dónde exactamente y a que hora?

-¿Cuándo había sido eso? No te eh visto desde hace ya años y ahora, de repente, me dices que me has visto hace poco... ¿Por qué no me buscaste? Deberías saber perfectamente que abandonaría a cualquiera por estar contigo. ¿O acaso no lo sabes? Aclaré mostrándole una mirada furiosa por unos instantes, no pudiendo controlar mi propio genio debido a aquella información que me había confesado la vampira. Incluso después de años y siglos sigo sin entender a las mujeres, como sus pensamientos negativos e irracionales pueden mandar sobre ellas mismas.

Si no me comportara de dicha manera no me tomarían en serio o no se harían las cosas con tal rapidez y eficacia. Debía comportarme así aunque no quisiera y no deseara hacerlo, debía parecer un verdadero ogro. Notando aquel pequeño empujón por su parte la miré fijamente, viendo y comprobando como bajaba su mirada en aquel momento en el que ambos nos quedábamos en completo silencio. Acto seguido se levanto y subió varios peldaños hasta encontrarse justamente enfrente de mi rostro, mirándome sin titubear ni un solo instante. Ella es la única mujer que es capaz de hacerme frente sin apartar su mirada y esconderla en otro lado. Acercando su mano a mi rostro rozó con las yemas de sus dedos mi piel, mientras que susurraba algo entre sus labios que me hizo que la mirase aun más intensamente. -Eso creo... Permaneciendo inmóvil en aquel instante fui observando cada uno de sus movimientos, como se acercaba a mi cuerpo y me rodeaba con sus delgados brazos mientras escondía su rostro en mi cuello. Subiendo mi mano izquierda a su cabeza acaricié sus largos cabellos y luego bajé suavemente y lentamente hasta su espalda, donde deposité mi mano en su delgada y estilizada cintura.-Si te dijera que no te extrañe te estaría mintiendo... Musité correspondiéndole a aquel abrazo y pegándola a aun más a mi cuerpo, cuando de pronto ella se separo y se me quedo mirando, clavando aquella intensa mirada en mis ojos. Acercando su rostro al mio comenzó a rozar su nariz contra la mía, ese gesto me hizo acordarme de muchos momentos donde habíamos hecho exactamente lo mismo y después de varias mirada juguetonas acabamos besándonos. En ninguna de esas veces podíamos adivinar quien seria el que lo haría primero, ya que en la mayoría de las ocasiones siempre era algo salvaje e instintivo.

Y como siempre pasaba me beso, se me adelanto mucho antes de que empezara a mover mis propias cartas. Sintiendo sus cálidos labios me dejé cautivar por ellos, por la manera en que los depositaba encima de los míos y me brindaba algo que consideraba verdaderamente único. Aquel beso se podría considerar puro, ya que nuestros labios solamente se rosaba de una manera tierna y delicada. Cosa que normalmente no era así. Siempre nos dejábamos llevar por el instinto, por el propio placer que era devorar aquella boca o cuerpo que nos invitaba a querer poseerlo.

Después de varios segundos que parecieron eternos se separo lentamente mientras comenzaba a disculparse. ¿Por querer besarme? Cuando comenzó a apartar su mano de mi cuello se la cogí, envolviéndola cariñosamente con la palma de mi mano y colocándola donde debería existir mi corazón. -No te disculpes por algo que deseábamos los dos... Susurré lentamente mientras acercaba mi rostro al suyo y rozaba mi nariz de la misma forma que lo había hecho minutos antes.-Yo también lo quería. ¿O te arrepientes de haberlo hecho?

