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Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
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Terre Maudite :: Paises :: Asia :: Japón :: Tokyo
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Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Los frondosos árboles, elcielo cubierto por las ramas, el aroma de la libertad flotando en el aire. Elamanecer estaría por llegar en cualquier minuto, ya que los tenues rayos de soldeseaban iluminar el cielo despejado de aquel día. En aquel lugar los visitantestodavía no empezaban a llegar. El monte Takao es uno de los más visitados porsu variedad de atracciones. Los templos, el zoológico, las cascadas, lamaravillosa vista de la ciudad.
Pero no era el afán turísticoo recreativo el que movía al joven pelinegro que allí se encontraba,precisamente. Los motivos que tenía eran muy distintos. Hacía un par de mesesque había ocurrido algo bastante “particular”, se había encontrado con unlicántropo con escaso control en su forma lobuna, al menos todo había salidobien. Pero esta persona se trataba ni más ni menos que uno de loscantantes de moda más exitosos delmomento. Y tras una larga conversación había logrado convencerlo de aceptar suayuda, así que allí estaban alejándose de uno de los caminos que usualmente eramenos transitados. La demora de poner aquello en práctica había sido la agendaapretada de la celebridad.
Habían pasado un par de horasdesde que se habían reunido para la primera sesión de entrenamiento. Podíallegar a ser peligroso, después de lo que había visto, pero por otra parte sesentía sumamente emocionado. O más bien citado. Era una especie de reto… bueno,lo importante era ayudarlo a obtener control de sus propios actos y eso podíallegar a causarle más de alguna herida. Pero era interesante compartir con otrode su raza, mucho más si este no le podía leer la mente y no sabía que ocurríaen los rincones de esta. Tenía un par de ideas planeadas, pero sería buenodiscutirlo con el otro.
- Deaquí nos desviamos – dijo señalando un gran árbol para alejarse del sederoque por su poco uso se encontraba poblado de pequeñas plantas; y adentrarse enun camino que prácticamente no se podía apreciar. Era como si los finos árbolesdispuestos al azar camuflaran aquella vía, que se habría frente a los ágiles yprecisos pasos de Yoru demostrando así su existencia con completa seguridad. – Seguiremos sólo un par de kilómetros más hastaadentrarnos, ya estamos bastante cerca del lugar que he dispuesto, allípodremos estar tranquilos.
Cargaba con una pequeñamochila que llevaba al hombro sin dificultad alguna. Miraba de reojo al mayor,en esa situación. Por alguna razón pensó que sería extraño ver a tal individuoen ese ambiente natural, pero no resultaba así. Era mucho mejor de lo que habíaesperado, creía que podía deberse quizás a haberse ganado su confianza, enalgún grado claro esta. O tal vez, él mismo ya se había hecho a la idea y no laveía como una simple fábula.
- ¿Quetal los ánimos para practicar? –Preguntó con tono entusiasmado, tratandode alentar al mayor. Mientras sus largas zancadas seguían moviéndose en unadanza aleatoria pero precisa – vamos a acelerar unpoco más el paso – le propuso con un gesto de exaltación, era mejorllegar luego hasta aquel lugar.
Ya no caminaba, corría sin rompersiquiera la más fina de las ramitas, sin que por ello perdiera de vista almayor en cualquier momento, aquello parecía una carrera pero no importaba quienganara. La libertad que se sentía en esos momentos era grandiosa, el aireentrando y saliendo de sus pulmones a un ritmo propio. Donde sus músculostrabajaban juntos para realizar tal esfuerzo. Aquello era la mejor parte de serdistinto, poder apreciar aquella belleza que le rodeaba, sentir el olor atierra húmeda y de la vegetación reinante. Raramente se podría compartir algoasí y era algo agradable, compartir un secreto con alguien más y no guardárselopara si mismo simplemente.
- Llegamos - dijo extendiendo sus brazos para mostrar asu alrededor la frondosa vegetación, se encontraban en lo más profundo de lasmontañas- Aquí no tendremos problemas.
Por un instante lo miro, ylanzó su mochila a un costado, mientras comenzaba a sacarse el sweter y lacamiseta, prendas que dejo sobre la mochila. Se giraró y quedar de frente aHaruka-san con el torso desnudo.
- Creoque será mejor que entre en fase primero y te acostumbres a mi forma lobuna,antes de que lo hagas tú – dijomientras se desabotonaba los vaqueros.
Así fue como en pocos segundosse encontraba completamente desnudo, era un procedimiento habitual, aunque enesos momentos se sentía un poco incomodo. Era mejor que se enfocara en lo quedebía hacer y no comenzar a pensar cosas que no contribuían en nada más que enhacer todo más difícil. Se concentro y dejo que su esencia lobuna saliera a flote.Sus huesos y músculos se reacomodaron, cambiando de extensión y forma, en tantoel pelo negro cubría su cuerpo. A los pocos segundos estaba convertido en ungran lobo negro, con esa mancha blanca que lo identificaba.
Dio unos cuantos pasos paraacercarse al cantante y luego se sentó en sus curtos traseros, mientras loobservaba con esos ojos inteligentes.
Pero no era el afán turísticoo recreativo el que movía al joven pelinegro que allí se encontraba,precisamente. Los motivos que tenía eran muy distintos. Hacía un par de mesesque había ocurrido algo bastante “particular”, se había encontrado con unlicántropo con escaso control en su forma lobuna, al menos todo había salidobien. Pero esta persona se trataba ni más ni menos que uno de loscantantes de moda más exitosos delmomento. Y tras una larga conversación había logrado convencerlo de aceptar suayuda, así que allí estaban alejándose de uno de los caminos que usualmente eramenos transitados. La demora de poner aquello en práctica había sido la agendaapretada de la celebridad.
Habían pasado un par de horasdesde que se habían reunido para la primera sesión de entrenamiento. Podíallegar a ser peligroso, después de lo que había visto, pero por otra parte sesentía sumamente emocionado. O más bien citado. Era una especie de reto… bueno,lo importante era ayudarlo a obtener control de sus propios actos y eso podíallegar a causarle más de alguna herida. Pero era interesante compartir con otrode su raza, mucho más si este no le podía leer la mente y no sabía que ocurríaen los rincones de esta. Tenía un par de ideas planeadas, pero sería buenodiscutirlo con el otro.
- Deaquí nos desviamos – dijo señalando un gran árbol para alejarse del sederoque por su poco uso se encontraba poblado de pequeñas plantas; y adentrarse enun camino que prácticamente no se podía apreciar. Era como si los finos árbolesdispuestos al azar camuflaran aquella vía, que se habría frente a los ágiles yprecisos pasos de Yoru demostrando así su existencia con completa seguridad. – Seguiremos sólo un par de kilómetros más hastaadentrarnos, ya estamos bastante cerca del lugar que he dispuesto, allípodremos estar tranquilos.
Cargaba con una pequeñamochila que llevaba al hombro sin dificultad alguna. Miraba de reojo al mayor,en esa situación. Por alguna razón pensó que sería extraño ver a tal individuoen ese ambiente natural, pero no resultaba así. Era mucho mejor de lo que habíaesperado, creía que podía deberse quizás a haberse ganado su confianza, enalgún grado claro esta. O tal vez, él mismo ya se había hecho a la idea y no laveía como una simple fábula.
- ¿Quetal los ánimos para practicar? –Preguntó con tono entusiasmado, tratandode alentar al mayor. Mientras sus largas zancadas seguían moviéndose en unadanza aleatoria pero precisa – vamos a acelerar unpoco más el paso – le propuso con un gesto de exaltación, era mejorllegar luego hasta aquel lugar.
Ya no caminaba, corría sin rompersiquiera la más fina de las ramitas, sin que por ello perdiera de vista almayor en cualquier momento, aquello parecía una carrera pero no importaba quienganara. La libertad que se sentía en esos momentos era grandiosa, el aireentrando y saliendo de sus pulmones a un ritmo propio. Donde sus músculostrabajaban juntos para realizar tal esfuerzo. Aquello era la mejor parte de serdistinto, poder apreciar aquella belleza que le rodeaba, sentir el olor atierra húmeda y de la vegetación reinante. Raramente se podría compartir algoasí y era algo agradable, compartir un secreto con alguien más y no guardárselopara si mismo simplemente.
- Llegamos - dijo extendiendo sus brazos para mostrar asu alrededor la frondosa vegetación, se encontraban en lo más profundo de lasmontañas- Aquí no tendremos problemas.
Por un instante lo miro, ylanzó su mochila a un costado, mientras comenzaba a sacarse el sweter y lacamiseta, prendas que dejo sobre la mochila. Se giraró y quedar de frente aHaruka-san con el torso desnudo.
- Creoque será mejor que entre en fase primero y te acostumbres a mi forma lobuna,antes de que lo hagas tú – dijomientras se desabotonaba los vaqueros.
Así fue como en pocos segundosse encontraba completamente desnudo, era un procedimiento habitual, aunque enesos momentos se sentía un poco incomodo. Era mejor que se enfocara en lo quedebía hacer y no comenzar a pensar cosas que no contribuían en nada más que enhacer todo más difícil. Se concentro y dejo que su esencia lobuna saliera a flote.Sus huesos y músculos se reacomodaron, cambiando de extensión y forma, en tantoel pelo negro cubría su cuerpo. A los pocos segundos estaba convertido en ungran lobo negro, con esa mancha blanca que lo identificaba.
Dio unos cuantos pasos paraacercarse al cantante y luego se sentó en sus curtos traseros, mientras loobservaba con esos ojos inteligentes.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Si le ponemos empeño lograremos encontrar una solución a los problemas, aunque esta parezca imposible en algunos momentos de nuestras vidas. Eso mismo había pasado en mi propia vida y esta solución apareció como por arte de magia delante de mis narices como si la hubiese tenido delante siempre.
Esos mismos pensamientos fueron rondando dentro de mi cabeza mientras tomaba uno de mis aviones privados y me dirigía directamente hacia Japón, a los alrededores mas concretamente. Cuando el avión aterrizo directamente en Tokyo me quité el cinturón de seguridad y me levante, comenzando a caminar por el medio del pasillo hasta la misma entrada donde me paré unos segundos y me quedé contemplando el aeropuerto con una expresión de extrañeza en mi rostro. Ese aeropuerto no se le parecía en nada al de Nueva York, de hecho era hasta más pequeño y ridículamente pobre a comparación. Bajé por las escaleras hasta la altura donde me estaba esperando un coche, como siempre había hecho Erika fue la que se había ocupado de tenerlo listo para poder cogerlo en cuanto llegase.
-Adoro a esta mujer....Pensé mientras cogía la llave que me habían entregado en la mano una de las azafatas y abría el coche al darle al pequeño piloto. Colocando mi mano en la puerta la abrí y entre dentro, cerrándola a continuación para encender el motor. Este rugió violentamente en cuanto le metí la primera y apreté el embrague con fuerza, para soltarlo suavemente. El coche salio disparado por la carretera más cercana y ya que me faltaban varias horas hasta llegar al lugar destinado, al menos pensaba disfrutarlo al máximo. Dudaba que pudiera cogerlo en aquella zona debido a la alta vegetación y la escasees de carreteras.
Con la música puesta y a toda leches, llegué a mi destino en menos de varias horas donde me estaba esperando aquel licántropo. Estaba como lo recordaba, si no incluso hasta menos niño de lo que recordaba si me atrevía a mencionar. Algo que no hice y me guardé mi comentario.
-Dime donde tenemos que dirigirnos y te llevo en coche.
Diciéndome y indicándome el camino exacto logramos llegar a un camino muy estrecho, que se encontraba en uno de los desvíos de la derecha cuando dejabas la autopista. Por que Yoru me había indicado, si no casi me lo hubiese pasado seguramente. Dejando el coche en el final de una carretera paré el motor a los diez segundo y salí del coche, cerrándolo después. El dejarlo allí desde luego no me hacia ninguna gracia, pero si no existía ninguna otra carretera era imposible seguir, por que esa era la mejor opción.
Si, Erika se entera me matara fijo...Pensé mientras me dirigía a la parte trasera del coche y cogía el equipaje. Afortunadamente no llevaba mucho, ya que en mis viajes tampoco podía permitirme el lujo de ir con miles y miles de montones de maletas; en una sola lograba llevar todo lo necesario para un par de semanas, y si mis cálculos eran buenos podría sobrevivir perfectamente con ella hasta que volviera. ¿Tampoco iba a ser tan horrible aprender hacer las cosas por mi mismo no? Tendría que aprender ya que otra alternativa no me quedaba...
Tras una larga caminata llegamos al sitio indicando, una mansión japonesa antigua que desde luego por la pinta que tenía tendría que ser de la Era Taisho. Si no un poco más cercana a nuestra época, pero seguramente de Herencia o adquirida por algún familiar suyo.
El traslado fue fácil, demasiados cuartos en los cuales elegir y por lo que parecía no se encontraba demasiada gente en la vivienda. Juraría que estábamos solos. Y si había alguien en la casa desde luego se encontraba demasiado escondiendo para haberme dado cuenta. Dejando las maletas en la habitación me hizo un paseo rápido y nos fuimos directamente hacia el terreno donde planeábamos practicar mis transformaciones. El camino era largo, lleno de matorrales que hacia un camino casi invisible que pude seguir sin el menor problema como si fuera igual de ágil que aquel licántropo. Sin embargo, el no haberme transformado muy a menudo había logrado deteriorarme físicamente, no lograba tener aquella confianza que mostraba el mas joven y tampoco aquellos pasos casi invisibles.
-¿Mis ánimos? Si te dijera que no me encuentro nervioso estaría mintiéndote descaradamente. Pero se lleva bien, con ánimos de ver cuanto autocontrol tengo.Aclaré siguiendo sus pasos detrás de el por el medio del bosque hasta que nos encontramos con un enorme árbol que logro que me parase. Luego lo rodeamos y seguimos por el medio de la hierba, aumentando la velocidad de nuestras pisadas sin el menor problema. Al menos al principio, hasta que llegamos a una especie de claro verde donde nos detuvimos y anuncio claramente que ese era el lugar elegido por él para hacer nuestras practicas.
Dejando su mochila en un costado donde no estorbara comenzó a desnudarse; primero con su sudadera y luego la camiseta que llevaba debajo. Luego desabrocho los botones de sus pantalones y se los quito, junto a su ropa interior. Era cierto que llevaba varios meses que no hacia el amor con nadie, de hecho no entendía por que no me apetecía hacerlo. Pero el ver ese cuerpo desnudo nuevamente delante mía hizo que una extraña sensación se apoderara de mi cuerpo y mi mente. Tenía que dejar de pensar en esos pensamientos y centrarme a lo que había venido. Afortunadamente la transformación de el pequeño licántropo duro poco, a los pocos segundos se encontraba en su forma lobuna y sentado sobre sus patas traseras.
-Entiendo... siendo humano no tengo problema. Se controlarlo medianamente bien, al menos hasta que me transformo.Le aclaré sintiendo como mi propio cuerpo se tensaba, los músculos empezaban a endurecerse y a ejercer sobre mi propia piel un cambio radical. Era algo que no lograba controlar. Acercándome un poco me agaché mirándolo a los ojos, dándome cuenta como esperaba alguna reacción por mi parte que le advirtiera el peligro que podría acarrear aquella situación.
La primera transformación fue un desastre, ni siquiera me dio tiempo a recuperar mi propia ropa cuando me encontraba delante de aquel licántropo, con una pose amenazante. Todos los músculos de mi cuerpo se tensaron, cambiando de lugar para acomodarse en su sitio cuando era un lobo. La tirantes de la piel de mi cara también había cambiado y el color blanco empezó aparecer por toda mi piel.
Un aullido salio de mis fauces estas abiertas, enseñándole los dientes mientras daba un paso hacia delante con mi pata izquierda y movía mi enorme cabeza para clavar mi feroz mirada en la suya.
Esos mismos pensamientos fueron rondando dentro de mi cabeza mientras tomaba uno de mis aviones privados y me dirigía directamente hacia Japón, a los alrededores mas concretamente. Cuando el avión aterrizo directamente en Tokyo me quité el cinturón de seguridad y me levante, comenzando a caminar por el medio del pasillo hasta la misma entrada donde me paré unos segundos y me quedé contemplando el aeropuerto con una expresión de extrañeza en mi rostro. Ese aeropuerto no se le parecía en nada al de Nueva York, de hecho era hasta más pequeño y ridículamente pobre a comparación. Bajé por las escaleras hasta la altura donde me estaba esperando un coche, como siempre había hecho Erika fue la que se había ocupado de tenerlo listo para poder cogerlo en cuanto llegase.
-Adoro a esta mujer....Pensé mientras cogía la llave que me habían entregado en la mano una de las azafatas y abría el coche al darle al pequeño piloto. Colocando mi mano en la puerta la abrí y entre dentro, cerrándola a continuación para encender el motor. Este rugió violentamente en cuanto le metí la primera y apreté el embrague con fuerza, para soltarlo suavemente. El coche salio disparado por la carretera más cercana y ya que me faltaban varias horas hasta llegar al lugar destinado, al menos pensaba disfrutarlo al máximo. Dudaba que pudiera cogerlo en aquella zona debido a la alta vegetación y la escasees de carreteras.
Con la música puesta y a toda leches, llegué a mi destino en menos de varias horas donde me estaba esperando aquel licántropo. Estaba como lo recordaba, si no incluso hasta menos niño de lo que recordaba si me atrevía a mencionar. Algo que no hice y me guardé mi comentario.
-Dime donde tenemos que dirigirnos y te llevo en coche.
Diciéndome y indicándome el camino exacto logramos llegar a un camino muy estrecho, que se encontraba en uno de los desvíos de la derecha cuando dejabas la autopista. Por que Yoru me había indicado, si no casi me lo hubiese pasado seguramente. Dejando el coche en el final de una carretera paré el motor a los diez segundo y salí del coche, cerrándolo después. El dejarlo allí desde luego no me hacia ninguna gracia, pero si no existía ninguna otra carretera era imposible seguir, por que esa era la mejor opción.
Si, Erika se entera me matara fijo...Pensé mientras me dirigía a la parte trasera del coche y cogía el equipaje. Afortunadamente no llevaba mucho, ya que en mis viajes tampoco podía permitirme el lujo de ir con miles y miles de montones de maletas; en una sola lograba llevar todo lo necesario para un par de semanas, y si mis cálculos eran buenos podría sobrevivir perfectamente con ella hasta que volviera. ¿Tampoco iba a ser tan horrible aprender hacer las cosas por mi mismo no? Tendría que aprender ya que otra alternativa no me quedaba...
Tras una larga caminata llegamos al sitio indicando, una mansión japonesa antigua que desde luego por la pinta que tenía tendría que ser de la Era Taisho. Si no un poco más cercana a nuestra época, pero seguramente de Herencia o adquirida por algún familiar suyo.
El traslado fue fácil, demasiados cuartos en los cuales elegir y por lo que parecía no se encontraba demasiada gente en la vivienda. Juraría que estábamos solos. Y si había alguien en la casa desde luego se encontraba demasiado escondiendo para haberme dado cuenta. Dejando las maletas en la habitación me hizo un paseo rápido y nos fuimos directamente hacia el terreno donde planeábamos practicar mis transformaciones. El camino era largo, lleno de matorrales que hacia un camino casi invisible que pude seguir sin el menor problema como si fuera igual de ágil que aquel licántropo. Sin embargo, el no haberme transformado muy a menudo había logrado deteriorarme físicamente, no lograba tener aquella confianza que mostraba el mas joven y tampoco aquellos pasos casi invisibles.
-¿Mis ánimos? Si te dijera que no me encuentro nervioso estaría mintiéndote descaradamente. Pero se lleva bien, con ánimos de ver cuanto autocontrol tengo.Aclaré siguiendo sus pasos detrás de el por el medio del bosque hasta que nos encontramos con un enorme árbol que logro que me parase. Luego lo rodeamos y seguimos por el medio de la hierba, aumentando la velocidad de nuestras pisadas sin el menor problema. Al menos al principio, hasta que llegamos a una especie de claro verde donde nos detuvimos y anuncio claramente que ese era el lugar elegido por él para hacer nuestras practicas.
Dejando su mochila en un costado donde no estorbara comenzó a desnudarse; primero con su sudadera y luego la camiseta que llevaba debajo. Luego desabrocho los botones de sus pantalones y se los quito, junto a su ropa interior. Era cierto que llevaba varios meses que no hacia el amor con nadie, de hecho no entendía por que no me apetecía hacerlo. Pero el ver ese cuerpo desnudo nuevamente delante mía hizo que una extraña sensación se apoderara de mi cuerpo y mi mente. Tenía que dejar de pensar en esos pensamientos y centrarme a lo que había venido. Afortunadamente la transformación de el pequeño licántropo duro poco, a los pocos segundos se encontraba en su forma lobuna y sentado sobre sus patas traseras.
-Entiendo... siendo humano no tengo problema. Se controlarlo medianamente bien, al menos hasta que me transformo.Le aclaré sintiendo como mi propio cuerpo se tensaba, los músculos empezaban a endurecerse y a ejercer sobre mi propia piel un cambio radical. Era algo que no lograba controlar. Acercándome un poco me agaché mirándolo a los ojos, dándome cuenta como esperaba alguna reacción por mi parte que le advirtiera el peligro que podría acarrear aquella situación.
La primera transformación fue un desastre, ni siquiera me dio tiempo a recuperar mi propia ropa cuando me encontraba delante de aquel licántropo, con una pose amenazante. Todos los músculos de mi cuerpo se tensaron, cambiando de lugar para acomodarse en su sitio cuando era un lobo. La tirantes de la piel de mi cara también había cambiado y el color blanco empezó aparecer por toda mi piel.
Un aullido salio de mis fauces estas abiertas, enseñándole los dientes mientras daba un paso hacia delante con mi pata izquierda y movía mi enorme cabeza para clavar mi feroz mirada en la suya.
Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Temor, inconciencia y soberbia, una conjunción de factores que se ponen en juego cuando se va a realizar una tarea peligrosa. Se había ofrecido a aquello y no retrocedería, sería complicado, pero no desistiría. Era un tonto obstinado prácticamente, posiblemente, pero con palabra. Pero a veces hasta los planes mejor estudiados fallaban y había que improvisar en el camino, confiando en el instinto y las corazonadas. Aquello no podía ser manejado simplemente con la razón, ya que trataban de controlar una esencia salvaje, otorgarle cabida a la razón en un mar de confusión y odio.
El camino fue realizado en menor tiempo de lo que hubiera esperado. Aquel hombre sabía lo que hacía, no tenía ningún problema seguirle el paso por el frondoso bosque. Parecía que se había preparado mentalmente según lo que había entendidode su respuesta. Y era natural que se encontrara nervioso, si después de tanto tiempo se enfrentaría a su temor. Por su parte Yoru se sentía demasiado responsable por lo que podía llegar a pasar, lo cual ciertamente era un extraño modo de ver sus prioridades.
Ya que al fin y al cabo estaba más preocupado en lo que aquel hombre terminaría sintiendo si salía lastimado, que el hecho en si de padecer dolor. Ya que antes le había confesado aquel temor y no podía culparlo, las diferencias físicas eran obvias, pero aquello no era todo más que la fuerza que pudiera tener aquel lobo, lo preocupante era la “locura”. Y la dificultad de esta es que no actúaen consecuencia de nada, simplemente por que si o por una lógica propia. Ello era muy diferente a moverse solo por instinto como un lobo de verdad.
En eso pensaba cuando se encontraba quitándose la ropa, de algún modo se sentía observado. Bueno estaba siendo observado, sino que su incomodidad era… un tanto especial. ¿Quizás tenía alguna faceta de exhibicionista que no había explorado?Por que ponerse de aquel modo con algo que debería ser natural, bueno él no sociavilizaba tanto con otros de su especie como para estar acostumbrado. Pero se sentía demasiado ¿paranoico? ¿Evaluado? No podía calificar muy bien esa emoción, así que era mejor cambiar.
Al entrar en fase pareció ir sin problemas en un principio, aguardó en silencio con sus ojos bien abiertos en caso de cualquier cosa, y menos mal. Ya que apesar de sus palabras, el mayor entro en fase sin que lo pudiera controlar según lo que al joven licano le pareció. Por que si no, se hubiera desecho de su ropa y no la hubiera destruido de ese modo. A ese paso las cosas serían mucho más complicadas de lo que había podido imaginar, pero había que probar.
Por una parte no entendía como aquel individuo había cambiado tan rápido y sin control, después de todo había pasado mucho tiempo sin entrar en fase. Excepto la noche en que se conocieron y había sido por un rabioso llamado del instinto. Pero por lo visto en esta ocasión había reaccionado a la transformación del pelinegro, lo cual le formaba una gran cantidad de dudas. Quizás fuera una respuesta territorial frente a otro macho o miembro de una manada extraña. Como no estaba seguro prefirió seguir la idea que rondaba su mente.
Se agazapó y bajo sus orejas en una posición sumisa, cosa que no le agradaba mucho por su orgullo, pero era el mejor plan que tenía de momento, esperaba que eso bajara la hostilidad del lobo blanco. De todos modos se encontraba sumamente atentoa lo que podía suceder, no estaba dispuesto a que ocurriera lo mismo de la última vez. Y referente a ello, aún no entendía por que se había quedado tantranquilo y no había reaccionado de ningún modo, era demasiado extraño.
Lentamentese movió hacia atrás con la mirada fija en el gran lobo tratando de alejarlo del camino para llegar hasta allí. Retrocedió un paso y luego otro, sin perderde vista los filosos dientes que se encontraban en esas oscuras fauces. Aquel aullido resonaba entre los árboles silenciando todos los otros sonidos de la naturaleza. Como si un demonio estuviera suelto y los animales e insectos hubieran decidido huir por aquel peligro.
Incluso la suave brisa que movía las hojas había desaparecido dejando a los dos licántropos solos. Y ante los ojos de cualquier esas dos grandes bestias podían ser una verdadera amenaza, ya que el más grande parecía imponente de por si. Pero el negro que era un poco más pequeño tenía esa mirada astuta y de cierto modo eso le entregaba su propio tipo de peligrosidad. La tensión sobrenatural se sentía en el ambiente como si el bosque silencioso estuviera expectante ante el desarrollo de los acontecimientos.
Sentía el nerviosismo que lo rodeaba, era mucho peor que la primera vez que fue de cacería. La diferencia más obvia y posible causa de aquella sensación, era que probablemente podría ser visto como la presa a la que se debía acabar. Pero confiaba en su velocidad, en su resistencia y su conocimiento del terreno. Perfectamente podría correr con los ojos cerrados ya que sabía como se ubicabacada árbol y pequeña roca a su alrededor.
El camino fue realizado en menor tiempo de lo que hubiera esperado. Aquel hombre sabía lo que hacía, no tenía ningún problema seguirle el paso por el frondoso bosque. Parecía que se había preparado mentalmente según lo que había entendidode su respuesta. Y era natural que se encontrara nervioso, si después de tanto tiempo se enfrentaría a su temor. Por su parte Yoru se sentía demasiado responsable por lo que podía llegar a pasar, lo cual ciertamente era un extraño modo de ver sus prioridades.
Ya que al fin y al cabo estaba más preocupado en lo que aquel hombre terminaría sintiendo si salía lastimado, que el hecho en si de padecer dolor. Ya que antes le había confesado aquel temor y no podía culparlo, las diferencias físicas eran obvias, pero aquello no era todo más que la fuerza que pudiera tener aquel lobo, lo preocupante era la “locura”. Y la dificultad de esta es que no actúaen consecuencia de nada, simplemente por que si o por una lógica propia. Ello era muy diferente a moverse solo por instinto como un lobo de verdad.
En eso pensaba cuando se encontraba quitándose la ropa, de algún modo se sentía observado. Bueno estaba siendo observado, sino que su incomodidad era… un tanto especial. ¿Quizás tenía alguna faceta de exhibicionista que no había explorado?Por que ponerse de aquel modo con algo que debería ser natural, bueno él no sociavilizaba tanto con otros de su especie como para estar acostumbrado. Pero se sentía demasiado ¿paranoico? ¿Evaluado? No podía calificar muy bien esa emoción, así que era mejor cambiar.
Al entrar en fase pareció ir sin problemas en un principio, aguardó en silencio con sus ojos bien abiertos en caso de cualquier cosa, y menos mal. Ya que apesar de sus palabras, el mayor entro en fase sin que lo pudiera controlar según lo que al joven licano le pareció. Por que si no, se hubiera desecho de su ropa y no la hubiera destruido de ese modo. A ese paso las cosas serían mucho más complicadas de lo que había podido imaginar, pero había que probar.
Por una parte no entendía como aquel individuo había cambiado tan rápido y sin control, después de todo había pasado mucho tiempo sin entrar en fase. Excepto la noche en que se conocieron y había sido por un rabioso llamado del instinto. Pero por lo visto en esta ocasión había reaccionado a la transformación del pelinegro, lo cual le formaba una gran cantidad de dudas. Quizás fuera una respuesta territorial frente a otro macho o miembro de una manada extraña. Como no estaba seguro prefirió seguir la idea que rondaba su mente.
Se agazapó y bajo sus orejas en una posición sumisa, cosa que no le agradaba mucho por su orgullo, pero era el mejor plan que tenía de momento, esperaba que eso bajara la hostilidad del lobo blanco. De todos modos se encontraba sumamente atentoa lo que podía suceder, no estaba dispuesto a que ocurriera lo mismo de la última vez. Y referente a ello, aún no entendía por que se había quedado tantranquilo y no había reaccionado de ningún modo, era demasiado extraño.
Lentamentese movió hacia atrás con la mirada fija en el gran lobo tratando de alejarlo del camino para llegar hasta allí. Retrocedió un paso y luego otro, sin perderde vista los filosos dientes que se encontraban en esas oscuras fauces. Aquel aullido resonaba entre los árboles silenciando todos los otros sonidos de la naturaleza. Como si un demonio estuviera suelto y los animales e insectos hubieran decidido huir por aquel peligro.
Incluso la suave brisa que movía las hojas había desaparecido dejando a los dos licántropos solos. Y ante los ojos de cualquier esas dos grandes bestias podían ser una verdadera amenaza, ya que el más grande parecía imponente de por si. Pero el negro que era un poco más pequeño tenía esa mirada astuta y de cierto modo eso le entregaba su propio tipo de peligrosidad. La tensión sobrenatural se sentía en el ambiente como si el bosque silencioso estuviera expectante ante el desarrollo de los acontecimientos.
Sentía el nerviosismo que lo rodeaba, era mucho peor que la primera vez que fue de cacería. La diferencia más obvia y posible causa de aquella sensación, era que probablemente podría ser visto como la presa a la que se debía acabar. Pero confiaba en su velocidad, en su resistencia y su conocimiento del terreno. Perfectamente podría correr con los ojos cerrados ya que sabía como se ubicabacada árbol y pequeña roca a su alrededor.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Sucesos inesperados aparecen a lo largo de nuestras vidas y cuando menos lo esperemos tenemos que superarlos rápidamente como si fuese un suspiro.
Eso mismo me estaba pasando ahora mismo, allí en medio de aquel bosque donde el otro muchacho se había transformado en licántropo y yo lo había hecho por puro instinto al haber sentido el peligro inminente que aquello podría acarrear. Cambiando la postura del lobo más pequeño y agachando las orejas hizo que me quedase quieto durante unos segundos, aquel gesto había llegado a lograr que me relajara un poco. Quizás por la posición sumisa o la forma en que tenia las orejas agachadas había logrado que no le viese como una amenaza. Aunque aquella sensación seguía latente en mi interior, ese nerviosismo que hacia que me pusiera a la defensiva en lo más mínimo y quisiera atacarlo. Pero se podía controlar. Lo estaba logrando milagrosamente durante ese tiempo al menos y parecía que podría aguantar un poco más de tiempo en aquel estado en el que me encontraba.
Entonces comenzó a moverse hacia atrás, aun agazapado, aguantando aquella pose que hacia que lo mirase fijamente. Mis dientes seguían fieros y tirantes, mostrándose así durante esos largos segundos. Aunque poco a poco empecé a notar la relajación de mi musculatura y encías.
Sintiendo como se levantaba el viento a nuestro alrededor comencé a avanzar hacia delante unos pasos, bajando la cabeza lentamente para chocarla contra la parte trasera de la cabeza del pequeño licántropo. Lo que más me jodía en esta situación era no tener la comunicación de la manada, no existía ninguna forma de poder comunicarme con él sin que me volviera humano nuevamente. El único medio existente que quedaba en el ambiente era los gestos entre nosotros y verdaderamente no sabía como hacerlo. Por eso mismo hice aquel simple movimiento para indicarle que todo se encontraba bien. O al menos por ahora. Era un buen empiezo aunque hubiese perdido mis ropas en la transformación y el sentido durante unos momentos, en los cuales no me pude dominar. No entiendo por que ahora era capaz de hacerlo, a pesar de que mi propio cuerpo se encontrara a la defensiva constantemente. A lo mejor con el tiempo y un poco de paciencia seria capaz de estar juntos a otros licántropos, sin atacarlos claro está. Agachando todo mi cuerpo tumbé mi blanca barriga sobre el césped y me quede allí contemplando al pequeño con una mirada fija. De hecho sentía como lo estaba amenazando inconscientemente.
El tiempo paso lento, a la espera de algún que otro movimiento por parte del otro licántropo y que aquello hiciera ponerme en alerta otra vez. Para un primer entrenamiento era una buena forma de acostumbrarme, como del mismo modo debía hacerlo como humano... de hecho tenía que hacerlo, ya que ese simple gesto podría significar una victoria segura.
Cerrando mis párpados concentrándome mi cuerpo empezó a cambiar poco a poco a su forma humana, y aunque mi propio instinto estaba gritándome que no lo hiciera, no le hice caso. La humedad del terreno empezó a calarme poco a poco en el cuerpo desnudo, al permanecer en aquella postura en un principio todo mi cuerpo empezó a temblar. Pero no por el frío, que tuviera esa sensación era completamente imposible debido a la diferencia de temperaturas que nos separaba de un humano, ya que podrían confundirnos con una buena gripe de cuarenta grados. Esos síntomas eran por que delante mía había otro de mi misma especie y transformado, lo que significaba peligro para mi cuerpo indefenso en esos momentos.
Levantando mi rostro poco a poco miré a su dirección, comprobando por mi mismo cual era su reacción. ¿Estaría sorprendido de mi idea? Seguramente, no obstante no lo pudiera demostrar con gestos humanos. Apoyando mis manos sobre la fría y húmeda hierba del terreno me quede agazapado de rodillas, de forma que no se me veía absolutamente nada desde la perspectiva desde donde se encontraba el más pequeño de los dos.
-Pensé que sería una buena manera de empezar y ver cuanto autocontrol puedo llegar a tener siendo humano. Ademas me estaba poniendo de los nerviosos no poder comunicarme contigo.
Le aclaré mientras seguía en aquella postura, esperando alguna movimiento del otro lobo. Pero al no ver nada me limité a moverme poco a poco hacia delante, a pesar de sentir la tensión del ambiente y el de mi propio cuerpo cada vez más tirante. En mi propio rostro se estaba reflejando la incomodidad, el miedo y la confusión que estaba sintiendo en ese momento. El no saber con exactitud como iba a reaccionar mi propio cuerpo a otro movimiento por parte del licántropo más joven hacia sentirme nervioso. No sabia si mi propia esencia licantropica iba a sobrepasarse por encima de mi mente y iba a transformarme nuevamente en lobo cuando viera la amenaza.
-Lo volví a hacer... mis ropas otras vez desaparecieron. Tendré que manipula eso mejor, o a este paso me quedaré sin una muda que ponerme en el tiempo que este aquí.Ciertamente no sabía si tomármelo con humor o no, ya que aunque no hubiese logrado manipular aquella transformación, ahora lo estaba haciendo con bastante eficacia. Pero costaba horrores, mucho más de lo que se pudiera imaginar aquel chico de cabello azabache. El hacer este experimento hizo que me diera cuenta de muchas cosas, entre ellas que estaba teniendo una mayor fuerza de voluntad para anular aquella parte de mi ser que deseaba salir.
Y a ese chico se lo estaba demostrando...
-Acercate más, quiero ver cuanto puedo aguantar en tu forma lobuna...
Le avisé mientras clavaba mi mirada en aquellos ojos oscuros y esperaba su respuesta en una acción. No se exactamente que estaría pensando, pero seguramente aquella situación de le esta haciendo totalmente diferente a lo que yo me esperaba.
Eso mismo me estaba pasando ahora mismo, allí en medio de aquel bosque donde el otro muchacho se había transformado en licántropo y yo lo había hecho por puro instinto al haber sentido el peligro inminente que aquello podría acarrear. Cambiando la postura del lobo más pequeño y agachando las orejas hizo que me quedase quieto durante unos segundos, aquel gesto había llegado a lograr que me relajara un poco. Quizás por la posición sumisa o la forma en que tenia las orejas agachadas había logrado que no le viese como una amenaza. Aunque aquella sensación seguía latente en mi interior, ese nerviosismo que hacia que me pusiera a la defensiva en lo más mínimo y quisiera atacarlo. Pero se podía controlar. Lo estaba logrando milagrosamente durante ese tiempo al menos y parecía que podría aguantar un poco más de tiempo en aquel estado en el que me encontraba.
Entonces comenzó a moverse hacia atrás, aun agazapado, aguantando aquella pose que hacia que lo mirase fijamente. Mis dientes seguían fieros y tirantes, mostrándose así durante esos largos segundos. Aunque poco a poco empecé a notar la relajación de mi musculatura y encías.
Sintiendo como se levantaba el viento a nuestro alrededor comencé a avanzar hacia delante unos pasos, bajando la cabeza lentamente para chocarla contra la parte trasera de la cabeza del pequeño licántropo. Lo que más me jodía en esta situación era no tener la comunicación de la manada, no existía ninguna forma de poder comunicarme con él sin que me volviera humano nuevamente. El único medio existente que quedaba en el ambiente era los gestos entre nosotros y verdaderamente no sabía como hacerlo. Por eso mismo hice aquel simple movimiento para indicarle que todo se encontraba bien. O al menos por ahora. Era un buen empiezo aunque hubiese perdido mis ropas en la transformación y el sentido durante unos momentos, en los cuales no me pude dominar. No entiendo por que ahora era capaz de hacerlo, a pesar de que mi propio cuerpo se encontrara a la defensiva constantemente. A lo mejor con el tiempo y un poco de paciencia seria capaz de estar juntos a otros licántropos, sin atacarlos claro está. Agachando todo mi cuerpo tumbé mi blanca barriga sobre el césped y me quede allí contemplando al pequeño con una mirada fija. De hecho sentía como lo estaba amenazando inconscientemente.
El tiempo paso lento, a la espera de algún que otro movimiento por parte del otro licántropo y que aquello hiciera ponerme en alerta otra vez. Para un primer entrenamiento era una buena forma de acostumbrarme, como del mismo modo debía hacerlo como humano... de hecho tenía que hacerlo, ya que ese simple gesto podría significar una victoria segura.
Cerrando mis párpados concentrándome mi cuerpo empezó a cambiar poco a poco a su forma humana, y aunque mi propio instinto estaba gritándome que no lo hiciera, no le hice caso. La humedad del terreno empezó a calarme poco a poco en el cuerpo desnudo, al permanecer en aquella postura en un principio todo mi cuerpo empezó a temblar. Pero no por el frío, que tuviera esa sensación era completamente imposible debido a la diferencia de temperaturas que nos separaba de un humano, ya que podrían confundirnos con una buena gripe de cuarenta grados. Esos síntomas eran por que delante mía había otro de mi misma especie y transformado, lo que significaba peligro para mi cuerpo indefenso en esos momentos.
Levantando mi rostro poco a poco miré a su dirección, comprobando por mi mismo cual era su reacción. ¿Estaría sorprendido de mi idea? Seguramente, no obstante no lo pudiera demostrar con gestos humanos. Apoyando mis manos sobre la fría y húmeda hierba del terreno me quede agazapado de rodillas, de forma que no se me veía absolutamente nada desde la perspectiva desde donde se encontraba el más pequeño de los dos.
-Pensé que sería una buena manera de empezar y ver cuanto autocontrol puedo llegar a tener siendo humano. Ademas me estaba poniendo de los nerviosos no poder comunicarme contigo.
Le aclaré mientras seguía en aquella postura, esperando alguna movimiento del otro lobo. Pero al no ver nada me limité a moverme poco a poco hacia delante, a pesar de sentir la tensión del ambiente y el de mi propio cuerpo cada vez más tirante. En mi propio rostro se estaba reflejando la incomodidad, el miedo y la confusión que estaba sintiendo en ese momento. El no saber con exactitud como iba a reaccionar mi propio cuerpo a otro movimiento por parte del licántropo más joven hacia sentirme nervioso. No sabia si mi propia esencia licantropica iba a sobrepasarse por encima de mi mente y iba a transformarme nuevamente en lobo cuando viera la amenaza.
-Lo volví a hacer... mis ropas otras vez desaparecieron. Tendré que manipula eso mejor, o a este paso me quedaré sin una muda que ponerme en el tiempo que este aquí.Ciertamente no sabía si tomármelo con humor o no, ya que aunque no hubiese logrado manipular aquella transformación, ahora lo estaba haciendo con bastante eficacia. Pero costaba horrores, mucho más de lo que se pudiera imaginar aquel chico de cabello azabache. El hacer este experimento hizo que me diera cuenta de muchas cosas, entre ellas que estaba teniendo una mayor fuerza de voluntad para anular aquella parte de mi ser que deseaba salir.
Y a ese chico se lo estaba demostrando...
-Acercate más, quiero ver cuanto puedo aguantar en tu forma lobuna...
Le avisé mientras clavaba mi mirada en aquellos ojos oscuros y esperaba su respuesta en una acción. No se exactamente que estaría pensando, pero seguramente aquella situación de le esta haciendo totalmente diferente a lo que yo me esperaba.
Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
El ser humano podía contar con su inteligencia como gran arma, después de todo ésta debía compensar el cuerpo débil carente e garras y fuertes colmillos. Pero al ser licántropo tenía estas dos fuerzas unidas, lamentablemente era un tanto incompatible con cualquier deseo de normalidad. Unir todo eso en el vertiginoso camino de los instintos era un desafío constante. Quien creyera que los lobo seran simples se equivocaba.
Estar de aquel modo, demostrando esa actitud de sumisión, le significaba un gran esfuerzo al propio Yoru. Jamás había dejado su orgullo de lado, ni siquiera con el alfa desu manada, menos de ese modo. Incluso su ser lobuno, su esencia instintiva le gritaba recriminaciones por su actitud. Pero por fortuna dio efecto, la pose amenazante parecía disminuir, aunque había cierta tensión en el aire. Como si la bomba latente hubiera detenido su cronometro, pero todavía podía explotar encualquier momento. Le hubiera gustado saber que pensaba, bueno, si era capaz de pensar en ese estado o era sólo locura flotante lo que había en su mente en esos instantes. Le hubiera gustado preguntarle antes.
Fue entonces queel lobo blanco se movió para realizar aquel gesto que le dejo tenso por un instante. Pero se percató de que aquello era una señal, no estaba siendo acompañada ni siquiera por algún frunzo no nada. ¡Genial! Parecía que todo estaba hiendo mejor de lo que esperaba, ojala aquello continuara así. Después de todo la guerra contra aquel problema no había acabado, de hecho esa primera batalla tampoco, el inicio estaba hiendo bien, aunque si lo pensaba bien, lo mejor sería entrenar su control sobre su propia transformación a voluntad. Luego de ver que pudiera dominar la innata hostilidad que despedía, claro esta.
Pasaron unos pocos segundos y entonces vio como el lobo más grande se recostaba sobre la hierba. En esos momentos el joven lobo no movió siquiera un músculo, ya que si bien Haru-san parecía controlado, lo había estado mirando en cada instante, aquel licano estaba atento a cada uno de sus movimientos. De alguna manera ese juego de ser una estatua de lobo le estaba desgastando. El simple hecho de quedarse quieto lo tenía nervioso.
Pero hubo un brusco cambio, el cuerpo del lobo blanco comenzó a cambiar, encogiéndose detamaño y reacomodando los músculos y huesos, haciendo que desapareciera aquel pelaje blanco, hasta que recuperó su forma humana. Yoru inclinó su gran cabeza negra hacia un costado de manera que sus ojos llenos de curiosidad se dejaban ver. Entonces recibió la ansiada respuesta que necesitaba. Por una parte le encontraba toda la razón, era una buena idea probar su autodominio… y bueno, de alguna manera era lo que había deseado realizar antes de que entrara en fase inesperadamente.
Por otra parte el segundo motivo que había tenido lo comprendía, era incomodo no poder compartirlas ideas que tenían. Pero al contrario que aquel individuo, Yoru agradecía queno viera los pensamientos que tenía, ya que en momentos como ese se distraía con la figura que tenía en frente. Y resultaría demasiado vergonzoso admitir algunas cosas ¡se tenía que enfocar! Necesitaba de ayuda para ello por lo visto. Pero la frase que siguió consiguió lo contrario. Un efecto en cadena que guió sus pensamientos por rincones oscuros.
Si se quedaba sin ropa… quedaría desnudo por largos periodos de tiempo, como en esos instantes y…¡oh, no! ¡tenía que enfocarse!
Se agazapó en la hierba según el pedido del mayor para realizar la versión lobuna de “pecho atierra” dejando su hocico a centímetros de la tierra, de modo que al arrastrarse hacia delante dejo su cabeza al alcance de Haruka para que la tocara si quería. En tanto no perdía detalle de las reacciones del mayor, lo cual era paradójico. Por un lado sabía que si se desconcentraba un poco podía causar problemas, como por ejemplo no reaccionar en el momento que el otro licántropo pudiera perder el control. El problema es que estaba apreciando el cuerpo de aquel hombre más de lo debido. ¡Demonios! Claro… él y sus geniales ideas que lo ponían con tal tentación.
No podía seguir de ese modo. Se recordó que aquel sujeto debía ser hetero, o sea por las puestas en escena con las bailarinas de sus conciertos lo suponía. Siendo de esa manera no podía arruinarlo, ya recordaba que había sucedido con su manada y había una gran diferencia. No se había sentido atraído por ninguno de ellos. ¿Atraído? No, no. Claro que no podía ser. Conocía a aquel chico de hacía poco tiempo y quizás fuera todo una reacción al haber estado tanto tiempo “solo”. Eso debía ser. Después de todo antes, hacia seis años atrás había terminado desarrollando una gran necesidad para ser “complacido y complacer”.