Que tonta podía ser, hablaba tanto, que muchas cosas se me salían de mi bocota, y terminaba contandole cosas que el no tenía idea, como por ejemplo, el que le había ido a ver a su habitacion miles de veces en los años que no le ví, bueno, tambien queria saber cosas de el ¿no?, despues de todo, siempre lo eh amado y no por que me alla ído significa que no le querría ver nunca mas. Aveces era un idiota por pensar que yo no le quería cerca, por que el mas que nadie sabe que lo quiero tan cerca como antes lo tenía.
-Nunca hemos coincidido la verdad, pero yo si eh ido al castillo para visitarte... pero como te digo.- dije encogiendome de hombros suspirando.- Te diviertes tanto, que cuando voy a tu habitacion los guardias me dicen que es mejor que no pase por que estas ocupado, y obviamente tengo mi oido bastante agudo para saber que hacen... ademas... de que no son muy callados, por que las chicas parecen que las estubieran matando, es mas... ni yo gritaba tanto.- dije cada vez mas rapido, como que no podía parar de decirle las cosas, esque... era obvio que los celos me comian, despues de todo lo amaba, y las veces que sabía que estaba con una chica, me daban ganas de ocupar su puesto en esos momentos. ¡Ahhh mierda como le odiaba a veces!.- Si te eh buscado, pero como digo.. las veces que lo hago, estas con alguien, y la verdad... no me gusta entrometerme en tus amorios...- Termine por bajar la vista un poco al recordar miles de momentos de calor y pasion entre nosotros, y ahora que recordaba, yo era peor sobre los gritos y esas cosas, mas bien... eramos mas... salvajes y nos gustaba lo fuerte, bueno en siertas ocaciones, por que tambien lo hacíamos calmados y con cariño, bueno...nosotros habíamos tenido nuestros tiempo y nos habíamos sabido cuidar y querer bastante. Cuanto daría por aquello otra vez.

!Oh¡ pero deseguro ahora sus guardias se meterían en problemas, ya que yo les decía que no les dijera nada sobre mi presencia por que estaba segura de que este trataría de seguírme, le conocia.
-No los castigues... ni tampoco los regañes.- dije rapidamente mirando sus ojos.- Se lo cruel que puedes ser... yo les dije a tus guardias que no te dijeran absolutamente nada, asique si le haras alguna cosa, entonces hazmela a mi y no a ellos...- dije seriamente, no quería que les hiciera daño por mi culpa, a veces Ed podía ser muy cruel con los castigos, aunque tenia esa carita de caballero y tranquilo, por dentro era todo un demonio, pero era mi demonio el cual me ponía con solo mirarme, DIOS COMO LE AMO!.

No podía creerlo, todo lo que soñe estos ultimos años, por fin lo cumplía, mi sueño, había sido poder estar asi con Edward otra vez, aunque fuera solo unos minutos, sentír su mano deslizarse por mi espalda y acariciar mi cabello, me hacía volar por todo el mundo, poso sus manos en mi cintura, y claro, le bese, necesitaba eso bastante, realmente lo necesitaba, y mas de su parte, y lo magico, era que el me lo había correspondido, aunque, no era el mejor de nuestros besos por que siempre que nos besabamos... llegabamos a otra parte. Pero este era especial, aunque fuera para mi, era especial, sus labios eran tiernos y suaves, como los recordaba, al parecer no había cambiado mucho, aunque... me daba peresa pensar cuantas lo habrian provado.