¿Alguna vez has sentido que te gusta demasiado algo aunque no te aporte nada en especial? Por ejemplo el chocolate. Imagínense que tienen tal gusto por el chocolate y no comes chocolate y no lo prueban por seis años. Y ante ustedes de repente tienen una pieza de chocolate suizo, o algo así como de la mejor calidad, lo mejor de lo mejor. Pero sabe sque no te lo puedes comer y esta ahí en frente tuyo. No es algo agradable precisamente.
De alguna manera hubiera preferido estar con el lobo blanco de modo hostil, que tener a Haruka en su cuerpo humano de ese modo por tanto tiempo.
Fue entonces que alguien más apareció, al menos dentro de su mente. Sintió a alguien de su manada entrando en fase y eso significaba que debía replegarse. Escamoteo la verdad lo mejor que pudo, aunque por la reacción de rechazo del otro lobo algo había sido captado, seguramente de su conflicto interno, de esa sensación de ansias que tenía. Aquello podía ser peligroso, podía delatar el entrenamiento. Por ello se despidió para regresar a su forma humana rápidamente.
- Demonios – susurró con el ceño fruncido - uno de “mi manada” entro en fase, vamos a tener que esperar para seguir entrenando – le informó a Haruka, mientras se volteaba y comenzaba a caminar en dirección de su olvidada mochila para recuperar su ropa por un momento. Sólo por la necesidad de hacer algo y no quedarse mirando la cara del mayor.
Estar de aquel modo, demostrando esa actitud de sumisión, le significaba un gran esfuerzo al propio Yoru. Jamás había dejado su orgullo de lado, ni siquiera con el alfa desu manada, menos de ese modo. Incluso su ser lobuno, su esencia instintiva le gritaba recriminaciones por su actitud. Pero por fortuna dio efecto, la pose amenazante parecía disminuir, aunque había cierta tensión en el aire. Como si la bomba latente hubiera detenido su cronometro, pero todavía podía explotar encualquier momento. Le hubiera gustado saber que pensaba, bueno, si era capaz de pensar en ese estado o era sólo locura flotante lo que había en su mente en esos instantes. Le hubiera gustado preguntarle antes.
Fue entonces queel lobo blanco se movió para realizar aquel gesto que le dejo tenso por un instante. Pero se percató de que aquello era una señal, no estaba siendo acompañada ni siquiera por algún frunzo no nada. ¡Genial! Parecía que todo estaba hiendo mejor de lo que esperaba, ojala aquello continuara así. Después de todo la guerra contra aquel problema no había acabado, de hecho esa primera batalla tampoco, el inicio estaba hiendo bien, aunque si lo pensaba bien, lo mejor sería entrenar su control sobre su propia transformación a voluntad. Luego de ver que pudiera dominar la innata hostilidad que despedía, claro esta.
Pasaron unos pocos segundos y entonces vio como el lobo más grande se recostaba sobre la hierba. En esos momentos el joven lobo no movió siquiera un músculo, ya que si bien Haru-san parecía controlado, lo había estado mirando en cada instante, aquel licano estaba atento a cada uno de sus movimientos. De alguna manera ese juego de ser una estatua de lobo le estaba desgastando. El simple hecho de quedarse quieto lo tenía nervioso.
Pero hubo un brusco cambio, el cuerpo del lobo blanco comenzó a cambiar, encogiéndose detamaño y reacomodando los músculos y huesos, haciendo que desapareciera aquel pelaje blanco, hasta que recuperó su forma humana. Yoru inclinó su gran cabeza negra hacia un costado de manera que sus ojos llenos de curiosidad se dejaban ver. Entonces recibió la ansiada respuesta que necesitaba. Por una parte le encontraba toda la razón, era una buena idea probar su autodominio… y bueno, de alguna manera era lo que había deseado realizar antes de que entrara en fase inesperadamente.
Por otra parte el segundo motivo que había tenido lo comprendía, era incomodo no poder compartirlas ideas que tenían. Pero al contrario que aquel individuo, Yoru agradecía queno viera los pensamientos que tenía, ya que en momentos como ese se distraía con la figura que tenía en frente. Y resultaría demasiado vergonzoso admitir algunas cosas ¡se tenía que enfocar! Necesitaba de ayuda para ello por lo visto. Pero la frase que siguió consiguió lo contrario. Un efecto en cadena que guió sus pensamientos por rincones oscuros.
Si se quedaba sin ropa… quedaría desnudo por largos periodos de tiempo, como en esos instantes y…¡oh, no! ¡tenía que enfocarse!
Se agazapó en la hierba según el pedido del mayor para realizar la versión lobuna de “pecho atierra” dejando su hocico a centímetros de la tierra, de modo que al arrastrarse hacia delante dejo su cabeza al alcance de Haruka para que la tocara si quería. En tanto no perdía detalle de las reacciones del mayor, lo cual era paradójico. Por un lado sabía que si se desconcentraba un poco podía causar problemas, como por ejemplo no reaccionar en el momento que el otro licántropo pudiera perder el control. El problema es que estaba apreciando el cuerpo de aquel hombre más de lo debido. ¡Demonios! Claro… él y sus geniales ideas que lo ponían con tal tentación.
No podía seguir de ese modo. Se recordó que aquel sujeto debía ser hetero, o sea por las puestas en escena con las bailarinas de sus conciertos lo suponía. Siendo de esa manera no podía arruinarlo, ya recordaba que había sucedido con su manada y había una gran diferencia. No se había sentido atraído por ninguno de ellos. ¿Atraído? No, no. Claro que no podía ser. Conocía a aquel chico de hacía poco tiempo y quizás fuera todo una reacción al haber estado tanto tiempo “solo”. Eso debía ser. Después de todo antes, hacia seis años atrás había terminado desarrollando una gran necesidad para ser “complacido y complacer”.
¿Alguna vez has sentido que te gusta demasiado algo aunque no te aporte nada en especial? Por ejemplo el chocolate. Imagínense que tienen tal gusto por el chocolate y no comes chocolate y no lo prueban por seis años. Y ante ustedes de repente tienen una pieza de chocolate suizo, o algo así como de la mejor calidad, lo mejor de lo mejor. Pero sabe sque no te lo puedes comer y esta ahí en frente tuyo. No es algo agradable precisamente.
De alguna manera hubiera preferido estar con el lobo blanco de modo hostil, que tener a Haruka en su cuerpo humano de ese modo por tanto tiempo.
Fue entonces que alguien más apareció, al menos dentro de su mente. Sintió a alguien de su manada entrando en fase y eso significaba que debía replegarse. Escamoteo la verdad lo mejor que pudo, aunque por la reacción de rechazo del otro lobo algo había sido captado, seguramente de su conflicto interno, de esa sensación de ansias que tenía. Aquello podía ser peligroso, podía delatar el entrenamiento. Por ello se despidió para regresar a su forma humana rápidamente.
- Demonios – susurró con el ceño fruncido - uno de “mi manada” entro en fase, vamos a tener que esperar para seguir entrenando – le informó a Haruka, mientras se volteaba y comenzaba a caminar en dirección de su olvidada mochila para recuperar su ropa por un momento. Sólo por la necesidad de hacer algo y no quedarse mirando la cara del mayor.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Mientras pongamos empeño en aquello que deseamos seremos capaces de lograrlo, aunque aquello signifiqué que cueste hacerlo y tengamos que poner toda nuestra voluntad en dicha tarea. El solo pensalo no sirve para nada, para ello se tiene que reaccionar y actuar según veamos la situación en la que nos encontremos.
Algo similar estaba pasándome, pues creyéndome que tendría muy poco autocontrol sobre mi mismo cuando se transformara el más pequeño de los dos, no fue de esa forma. Si no todo lo contrario, pues podía decirse que en un principio no había tenido el suficiente dominio para controlarlo y sin embargo, ahora, en este momento estaba logrando algo que creía que era totalmente imposible.
La pose que estaba poniendo el lobo más pequeño me indico que estaba haciéndolo bien, aunque no pudiera evitar estar totalmente rígido y quieto como una estatua. Algo que veía comprensible ciertamente, ya que yo mismo haría exactamente lo mismo si estuviera en su misma situación. Aceptando supuestamente con agrado mi propuesta se tumbo, dejando su enorme barriga en el suelo mientras agachaba también su cabeza y tocaba con su hocico la hierba del terreno. A los pocos segundos después de haber hecho aquel gesto comenzó a moverse lentamente hacia mi dirección, a la altura perfecta para que mis dedos pudieran tocarle el pelaje. Y de hecho lo hice, mis yemas rozaron el fino y suave pelaje de su cabeza durante unos segundos mientras notaba como mi cuerpo empezaba a temblar nuevamente. El autocontrol se estaba desvaneciendo, poco a poco estaba perdiendo la razón de mi mismo de una manera casi inexplicable.
Lo que paso a continuación no me quedo demasiado claro, de repente cuando estaba tocando su cabeza con mis dedos e intentaba controlarme para no volverme a transformar y perder así el autocontrol que había conseguido, fue cuando el pequeño lobo comenzó a cambiar delante mía. Todos sus huesos se recolocaron rápidamente y el pelaje de su cuerpo desapareció a una velocidad asombrosa, volviendo de ese modo a su forma humana. -No hay problema...
-¿Pero que hacemos ahora?.
El ver como se nos habían jodido los planes hizo que me levantase mientras veía como iba el licántropo más pequeño hacia su mochila, seguramente para ponerse sus ropas a continuación. ¿Por qué tanta rapidez? Pensé mientras caminaba hacia su dirección y le cogía la mano para girarlo bruscamente hacia mi dirección.
-¿Por qué tanta prisa? ¿No te gusta estar desnudo delante de otro hombre, o es que te da vergüenza?Musité mientras ampliaba la sonrisa de mis labios y le cogía la barbilla con la mano, para que de ese modo pudiera ver sus ojos. Esperando unos segundos a que me respondiera algo y a la vista de que parecía que no iba a ser así, solté su cara y me senté en una rama que se encontraba próxima a donde estábamos.-Es una verdadera lastima que no pueda practicar más por hoy, pero al menos fue un buen ejercicio para un comienzo.
Ese era mi punto de vista en ese momento, para un primer día el que hubiese sido capaz de contenerme delante de aquel licántropo era un logro. O al menos esa era mi forma de pensar, pues pensaba que el autocontrol que tenia sobre mi mismo era completamente nulo. Cuando pasaron unos segundos en los que el menor aprovecho para vestirse, me levante y comencé a caminar dirección hacia la casa. No era muy complicado darse cuenta que haríamos después de dicho entrenamiento y como necesitábamos una ducha. Aparte de conseguir otra nueva muda de ropas para no ir paseándome desnudo por la casa. No era plan de hacerlo por muy natural que lo viese.
-¿Vamos a volver a casa verdad?.Pregunté parándome en seco y esperando que se adelantara, aunque tuviera buena orientación y me supiera el camino, no me parecía recomendable llegar primero que él. Antes tenia que ver si se encontraba la casa todavía en la completa soledad, o debía esperar a que me diera vía libre para que entrar. Aunque tuviera que hacerlo a hurtadillas.-Tú primero y te sigo detrás....Aclaré no gustándome aquella idea, de echo la detestaba, pero no podía darme en lujo de hacer un escándalo en una casa ajena a mía donde me tenían como invitado.
Acordándome de una pregunta especifica lo miré mientras una de mis cejas se levantaba lentamente. Por otra parte, hay algo que quieras saber de mí, digo para hacer las cosas más justas.
-¿Te acuerdas de la pregunta que me formulaste en el hotel que me hospedaba aquella noche? ¿Puedo hacértela ahora?Hacía más de dos meses que me la había hecho y todavía la tenia en mi memoria como grabada con tinta. No entiendo demasiado bien por que se me vino en ese instante, pero me parecía una buena oportunidad para averiguar un poco más de aquel pequeño que me llamaba la atención.
-¿A que manada perteneces exactamente y por qué no te encuentras con ellos ahora mismo? No hay que ser demasiado listo para haberme dado cuenta que cuando pusiste la opción de que nos ayudaran con mi problema, tu rostro cambio completamente a una expresión desagradable. Para empezar era una buena pregunta y ya que faltaba un buen rato para volver a la mansión donde vivía ese muchacho, era una buena distracción.
Subiendo por un terreno de piedras notaba como estas se me clavaban las plantas de los pies, haciéndome heridas continuadamente que rápidamente se curaban gracias a mi buena regeneración celular.
Off: por si no te veo, no me mates pero me lo pusiste que vaya tela.... Haru no pudo controlarse el impulso repentino xDDDDDDDDD.
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Algo similar estaba pasándome, pues creyéndome que tendría muy poco autocontrol sobre mi mismo cuando se transformara el más pequeño de los dos, no fue de esa forma. Si no todo lo contrario, pues podía decirse que en un principio no había tenido el suficiente dominio para controlarlo y sin embargo, ahora, en este momento estaba logrando algo que creía que era totalmente imposible.
La pose que estaba poniendo el lobo más pequeño me indico que estaba haciéndolo bien, aunque no pudiera evitar estar totalmente rígido y quieto como una estatua. Algo que veía comprensible ciertamente, ya que yo mismo haría exactamente lo mismo si estuviera en su misma situación. Aceptando supuestamente con agrado mi propuesta se tumbo, dejando su enorme barriga en el suelo mientras agachaba también su cabeza y tocaba con su hocico la hierba del terreno. A los pocos segundos después de haber hecho aquel gesto comenzó a moverse lentamente hacia mi dirección, a la altura perfecta para que mis dedos pudieran tocarle el pelaje. Y de hecho lo hice, mis yemas rozaron el fino y suave pelaje de su cabeza durante unos segundos mientras notaba como mi cuerpo empezaba a temblar nuevamente. El autocontrol se estaba desvaneciendo, poco a poco estaba perdiendo la razón de mi mismo de una manera casi inexplicable.
Lo que paso a continuación no me quedo demasiado claro, de repente cuando estaba tocando su cabeza con mis dedos e intentaba controlarme para no volverme a transformar y perder así el autocontrol que había conseguido, fue cuando el pequeño lobo comenzó a cambiar delante mía. Todos sus huesos se recolocaron rápidamente y el pelaje de su cuerpo desapareció a una velocidad asombrosa, volviendo de ese modo a su forma humana. -No hay problema...
-¿Pero que hacemos ahora?.
El ver como se nos habían jodido los planes hizo que me levantase mientras veía como iba el licántropo más pequeño hacia su mochila, seguramente para ponerse sus ropas a continuación. ¿Por qué tanta rapidez? Pensé mientras caminaba hacia su dirección y le cogía la mano para girarlo bruscamente hacia mi dirección.
-¿Por qué tanta prisa? ¿No te gusta estar desnudo delante de otro hombre, o es que te da vergüenza?Musité mientras ampliaba la sonrisa de mis labios y le cogía la barbilla con la mano, para que de ese modo pudiera ver sus ojos. Esperando unos segundos a que me respondiera algo y a la vista de que parecía que no iba a ser así, solté su cara y me senté en una rama que se encontraba próxima a donde estábamos.-Es una verdadera lastima que no pueda practicar más por hoy, pero al menos fue un buen ejercicio para un comienzo.
Ese era mi punto de vista en ese momento, para un primer día el que hubiese sido capaz de contenerme delante de aquel licántropo era un logro. O al menos esa era mi forma de pensar, pues pensaba que el autocontrol que tenia sobre mi mismo era completamente nulo. Cuando pasaron unos segundos en los que el menor aprovecho para vestirse, me levante y comencé a caminar dirección hacia la casa. No era muy complicado darse cuenta que haríamos después de dicho entrenamiento y como necesitábamos una ducha. Aparte de conseguir otra nueva muda de ropas para no ir paseándome desnudo por la casa. No era plan de hacerlo por muy natural que lo viese.
-¿Vamos a volver a casa verdad?.Pregunté parándome en seco y esperando que se adelantara, aunque tuviera buena orientación y me supiera el camino, no me parecía recomendable llegar primero que él. Antes tenia que ver si se encontraba la casa todavía en la completa soledad, o debía esperar a que me diera vía libre para que entrar. Aunque tuviera que hacerlo a hurtadillas.-Tú primero y te sigo detrás....Aclaré no gustándome aquella idea, de echo la detestaba, pero no podía darme en lujo de hacer un escándalo en una casa ajena a mía donde me tenían como invitado.
Acordándome de una pregunta especifica lo miré mientras una de mis cejas se levantaba lentamente. Por otra parte, hay algo que quieras saber de mí, digo para hacer las cosas más justas.
-¿Te acuerdas de la pregunta que me formulaste en el hotel que me hospedaba aquella noche? ¿Puedo hacértela ahora?Hacía más de dos meses que me la había hecho y todavía la tenia en mi memoria como grabada con tinta. No entiendo demasiado bien por que se me vino en ese instante, pero me parecía una buena oportunidad para averiguar un poco más de aquel pequeño que me llamaba la atención.
-¿A que manada perteneces exactamente y por qué no te encuentras con ellos ahora mismo? No hay que ser demasiado listo para haberme dado cuenta que cuando pusiste la opción de que nos ayudaran con mi problema, tu rostro cambio completamente a una expresión desagradable. Para empezar era una buena pregunta y ya que faltaba un buen rato para volver a la mansión donde vivía ese muchacho, era una buena distracción.
Subiendo por un terreno de piedras notaba como estas se me clavaban las plantas de los pies, haciéndome heridas continuadamente que rápidamente se curaban gracias a mi buena regeneración celular.
Off: por si no te veo, no me mates pero me lo pusiste que vaya tela.... Haru no pudo controlarse el impulso repentino xDDDDDDDDD.
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Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Cuantas vecestendría que luchar contra si mismo, algunas veces se toman decisiones con lasque se esta de acuerdo sin cuestionar. Siguiendo adelante sin importar que, yaque era eso lo que se debía hacer. Era bastante frecuente que aquellos que lesgustaba cuidar de los demás se dejaran de lado a si mismos, a sus propiasnecesidades y anhelos.
Aquello habíaresultado con Yoru de crio, recién transformado, recién conciente de su deber. Terminóimponiendo distancia a la persona que quería de aquel tiempo ya que no podíacompartir aquel gran secreto, consolándose en que quizás algún día encontraríala persona indicada con quien podría llevar su deber. Pero al pasar el tiempoalgo diferente ocurrió, siempre mantuvo cerca a sus amigos, pero cada vez quealguien demostraba el mínimo interés serio en él o viceversa, terminabaalejándose. Así que de algún modo ahora ya no podía comprender bien que sucedíaconsigo mismo, como en esos momentos, era como si algo que hubiera estadoprofundamente enterrado en su interior hubiera despertado.
Había cometido unerror que había prometido no hacer. Se había distraído en su propio mundo y nose había percatado de las reacciones del otro, sino hubiera sido por queforzosamente tenía que regresar s su forma humana, hubiera permanecido así. Ysi Haruka se hubiera descontrolado, era posible que hubiera reaccionado muytarde. Tenía que recuperar el control de sí mismo de modo que no se pusiera asi mismo o al otro en peligro,nuevamente.
Él mismo lo habíapropuesto y lo cumpliría a como diera lugar, no se podía permitir ningún fallo,si eso llegaba a suceder todo el esfuerzo sería desperdiciado, ya queconfirmaría los temores del mayor y probablemente nunca más querría intentarlo.
- Ahora podemos esperar un par de horaspara volver a intentarlo o regresar a casa – se detuvo un momento las opciones antes de seguir hablando– aunque talvez deberíamos dejarlo así por hoy y no forzar los avances, mejor intentarlopoco a poco.
Todo eso fuemencionado mientras sus pasos lo dirigían hacia sus cosas. Pero fue detenido ensu trayecto bruscamente por el mayor. Sus palabras le hicieron boquear como un pezfuera del agua. No podía encontrar una respuesta apropiada, para peor su rostrofue tomado de esa manera que lo hizo sonrojarse bastante, pero casi deinmediato frunció el ceño molesto, ya que había visto frente suyo esa sonrisaburlesca que le era ofrecida ¡era el colmo!
Por lo menos elcantante lo soltó y dejo que se vistiera tranquilo, por otra parte, parecía queél también estaba satisfecho con los logros de ese día. Aunque en realidad noeran tantos si comparaba con la experiencia de su primera transformación, peropara aquel individuo quizás era un gran paso.
- Podemos seguir por dondevinimos o tomar un atajo, en ese caso –comenzó a responderle al mayor mientras lo rebasaba, agradecía que le diera esaoportunidad, hubiera estado todo el camino de regreso con la vista del traserode Haruka en frente. – llegaríamos comomedia hora antes a la casa, aunque es más difícil que el lugar por el quevinimos… pero quizás podríamos encontrar a mi familia en la cocina si llegamosantes. No sé que opinas, pero me gusta la idea de un desayuno…
Le daba la opciónal otro para que escogiera, si bien comprendía que el camino por el cual ibanno era precisamente cómodo, el otro eraaún peor, pero confiaba en que Haruka fuera capaz de realizarlo. Prosiguió ensilencio hasta que escucho aquella pregunta. Lo recordaba bien, había sido unapropuesta que le había realizado aquella vez que se conocieron. De algún modocreía que así Haruka podría ir confiando más en él, lo cual facilitaría elentrenamiento claramente. Aún así se sorprendió que el otro lo recordara, porlo que asintió con la cabeza simplemente. En tanto miraba el frondoso bosqueque conocía tan bien.
Aunque claro no sehubiera esperado que la pregunta que le iba a realizar estuviera relacionadacon aquel tema. Inspiró hondo tratando de recordar que no tenía por que mentir,pero que por otra parte tampoco tenía que informarle de los detalles de lasituación, después de todo esos detalles podían llegar a perjudicar el entrenamiento.Así que lo miró de soslayo, con el ceño levemente fruncido y una expresiónbastante seria.
- Mimanada es la de “los lobos de los bosques nevados” – tradujo a un japonés más actual que el titulo tradicional –es originaria de Hokaido, así que en el momento enque empecé a cambiar tuve que pasar una temporada haya. Pero mi vida estabaaquí en Tokio y bueno… también habían diferencias irreconciliables que nisiquiera el alfa pudo manejar. – la mirada delpelinegro parecía ausente, clavada en aquel pasado por unos instantes - Además yo comencé con el cambio por que había vampirosrondando Tokio, no hubiera tenido sentido permanecer en aquel lugar. –Se encogió de hombros como si le tratara de restarimportancia - Regrese en cuanto mostré que era capaz de lidiar por mímismo con cualquier cosa que se me pudiera presentar.
Su mirada iba alfrente sintiendo que había abarcado todo lo necesario, le había dicho que no sellevaban bien. Aunque de alguna forma le parecía que algo no estaba bien,sentía como si se pusiera en el papel de victima y eso era lo último quedeseaba.
-Bueno, supongo que uno no le puede caeren gracia a todas las personas, sobre todo si son capaces de saber hasta tussecretos más profundos – su tono demostró resignación después de todo eso ya habíapasado y no podía hacer nada por ello. - Bueno,no puedo negar que me alegro que no quisieras contar con la ayuda de ellos– mencionó con una sutil sonrisa – por otra parte ¿Cuánto tiempo contamos para elentrenamiento? Y… no sé si deba mencionar ¿le tienes miedo a las historias defantasmas?
A eso se lellamaba querer cambiar de tema desesperadamente, no le desagradaba que el otropreguntara por su vida, pero ese tema en sí era muy incomodo. Además de algunamanera estaba relacionado a su propia motivación para ayudarlo y era difícil deenfrentar.
Aquello habíaresultado con Yoru de crio, recién transformado, recién conciente de su deber. Terminóimponiendo distancia a la persona que quería de aquel tiempo ya que no podíacompartir aquel gran secreto, consolándose en que quizás algún día encontraríala persona indicada con quien podría llevar su deber. Pero al pasar el tiempoalgo diferente ocurrió, siempre mantuvo cerca a sus amigos, pero cada vez quealguien demostraba el mínimo interés serio en él o viceversa, terminabaalejándose. Así que de algún modo ahora ya no podía comprender bien que sucedíaconsigo mismo, como en esos momentos, era como si algo que hubiera estadoprofundamente enterrado en su interior hubiera despertado.
Había cometido unerror que había prometido no hacer. Se había distraído en su propio mundo y nose había percatado de las reacciones del otro, sino hubiera sido por queforzosamente tenía que regresar s su forma humana, hubiera permanecido así. Ysi Haruka se hubiera descontrolado, era posible que hubiera reaccionado muytarde. Tenía que recuperar el control de sí mismo de modo que no se pusiera asi mismo o al otro en peligro,nuevamente.
Él mismo lo habíapropuesto y lo cumpliría a como diera lugar, no se podía permitir ningún fallo,si eso llegaba a suceder todo el esfuerzo sería desperdiciado, ya queconfirmaría los temores del mayor y probablemente nunca más querría intentarlo.
- Ahora podemos esperar un par de horaspara volver a intentarlo o regresar a casa – se detuvo un momento las opciones antes de seguir hablando– aunque talvez deberíamos dejarlo así por hoy y no forzar los avances, mejor intentarlopoco a poco.
Todo eso fuemencionado mientras sus pasos lo dirigían hacia sus cosas. Pero fue detenido ensu trayecto bruscamente por el mayor. Sus palabras le hicieron boquear como un pezfuera del agua. No podía encontrar una respuesta apropiada, para peor su rostrofue tomado de esa manera que lo hizo sonrojarse bastante, pero casi deinmediato frunció el ceño molesto, ya que había visto frente suyo esa sonrisaburlesca que le era ofrecida ¡era el colmo!
Por lo menos elcantante lo soltó y dejo que se vistiera tranquilo, por otra parte, parecía queél también estaba satisfecho con los logros de ese día. Aunque en realidad noeran tantos si comparaba con la experiencia de su primera transformación, peropara aquel individuo quizás era un gran paso.
- Podemos seguir por dondevinimos o tomar un atajo, en ese caso –comenzó a responderle al mayor mientras lo rebasaba, agradecía que le diera esaoportunidad, hubiera estado todo el camino de regreso con la vista del traserode Haruka en frente. – llegaríamos comomedia hora antes a la casa, aunque es más difícil que el lugar por el quevinimos… pero quizás podríamos encontrar a mi familia en la cocina si llegamosantes. No sé que opinas, pero me gusta la idea de un desayuno…
Le daba la opciónal otro para que escogiera, si bien comprendía que el camino por el cual ibanno era precisamente cómodo, el otro eraaún peor, pero confiaba en que Haruka fuera capaz de realizarlo. Prosiguió ensilencio hasta que escucho aquella pregunta. Lo recordaba bien, había sido unapropuesta que le había realizado aquella vez que se conocieron. De algún modocreía que así Haruka podría ir confiando más en él, lo cual facilitaría elentrenamiento claramente. Aún así se sorprendió que el otro lo recordara, porlo que asintió con la cabeza simplemente. En tanto miraba el frondoso bosqueque conocía tan bien.
Aunque claro no sehubiera esperado que la pregunta que le iba a realizar estuviera relacionadacon aquel tema. Inspiró hondo tratando de recordar que no tenía por que mentir,pero que por otra parte tampoco tenía que informarle de los detalles de lasituación, después de todo esos detalles podían llegar a perjudicar el entrenamiento.Así que lo miró de soslayo, con el ceño levemente fruncido y una expresiónbastante seria.
- Mimanada es la de “los lobos de los bosques nevados” – tradujo a un japonés más actual que el titulo tradicional –es originaria de Hokaido, así que en el momento enque empecé a cambiar tuve que pasar una temporada haya. Pero mi vida estabaaquí en Tokio y bueno… también habían diferencias irreconciliables que nisiquiera el alfa pudo manejar. – la mirada delpelinegro parecía ausente, clavada en aquel pasado por unos instantes - Además yo comencé con el cambio por que había vampirosrondando Tokio, no hubiera tenido sentido permanecer en aquel lugar. –Se encogió de hombros como si le tratara de restarimportancia - Regrese en cuanto mostré que era capaz de lidiar por mímismo con cualquier cosa que se me pudiera presentar.
Su mirada iba alfrente sintiendo que había abarcado todo lo necesario, le había dicho que no sellevaban bien. Aunque de alguna forma le parecía que algo no estaba bien,sentía como si se pusiera en el papel de victima y eso era lo último quedeseaba.
-Bueno, supongo que uno no le puede caeren gracia a todas las personas, sobre todo si son capaces de saber hasta tussecretos más profundos – su tono demostró resignación después de todo eso ya habíapasado y no podía hacer nada por ello. - Bueno,no puedo negar que me alegro que no quisieras contar con la ayuda de ellos– mencionó con una sutil sonrisa – por otra parte ¿Cuánto tiempo contamos para elentrenamiento? Y… no sé si deba mencionar ¿le tienes miedo a las historias defantasmas?
A eso se lellamaba querer cambiar de tema desesperadamente, no le desagradaba que el otropreguntara por su vida, pero ese tema en sí era muy incomodo. Además de algunamanera estaba relacionado a su propia motivación para ayudarlo y era difícil deenfrentar.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Normalmente siempre evitamos demostrar como somos, por lo que la mayoría de las veces creamos alrededor nuestra una barrera invisible o una mascara que evita dejar reflejarnos como somos en realidad. Era la manera más simple de evitar que nos hicieran daño, por que en realidad no demostramos nada de nuestra verdadera personalidad.
Y ciertamente hasta yo mismo lo hacia, actuaba de una forma totalmente diferente a como lo hacia en mi casa cuando estaba completamente solo. El ser de esa forma era la manera más simple de vivir cuando se estaba rodeado de personas que conocían todo de ti, que sabían que clase de gustos tenias o cual era tu plato favorito por ejemplo. Pero en el fondo no era así, por que aunque fuese de ese modo lo cierto es que no te conocían y no tenían idea de cuales eran tus verdaderos pensamientos.
En un principio pensé actuar de esa forma delante de aquel licántropo y de hecho lo hice, inconscientemente lo estaba haciendo como si se tratase de otro desconocido que me adoraba por lo que era. Sin embargo... ¿Para qué? ¿Acaso no sabía lo que era y él mismo lo era? Si quería podía dejar de actuar y comportarme como era en verdad, podía hacerlo sin que me juzgara.
Lo que había pensado en un principio el mismo lo estaba diciendo con palabras, estaba dando la opción de dejarlo temporalmente hasta más tarde o hasta mañana si así lo quería. Y lo verdad es que sería recomendable no aprovecharse de los avances que había logrado ejecutar en ese día, y los que fui capaz de hacer por mi mismo.
-No te preocupes, no me importa lo más mínimo esperar hasta mañana o cuando tu lo creas conveniente. Lo cierto es que estaba pensando eso mismo hace unos segundos, pero pensé que a lo mejor querías seguir practicando y esa intromisión nos había jodido.El ver su rostro con el ceño fruncido hizo que abriera ligeramente los ojos, dándome cuenta de que incluso cabreado se me hacia llamativo. No obstante, aunque esperaba alguna clase de reproche por parte de el licántropo menor no hizo nada y mucho menos dijo nada en absoluto. A lo mejor fue por que lo solté demasiado pronto y quiso dejarlo pasar.
La alternativa de llegar antes me llamaba demasiado, muy a mi pesar de que el camino fuese mucho más complicado del que habíamos hecho antes. Pero si luego te recompensaba con un buen desayuno lo cierto es que era pasable. -No me importa en absoluto el tirar por un camino mucho más complicado del que hemos venido. De hecho si luego toca comer algo me apunto de cabeza... solo que...La posibilidad de ir desnudo era algo que no me agradaba demasiado. Si al menos tuviera la alternativa de ir a mi habitación antes desde luego seria otra cosa.-Me gustaría no presentarme en medio de tu familia desnudo. No se si te has dado cuenta que perdí mi ropa completamente en la transformación.
La historia que empezó a contar sonaba interesante, el que perteneciera a una manada con cuyo nombre hizo que levantase mi mirara hacia él y me quedase escuchando el resto de su relato. Así que se fue por razones que ni siquiera el líder era capaz de manejar. ¿Pero cuales? Aunque intentase imaginarme me era imposible intentar adivinarla mediante mi propio razonamiento. Lo primero de todo era que jamas había pertenecido a una y no entendía demasiado bien que se podía sentir. Aunque supiera todo lo referente a los pensamientos que no podías esconder por muchas barreras que le pusieras en el intento. Siempre me acordaba de las palabras de mi madre y ahora mucho más, ya que sabía perfectamente de lo que me estaba hablando aquel licántropo.
Cuando termino su relato me di cuenta que habíamos logrado avanza mucho, de hecho el camino que estamos tomando era parecido al anterior y a su vez muy diferente debido a las dificultades que estaba teniendo. Lo que dijo no se quedaba atrás en lo más mínimo. -No te culpes por algo que tú no tienes la culpa...
-No todos son iguales y no todos encajamos en los mismos sitios. De hecho no creo que pudiera estar en una manada donde acabaran enterándose de cada uno de mis secretos más íntimos. Los escandalizaría seguramente al no estar acostumbrados a manejar a un lobo como yo.El solo imaginarme aquella situación seria cómica, hasta graciosa si me atrevía a decir. Y es que lo poco que pase en “La Push” hizo que me diera cuenta de algunas diferencias que existían entre aquella manada y yo, y como de diferente eran nuestros pensamientos.
Levantando una de mis cejas lo miré y lo contemplé de reojo, dándome cuenta en todo momento como evitaba tener una visión completa de mi cuerpo.-Ciertamente no creo que sea tan exagerado como lo estas diciendo. Se me hace muy raro pensar que haya alguien a quien no le gustes.Por lo poco que había llegado a ver se me hacia tan raro que aquello fuera verdad. El que no me aguantaran a mi en varias ocasiones era algo comprensible, pero no que lo hicieran con aquel chiquillo por que fuera un poco diferente a los demás. Y hablando de esa diferencia tan radical... ¿Cual era?
Escuchando su penúltima pregunta me quedé en silencio, haciendo un calculo aproximado de cuanto tiempo disponíamos hasta que empezara nuevamente la nueva gira y el empiezo de mi nuevo disco. -Pues haciendo un calculo por encima estimo que unos tres o cuatro meses, todo dependiendo de que quiera empezar mi tercer álbum a finales de verano o principios de invierno.
-De eso tendría que hablarlo más calmado con Erika y ponernos de acuerdo.Luego de haberle explicado parte de mis planes y como planeaba manejar el asunto, existía otra pregunta que había logrado dejarme a cuadro.-¿Fantasmas dices?
¿Temerle a los fantasmas? ¿Por qué me saltaba aquello tan de repente y así como así? No entendía demasiado bien por que estaba mencionándolo, pero sabia a la perfección que no estaba bromeando debido a su rostro. En el no existía ni una pizca de duda o cachondeo. -¿Tenerle miedo? ¿Existe alguna razón en especial por lo que deba temerle?Pregunté un tanto confundido mientras continuaba mis pasos y lograba recuperar la distancia que se había hecho entre nosotros.
-¿No me jodas que vives en una mansión encantada?
Y ciertamente hasta yo mismo lo hacia, actuaba de una forma totalmente diferente a como lo hacia en mi casa cuando estaba completamente solo. El ser de esa forma era la manera más simple de vivir cuando se estaba rodeado de personas que conocían todo de ti, que sabían que clase de gustos tenias o cual era tu plato favorito por ejemplo. Pero en el fondo no era así, por que aunque fuese de ese modo lo cierto es que no te conocían y no tenían idea de cuales eran tus verdaderos pensamientos.
En un principio pensé actuar de esa forma delante de aquel licántropo y de hecho lo hice, inconscientemente lo estaba haciendo como si se tratase de otro desconocido que me adoraba por lo que era. Sin embargo... ¿Para qué? ¿Acaso no sabía lo que era y él mismo lo era? Si quería podía dejar de actuar y comportarme como era en verdad, podía hacerlo sin que me juzgara.
Lo que había pensado en un principio el mismo lo estaba diciendo con palabras, estaba dando la opción de dejarlo temporalmente hasta más tarde o hasta mañana si así lo quería. Y lo verdad es que sería recomendable no aprovecharse de los avances que había logrado ejecutar en ese día, y los que fui capaz de hacer por mi mismo.
-No te preocupes, no me importa lo más mínimo esperar hasta mañana o cuando tu lo creas conveniente. Lo cierto es que estaba pensando eso mismo hace unos segundos, pero pensé que a lo mejor querías seguir practicando y esa intromisión nos había jodido.El ver su rostro con el ceño fruncido hizo que abriera ligeramente los ojos, dándome cuenta de que incluso cabreado se me hacia llamativo. No obstante, aunque esperaba alguna clase de reproche por parte de el licántropo menor no hizo nada y mucho menos dijo nada en absoluto. A lo mejor fue por que lo solté demasiado pronto y quiso dejarlo pasar.
La alternativa de llegar antes me llamaba demasiado, muy a mi pesar de que el camino fuese mucho más complicado del que habíamos hecho antes. Pero si luego te recompensaba con un buen desayuno lo cierto es que era pasable. -No me importa en absoluto el tirar por un camino mucho más complicado del que hemos venido. De hecho si luego toca comer algo me apunto de cabeza... solo que...La posibilidad de ir desnudo era algo que no me agradaba demasiado. Si al menos tuviera la alternativa de ir a mi habitación antes desde luego seria otra cosa.-Me gustaría no presentarme en medio de tu familia desnudo. No se si te has dado cuenta que perdí mi ropa completamente en la transformación.
La historia que empezó a contar sonaba interesante, el que perteneciera a una manada con cuyo nombre hizo que levantase mi mirara hacia él y me quedase escuchando el resto de su relato. Así que se fue por razones que ni siquiera el líder era capaz de manejar. ¿Pero cuales? Aunque intentase imaginarme me era imposible intentar adivinarla mediante mi propio razonamiento. Lo primero de todo era que jamas había pertenecido a una y no entendía demasiado bien que se podía sentir. Aunque supiera todo lo referente a los pensamientos que no podías esconder por muchas barreras que le pusieras en el intento. Siempre me acordaba de las palabras de mi madre y ahora mucho más, ya que sabía perfectamente de lo que me estaba hablando aquel licántropo.
Cuando termino su relato me di cuenta que habíamos logrado avanza mucho, de hecho el camino que estamos tomando era parecido al anterior y a su vez muy diferente debido a las dificultades que estaba teniendo. Lo que dijo no se quedaba atrás en lo más mínimo. -No te culpes por algo que tú no tienes la culpa...
-No todos son iguales y no todos encajamos en los mismos sitios. De hecho no creo que pudiera estar en una manada donde acabaran enterándose de cada uno de mis secretos más íntimos. Los escandalizaría seguramente al no estar acostumbrados a manejar a un lobo como yo.El solo imaginarme aquella situación seria cómica, hasta graciosa si me atrevía a decir. Y es que lo poco que pase en “La Push” hizo que me diera cuenta de algunas diferencias que existían entre aquella manada y yo, y como de diferente eran nuestros pensamientos.
Levantando una de mis cejas lo miré y lo contemplé de reojo, dándome cuenta en todo momento como evitaba tener una visión completa de mi cuerpo.-Ciertamente no creo que sea tan exagerado como lo estas diciendo. Se me hace muy raro pensar que haya alguien a quien no le gustes.Por lo poco que había llegado a ver se me hacia tan raro que aquello fuera verdad. El que no me aguantaran a mi en varias ocasiones era algo comprensible, pero no que lo hicieran con aquel chiquillo por que fuera un poco diferente a los demás. Y hablando de esa diferencia tan radical... ¿Cual era?
Escuchando su penúltima pregunta me quedé en silencio, haciendo un calculo aproximado de cuanto tiempo disponíamos hasta que empezara nuevamente la nueva gira y el empiezo de mi nuevo disco. -Pues haciendo un calculo por encima estimo que unos tres o cuatro meses, todo dependiendo de que quiera empezar mi tercer álbum a finales de verano o principios de invierno.
-De eso tendría que hablarlo más calmado con Erika y ponernos de acuerdo.Luego de haberle explicado parte de mis planes y como planeaba manejar el asunto, existía otra pregunta que había logrado dejarme a cuadro.-¿Fantasmas dices?
¿Temerle a los fantasmas? ¿Por qué me saltaba aquello tan de repente y así como así? No entendía demasiado bien por que estaba mencionándolo, pero sabia a la perfección que no estaba bromeando debido a su rostro. En el no existía ni una pizca de duda o cachondeo. -¿Tenerle miedo? ¿Existe alguna razón en especial por lo que deba temerle?Pregunté un tanto confundido mientras continuaba mis pasos y lograba recuperar la distancia que se había hecho entre nosotros.
-¿No me jodas que vives en una mansión encantada?
Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Dejar que otros teconozcan por completo, poder confiar en que lo lograran es algo que lleva muchotiempo. Era chocante si un desconocido te contaba con lujos y detalles su vida,incluso peor si te informaba de aquellos hechos que se podrían consideraríntimos. Normalmente las manadas no tenían esa transición tan repentina, ya quehabía lazos de amistad antes del cambio, por que por lo general esto se reducíaa pequeñas comunidades de personas. El problema era con los “extranjeros”.
Era un fastidio.
Por otra parte allíse encontraba salvaguardando aquella incomoda imposición de la naturaleza.Después de todo, usualmente las personas iban mostrando poco a poco distintasfacetas de si mismo cuando conocían a alguien más. Podía hacerlo, podíaconseguir el compañerismo que deseaba. Bueno, siempre y cuando controlara esospensamientos descarriados. Por que de seguir así terminaría asaltando alcantante en algún rincón oscuro y hasta ahí quedarían las posibilidades deamistad y compañerismo.
Por otra parteresultaba agradable tener entendimiento en el tema del entrenamiento, si sólopudiera prever los movimientos de la manada para no coincidir y revelar elsecreto. Pero claro no podía, si lo intentaba sería llamativo y era probableque los delatara. Era cierto que de ser así Haruka no tenía por que enterarse,pero eso sería como traicionar su confianza y realmente no deseaba hacerlo. Porsuerte el otro licántropo no parecía demasiado apresurado por el tiempo querequerirían.
Gracias a laafirmación del mayor desvió el camino hacía el atajo que debían tomar, perocuando escuchó el pedido que se le realizaba no pudo más que abrir ampliamentesus ojos. La imagen de que aquel hombre apareciera desnudo en la cocina de lacasa no era algo precisamente sano para su corazón. Menos si cabía laposibilidad de que su madre y su hermana se encontraran ahí.
-Es más que obvio que debes vestirteantes… - dijocon un tono de voz que denotaba el latente fastidio que había causado esa frase– por otra parte tendré que pensar que dirépara presentarte. Mi madre no tendrá problemas si te presento como un amigo,aunque mi hermana…
Dejo la frase amitad de camino, después de todo su hermana sabría de quien se trataba. Nocreía que fastidiara a Haruka directamente, pero luego, cuando se encontrarasolo se convertiría probablemente en un dolor de cabeza, pequeña fangirlcuriosa. Referente al presente próximo eso era mucho más importante que esahistoria de su pasado.
Bajaba por unacuesta mucho más inclinada y llena de raíces enrevesadas que si no se teníacuidado podrían terminar enredándose. En realidad esa era una posibilidad parapersonas comunes, cosa que definitivamente no eran. Pronto salieron a un clarodesde donde se podía ver a la distancia la gran casa de Yoru, y era en esosmomentos que Haruka le entregaba aquella frase respecto a la culpa. En unareacción casi inmediata el pelinegro arqueo una ceja y ladeo y rostro paraobservarlo por un segundo.
- Nunca he sentido culpa porello – respondió tajante, no había hostilidadsino la más pura sinceridad en su voz – Escandalizar…podríamos decir que esa es la palabra exacta para esa situación – rió si alegría, inconsciente de que podía estar dandodemasiadas pistas sobre los motivos de fondo. Pero la frase con la queprosiguió aquel licano lo tomó con la guardia baja, incluso se podía decir quelo había avergonzado un poco- te agradezcoel halago, pero realmente hay gente a la que no le caigo muy en gracia.
Apresuróligeramente el paso, mostrando cuan bien conocía esa zona, de algún modo esas ultimaspalabras le habían levantado el espíritu a Yoru, lo suficiente como pararearmarse un poco más. Aunque no se daba cuenta que ello también estabasocavando otra parte de su ser de la cual no era conciente.
Prosiguieron porla pendiente, donde ya no se veía la casa, pero al menos se podía estimar conbastante precisión cuanto les faltaba. El atajo realmente disminuía el tiempode trayecto. Y hablando de tiempo las consideraciones de plazos estabantrabajando en la mente del muchacho. No podía extender demasiado todo aquello,pero tampoco debían apresurarse, el primer paso que habían logrado ese día nole mostraría jamás una tendencia de los avances que Haruka podía alcanzar.
- Bueno eso igual es bastante tiempo,tendremos que ver mientras estemos en ello– dijo encogiéndose de hombros antes de saltar desdeuna raíz al siguiente escalafón de tierra que estaba a medio metro de distanciahacía abajo. – la idea no es que dejes tuvida de lado, claro esta.
Por una partemencionarle lo de las historias de fantasmas había sucedido como supuso en unprimer momento. Con incredulidad. Aquel hombre se acerco bastante a la verdaden cuestión. Era necesario discutirlo, así que no se trataba de distraerlosolamente. Después de todo si resultaba que le temía o tenía alguna clase desuperstición, habría que buscarle un nuevo alojamiento.
- Bueno yo no lo llamaríauna mansión encantada. – Comenzó a decir elmuchacho antes de saltar otra pequeña distancia. – Cuando terminó la gran guerra – prosiguió refiriéndose a la segunda guerra mundial –la familia del general que allí vivía se suicido,todos, la esposa, los hijos incluso los sirvientes. Esa es la versión oficial– prosiguió mirando hacia el frente como si estuvieracontando un mito urbano que no tuviera nada que ver con él – aunque algunos dicen que fue el cabeza de familia quienlos asesinó a todos. Ya sabes, rumores. El asunto es que la casa fue abandonadapor mucho tiempo, hubo familias que vivieron allí antes que nosotros, pero noduraban más de dos años. Y nadie se animo a derribarla. Así que conseguimos lacasa a precio de huevo, pero a veces se escuchan cosas extrañas. Más allá deeso nunca ha pasado nada aterrador, mi hermana dice que yo asusto lo suficientea los fantasmas como para que no aparezcan.