Me puse totalmente nerviosa cuando este coloco mi mano sobre su corazon, ¿el tambien había deseado mis labios?, le mire fijamente sorprendida, si ahora mi corazon latiera, estaria por explotar, aunque tenía la sensacion de que estaba latiendo. Ahora que lo pienso, en estos casos asi, realmente se extraña ser humana, el poder sonrojarme o que mi corazon demostrara cosas que yo no podía decir con palabras, seria demaciado facil todo para mi, pero bueno, me toco lo que tenía que tocar, y asi estoy feliz, por tenerlo a mi lado a el.
-¿arrepentirme?.- pregunte abriendo los ojos un poco mas, sintiendo su nariz rozar la mia denuevo, ya sabía donde llegaría esto denuevo, era tan obvio, pero era demaciado para detenernos, no me quedaba fuerza de voluntad para alejarme, no queria alejarme.- Claro que no, si te bese fue por que.... te quería tener asi denuevo.- murmure avergonzasa, tenia que estarlo era tan obvio, hace tanto que no le veía y ahora... era todo tan genial. Saque mi mano de su pecho y la subí lentamente a sus labios, pasando mi dedo por su labio inferior con suavidad.
-No sabes, cuanto te amo.. y aunque tus sentimientos no me correspondan, te seguire amando siempre, y lo sabes..- murmure segura de lo que decía, el tenerle tan cerca realmente me hacia querer mas, y el me conocía para saberlo. Lentamente y con cuidado pase mi uña por su labio inferior, haciendole un pequeño corte que dejo brotar sangre, mire sus ojos para ver que me decía su mirada, pero acerque mi boca a la suya, pasando la punta de mi lengua sobre su labio para no desperdiciar la sangre, lo bueno era que se regeneraria solo. - Edward... te deseo tanto.- murmure en sus labios, mirando sus ojos, subiendo mi mano a su cabello y de un rapido movimiento, pase mi pie con cuidado entre los suyos, para hacer caer en el tejado con suavidad y quedarme encima, juntando mis labios con los suyos, esta vez, apretando sus labios con los mios, saboriando su sangre y lamiendo su labio inferior de vez en cuando, el beso.. era tranquilo pero intenso a la vez, ya que mi lengua recorria su boca para buscar la suya, realmente queria estar asi con el u momento aunque fuera, acariciar su melena castaña, y sentir sus labios, y ese sabor a sangre de su boca, su sangre, me encantaba me volvia mas loca de lo que ahora me encontraba. Nunca había sentido tal impulso de lo que hice, pero no me arrepentia, ¿el se enfadaria?, me separe despues de 15 segundos mas omenos, quedandome en la misma posicion, encima de el con mis manos encarcelandole y mis piernas entre las suyas, esperaba no haberle echo daño-

En todos aquellos años que nos habíamos conocido jamas llegué a imaginar que sucedería algo semejante y lo peor de todo, es que no tenía ni la menor idea. De hecho debía admitir que me extrañaba que tomara aquella actitud, que no entrara a la fuerza y acabara gritándome como siempre hacia la mayoría que se creía que tenían un mínimo de derecho con reprocharme.

Eso me sorprendió... aunque quizás no tanto.

-No seas exagerada... Dije arqueando mis cejas mientras se me escapaba de los labios una ligera sonrisa.-No sera más bien que nunca te has escuchado a ti misma, por que si no recuerdo mal y mi memoria, aunque sea vieja, creo que si te escuchado gritar de placer... Fui bajando el volumen de mi voz hasta casi dejarlo como un susurro, un leve sonido que solamente su oído sería capaz de escuchar. Sin que ella se diera cuenta estaba captando más de un tono celoso en su voz, algo que no que era suficiente para saber como se encontraba y como nunca, desde que la había conocido, había sido bastante para engañarme. Pero eso no significaba que la conociera, solamente había tenido una ligera idea de aquel sentimiento que siempre había querido dejarlo pasar. Por que cada vez que llegaba a algo más con alguien que me importaba, al final todo se deterioraba debido a engaños por parte de los demás o por el mismo paso del tiempo.