Tras terminar surelato pasaron los últimos árboles para encontrarse con uno de los portoneslaterales de la casa. Se adentró en el lugar mientras veía que no hubieranadie, como suponía debían estar ya en la cocina.
- Ve a ponerte algo y luego bajas a la cocina - le indicó la escalera por la que debía subir, ya quedudaba que se perdiera y no encontrara la habitación en la que habían instaladosus cosas – podrás guiarte por el olor de lacomida.
Tras decir eso cruzó una puerta para atravesar un largo pasillo y encontrarse en la cocina consu madre y hermana que comenzaban a preparar la comida. Gustoso se las uniópara preparar en una sartén una gran cantidad de huevos revueltos. En tantorealizaba su labor comentaba sobre su invitado a las dos mujeres, remarcándolea su hermana que no le molestara ni hiciera preguntas innecesarias, pero en ningún momento les mencionó de quien se trataba.
Era un fastidio.
Por otra parte allíse encontraba salvaguardando aquella incomoda imposición de la naturaleza.Después de todo, usualmente las personas iban mostrando poco a poco distintasfacetas de si mismo cuando conocían a alguien más. Podía hacerlo, podíaconseguir el compañerismo que deseaba. Bueno, siempre y cuando controlara esospensamientos descarriados. Por que de seguir así terminaría asaltando alcantante en algún rincón oscuro y hasta ahí quedarían las posibilidades deamistad y compañerismo.
Por otra parteresultaba agradable tener entendimiento en el tema del entrenamiento, si sólopudiera prever los movimientos de la manada para no coincidir y revelar elsecreto. Pero claro no podía, si lo intentaba sería llamativo y era probableque los delatara. Era cierto que de ser así Haruka no tenía por que enterarse,pero eso sería como traicionar su confianza y realmente no deseaba hacerlo. Porsuerte el otro licántropo no parecía demasiado apresurado por el tiempo querequerirían.
Gracias a laafirmación del mayor desvió el camino hacía el atajo que debían tomar, perocuando escuchó el pedido que se le realizaba no pudo más que abrir ampliamentesus ojos. La imagen de que aquel hombre apareciera desnudo en la cocina de lacasa no era algo precisamente sano para su corazón. Menos si cabía laposibilidad de que su madre y su hermana se encontraran ahí.
-Es más que obvio que debes vestirteantes… - dijocon un tono de voz que denotaba el latente fastidio que había causado esa frase– por otra parte tendré que pensar que dirépara presentarte. Mi madre no tendrá problemas si te presento como un amigo,aunque mi hermana…
Dejo la frase amitad de camino, después de todo su hermana sabría de quien se trataba. Nocreía que fastidiara a Haruka directamente, pero luego, cuando se encontrarasolo se convertiría probablemente en un dolor de cabeza, pequeña fangirlcuriosa. Referente al presente próximo eso era mucho más importante que esahistoria de su pasado.
Bajaba por unacuesta mucho más inclinada y llena de raíces enrevesadas que si no se teníacuidado podrían terminar enredándose. En realidad esa era una posibilidad parapersonas comunes, cosa que definitivamente no eran. Pronto salieron a un clarodesde donde se podía ver a la distancia la gran casa de Yoru, y era en esosmomentos que Haruka le entregaba aquella frase respecto a la culpa. En unareacción casi inmediata el pelinegro arqueo una ceja y ladeo y rostro paraobservarlo por un segundo.
- Nunca he sentido culpa porello – respondió tajante, no había hostilidadsino la más pura sinceridad en su voz – Escandalizar…podríamos decir que esa es la palabra exacta para esa situación – rió si alegría, inconsciente de que podía estar dandodemasiadas pistas sobre los motivos de fondo. Pero la frase con la queprosiguió aquel licano lo tomó con la guardia baja, incluso se podía decir quelo había avergonzado un poco- te agradezcoel halago, pero realmente hay gente a la que no le caigo muy en gracia.
Apresuróligeramente el paso, mostrando cuan bien conocía esa zona, de algún modo esas ultimaspalabras le habían levantado el espíritu a Yoru, lo suficiente como pararearmarse un poco más. Aunque no se daba cuenta que ello también estabasocavando otra parte de su ser de la cual no era conciente.
Prosiguieron porla pendiente, donde ya no se veía la casa, pero al menos se podía estimar conbastante precisión cuanto les faltaba. El atajo realmente disminuía el tiempode trayecto. Y hablando de tiempo las consideraciones de plazos estabantrabajando en la mente del muchacho. No podía extender demasiado todo aquello,pero tampoco debían apresurarse, el primer paso que habían logrado ese día nole mostraría jamás una tendencia de los avances que Haruka podía alcanzar.
- Bueno eso igual es bastante tiempo,tendremos que ver mientras estemos en ello– dijo encogiéndose de hombros antes de saltar desdeuna raíz al siguiente escalafón de tierra que estaba a medio metro de distanciahacía abajo. – la idea no es que dejes tuvida de lado, claro esta.
Por una partemencionarle lo de las historias de fantasmas había sucedido como supuso en unprimer momento. Con incredulidad. Aquel hombre se acerco bastante a la verdaden cuestión. Era necesario discutirlo, así que no se trataba de distraerlosolamente. Después de todo si resultaba que le temía o tenía alguna clase desuperstición, habría que buscarle un nuevo alojamiento.
- Bueno yo no lo llamaríauna mansión encantada. – Comenzó a decir elmuchacho antes de saltar otra pequeña distancia. – Cuando terminó la gran guerra – prosiguió refiriéndose a la segunda guerra mundial –la familia del general que allí vivía se suicido,todos, la esposa, los hijos incluso los sirvientes. Esa es la versión oficial– prosiguió mirando hacia el frente como si estuvieracontando un mito urbano que no tuviera nada que ver con él – aunque algunos dicen que fue el cabeza de familia quienlos asesinó a todos. Ya sabes, rumores. El asunto es que la casa fue abandonadapor mucho tiempo, hubo familias que vivieron allí antes que nosotros, pero noduraban más de dos años. Y nadie se animo a derribarla. Así que conseguimos lacasa a precio de huevo, pero a veces se escuchan cosas extrañas. Más allá deeso nunca ha pasado nada aterrador, mi hermana dice que yo asusto lo suficientea los fantasmas como para que no aparezcan.
Tras terminar surelato pasaron los últimos árboles para encontrarse con uno de los portoneslaterales de la casa. Se adentró en el lugar mientras veía que no hubieranadie, como suponía debían estar ya en la cocina.
- Ve a ponerte algo y luego bajas a la cocina - le indicó la escalera por la que debía subir, ya quedudaba que se perdiera y no encontrara la habitación en la que habían instaladosus cosas – podrás guiarte por el olor de lacomida.
Tras decir eso cruzó una puerta para atravesar un largo pasillo y encontrarse en la cocina consu madre y hermana que comenzaban a preparar la comida. Gustoso se las uniópara preparar en una sartén una gran cantidad de huevos revueltos. En tantorealizaba su labor comentaba sobre su invitado a las dos mujeres, remarcándolea su hermana que no le molestara ni hiciera preguntas innecesarias, pero en ningún momento les mencionó de quien se trataba.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
La mayoría de las veces cuando tenemos aquello que los demás tienen, es cuando se desea poseerlo. Un ejemplo muy claro es aquel que siempre vemos en otro ambiente muy distinto al nuestro propio.
El mismo ambiente en el que estaba rodeado Yoru era completamente distinto al que estaba viviendo en mi vida actual. Si comparamos ambas vida, o mi anterior pasado con la de esa familia, podría decir que se asemejaban considerablemente. Sin embargo, ahora eran como el cielo y el infierno.
Ladeando mi rostro hacia la colina contemplé toda la llanura verde, toda llena de arboles a sus costados y un enorme claro que daba directamente a la casa, que si bajabas un poco la mirada y la enfocaba en un punto en el fondo podía visualizarla perfectamente. -Me lo suponía...Embocé una amplía sonrisa cuando escuché su comentario y ponía aquel gesto más que obvió de molestia en su voz. El imaginarme como iba a presentarme en aquella casa me parecía algo cómico. Especialmente por que dudaba absolutamente que no me conocieran en aquella casa, aunque nunca se podía saber si ya por si vivían bastante alejados de la civilización. No obstante el propio comentario del licántropo refiriéndose a su hermana menor me estaba haciéndome entender que sabia de mi existencia perfectamente, por que seguramente era alguna fans mía o de grupos del mismo genero como DBSK o NIGHTMORE.-No te preocupes, creo que sabre manejar a una muchachita sin el menor problema.
-¿Realmente crees que causara problemas el que me quede en tú casa?Siguiendo el resto del camino por el empiezo de la verde colina noté como aminoraba el paso y se paraba unos segundos, quedándose totalmente quieto, ese gesto de ya por si hizo que pensase que había dicho algo que no debía. Pero claro, las palabras que prosiguieron me dieron a entender claramente que no era así. -No te confundas. No estoy diciendo que dabas sentirte culpable por lo que eres, si no todo lo contrario. Es mejor tomárselo con humor a pensar que eres un monstruo.
-Ademas no lo eh dicho para hacerte la pelota ni mucho menos, o por que me estés ayudando.
De pronto apresuro el paso, mostrando de ese modo como de bien conocía aquella zona y que era como si fuera la propia palma de su mano. Si en vede ese lugar hubiese sido Tokyo otro gallo habría cantado, pues mi territorio era aquel y me lo conocía como si fuese mi propia casa. Saltando la misma rama que se encontraba a medio metro del suelo, mis pies chocaron contra la tierra haciendo un ruido sordo que le siguieron otras pisadas igual de rápidas o superiores a las anteriores. No iba dejarme vencer por alguien tan joven, aunque se notaba a legua que me llevaba bastante más ventaja. No obstante, solíamos ser obstinados por propia naturaleza. Nos lo pedía el cuerpo.
En ningún solo momento pensé dejar mi vida de lado, de hecho planeaba seguir escribiendo mis propias letras en aquellos momentos donde me encontrase en la total soledad. En aquel silencio donde podía pensar con claridad y me venía la inspiración. -Ya había pensando en ello, no te preocupes...
-Utilizaré estas medio vacaciones para crear nuevas canciones para mi siguiente álbum, total el estar en este lugar a estar otro totalmente apartado, en realidad es lo mismo. Ya lo hablaré en los próximos días con mi agente Erika y concretaremos una buena fecha para su próximo lanzamiento como te comenté antes.
Por lo que se estaba viendo no era una broma el seguir el tema de los fantasmas, si no que encima estaba afirmándolo aunque jamas se hubiese presentado ante ellos ninguna aparición extraña... solamente se escuchaban ruido llamativos. Al menos era un alivio, aunque verdaderamente eso no me preocupaba demasiado.-Entiendo, comprasteis esta casa más barata de lo normal por que no se vendía en el mercado inmobiliario,y quien la adquiría acaba deshaciéndose de ella debido a los fantasma que en ella habitan.
-Es una verdadera locura...
Siguiéndole de muy de cerca vi como miraba hacia un lado y al otro, evitando así ser visto por alguien de su familia por si estaba en los alrededores. Algo que parecía que no era así, por que solamente se escuchaba nuestras propias pisadas. Era en el fondo donde se podía apreciar el mormullo de alguien más, pero parecía que era en otra área de la casa en la cual no teníamos visión.-Preocupare no tardar demasiado...
Dije mientras me giraba hacia una escalera y empezaba a subirla rápidamente para encontrarme otro pasillo. En el no se encontraba nadie, algo que agradecí. El que me viera desnudo la familia de ese muchacho no me hacia la menor gracia y mucho menos un menor, como podría tratarse de la hermana pequeña de ese licántropo. Siguiendo unos cuantos metros encontré la habitación de Yoru y a continuación la mía, donde me estaba quedando a dormir temporalmente.
Entrando dentro cerré la puerta, acercándome al armario lo abrí y cogiendo un par de prendas de vestir lo cerré. Echando las ropas sobre la cama me senté y comencé a ponerme los calzoncillos que había cogido de la mesita de noche. Luego me puse los pantalones y arriba la camiseta, cogiendo las chanclas me levante y salí de la habitación, en la cual me esperaba un pasillo silencioso. No tenía nada que ver con la planta de abajo, en donde se podía escuchar sus voces perfectamente.
-Disculpar la demora.. ¿Os echo una mano en algo?Pregunté en el momento que entraba en la cocina y hacia un suave movimiento de cabeza. A continuación me colocaba al lado de donde se encontraba la jovencita, quien me estaba mirando con una expresión sorprendida. -Hola señorita.Sonreí mostrando mis dientes mientras miraba a aquella muchachita y le dirigía unas rápidas miradas a Yoru, quien estaba de espaldas en ese momento.
El mismo ambiente en el que estaba rodeado Yoru era completamente distinto al que estaba viviendo en mi vida actual. Si comparamos ambas vida, o mi anterior pasado con la de esa familia, podría decir que se asemejaban considerablemente. Sin embargo, ahora eran como el cielo y el infierno.
Ladeando mi rostro hacia la colina contemplé toda la llanura verde, toda llena de arboles a sus costados y un enorme claro que daba directamente a la casa, que si bajabas un poco la mirada y la enfocaba en un punto en el fondo podía visualizarla perfectamente. -Me lo suponía...Embocé una amplía sonrisa cuando escuché su comentario y ponía aquel gesto más que obvió de molestia en su voz. El imaginarme como iba a presentarme en aquella casa me parecía algo cómico. Especialmente por que dudaba absolutamente que no me conocieran en aquella casa, aunque nunca se podía saber si ya por si vivían bastante alejados de la civilización. No obstante el propio comentario del licántropo refiriéndose a su hermana menor me estaba haciéndome entender que sabia de mi existencia perfectamente, por que seguramente era alguna fans mía o de grupos del mismo genero como DBSK o NIGHTMORE.-No te preocupes, creo que sabre manejar a una muchachita sin el menor problema.
-¿Realmente crees que causara problemas el que me quede en tú casa?Siguiendo el resto del camino por el empiezo de la verde colina noté como aminoraba el paso y se paraba unos segundos, quedándose totalmente quieto, ese gesto de ya por si hizo que pensase que había dicho algo que no debía. Pero claro, las palabras que prosiguieron me dieron a entender claramente que no era así. -No te confundas. No estoy diciendo que dabas sentirte culpable por lo que eres, si no todo lo contrario. Es mejor tomárselo con humor a pensar que eres un monstruo.
-Ademas no lo eh dicho para hacerte la pelota ni mucho menos, o por que me estés ayudando.
De pronto apresuro el paso, mostrando de ese modo como de bien conocía aquella zona y que era como si fuera la propia palma de su mano. Si en vede ese lugar hubiese sido Tokyo otro gallo habría cantado, pues mi territorio era aquel y me lo conocía como si fuese mi propia casa. Saltando la misma rama que se encontraba a medio metro del suelo, mis pies chocaron contra la tierra haciendo un ruido sordo que le siguieron otras pisadas igual de rápidas o superiores a las anteriores. No iba dejarme vencer por alguien tan joven, aunque se notaba a legua que me llevaba bastante más ventaja. No obstante, solíamos ser obstinados por propia naturaleza. Nos lo pedía el cuerpo.
En ningún solo momento pensé dejar mi vida de lado, de hecho planeaba seguir escribiendo mis propias letras en aquellos momentos donde me encontrase en la total soledad. En aquel silencio donde podía pensar con claridad y me venía la inspiración. -Ya había pensando en ello, no te preocupes...
-Utilizaré estas medio vacaciones para crear nuevas canciones para mi siguiente álbum, total el estar en este lugar a estar otro totalmente apartado, en realidad es lo mismo. Ya lo hablaré en los próximos días con mi agente Erika y concretaremos una buena fecha para su próximo lanzamiento como te comenté antes.
Por lo que se estaba viendo no era una broma el seguir el tema de los fantasmas, si no que encima estaba afirmándolo aunque jamas se hubiese presentado ante ellos ninguna aparición extraña... solamente se escuchaban ruido llamativos. Al menos era un alivio, aunque verdaderamente eso no me preocupaba demasiado.-Entiendo, comprasteis esta casa más barata de lo normal por que no se vendía en el mercado inmobiliario,y quien la adquiría acaba deshaciéndose de ella debido a los fantasma que en ella habitan.
-Es una verdadera locura...
Siguiéndole de muy de cerca vi como miraba hacia un lado y al otro, evitando así ser visto por alguien de su familia por si estaba en los alrededores. Algo que parecía que no era así, por que solamente se escuchaba nuestras propias pisadas. Era en el fondo donde se podía apreciar el mormullo de alguien más, pero parecía que era en otra área de la casa en la cual no teníamos visión.-Preocupare no tardar demasiado...
Dije mientras me giraba hacia una escalera y empezaba a subirla rápidamente para encontrarme otro pasillo. En el no se encontraba nadie, algo que agradecí. El que me viera desnudo la familia de ese muchacho no me hacia la menor gracia y mucho menos un menor, como podría tratarse de la hermana pequeña de ese licántropo. Siguiendo unos cuantos metros encontré la habitación de Yoru y a continuación la mía, donde me estaba quedando a dormir temporalmente.
Entrando dentro cerré la puerta, acercándome al armario lo abrí y cogiendo un par de prendas de vestir lo cerré. Echando las ropas sobre la cama me senté y comencé a ponerme los calzoncillos que había cogido de la mesita de noche. Luego me puse los pantalones y arriba la camiseta, cogiendo las chanclas me levante y salí de la habitación, en la cual me esperaba un pasillo silencioso. No tenía nada que ver con la planta de abajo, en donde se podía escuchar sus voces perfectamente.
-Disculpar la demora.. ¿Os echo una mano en algo?Pregunté en el momento que entraba en la cocina y hacia un suave movimiento de cabeza. A continuación me colocaba al lado de donde se encontraba la jovencita, quien me estaba mirando con una expresión sorprendida. -Hola señorita.Sonreí mostrando mis dientes mientras miraba a aquella muchachita y le dirigía unas rápidas miradas a Yoru, quien estaba de espaldas en ese momento.
Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Hay cosas que aveces se desea aplazar, tener todas las contingencias para lo que pueda pasar.Ya que al fin y al cabo había consecuencias que raramente se desearíanafrontar. Aunque ciertamente eso dependería de cada uno, todas las personastienen miedos y aprensiones distintas.
Uno tras otrorompía los cascarones de los huevos para comenzar a revolverlos. El jovenlicántropo sentía los ojos de su hermana pegados a su espalda. Recordaba las palabras del cantante cuandoregresaban a la casa.
“.-No te preocupes, creo que sabre manejar a unamuchachita sin el menor problema.”
Eso había dichoél, ignorante de cual era el verdadero temor que sentía Yoru, no temía que suhermana se comportara como una fans. Eran las posibles conclusiones a las quepodría legar y el posterior “acoso” de preguntas. Podría arruinarlo todo,pensaba en algunas ideas que podían ayudarlo a salir del paso. Y se habíadecidido por una, aunque en realidad era bastante pesimista respecto a eso. Voy a cavar mi propia tumba. Pensaba.
- Oni-chan… me pones curiosa con tantomisterio - dijo la chica delargo cabello oscuro, que ya había preparado la mesa de la cocina con cuatropuestos y se disponía a preparar el tocino.
- Maya tiene razón, nunca tehabías puesto así cuando habías invitado a uno de tus amigos Yo-chan – agregó su madre que se encontraba preparando una fuentecon wuafles.
Aquello se estabaponiendo complicado, hasta su madre estaba sintiendo curiosidad, pero veía elbrillo de diversión en sus ojos hasta que pareció desistir y dejar a su hijotranquilo. – Es un amigo, yaentenderán – dijomientras dejaba el huevo revuelto en la mesa y se dirigía a cambiar el pan paralas tostadas en la tostadora. Con todo ello sentía esa fija mirada en suespalda, pero su atención se distrajo podía sentir el sonido de los pasos de suinvitado acercándose a la cocina. A los pocos segundos pudo oír como aquellavoz saludaba a su hermana.
La escena era lasiguiente a un costado una mujer de mediana edad sonreía con su pulcro aspectode ejecutiva al recién llegado. Aquel estilo no lo cambiaba, ni siquiera losfines de semana en la cocina, aunque claro se encontraba con un delantal decocina para no arruinar su atuendo.
A otro costado seencontraba una joven de unos 17 o 18 años con una sonrisa curiosa ysorprendida. Parecía como si estuviera tratando de decidir si aquello era unsueño, una realidad alternativa o alguna clase de broma muy bien planeada.
- Amano Haruka, -comenzó a presentar mirando al invitado- mi hermana Blackwood Maya y mi madre Blackwood Ryoko.– dijo el licántropo más joven mientras llevaba una torrede pan tostado a la mesa que estaba en la cocina.
- Siempre es un gusto recibira los amigos de Yo-chan, puedes sentirte como en casa Amano-kun – saludo la madre de Yoru – Esperoque te guste el desayuno americano.
- Yatenemos casi listo no es necesario… - comenzó a decir Maya cuando fue interrumpida.
- Podrías sacar el jarabepara los wuaffles, esta en el refigerador –dijo desinteresado Yoru tratando al cantante como si se tratara de una personacualquiera.
Ante ello suhermana mantuvo su mirada extrañada, en tanto Ryoko veía todo de lo más normal,aunque disimulaba perfectamente que no conocía al invitado de su hijo. Despuésde todo “no sabía” de quien se trataba, pero estaba segura de que había vistosu imagen en algún lugar y tenía la sensación que no era como los otros amigosde Yoru.
La mujer se sacóel delantal e invitó a todos a tomar asiento, para tomar el lado principal dela mesa. Donde había pan tostado, huevos revueltos, tocino, café e inclusocereales y una caja de leche por si a alguien se le ofrecía. Era simplementellegar y servirse. El desayuno se desarrollo entre la charla amena de aquellamadre que les comentaba que saldrían con la muchacha “día de mujeres”mencionaba orgullosa, mirando con premeditación a Yoru.
- Aquíse viene –pensó Yoru tratando de aparentar desentendimiento.
- Yo-chan… hace tiempo que no se limpia eldojo, sé que nadie lo ocupa y es una lastima que tú no realices ningún artemarcial, pero podrías mostrarle el lugar, mientras aseas, bueno, siempre ycuando no tengan nada planeado – concluyo con una dulce sonrisa.
En tanto la jovenmiraba de soslayo con sus suspicaces ojos al licántropo mayor. Hasta que sedecidió ha hablar, mientras terminaba su wuaffle - ¿Amano-san de donde conoce a mi oni-chan? – preguntó con un gesto quea nadie le hubiera caído en duda que se trataba de la mayor de las inocencias.
- ¡Ay Maya… se nos hacetarde! – dijo sorprendida Ryoko, mientras selevantaba interrumpiendo así la vital información – Yo- chan, cariño te va a tocar lavar todo, lo siento… Mayaapura que vamos a llegar tarde a la película.
Tras unos pocossegundos las dos mujeres salieron disparadas de la cocina y en unos minutos seescuchó como un automóvil se dirigía hacía la autopista. Fue entonces que Yorucomenzó a reír entre cansado y divertido.
- Creo que me han calzado– comentó divertido - ¿quieresalgo más? Supongo que hay jugo en el refrigerador – finalmente el joven licántropo había comido algo así comolas porciones para cuatro o cinco personas y por lo que parecía estabadispuesto a asaltar el refrigerador en busca de algo más, pero sólo sacó unamanzana. – Bienvenido al pequeño caos de mivida. – dijo mordiendo la fruta mientrasapoyaba su espalda en el refigerador. - ¿Lavoy tú secas? – preguntó divertido esperando aver la reacción del cantante, ya que no creía que lo tomara en serio.
Uno tras otrorompía los cascarones de los huevos para comenzar a revolverlos. El jovenlicántropo sentía los ojos de su hermana pegados a su espalda. Recordaba las palabras del cantante cuandoregresaban a la casa.
“.-No te preocupes, creo que sabre manejar a unamuchachita sin el menor problema.”
Eso había dichoél, ignorante de cual era el verdadero temor que sentía Yoru, no temía que suhermana se comportara como una fans. Eran las posibles conclusiones a las quepodría legar y el posterior “acoso” de preguntas. Podría arruinarlo todo,pensaba en algunas ideas que podían ayudarlo a salir del paso. Y se habíadecidido por una, aunque en realidad era bastante pesimista respecto a eso. Voy a cavar mi propia tumba. Pensaba.
- Oni-chan… me pones curiosa con tantomisterio - dijo la chica delargo cabello oscuro, que ya había preparado la mesa de la cocina con cuatropuestos y se disponía a preparar el tocino.
- Maya tiene razón, nunca tehabías puesto así cuando habías invitado a uno de tus amigos Yo-chan – agregó su madre que se encontraba preparando una fuentecon wuafles.
Aquello se estabaponiendo complicado, hasta su madre estaba sintiendo curiosidad, pero veía elbrillo de diversión en sus ojos hasta que pareció desistir y dejar a su hijotranquilo. – Es un amigo, yaentenderán – dijomientras dejaba el huevo revuelto en la mesa y se dirigía a cambiar el pan paralas tostadas en la tostadora. Con todo ello sentía esa fija mirada en suespalda, pero su atención se distrajo podía sentir el sonido de los pasos de suinvitado acercándose a la cocina. A los pocos segundos pudo oír como aquellavoz saludaba a su hermana.
La escena era lasiguiente a un costado una mujer de mediana edad sonreía con su pulcro aspectode ejecutiva al recién llegado. Aquel estilo no lo cambiaba, ni siquiera losfines de semana en la cocina, aunque claro se encontraba con un delantal decocina para no arruinar su atuendo.
A otro costado seencontraba una joven de unos 17 o 18 años con una sonrisa curiosa ysorprendida. Parecía como si estuviera tratando de decidir si aquello era unsueño, una realidad alternativa o alguna clase de broma muy bien planeada.
- Amano Haruka, -comenzó a presentar mirando al invitado- mi hermana Blackwood Maya y mi madre Blackwood Ryoko.– dijo el licántropo más joven mientras llevaba una torrede pan tostado a la mesa que estaba en la cocina.
- Siempre es un gusto recibira los amigos de Yo-chan, puedes sentirte como en casa Amano-kun – saludo la madre de Yoru – Esperoque te guste el desayuno americano.
- Yatenemos casi listo no es necesario… - comenzó a decir Maya cuando fue interrumpida.
- Podrías sacar el jarabepara los wuaffles, esta en el refigerador –dijo desinteresado Yoru tratando al cantante como si se tratara de una personacualquiera.
Ante ello suhermana mantuvo su mirada extrañada, en tanto Ryoko veía todo de lo más normal,aunque disimulaba perfectamente que no conocía al invitado de su hijo. Despuésde todo “no sabía” de quien se trataba, pero estaba segura de que había vistosu imagen en algún lugar y tenía la sensación que no era como los otros amigosde Yoru.
La mujer se sacóel delantal e invitó a todos a tomar asiento, para tomar el lado principal dela mesa. Donde había pan tostado, huevos revueltos, tocino, café e inclusocereales y una caja de leche por si a alguien se le ofrecía. Era simplementellegar y servirse. El desayuno se desarrollo entre la charla amena de aquellamadre que les comentaba que saldrían con la muchacha “día de mujeres”mencionaba orgullosa, mirando con premeditación a Yoru.
- Aquíse viene –pensó Yoru tratando de aparentar desentendimiento.
- Yo-chan… hace tiempo que no se limpia eldojo, sé que nadie lo ocupa y es una lastima que tú no realices ningún artemarcial, pero podrías mostrarle el lugar, mientras aseas, bueno, siempre ycuando no tengan nada planeado – concluyo con una dulce sonrisa.
En tanto la jovenmiraba de soslayo con sus suspicaces ojos al licántropo mayor. Hasta que sedecidió ha hablar, mientras terminaba su wuaffle - ¿Amano-san de donde conoce a mi oni-chan? – preguntó con un gesto quea nadie le hubiera caído en duda que se trataba de la mayor de las inocencias.
- ¡Ay Maya… se nos hacetarde! – dijo sorprendida Ryoko, mientras selevantaba interrumpiendo así la vital información – Yo- chan, cariño te va a tocar lavar todo, lo siento… Mayaapura que vamos a llegar tarde a la película.
Tras unos pocossegundos las dos mujeres salieron disparadas de la cocina y en unos minutos seescuchó como un automóvil se dirigía hacía la autopista. Fue entonces que Yorucomenzó a reír entre cansado y divertido.
- Creo que me han calzado– comentó divertido - ¿quieresalgo más? Supongo que hay jugo en el refrigerador – finalmente el joven licántropo había comido algo así comolas porciones para cuatro o cinco personas y por lo que parecía estabadispuesto a asaltar el refrigerador en busca de algo más, pero sólo sacó unamanzana. – Bienvenido al pequeño caos de mivida. – dijo mordiendo la fruta mientrasapoyaba su espalda en el refigerador. - ¿Lavoy tú secas? – preguntó divertido esperando aver la reacción del cantante, ya que no creía que lo tomara en serio.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Aunque no quiera y se evité a toda costa, siempre acabemos sintiendo curiosidad por las personas o por las cosas, aquellas que las rodean por que lo vemos completamente diferente a nuestra forma de ver la vida. Eso mismo sentía yo cuando me veía rodeado de una familia tan peculiar como era de aquel licántropo. Y seguramente también estaban rodando por las mentes de los presentes, como se estaba viendo claramente en las misma palabras de la pequeña humana.
Las presentaciones se hicieron rápidas -pero no por ello menos importante claro esta- ya que con un ligero movimiento de cabeza saludé a las dos mujeres, cuando les dediqué a cada una de ellas un saludo un tanto peculiar y a su vez amistoso.-Encantada de conocerlas señora Ryoko y señorita Maya, espero no ser una verdadera molestia por este repentino cambio de planes.
Aclaré mientras miraba a la madre de Yoru y alternaba de vez en cuando con la pequeña Maya, quien me seguía observando con una expresión de total confusión.
Volviendo mi total atención a la mujer mayor asentí mostrando una pequeña sonrisa que dejaba ver parte de mi dentadura.-Seguro que me gustara al estar preparado por dos bellas mujeres y un joven ta...De pronto escuché la voz de la pequeña y preferí dejarla hablar, dando así la indicaciones de que ya quedaba muy poco para terminar de preparar el desayuno.
Las propias indicaciones del otro licántropo me dieron a entender de que me trataría como un igual, como si perteneciera a aquella familia y no fuera un cantante famoso. Y de hecho llegaría a mentir considerablemente si negaba que me estaba gustando. Aunque había que admitir que era algo raro. Acercándome al refrigerador coloqué la mano sobre la puerta y estiré, abriéndose a su paso para dejarme ver el interior de este totalmente lleno de comida casera preparada y alguna que otra verdura en el cajón de abajo. Por lo visto toda la familia se alimentaba demasiado bien.
Echando una rápida ojeada lo localicé y en cuanto mis dedos tocaron el frío envase lo levante, cerrando la puerta a continuación. Llevando el envase a la mesa me senté después de que la señora de la casa tomara asiento al igual que la más pequeña. En cuanto me senté en mi asiento correspondiente cogí un par de tostadas y les unté un poco de mantequilla. Lo cierto es que viendo en comparación a todo lo que se estaba comiendo el más joven de los licántropos, mi apetito era mucho menor que el suyo. Como mucho podría igualarme a la pequeña, pero aun así juraría que hasta había comido mucho más que yo.
Mientras me bebía un sorbo de café de mi taza hubo una parte de la conversación que mi intereso y no era precisamente la salida que planeaban tener las “mujeres”. La pregunta que había realizado aquella muchachita hizo que girase mis ojos hacia ella y olvidase por completo la tarea que le había propuesto la mujer mayor a su hijo. -En realidad es algo cómico de contar...Empecé diciendo disimuladamente mientras le dirigía una distraída mirada al pequeño licántropo y veía su reacción, no era demasiado difícil de adivinar que seguramente se encontraría nervioso o aparentemente indiferente, como si con ello lograse restarle importancia al a pregunta de su hermana.
Con una breve sonrisa continué:-Fue en una convención de firmas que tenía preparada por mi representante Erika, es ella la que se encarga de cada uno de mis movimientos. Según me enteré por tú hermano mayor, el mismo fue el que acompaño a alguna de sus compañeras a mi rueda de prensa y firma.
-¿Por qué lo preguntas pequeña...Su pregunta ciertamente no me sorprendía para nada, era más aun, pues en realidad me la esperaba por ser quien era yo. Si ya por si era extraño dar con alguien de tu misma especie, era mucho menos común hacerlo con alguien tan normal como lo era Yoru o el resto de aquella familia.
Dejando ese tema aparcado temporalmente las vi levantarse a una velocidad asombrosa, despidiéndose a su paso mientras salía por las puertas con si detrás llevaran al mismísimo demonio. Volviendo toda mi atención al otro licántropo capté su broma y su humor, como por culpa de aquella quedada entre chicas habían logrado escaquearse de su labor de recogida.-No, gracias. Creo que no como tanto como tú y si lo hiciera, acabaría reventando seguramente.
-Eso parece, que nos tomaron el pelo y muy bien, por cierto. Remarqué levantándome de la silla y llevando mi taza al fregadero, donde la solté. Con una ceja levantada lo miré y dije:-¿También me vas a poner a hacer tareas del hogar? Ya lo único que te falta es que me pongas un delantal y completamos el chiste.
-Venga, antes de que me arrepienta.Llevando el resto de platos vacíos a la pileta los solté, haciéndose de pronto una pequeña montaña de platos y tazas. Cuando habíamos dejado cada uno de platos llenos de comida en sus correspondientes lugares, al igual que la leche o la caja de cereales, fue entonces cuando me coloqué al lado de el fregadero para comenzar a secar cada plato que me iba pasando el joven licántropo.
Dejando el ultimo plato seco sobre el estante de arriba me giré, apoyándome sobre la encima que ahora se encontraba seca al haberle pasado el paño por encima. -¿También vas a aprovecharte de mi para limpiar el dojo?.Pregunté de forma directa, mientras hacia un ligero movimiento con mis manos mojadas y lo empapaba, para continuación cruzarme de brazos y le dirigía una inquisidora mirada. Aunque en el fondo diera parecer que estaba molesto, no era así, si no todo lo contrario, pues tenía que admitir que me había divertido con ese labor tan cotidiano.
Apartándome del fregadero comencé a andar hacia la entrada de la cocina, donde me detuve para observar el pasillo que daba hacia otras habitaciones. -¿Me enseñas el dojo de tu familia?.
Las presentaciones se hicieron rápidas -pero no por ello menos importante claro esta- ya que con un ligero movimiento de cabeza saludé a las dos mujeres, cuando les dediqué a cada una de ellas un saludo un tanto peculiar y a su vez amistoso.-Encantada de conocerlas señora Ryoko y señorita Maya, espero no ser una verdadera molestia por este repentino cambio de planes.
Aclaré mientras miraba a la madre de Yoru y alternaba de vez en cuando con la pequeña Maya, quien me seguía observando con una expresión de total confusión.
Volviendo mi total atención a la mujer mayor asentí mostrando una pequeña sonrisa que dejaba ver parte de mi dentadura.-Seguro que me gustara al estar preparado por dos bellas mujeres y un joven ta...De pronto escuché la voz de la pequeña y preferí dejarla hablar, dando así la indicaciones de que ya quedaba muy poco para terminar de preparar el desayuno.
Las propias indicaciones del otro licántropo me dieron a entender de que me trataría como un igual, como si perteneciera a aquella familia y no fuera un cantante famoso. Y de hecho llegaría a mentir considerablemente si negaba que me estaba gustando. Aunque había que admitir que era algo raro. Acercándome al refrigerador coloqué la mano sobre la puerta y estiré, abriéndose a su paso para dejarme ver el interior de este totalmente lleno de comida casera preparada y alguna que otra verdura en el cajón de abajo. Por lo visto toda la familia se alimentaba demasiado bien.
Echando una rápida ojeada lo localicé y en cuanto mis dedos tocaron el frío envase lo levante, cerrando la puerta a continuación. Llevando el envase a la mesa me senté después de que la señora de la casa tomara asiento al igual que la más pequeña. En cuanto me senté en mi asiento correspondiente cogí un par de tostadas y les unté un poco de mantequilla. Lo cierto es que viendo en comparación a todo lo que se estaba comiendo el más joven de los licántropos, mi apetito era mucho menor que el suyo. Como mucho podría igualarme a la pequeña, pero aun así juraría que hasta había comido mucho más que yo.
Mientras me bebía un sorbo de café de mi taza hubo una parte de la conversación que mi intereso y no era precisamente la salida que planeaban tener las “mujeres”. La pregunta que había realizado aquella muchachita hizo que girase mis ojos hacia ella y olvidase por completo la tarea que le había propuesto la mujer mayor a su hijo. -En realidad es algo cómico de contar...Empecé diciendo disimuladamente mientras le dirigía una distraída mirada al pequeño licántropo y veía su reacción, no era demasiado difícil de adivinar que seguramente se encontraría nervioso o aparentemente indiferente, como si con ello lograse restarle importancia al a pregunta de su hermana.
Con una breve sonrisa continué:-Fue en una convención de firmas que tenía preparada por mi representante Erika, es ella la que se encarga de cada uno de mis movimientos. Según me enteré por tú hermano mayor, el mismo fue el que acompaño a alguna de sus compañeras a mi rueda de prensa y firma.
-¿Por qué lo preguntas pequeña...Su pregunta ciertamente no me sorprendía para nada, era más aun, pues en realidad me la esperaba por ser quien era yo. Si ya por si era extraño dar con alguien de tu misma especie, era mucho menos común hacerlo con alguien tan normal como lo era Yoru o el resto de aquella familia.
Dejando ese tema aparcado temporalmente las vi levantarse a una velocidad asombrosa, despidiéndose a su paso mientras salía por las puertas con si detrás llevaran al mismísimo demonio. Volviendo toda mi atención al otro licántropo capté su broma y su humor, como por culpa de aquella quedada entre chicas habían logrado escaquearse de su labor de recogida.-No, gracias. Creo que no como tanto como tú y si lo hiciera, acabaría reventando seguramente.
-Eso parece, que nos tomaron el pelo y muy bien, por cierto. Remarqué levantándome de la silla y llevando mi taza al fregadero, donde la solté. Con una ceja levantada lo miré y dije:-¿También me vas a poner a hacer tareas del hogar? Ya lo único que te falta es que me pongas un delantal y completamos el chiste.
-Venga, antes de que me arrepienta.Llevando el resto de platos vacíos a la pileta los solté, haciéndose de pronto una pequeña montaña de platos y tazas. Cuando habíamos dejado cada uno de platos llenos de comida en sus correspondientes lugares, al igual que la leche o la caja de cereales, fue entonces cuando me coloqué al lado de el fregadero para comenzar a secar cada plato que me iba pasando el joven licántropo.
Dejando el ultimo plato seco sobre el estante de arriba me giré, apoyándome sobre la encima que ahora se encontraba seca al haberle pasado el paño por encima. -¿También vas a aprovecharte de mi para limpiar el dojo?.Pregunté de forma directa, mientras hacia un ligero movimiento con mis manos mojadas y lo empapaba, para continuación cruzarme de brazos y le dirigía una inquisidora mirada. Aunque en el fondo diera parecer que estaba molesto, no era así, si no todo lo contrario, pues tenía que admitir que me había divertido con ese labor tan cotidiano.
Apartándome del fregadero comencé a andar hacia la entrada de la cocina, donde me detuve para observar el pasillo que daba hacia otras habitaciones. -¿Me enseñas el dojo de tu familia?.
Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
La vida esta llena de situaciones extrañas, divertidas angustiantes, tristes, sorprendentes, alegres, festivas, etc. Que son al fin y al cabo una paleta inestimable decolores y sabores, los cuales hacen que la vida valga la pena vivirla. Así como ese preciso instante, tan domestico, o quizás deba ser nombrado como“hogareño”.
En el momento en que Maya le realizaba aquella pregunta a Haruka, Yoru sintió como el nerviosismo lo invadía. Seguía comiendo sus huevos con tocino como si no les prestara atención, pero en el fondo trataba de pensar que hacer. En eso el cantante comienza a decirle la verdad, omitiendo claramente el hecho más importante de esa velada. Sabía bien que a Maya esa explicación no le bastaría, de hecho haría que más incógnitas rodearan en su cabeza y por otra parte dudaba que Haruka quisiera rebelarle sus motivos reales a Maya.
No tenía idea de cómo saldría de ese lio.
Por fortuna su madre dio el llamado de alerta para que se marcharan, pero de algo estaba seguro aquel joven y era que en el recorrido del automóvil aquellas dos mujeres hablarían del apuesto huésped que estaría alojándose bajo su techo. Por otra parte al quedarse solos, comprendió la negativa del mayor a no comer más, aunque le parecía curioso, él mismo había supuesto que era genérico que losl icántropos necesitaran grandes cantidades de comida. Pero lo mejor fue la respuesta a su otra pregunta.
- No sería mala idea, piénsalo. Tus fans estarán encantadas de verte de ese modo, podrías fomentar sus fantasías – respondió el joven antes de darle una ultima mordida a su manzana, para así desechar el corazón de ésta.
Esa idea no fue muy buena para su mente que desde esa mañana había estado demasiado hiperactiva, así que comenzó a recoger y guardar todo lo utilizado en el desayuno con la ayuda del cantante. Le enseñó a Haruka los estantes donde iban las tazas y los distintos implementos antes de ponerse a lavar, era agradable sentir el agua fría sobre sus manos, al menos lo ayudaban a pensar en esa labor mecánica. O al menos a tratar de enfocarse nuevamente.
Sin darse cuenta aquella labor fue realizada en tiempo record. Salió de ese transe por las palabras de aquel hombre. Tras lo cual lo miro con un gesto evaluativo, podía comprender si se sentía molesto. La idea en un principio era ayudarlo con los entrenamientos, no ocuparlo de compañero de tareas domesticas. Aunque el que lo salpicara de esa manera lo confundía.
- Aquello es algo que debo hacer yo, no haría que limpiaras ese lugar ni siquiera si te ofrecieras – respondió como si esa idea fuera ridícula. Y era que en verdad sería una imagen que superaría lo que podía aguantar por un día.
Tras eso vio como el cantante se levantaba y comenzaba a caminar, mientras Yoru seguía parado en el mismo lugar. Para sonreír levemente cuando Haruka realizó aquella petición.
-Por acá es más corto – dijo señalando la puertade la cocina antes de tomar unas llaves.
Al atravesarla daba a un patio marcado por un camino depiedras, que seguía unos cuantos metros, al girar en una esquina, y proseguir por un pasillo por el costado de un pequeño cobertizo hasta dar con la entrada del dojo que se encuentra tras la casa y cuya entrada da a la entrada trasera.
- Puedes entrar y mirar mientras voy por un balde con agua y un paño con el cual limpiar – comenta antes de girarse e ir hacia el cobertizo – ¡Toma! – le tiro una llave grande de hierro que corresponda al candado del dojo, que fue soltada del llavero que se llevaba el joven licántropo.
Al poco rato regresó Yoru con un gran balde y un paño que humedece en el agua que contiene. Mira a su alrededor viendo el pendón con el antiguo lema de aquel lugar que fue abandonado hacía ya tanto tiempo. La estructura en general de aquella edificación seguía viéndose sólida, aunque la apariencia avejentada y los detalles de algunas imperfecciones
- Es una lastima que nadie pueda aprovechar este lugar – comentó el joven mientras le señalaba con una mano a Haruka que se hiciera a un costado, ya que fregaría el piso – ves ese espantoso parchado del techo – le señalo hacia un costado y arriba con la cabeza. – lo hice yo cuando llegamos - se rió mientras se impulsa con sus piernas para fregar el piso, mientras sostiene el paño húmedo con ambas manos. Algo así como siestuviera en cuatro patas. – Agradezco laregeneración rápida, esa vez me golpie cada uno de mis dedos con el martillo.
En el momento en que Maya le realizaba aquella pregunta a Haruka, Yoru sintió como el nerviosismo lo invadía. Seguía comiendo sus huevos con tocino como si no les prestara atención, pero en el fondo trataba de pensar que hacer. En eso el cantante comienza a decirle la verdad, omitiendo claramente el hecho más importante de esa velada. Sabía bien que a Maya esa explicación no le bastaría, de hecho haría que más incógnitas rodearan en su cabeza y por otra parte dudaba que Haruka quisiera rebelarle sus motivos reales a Maya.
No tenía idea de cómo saldría de ese lio.
Por fortuna su madre dio el llamado de alerta para que se marcharan, pero de algo estaba seguro aquel joven y era que en el recorrido del automóvil aquellas dos mujeres hablarían del apuesto huésped que estaría alojándose bajo su techo. Por otra parte al quedarse solos, comprendió la negativa del mayor a no comer más, aunque le parecía curioso, él mismo había supuesto que era genérico que losl icántropos necesitaran grandes cantidades de comida. Pero lo mejor fue la respuesta a su otra pregunta.
- No sería mala idea, piénsalo. Tus fans estarán encantadas de verte de ese modo, podrías fomentar sus fantasías – respondió el joven antes de darle una ultima mordida a su manzana, para así desechar el corazón de ésta.
Esa idea no fue muy buena para su mente que desde esa mañana había estado demasiado hiperactiva, así que comenzó a recoger y guardar todo lo utilizado en el desayuno con la ayuda del cantante. Le enseñó a Haruka los estantes donde iban las tazas y los distintos implementos antes de ponerse a lavar, era agradable sentir el agua fría sobre sus manos, al menos lo ayudaban a pensar en esa labor mecánica. O al menos a tratar de enfocarse nuevamente.
Sin darse cuenta aquella labor fue realizada en tiempo record. Salió de ese transe por las palabras de aquel hombre. Tras lo cual lo miro con un gesto evaluativo, podía comprender si se sentía molesto. La idea en un principio era ayudarlo con los entrenamientos, no ocuparlo de compañero de tareas domesticas. Aunque el que lo salpicara de esa manera lo confundía.
- Aquello es algo que debo hacer yo, no haría que limpiaras ese lugar ni siquiera si te ofrecieras – respondió como si esa idea fuera ridícula. Y era que en verdad sería una imagen que superaría lo que podía aguantar por un día.
Tras eso vio como el cantante se levantaba y comenzaba a caminar, mientras Yoru seguía parado en el mismo lugar. Para sonreír levemente cuando Haruka realizó aquella petición.