En cuanto comenzó a decir que no le echara ninguna clase de bronca a mis guardias lo cierto era que me entraban muchas mas ganas de hacerlo. No por que no me fiara de ellos, si no por que en todos los años que se habían encontrado a mis servicios jamas lo habían mencionado. Aunque yo tampoco había preguntado por ella.-No diré nada... pero si vuelven a mentirme te juro que la próxima vez no seré tan consecuente. Sabes perfectamente como son mis pensamientos y como actuó, y esta desde luego no es la manera. Musité escuchando sus palabras, dejándome llevar mientras sus labios y sus manos seguían siendo el control de mis acciones como antes solíamos hacerlo. Besando aquellos dedos que con anteriormente se encontraban posados sobre mi pecho la miré, dejándola hablar sin interrumpirla en ningún momento puesto todo lo que estaba saliendo de esa boca ya lo sabía. Solo que mi forma de amarla era un tanto diferente al que ella se creía, puesto el amar una mujer no significaba que tuviera que estar con ella para toda la eternidad. Si pensara de esa manera desde luego creo que jamas llegaría a poder querer a nadie, ya que mi forma de amarla era muy diferente al de el resto del mundo.-No digas cosas que sacas solo con tus propias conclusiones... Sintiendo aquel corte en mi labio inferior la miré fijamente, centrando mi mirada grisácea en aquellos ojos que se fueron acercando muy lentamente hasta que me volvió a besar, succionando una a una aquellas minúsculas gotas que estaban saliendo a la superficie.

Sin apenas darme cuenta, aunque si intuyendo cada uno de esos movimientos que estaba realizando caímos los dos sobre el tejado, quedándose ella encima mía mientras me seguía mirando y besando, robándome más de un beso que fui correspondiendo a su justa medida. Levantando mi mano izquierda a su rostro acaricié su mejilla suavemente, bajando lentamente hasta el empiezo de el cuello de su camisa donde comencé a desabrochar uno a uno los botones que componía ésta.-¿Estas vengando? ¿O planeas hacerme daño de verdad? Por que como no le pongas algo más de fuerza desde luego nunca lo conseguirás... Dije mostrándole una ligera sonrisa en mis labios en cuanto se separo, cuando de pronto erguí un poco mi rostro para apoderarme de aquel suave cuello hasta morderlo.

Me había quedado pensando en por que me miraba tan raro, ¿acaso no se había imaginado de que le había ido a ver alguna vez?, pues que mal, por que si o si tendría que creerlo, aunque estaba segura que lo creería, el sabía que yo no era capaz de mentírle, osea, si le podía mentir, de que lo hacía a veces lo hacía, incluso ahora o quizás después, quien sabía. Yo por mi parte, estaba pendiente de otra cosa, de el, se me hacía interesante estar con el ahora mismo, salían conversaciones que no pensé que tocaríamos por respeto a los dos, o simplemente para no incomodarnos.
-Oh vamos... yo no era tan gritona.- dije entrecerrando levemente los ojos sintiendo algo de vergüenza ante lo que había dicho de mi, aunque tenía que asumir, muy dentro de mi que era un tanto cierto.- Bueno eso ya da igual, lo que importa es que no te abandone del todo, te visite pero tu no estabas disponible.- termine por decir.

Fuera como fuera, como ya dije, eso ya no importaba, solo eran recuerdos de tiempo de diversión de los dos, en el cual nos habíamos jurado estar siempre juntos y blablabla.... puras mentiras, que me llevo a enamorarme y que como ya ven termine abandonándome a el como ahora. No quería parecer fácil, no quería que el pensara que yo era fácil, no quería hacerle pensar cosas de mi que no eran, mas bien, siempre quise darle la mejor impresión de mi, siempre. Y si.., alguna vez se decepcionaba de mi.... entonces sufriría la vergüenza mas grande del mundo además de que ese día seria que el desaparecería por siempre de su vida y del mundo.

Acenti a lo de sus guardias, aunque encontré que estaba exagerando demasiado.
-Creo que estas exagerando, solo hicieron lo que dije... ellos son fieles a ti y lo sabes, no deberías castigarlos por algo tan pequeño, aunque ya me dijiste que no lo harías aun así...- murmure mientras susurraba cada palabra que decía, sintiendo sus labios en mis dedos mientras yo miraba sus labios y como me tentaba querer besarlos como antes, no sabía este cuanto deseaba que algún día fuéramos solamente el y yo, pero tenía claro lo sabia, que eso nunca pasaría por que el no era de esos que les gustaba tener pareja, mas bien, podía quererme demasiado, pero eso no era para limitarse a mas chicas y cosas así, podía ser la única a la que amara o quien sabe, pero no limita a nada. Podría decir que es como... un amor pero lejano.

Negué lentamente ante su pequeño comentario de mis conclusiones, pero no dije nada, yo sabia muy bien las cosas, como iba todo esto y que llevaría todo esto, que pasaría luego y lo que el pensaba de una relación o de amar a alguien, o quien sabe que cosa, pero lo sabia, podía verlo en sus ojos, el sabia que para mi era fácil saber lo que pensaba.
Seguí besando su labio mientras bebía cada gota que salia de su labio, lamiéndolo y chupándolo levemente y jugueteando un poco.
Baje levemente mi rostro para ver sus manos desabrochar mi camisa lentamente, sonreí ante lo que dijo y rodee los ojos.
-No se trata de herirte.- reí con alegría por primera vez desde que le encontré de nuevo o desde... que este me encontró, lo cual me impresiono un tanto, cerré los ojos levemente cuando sus labios descendieron a mi cuello, besándolo sintiendo lo cálido de este, pero en ningún momento se me ocurrió que haría aquello, abrí los ojos y solté un jadeo suave cuando sus dientes penetraron mi piel, haciéndome relamer levemente y mirar la luna mientras mi mano acariciaba su cabello y mis labios iban hacia su mejilla para besarla.- Con calma.- murmure sonriendo mientras pasaba una mano por su pecho como podía. Pero... mierda!.

-Edward.- susurre sin querer llamar la atención, al parecer el no se había dado cuenta aun, pero nos observaban era uno, se me había olvidado aquello, pero no pensé que terminarían buscándome por todos lados, o el en especial.- Detente... shhh..- susurre en su oído antes de separarle de mi cuello y sentirme un tanto mareada, mire sus ojos con arrepentimiento.- Tienes que irte ya,....- dije mirando sus labios ensangrentados y su barbilla manchada con una gota que había resbalado de sus labios.- Tienes que largarte e ir al castillo y quedarte hay ¿vale? yo ire luego cuando termine esto....- pedí repentinamente no quería sonar alarmada pero me buscaba a mi, me quería muerta pero a mi, no a el, y tenía miedo de que saliera lastimado.- Hay un Plaguebringe cometí un error, bueno lo hice por defensa..- dije tratando de explicarme rapidamente para que entendiera que pasaba, Me levante del suelo, mas bien de encima de el, sintiendo que mi camisa estaba mojada por un lado de mi cuello, sangre mia obviamente, pero la herida ya se iba sanando. Mire a los lados, luego a el.- Tienes que irte.- murmure denuevo, cuando en eso una sombra me cubrió, la luna ya no se veía, era demasiado alto, sentí unos brazos agarrarme del estomago y me aprecionaron hacia el cuerpo.

-No fue tan difícil como pensé....- escuche detrás de mi, alce la vista era el, me tenia y no podía hacer nada por que en su mano se encontraba un cuchillo de plata que tenia en mi cuello pero que no pegaba a mi piel aun, si lo hiciera me estaría quemando la piel, miro a Edward y yo hice lo mismo.
- El no tiene nada que ver en esto.- dije mirando a Edward, pero le hablaba al Plaguebringe. Sabia que Edward no se iría, aunque si lo hiciera entonces estaria bastante contenta al saber que no sufriria peligro alguno.
-Muevete, trata de atacarme... o haz alguna cosa sospechosa... y te juro que le cruzo la garganta a esta, zorra.- pronuncio.
-No fue mi culpa, el me ataco primero lo hice en defensa..- dije mirando al que me tenia amenazada.
-Mataste a mi hijo.- el filo del cuchillo toco mi garganta y sonó como si frieran algo, era mi piel la que se quemaba y me ardía dolía demasiado, grite levemente y saco ese filo alejándolo un poco.
-El me ataco primero sin razón alguna...- murmure mirando a Edward.- Vete!.- le grite desesperada, que pasa si aparecían mas de los de ellos y le hacían daño a edward....