-Por acá es más corto – dijo señalando la puertade la cocina antes de tomar unas llaves.
Al atravesarla daba a un patio marcado por un camino depiedras, que seguía unos cuantos metros, al girar en una esquina, y proseguir por un pasillo por el costado de un pequeño cobertizo hasta dar con la entrada del dojo que se encuentra tras la casa y cuya entrada da a la entrada trasera.
- Puedes entrar y mirar mientras voy por un balde con agua y un paño con el cual limpiar – comenta antes de girarse e ir hacia el cobertizo – ¡Toma! – le tiro una llave grande de hierro que corresponda al candado del dojo, que fue soltada del llavero que se llevaba el joven licántropo.
Al poco rato regresó Yoru con un gran balde y un paño que humedece en el agua que contiene. Mira a su alrededor viendo el pendón con el antiguo lema de aquel lugar que fue abandonado hacía ya tanto tiempo. La estructura en general de aquella edificación seguía viéndose sólida, aunque la apariencia avejentada y los detalles de algunas imperfecciones
- Es una lastima que nadie pueda aprovechar este lugar – comentó el joven mientras le señalaba con una mano a Haruka que se hiciera a un costado, ya que fregaría el piso – ves ese espantoso parchado del techo – le señalo hacia un costado y arriba con la cabeza. – lo hice yo cuando llegamos - se rió mientras se impulsa con sus piernas para fregar el piso, mientras sostiene el paño húmedo con ambas manos. Algo así como siestuviera en cuatro patas. – Agradezco laregeneración rápida, esa vez me golpie cada uno de mis dedos con el martillo.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Cada casa continente una historia, cada objeto obtiene un recuerdo que nos hace pensar en ello y por ello, bien siendo alegres o tristes, acabamos sintiéndonos nostálgicos. Esos mismos sentimientos me pareció apreciar en aquella casa y con aquella familia con la que convivía temporalmente, pues en algunos momentos en especiales me hicieron pensar en mi juventud y en la historia que acarreaba sobre mis espaldas.
El que me vieran de esa manera mis propios fans era algo que no estaba dispuesto a tolerar y seguramente la mismísima Erika se negaría rotundamente a aquella idea. Aunque nunca se puede saber el gusto de otra persona que no seas tu, ya que no puedes estar en su mente. Viendo como tiraba el resto de la manzana a la basura prosiguió con su negativa, algo que me imaginaba dentro de lo que cabía. Pues yo mismo haría exactamente lo mismo y tendría su misma actitud. Si eres el anfitrión de algo, nunca de los jamases haría que otros lo hicieran por mi mismo.-Buena respuesta... aunque tampoco me negaría si me lo pidieras. Encima de que me alojas en tu casa y cargáis con mis gastos, créeme que no me parece para nada descabellado.De cierta forma era como un pago por todo aquellos servicios que me estaban dando gratuitamente.
Dando la vuelta sobre mis propios talones comencé a andar hacia la otra dirección, no antes de haber cerrado la otra puerta que había abierto. Siguiéndole por aquel camino atravesamos varios pasillos, y incluso pasamos un viejo cobertizo que daba directamente a la puerta trasera del dojo. Escuchándole hablar y saber que era lo que planeaba hacer exactamente, fue cuando me alzo la voz más de la cuenta. En ese momento el “Toma” que me dijo hizo que todos mis sentidos se pusiera alerta y lograra coger la llave con una mano.
-No te preocupes, que no me perderé. Dije colocando la llave en la cerradura y metiéndola, en cuanto llego a su tope la giré abriendo el candado. Sacándolo entre medio de las cadenas comencé a desliar estas, dejando la puerta libre para poder tirar en cualquier momento. Algo que no tarde demasiado en pensármelo. El olor a viejo se respiraba en el ambiente, como del mismo modo pasaba con el polvo que se veía desde lejos. ¿Cuánto tiempo llevaría aquel recinto cerrado? No es que fuera un experto en este área y de echo no lo era, pero era fácil adivinar que hacia mucho tiempo que no utilizaban aquel lugar.
Acercándome a los demás ventanales los empecé a abrir, dejando que el aire viciado desapareciera y entrara el nuevo. No obstante, le haría falta un día o dos abierto de par en par para que se ventilara en condiciones. En cuanto termine de hacer esa tarea que me había puesto yo mismo, comencé a mirar todo con muchísima más atención. La verdad es que nunca me había encontrado en un lugar como aquel, ni mucho menos en un dojo como poseía aquella familia, algo que tenía que admitir que era algo hermoso y único de ver. El apreciar por mi mismo cada tablón, cada viga colocada estratégicamente en su sitio lo hacia una verdadera obra de arte. Y nadie en este mundo podía decir lo contrario.
Escuchando venir las pisadas de Yoru hacia mi dirección me giré, encontrándome a los pocos segundos la escena de aquel licántropo con un balde de agua y un paño, que había cogido cuando soltó el recipiente en un lado donde no molestara. -Eso es cierto... ¿Por qué nadie lo utiliza? O... ¿Quien era el que hacia arte marciales antes?Al recordar ciertas palabras por parte de aquel licántropo se me vino a la mente que a lo mejor no sería capaz de contestarla. Aquella propiedad no era perteneciente a esa familia desde generaciones como me hubiese imaginado si no me lo hubiera comentado en una ocasión. Si no que mi propia imaginación se hubiera disparado hasta imaginarme cualquier cosa; como por ejemplo que aquel templo había llegado a pertenecer el padre de Yoru y marido de Ryoko.
Echándome hacia un costado le deje vía libre para que empezara a limpiar cuando él quisiera. Pero un comentario por su parte logro que me centrara en un desconcho de una pared, en el cual para llegar a el se tenia que coger una escalera o algo parecido.-¿Que tratabas de hacer? ¿Cargarte la pared?.El ver aquel desconchon hizo que me imaginase aquella escena, el ver a ese pequeño gritando como un descocido después de haberse golpeado los dedos con el martillo hizo que abriera los ojos unos segundos, y luego acabara apareciendo en mis labios una mueca divertida. No me es que me alegrara de las desgracias ajenas, pero el verlo seguro que era algo cómico.
En cuanto empezaron a escucharse las primeras pisadas en uno de los extremos del dojo, no pude evitar dirigir mi atención hacia aquella dirección, donde se encontraba el joven licántropo agachado. Bueno mas bien se encontraba en cuatro patas y con los brazos extendidos hacia abajo, con el paño entre sus dedos. -¿Con que edad hiciste ese desastre?
-En serio... ¿No quieres que te eche una mano?, veo mucho trabajo para una sola persona.En cierta manera lo era, al menos para alguien que normalmente no estaba acostumbrado a un trabajo tan forzado como aquel. Por que si al menos el dojo se encontrara en perfectas condiciones, el trabajo sería seguramente mucho menos del que estaba viendo con mis propios ojos.
Acercándome a parte frontal del dojo, donde seguramente se colocaría el antiguo dueño y tutor de dicho santuario, me percate de que en las paredes se encontraban colocados varios cuadros con algunos kanjis: como la esperanza, la fuerza, la destreza o el coraje. Luego en un pequeño mueble colocado debajo contenía varios cuadros y objetos personales. Pero ninguna de la familia seguramente.
-Oye, yoru... ¿Si te ayudo a limpiarlo me permitirías utilizarlo el tiempo que me encuentre aquí?Lógicamente no planeaba utilizarlo para practicas de artes marciales, si no más bien como lugar de trabajo para mi disco y mis futuras coreografías.-Viendo lo grande que es y que nadie lo utiliza, podría utilizarlo por las noches para empezar a practicar mis coreografías o el montaje de las letras de mi siguiente disco. Pregunté como si no quisiera la cosa, ya que si se negaba a que lo utilizara acabaría hacia mi primer plan. Utilizaría al menos mi dormitorio para escribir las letras y el resto lo dejaría para cuando llegase a Nueva York.
El que me vieran de esa manera mis propios fans era algo que no estaba dispuesto a tolerar y seguramente la mismísima Erika se negaría rotundamente a aquella idea. Aunque nunca se puede saber el gusto de otra persona que no seas tu, ya que no puedes estar en su mente. Viendo como tiraba el resto de la manzana a la basura prosiguió con su negativa, algo que me imaginaba dentro de lo que cabía. Pues yo mismo haría exactamente lo mismo y tendría su misma actitud. Si eres el anfitrión de algo, nunca de los jamases haría que otros lo hicieran por mi mismo.-Buena respuesta... aunque tampoco me negaría si me lo pidieras. Encima de que me alojas en tu casa y cargáis con mis gastos, créeme que no me parece para nada descabellado.De cierta forma era como un pago por todo aquellos servicios que me estaban dando gratuitamente.
Dando la vuelta sobre mis propios talones comencé a andar hacia la otra dirección, no antes de haber cerrado la otra puerta que había abierto. Siguiéndole por aquel camino atravesamos varios pasillos, y incluso pasamos un viejo cobertizo que daba directamente a la puerta trasera del dojo. Escuchándole hablar y saber que era lo que planeaba hacer exactamente, fue cuando me alzo la voz más de la cuenta. En ese momento el “Toma” que me dijo hizo que todos mis sentidos se pusiera alerta y lograra coger la llave con una mano.
-No te preocupes, que no me perderé. Dije colocando la llave en la cerradura y metiéndola, en cuanto llego a su tope la giré abriendo el candado. Sacándolo entre medio de las cadenas comencé a desliar estas, dejando la puerta libre para poder tirar en cualquier momento. Algo que no tarde demasiado en pensármelo. El olor a viejo se respiraba en el ambiente, como del mismo modo pasaba con el polvo que se veía desde lejos. ¿Cuánto tiempo llevaría aquel recinto cerrado? No es que fuera un experto en este área y de echo no lo era, pero era fácil adivinar que hacia mucho tiempo que no utilizaban aquel lugar.
Acercándome a los demás ventanales los empecé a abrir, dejando que el aire viciado desapareciera y entrara el nuevo. No obstante, le haría falta un día o dos abierto de par en par para que se ventilara en condiciones. En cuanto termine de hacer esa tarea que me había puesto yo mismo, comencé a mirar todo con muchísima más atención. La verdad es que nunca me había encontrado en un lugar como aquel, ni mucho menos en un dojo como poseía aquella familia, algo que tenía que admitir que era algo hermoso y único de ver. El apreciar por mi mismo cada tablón, cada viga colocada estratégicamente en su sitio lo hacia una verdadera obra de arte. Y nadie en este mundo podía decir lo contrario.
Escuchando venir las pisadas de Yoru hacia mi dirección me giré, encontrándome a los pocos segundos la escena de aquel licántropo con un balde de agua y un paño, que había cogido cuando soltó el recipiente en un lado donde no molestara. -Eso es cierto... ¿Por qué nadie lo utiliza? O... ¿Quien era el que hacia arte marciales antes?Al recordar ciertas palabras por parte de aquel licántropo se me vino a la mente que a lo mejor no sería capaz de contestarla. Aquella propiedad no era perteneciente a esa familia desde generaciones como me hubiese imaginado si no me lo hubiera comentado en una ocasión. Si no que mi propia imaginación se hubiera disparado hasta imaginarme cualquier cosa; como por ejemplo que aquel templo había llegado a pertenecer el padre de Yoru y marido de Ryoko.
Echándome hacia un costado le deje vía libre para que empezara a limpiar cuando él quisiera. Pero un comentario por su parte logro que me centrara en un desconcho de una pared, en el cual para llegar a el se tenia que coger una escalera o algo parecido.-¿Que tratabas de hacer? ¿Cargarte la pared?.El ver aquel desconchon hizo que me imaginase aquella escena, el ver a ese pequeño gritando como un descocido después de haberse golpeado los dedos con el martillo hizo que abriera los ojos unos segundos, y luego acabara apareciendo en mis labios una mueca divertida. No me es que me alegrara de las desgracias ajenas, pero el verlo seguro que era algo cómico.
En cuanto empezaron a escucharse las primeras pisadas en uno de los extremos del dojo, no pude evitar dirigir mi atención hacia aquella dirección, donde se encontraba el joven licántropo agachado. Bueno mas bien se encontraba en cuatro patas y con los brazos extendidos hacia abajo, con el paño entre sus dedos. -¿Con que edad hiciste ese desastre?
-En serio... ¿No quieres que te eche una mano?, veo mucho trabajo para una sola persona.En cierta manera lo era, al menos para alguien que normalmente no estaba acostumbrado a un trabajo tan forzado como aquel. Por que si al menos el dojo se encontrara en perfectas condiciones, el trabajo sería seguramente mucho menos del que estaba viendo con mis propios ojos.
Acercándome a parte frontal del dojo, donde seguramente se colocaría el antiguo dueño y tutor de dicho santuario, me percate de que en las paredes se encontraban colocados varios cuadros con algunos kanjis: como la esperanza, la fuerza, la destreza o el coraje. Luego en un pequeño mueble colocado debajo contenía varios cuadros y objetos personales. Pero ninguna de la familia seguramente.
-Oye, yoru... ¿Si te ayudo a limpiarlo me permitirías utilizarlo el tiempo que me encuentre aquí?Lógicamente no planeaba utilizarlo para practicas de artes marciales, si no más bien como lugar de trabajo para mi disco y mis futuras coreografías.-Viendo lo grande que es y que nadie lo utiliza, podría utilizarlo por las noches para empezar a practicar mis coreografías o el montaje de las letras de mi siguiente disco. Pregunté como si no quisiera la cosa, ya que si se negaba a que lo utilizara acabaría hacia mi primer plan. Utilizaría al menos mi dormitorio para escribir las letras y el resto lo dejaría para cuando llegase a Nueva York.
Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
De alguna maneracada casa tiene su propia esencia, la cual ha sido conformada por las personasque han vivido en determinados lugares. Como si aportaran con su propia energíapara que una casa se transforme en algo vivo, se transforme en algo especial,en otras palabras se transforme en un hogar.
Aquel dojoabandonado era quizás el único remanente de los ocupantes originales. Se habíatratado de hacer algunas reparaciones desde que los Blackwood habían llegado aaquella gran casa, pero jamás habían cambiado nada, era perfecto así comoestaba.
Al entrar en aquellugar y sentir aquel aire viciado que comenzaba a despejarse vio como la luzentraba desde los ventanales que había abierto el mayor. Parecía muyconcentrado en algo y de algún modo tenía una apariencia que era realmenteatrayente, con tal fuerza y magnetismo y tan… En vez de fijarse en cosas tancomprometedoras. Fue entonces que aquel licántropo pregunto algo que no sabía aciencia cierta.
-Supongo que si es verdad la historia delGeneral, debía ser una familia tradicional, quizás tenían su propia escuela deKarate o Aikido aquí… tal vez Iaido, hay unas fotografías en ese estante dondesale gente con hakama y katanas – menciona tratando de pensar algunas opciones. – Por otra parte no hay un maestro para que ocupe estelugar y así enseñarle a otras personas. Comprenderás que con este secreto es unpoco complicado ofrecerle la entrada a la casa a un completo desconocido.
A medida querespondía, no perdí la oportunidad de mirar de soslayo a Haruka. Después detodo estaba sumergiendo el paño en el agua para empaparlo bien. Pero parecíaque la tregua que le había dado su cuerpo durante el desayuno terminaba allí,en ese preciso instante. La situación se le estaba haciendo bastante rara, enun momento había supuesto que era algo producto de su abstinencia y conociendoun poco a aquel individuo aquellas reacciones desaparecerían. Se sentíaincómodo. Por ello comenzó a limpiar, incluso si tenía que desconcentrar aHaruka de lo que fuera que estuviera haciendo, además acababa de hacer una deesas cosas que realizaba cuando estaba nervioso. “Contar una anécdota” que lollevara a un tema más seguro de conversación.
- Tenía 16, recién noshabíamos mudado a esta casa y no dominaba mi fuerza, – comenzó a comentar con un leve sonrojo que lo delataba,estaba un poco avergonzado por aquel recuerdo – esmentira eso de que se gana completa destreza desde un primer momento, elagujero que había no era muy grande, pero tienes razón casi me cargo la pared – frunció en ceño mientras se impulsaba con suspiernas para limpiar aquel piso de madera. – yno, no quiero una mano, tengo energía suficiente como para dejar este pisoreluciente.
Proseguía conaquella labor mecánica, corriendo en cuatro patas arrastrando el paño húmedo deun extremo al otro del dojo. El ejercicio le estaba ayudando a gastar energíasque tenía de sobra. Trataba de buscaralguna otra idea que le ayudara a lidiar con eso, pero una alternativa surgióen su mente. Quizás fuera un asunto fisico de dominación o algo por el estilo,frente a la competencia de la misma especie. No… ya estaba pensando tonterías.
Repentinamente sedetuvo al escuchar la frase de Haruka, mirándolo concentrado hasta asentir sinninguna palabra. Era una buena idea, sería algo bueno para aquel individuo,aunque le dejaría utilizar el dojo sin hacer nada a modo de disculpa por sumente descarriada, pero sería extraño.
- Claro, ten ocupa esto, ovoy por otro balde y otro paño para limpiar –comenzó a decir mientras lanzaba aquel trozo de tela hacia las manos de aquelhombre.
Dejo el balde quehabía comenzado a ocupar para que lo utilizara el otro licántropo, de seguroaquel lugar estaría mejor siendo ocupado como escenario que como un simplecuarto (excesivamente grande) cerrado. Además todos aquellos pensamientos lohabían hecho complicarse así que necesitaba un poco de aire limpio pararespirar.
Salió del dojo endirección al cobertizo donde tomó otro balde el cual comenzó a llenar de agua. Debería dejar de sentirme tan alterado, así no soy yo…Demonios. Recapitulemos. Me ofrecí a ayudarlo con su problema sin segundasintenciones. Correcto. Entonces no debería estar tan e… emocionado con todoesto. Hay demonios soy un fracaso, quería que nos volviéramos amigoscompañeros, medio complicado si me siento como un perro en celo…
Hasta suspensamientos lo traicionaban, tanta rabia sintió por aquella autorevelación quetomó el balde y soltó el contenido desde su propia cabeza, empapando así suropa que se ciño a su cuerpo como una segunda piel. Suspiró antes de llenar elsiguiente balde tratando de pensar en algo más, después de todo no se queríaponer en evidencia.
A los pocosminutos regresó empapado con el balde en la mano para así continuar con lo queantes había estado haciendo. No puedo mirarlode ese modo, no soy un animal, aunque parte de mi… diablos, ya me hice lios denuevo. Así que volvió a su hipótesisoriginal, la abstinencia.
- Haruka-san te puedo haceruna pregunta más bien personal – empezó adecir mientras se ponía a corretear del mismo modo que antes para limpiar –no contestes si no quieres. Nunca he podido hablarde este tema con nadie ¿como haces con… -aunque tenía su vista clavada al piso que se extendía frente a sus pisadassentía como el sonrojo invadía su cara – elsexo? Digo el calor corporal que expelemos los licántropos es anormal,cualquiera se daría cuenta de que hay algo que no anda bien…
No sabía siaquella conversación lograra resolver sus problemas o cavar un profundo foso,pero era una apuesta, no podía permanecer así eternamente.
Aquel dojoabandonado era quizás el único remanente de los ocupantes originales. Se habíatratado de hacer algunas reparaciones desde que los Blackwood habían llegado aaquella gran casa, pero jamás habían cambiado nada, era perfecto así comoestaba.
Al entrar en aquellugar y sentir aquel aire viciado que comenzaba a despejarse vio como la luzentraba desde los ventanales que había abierto el mayor. Parecía muyconcentrado en algo y de algún modo tenía una apariencia que era realmenteatrayente, con tal fuerza y magnetismo y tan… En vez de fijarse en cosas tancomprometedoras. Fue entonces que aquel licántropo pregunto algo que no sabía aciencia cierta.
-Supongo que si es verdad la historia delGeneral, debía ser una familia tradicional, quizás tenían su propia escuela deKarate o Aikido aquí… tal vez Iaido, hay unas fotografías en ese estante dondesale gente con hakama y katanas – menciona tratando de pensar algunas opciones. – Por otra parte no hay un maestro para que ocupe estelugar y así enseñarle a otras personas. Comprenderás que con este secreto es unpoco complicado ofrecerle la entrada a la casa a un completo desconocido.
A medida querespondía, no perdí la oportunidad de mirar de soslayo a Haruka. Después detodo estaba sumergiendo el paño en el agua para empaparlo bien. Pero parecíaque la tregua que le había dado su cuerpo durante el desayuno terminaba allí,en ese preciso instante. La situación se le estaba haciendo bastante rara, enun momento había supuesto que era algo producto de su abstinencia y conociendoun poco a aquel individuo aquellas reacciones desaparecerían. Se sentíaincómodo. Por ello comenzó a limpiar, incluso si tenía que desconcentrar aHaruka de lo que fuera que estuviera haciendo, además acababa de hacer una deesas cosas que realizaba cuando estaba nervioso. “Contar una anécdota” que lollevara a un tema más seguro de conversación.
- Tenía 16, recién noshabíamos mudado a esta casa y no dominaba mi fuerza, – comenzó a comentar con un leve sonrojo que lo delataba,estaba un poco avergonzado por aquel recuerdo – esmentira eso de que se gana completa destreza desde un primer momento, elagujero que había no era muy grande, pero tienes razón casi me cargo la pared – frunció en ceño mientras se impulsaba con suspiernas para limpiar aquel piso de madera. – yno, no quiero una mano, tengo energía suficiente como para dejar este pisoreluciente.
Proseguía conaquella labor mecánica, corriendo en cuatro patas arrastrando el paño húmedo deun extremo al otro del dojo. El ejercicio le estaba ayudando a gastar energíasque tenía de sobra. Trataba de buscaralguna otra idea que le ayudara a lidiar con eso, pero una alternativa surgióen su mente. Quizás fuera un asunto fisico de dominación o algo por el estilo,frente a la competencia de la misma especie. No… ya estaba pensando tonterías.
Repentinamente sedetuvo al escuchar la frase de Haruka, mirándolo concentrado hasta asentir sinninguna palabra. Era una buena idea, sería algo bueno para aquel individuo,aunque le dejaría utilizar el dojo sin hacer nada a modo de disculpa por sumente descarriada, pero sería extraño.
- Claro, ten ocupa esto, ovoy por otro balde y otro paño para limpiar –comenzó a decir mientras lanzaba aquel trozo de tela hacia las manos de aquelhombre.
Dejo el balde quehabía comenzado a ocupar para que lo utilizara el otro licántropo, de seguroaquel lugar estaría mejor siendo ocupado como escenario que como un simplecuarto (excesivamente grande) cerrado. Además todos aquellos pensamientos lohabían hecho complicarse así que necesitaba un poco de aire limpio pararespirar.
Salió del dojo endirección al cobertizo donde tomó otro balde el cual comenzó a llenar de agua. Debería dejar de sentirme tan alterado, así no soy yo…Demonios. Recapitulemos. Me ofrecí a ayudarlo con su problema sin segundasintenciones. Correcto. Entonces no debería estar tan e… emocionado con todoesto. Hay demonios soy un fracaso, quería que nos volviéramos amigoscompañeros, medio complicado si me siento como un perro en celo…
Hasta suspensamientos lo traicionaban, tanta rabia sintió por aquella autorevelación quetomó el balde y soltó el contenido desde su propia cabeza, empapando así suropa que se ciño a su cuerpo como una segunda piel. Suspiró antes de llenar elsiguiente balde tratando de pensar en algo más, después de todo no se queríaponer en evidencia.
A los pocosminutos regresó empapado con el balde en la mano para así continuar con lo queantes había estado haciendo. No puedo mirarlode ese modo, no soy un animal, aunque parte de mi… diablos, ya me hice lios denuevo. Así que volvió a su hipótesisoriginal, la abstinencia.
- Haruka-san te puedo haceruna pregunta más bien personal – empezó adecir mientras se ponía a corretear del mismo modo que antes para limpiar –no contestes si no quieres. Nunca he podido hablarde este tema con nadie ¿como haces con… -aunque tenía su vista clavada al piso que se extendía frente a sus pisadassentía como el sonrojo invadía su cara – elsexo? Digo el calor corporal que expelemos los licántropos es anormal,cualquiera se daría cuenta de que hay algo que no anda bien…
No sabía siaquella conversación lograra resolver sus problemas o cavar un profundo foso,pero era una apuesta, no podía permanecer así eternamente.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Cuando menos lo esperamos pueden suceder sucesos inesperados que nos hagan cambiar de parecer, logrando así romper cada uno de nuestros esquemas y consigan hacernos flaquear por unos segundos...
Las dulces palabras florecieron en los labios del otro licántropo dándome a entender parte de aquella razón y el por qué de que no hubiera alguien ocupándose del dojo. Era muy normal no ocuparse de ello cuando se tiene un secreto tan importante, algo que podría ponerte entre la espada y la pared si alguien que se enterase, logrando de ese modo destruir la dulce familia que era compuesta con la señora Ryoko, Yoru y Maya. -Esa teoría me la imaginaba desde un principio, pues el ver el dojo en ese estado y que permaneciera inactivo era algo que me hacia pensar que no había ningún maestro. Lo cierto es que me creía que era de vuestra familia... lo que quiero decir, heredado o algo por el estilo. Y que por razones que no viene a cuento nadie se había hecho cargo del lugar desde ese entonces. Ya sabes que la mente humana es bastante compleja y a la mínima de cambio empezamos a imaginarnos cosas que no son...
Poniéndome a pensar en mi propia experiencia y en todo lo que había vivido -evitando así ser descubierto en varias ocasiones- fue cuando lo entendí a la perfección. ¿Cómo podrías abrirles las puertas a un desconocido, cuando sabes perfectamente que puede descubrirte en cualquier momento? No puedes. No puedes dejar que nadie entre en tu vida en ese sentido u otro, porque ya de por si es peligroso.-Se perfectamente lo que quieres decir...
-Quizás por eso mismo nunca lograremos encontrar a nadie que nos entienda, a excepción de que sea alguien de nuestra misma especie.Terminando aquella explicación lo observé detenidamente, comprobando por mi mismo como empapaba el paño en el agua y acto seguido lo escurría, comenzando nuevamente darle al suelo con aquella postura. Mis ojos inconscientemente se fijaron en un punto en especifico, uno en el cual un hombre no se fijaría a excepción de que fuera una mujer. Claro, contando con que era yo el que lo estaba haciendo y sabiendo perfectamente mis gustos, era algo que no me sorprendía lo más mínimo. Era más, pues estaba bastante acostumbrado a esa de relaciones entre hombres. Claro, descartaba abiertamente a que a aquel licántropo le gustase esa clase de inclinaciones, a las cuales a la sociedad les parecía mal.
Aceptando aquella negativa en un primer momento me quedé donde estaba, pues estaba situado en una de las esquinas por donde no había empezado, antes de alcanzar el suelo que estaba pisando tendría que terminar el otro lateral.-Cosas peores se pueden hacer cuando no se tiene experiencia en una transformación adecuada. Créeme que sé de lo que estoy hablando.
-Esta bien. Solo quería echarte una mano, pero si insiste en que puedes hacerlo solo, no lo volv...Viendo como salía el paño disparado en su dirección lo cogió, quedándose en un primer momento mirándolo mientras salia por las puerta hacia el cobertizo nuevamente para coger otro paño y balde para utilizarlo él.
¿Por qué a cambiando de idea tan de repente?. No tiene ninguna sola lógica que me diga que lo hace él solo y luego, así por que si acabé cambiando de perecer así por las buenas. Aunque siempre uno puede redecirse y cambiar de opinión.Cogiendo el paño con mis manos y dirigiéndome hacia el balde de agua caliente, introduje dentro el paño junto a mis manos y luego lo saqué, escurriéndolo hasta que apenas quedo una mínima parte de aquel liquido espumoso, comenzando a continuación a darle del mismo modo que lo estaba haciendo el licántropo menor. El suelo estaba quedándose reluciente en la parte que le daba, aunque se notaba que me encontraba en baja forma a comparación de Yoru. En el tiempo que yo le había dado a una parte de el suelo, él ya tenía hecho una tercera.
Cuando finalmente creía que me había dejado solo allí dentro, lo escuché viniendo hacia la dirección del dojo. Sus pisadas le habían delatado. Girando mi rostro hacia aquella sombra que estaba reflejándose en el suelo, cuando estaba ya dentro, fue cuando me percaté de que algo nuevo había sucedido en el exterior. Unas leves gotas me alentaron de que algo había sucedido cuando fue por el balde de agua.-Yor...
¿Por qué esta totalmente empapado?Aquel pensamiento duro el mismo tiempo que duro el movimiento que hizo el otro licántropo. Se había puesto nuevamente con la anterior tarea que estaba haciendo cuando decidió ir a por otro balde. Sin embargo, algo distinto hizo que lo mirase en su dirección, mientras éste se disponía a seguir fregando el suelo. -¿El sexo?
-Tranquilo...Aunque tenía un punto de vista muy diferente a los demás, también existían un punto inflexible en el cual sabía que no debía traspasar aquella linea. Soltando el paño y dejándolo en el suelo, me levante, siguiendo mis propias pisadas hasta que me coloqué delante de él donde no podía seguir. Lo tenia arrinconado. A no ser que cambiase de dirección. -es cierto que el calor que desprendemos es muy llamativo y es difícil de ocultarlo. Pero se puede sobrellevar.
-¿Tienes problemas en ese sentido?.Una parte de aquel dialogo tenia razón -por que a no ser que tu pareja actual conociera el secreto- no podrías entregarte a nadie con total plenitud. En los casos donde me había acostado con alguien siempre me las había ingeniado para que mi propia temperatura estuviera en acorde con la situación.-Siempre me las ingenie para que no se percataran de esta anormalidad. Dentro de una piscina o termal ayuda mucho, ya que te regula la temperatura a la misma de tu pareja.
-¿Quien es la afortunada a la que quieres hacerle el amor? ¿Tu novia tal vez? ¿O es un chico?.Dije mientras sonreía, mostrándome en ese momento compasivo y bastante paciente a como me solía comportar. Era más pues ese comportamiento no me parecía absolutamente en nada a como era, a como me comportaba cuando alguien me gustaba o me parecía medianamente interesante. No obstante, una parte de mi estaba haciendo lo de siempre. Mi propia mirada se estaba centrando en cada célula de su cuerpo como si me estuviera llamando inconscientemente, como si no pudiera resistirme a ella por más esfuerzos que le pusiera. -No temas por algo que ni siquiera llego, seguro que cuando llegué el momento no habrá nada que lo estropee. Dije mientras le tocaba un hombro con la mano y me levantaba rápidamente, notando como se aceleraba el ritmo de mi corazón.
Digiriendo una rápida a toda la sala noté como comenzaba a verse ese cambio que estaba esperando desde un principio. Un lugar como aquel era una pena que no fuera aprovechado de muchas más maneras, a excepción de los días donde lo aprovecharía para mis letras.-¿Por qué no lo utilizas tu el dojo? ¿No te gusta practicar ninguna clase de artes marciales?.
Las dulces palabras florecieron en los labios del otro licántropo dándome a entender parte de aquella razón y el por qué de que no hubiera alguien ocupándose del dojo. Era muy normal no ocuparse de ello cuando se tiene un secreto tan importante, algo que podría ponerte entre la espada y la pared si alguien que se enterase, logrando de ese modo destruir la dulce familia que era compuesta con la señora Ryoko, Yoru y Maya. -Esa teoría me la imaginaba desde un principio, pues el ver el dojo en ese estado y que permaneciera inactivo era algo que me hacia pensar que no había ningún maestro. Lo cierto es que me creía que era de vuestra familia... lo que quiero decir, heredado o algo por el estilo. Y que por razones que no viene a cuento nadie se había hecho cargo del lugar desde ese entonces. Ya sabes que la mente humana es bastante compleja y a la mínima de cambio empezamos a imaginarnos cosas que no son...
Poniéndome a pensar en mi propia experiencia y en todo lo que había vivido -evitando así ser descubierto en varias ocasiones- fue cuando lo entendí a la perfección. ¿Cómo podrías abrirles las puertas a un desconocido, cuando sabes perfectamente que puede descubrirte en cualquier momento? No puedes. No puedes dejar que nadie entre en tu vida en ese sentido u otro, porque ya de por si es peligroso.-Se perfectamente lo que quieres decir...
-Quizás por eso mismo nunca lograremos encontrar a nadie que nos entienda, a excepción de que sea alguien de nuestra misma especie.Terminando aquella explicación lo observé detenidamente, comprobando por mi mismo como empapaba el paño en el agua y acto seguido lo escurría, comenzando nuevamente darle al suelo con aquella postura. Mis ojos inconscientemente se fijaron en un punto en especifico, uno en el cual un hombre no se fijaría a excepción de que fuera una mujer. Claro, contando con que era yo el que lo estaba haciendo y sabiendo perfectamente mis gustos, era algo que no me sorprendía lo más mínimo. Era más, pues estaba bastante acostumbrado a esa de relaciones entre hombres. Claro, descartaba abiertamente a que a aquel licántropo le gustase esa clase de inclinaciones, a las cuales a la sociedad les parecía mal.
Aceptando aquella negativa en un primer momento me quedé donde estaba, pues estaba situado en una de las esquinas por donde no había empezado, antes de alcanzar el suelo que estaba pisando tendría que terminar el otro lateral.-Cosas peores se pueden hacer cuando no se tiene experiencia en una transformación adecuada. Créeme que sé de lo que estoy hablando.
-Esta bien. Solo quería echarte una mano, pero si insiste en que puedes hacerlo solo, no lo volv...Viendo como salía el paño disparado en su dirección lo cogió, quedándose en un primer momento mirándolo mientras salia por las puerta hacia el cobertizo nuevamente para coger otro paño y balde para utilizarlo él.
¿Por qué a cambiando de idea tan de repente?. No tiene ninguna sola lógica que me diga que lo hace él solo y luego, así por que si acabé cambiando de perecer así por las buenas. Aunque siempre uno puede redecirse y cambiar de opinión.Cogiendo el paño con mis manos y dirigiéndome hacia el balde de agua caliente, introduje dentro el paño junto a mis manos y luego lo saqué, escurriéndolo hasta que apenas quedo una mínima parte de aquel liquido espumoso, comenzando a continuación a darle del mismo modo que lo estaba haciendo el licántropo menor. El suelo estaba quedándose reluciente en la parte que le daba, aunque se notaba que me encontraba en baja forma a comparación de Yoru. En el tiempo que yo le había dado a una parte de el suelo, él ya tenía hecho una tercera.
Cuando finalmente creía que me había dejado solo allí dentro, lo escuché viniendo hacia la dirección del dojo. Sus pisadas le habían delatado. Girando mi rostro hacia aquella sombra que estaba reflejándose en el suelo, cuando estaba ya dentro, fue cuando me percaté de que algo nuevo había sucedido en el exterior. Unas leves gotas me alentaron de que algo había sucedido cuando fue por el balde de agua.-Yor...
¿Por qué esta totalmente empapado?Aquel pensamiento duro el mismo tiempo que duro el movimiento que hizo el otro licántropo. Se había puesto nuevamente con la anterior tarea que estaba haciendo cuando decidió ir a por otro balde. Sin embargo, algo distinto hizo que lo mirase en su dirección, mientras éste se disponía a seguir fregando el suelo. -¿El sexo?
-Tranquilo...Aunque tenía un punto de vista muy diferente a los demás, también existían un punto inflexible en el cual sabía que no debía traspasar aquella linea. Soltando el paño y dejándolo en el suelo, me levante, siguiendo mis propias pisadas hasta que me coloqué delante de él donde no podía seguir. Lo tenia arrinconado. A no ser que cambiase de dirección. -es cierto que el calor que desprendemos es muy llamativo y es difícil de ocultarlo. Pero se puede sobrellevar.
-¿Tienes problemas en ese sentido?.Una parte de aquel dialogo tenia razón -por que a no ser que tu pareja actual conociera el secreto- no podrías entregarte a nadie con total plenitud. En los casos donde me había acostado con alguien siempre me las había ingeniado para que mi propia temperatura estuviera en acorde con la situación.-Siempre me las ingenie para que no se percataran de esta anormalidad. Dentro de una piscina o termal ayuda mucho, ya que te regula la temperatura a la misma de tu pareja.
-¿Quien es la afortunada a la que quieres hacerle el amor? ¿Tu novia tal vez? ¿O es un chico?.Dije mientras sonreía, mostrándome en ese momento compasivo y bastante paciente a como me solía comportar. Era más pues ese comportamiento no me parecía absolutamente en nada a como era, a como me comportaba cuando alguien me gustaba o me parecía medianamente interesante. No obstante, una parte de mi estaba haciendo lo de siempre. Mi propia mirada se estaba centrando en cada célula de su cuerpo como si me estuviera llamando inconscientemente, como si no pudiera resistirme a ella por más esfuerzos que le pusiera. -No temas por algo que ni siquiera llego, seguro que cuando llegué el momento no habrá nada que lo estropee. Dije mientras le tocaba un hombro con la mano y me levantaba rápidamente, notando como se aceleraba el ritmo de mi corazón.
Digiriendo una rápida a toda la sala noté como comenzaba a verse ese cambio que estaba esperando desde un principio. Un lugar como aquel era una pena que no fuera aprovechado de muchas más maneras, a excepción de los días donde lo aprovecharía para mis letras.-¿Por qué no lo utilizas tu el dojo? ¿No te gusta practicar ninguna clase de artes marciales?.
Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Es difícil abrir tu vida a otra persona, en muchos sentidos, hay que crear lazos de confianza que soporten variadas pruebas. No es fácil, ya que cada quien carga condistintos temores y eso significa un costo.
Las palabras deaquel individuo resonaban con el timbre cristalino de la verdad, era difícil para gente como ellos llegar a confiar al tener tantas cosas en juego. Era difícil y tan fácil estar con aquel individuo, no soportaba más tamaña contradicción, por eso había terminado “huyendo” del dojo, con aquel cambio deparecer, para regresar más que mojado. Y se puso a trabajar en aquella labor,dejando esa pregunta libre.
Se sorprendió un poco que Haruka comenzara a hablar de ese tema sin ningún problema, de alguna manera podía decirse que se sentía comprendido, el que expresara su opinión sobre tales dificultades era un agrado. Por ello asintió ante la pregunta que se le realizaba. Sí, era un problema, pero no lo miro a la cara. Aunque por otra parte cuando el mayor empezó a darle consejos fue un golpe a su autocontrol. No pudo evitar imaginárselo en una fuente de agua termal completamente desnudo con alguien sin rostro… Aquello estaba mal… se estaba ruborizando aún más.
Pero lo que fue peor para Yoru fueron aquellas preguntas que le realizó el mayor, o más bien una en específico. No pudo evitar mirar a Haruka con los ojos muy abierto scuando menciono la opción de “un chico”. Comenzó a boquear para dar una explicación, pero no salía sonido alguno de sus labios. Tanto se me nota. Pensó un poco desesperado, hasta que calló en cuenta que aquel individuo no había insinuado que él mismo estuviera involucrado con la pregunta que había hecho.
Lo peor fueron sus palabras de aliento, de alguna manera aquello tenía dos efectos. Por una parte sentía como si aquel individuo lo estuviera tratando como alguien virgen. Y por otra parte sentía que sus palabras eran imposibles de realizarse. Así que ambas cosas contribuían a promover una sensación de frustración en su pecho. La cualse hizo más profunda cuando su corazón dio un vuelco al sentir ese leve contacto.
- Si me gustan, pero escomplicado entrenar solo, - comenta mientras mira hacia el frente sin dejar que sus ojos vayan hacia el cantante – hubo un tiempo que practique judo, pero tiene mucho contacto y tampoco se adecuaba demasiado a mí en aquel tiempo. – Comentó mientras se ponía en labor nuevamente repasandolos lugares que habían quedado con gotas de agua por su ropa empapada. –Era demasiado patético verme, con trece años era el juguete de práctica favorito de los sempais, –rió tratando de darle humor a la situación – Nunca pude alcanzarlos en fuerza, así que siempre terminaba en el suelo medio ahorcado por una llave.
Nuevamente una anécdota para cubrir su nerviosismo. Evitando mirarlo a la cara con la excusade que debía seguir limpiando, sin darse cuenta que cada vez corría más rápido acelerando aquel proceso. Hasta que se tuvo que detener ya que el trabajo habíaterminado. – Porfin – dijo mirando alrededor, viendo como lamadera había recuperado su brillo, aunque sentía que debía explicaciones, porlo que había hecho antes.
Extendió sus brazos hacia arriba para alongar, mientras sentía como sus vértebras volvíascon facilidad a los lugares que les correspondían. Con soltura se dejo caer hacia atrás para descansar mientras guardaba unos segundos de silencio. En su mente varios pensamientos se sucedían. Por una parte aquel individuo había acertado al punto que le aproblemaba sin dar de lleno por fortuna, aunque lo había hecho como una broma. Quizás era mejor compartir parte de ello, podía probar de alguna manera la actitud del otro. Después de todo quizás tarde o temprano se enterara de sus inclinaciones, con mayor probabilidad si se encontraba nbajo el mismo techo.
- Por el consejo de antes… em… gracias… - comenzó a decir complicado– Aunque no te preguntaba por un hecho en particular, sólo… - estaba completamente enredado mientras miraba el techo del dojo, inhaló mientras cerraba los ojospara darse mayor valor - digamos que ha pasado demasiado tiempo desdela ultima vez y ha sido un poco problemático. Antes de transformarme en licántropo, prácticamente lo hacía una vez al día.
¡Demonios!¡Demonios! ¡Demonios! Se estaba hiendo de lengua, pero no podía detenerse estaba completamente rojo mientras seguía hablando, así que cubrió sus ojos al dejar su brazo sobre su rostro. Su voz se notaba nerviosa, estaba por confiarle algunos hechos a Haruka que quizás no le agradaran, pero quizás sería paramejor.
- Lo que deje fue más intenso que lo que tuve con cualquier chica. Creo que he terminado extrañando, más que el placer, la sensación de estar completo y que nada importaba en el mundo. – una punzada surgió en su pecho al llevar aquellos recuerdos, los había sacado a flote sin estar preparado, así que el silenció que mantuvo por unos breves instantes le sirvieron para rearmarse – Agghh…que fracaso – trato de reír mientras sesentaba en el piso.
De algún modo tenía miedo de lo que sus palabras podrían haber causado. No lo había dicho directamente, pero se podía desprender de aquella frase que aquella relación había sido con un chico. Pero si se consideraba que Haruka pertenecía al mundo del espectáculo quizás no sería un gran problema para él que fuera bisexual,bueno siempre y cuando siguiera controlándose. Lo que en esos momentos no era demasiado difícil, ya que aquel antiguo dolor había capturado cualquier otra emoción de ese instante. De todos modos se estaba encargando de ocultar aquella pena, enterrándola en lo más profundo de sus oscuros ojos.
- ¿Qué te apetece hacer ahora? – preguntó en un súbito cambio de tema.
Las palabras deaquel individuo resonaban con el timbre cristalino de la verdad, era difícil para gente como ellos llegar a confiar al tener tantas cosas en juego. Era difícil y tan fácil estar con aquel individuo, no soportaba más tamaña contradicción, por eso había terminado “huyendo” del dojo, con aquel cambio deparecer, para regresar más que mojado. Y se puso a trabajar en aquella labor,dejando esa pregunta libre.
Se sorprendió un poco que Haruka comenzara a hablar de ese tema sin ningún problema, de alguna manera podía decirse que se sentía comprendido, el que expresara su opinión sobre tales dificultades era un agrado. Por ello asintió ante la pregunta que se le realizaba. Sí, era un problema, pero no lo miro a la cara. Aunque por otra parte cuando el mayor empezó a darle consejos fue un golpe a su autocontrol. No pudo evitar imaginárselo en una fuente de agua termal completamente desnudo con alguien sin rostro… Aquello estaba mal… se estaba ruborizando aún más.
Pero lo que fue peor para Yoru fueron aquellas preguntas que le realizó el mayor, o más bien una en específico. No pudo evitar mirar a Haruka con los ojos muy abierto scuando menciono la opción de “un chico”. Comenzó a boquear para dar una explicación, pero no salía sonido alguno de sus labios. Tanto se me nota. Pensó un poco desesperado, hasta que calló en cuenta que aquel individuo no había insinuado que él mismo estuviera involucrado con la pregunta que había hecho.
Lo peor fueron sus palabras de aliento, de alguna manera aquello tenía dos efectos. Por una parte sentía como si aquel individuo lo estuviera tratando como alguien virgen. Y por otra parte sentía que sus palabras eran imposibles de realizarse. Así que ambas cosas contribuían a promover una sensación de frustración en su pecho. La cualse hizo más profunda cuando su corazón dio un vuelco al sentir ese leve contacto.
- Si me gustan, pero escomplicado entrenar solo, - comenta mientras mira hacia el frente sin dejar que sus ojos vayan hacia el cantante – hubo un tiempo que practique judo, pero tiene mucho contacto y tampoco se adecuaba demasiado a mí en aquel tiempo. – Comentó mientras se ponía en labor nuevamente repasandolos lugares que habían quedado con gotas de agua por su ropa empapada. –Era demasiado patético verme, con trece años era el juguete de práctica favorito de los sempais, –rió tratando de darle humor a la situación – Nunca pude alcanzarlos en fuerza, así que siempre terminaba en el suelo medio ahorcado por una llave.
Nuevamente una anécdota para cubrir su nerviosismo. Evitando mirarlo a la cara con la excusade que debía seguir limpiando, sin darse cuenta que cada vez corría más rápido acelerando aquel proceso. Hasta que se tuvo que detener ya que el trabajo habíaterminado. – Porfin – dijo mirando alrededor, viendo como lamadera había recuperado su brillo, aunque sentía que debía explicaciones, porlo que había hecho antes.
Extendió sus brazos hacia arriba para alongar, mientras sentía como sus vértebras volvíascon facilidad a los lugares que les correspondían. Con soltura se dejo caer hacia atrás para descansar mientras guardaba unos segundos de silencio. En su mente varios pensamientos se sucedían. Por una parte aquel individuo había acertado al punto que le aproblemaba sin dar de lleno por fortuna, aunque lo había hecho como una broma. Quizás era mejor compartir parte de ello, podía probar de alguna manera la actitud del otro. Después de todo quizás tarde o temprano se enterara de sus inclinaciones, con mayor probabilidad si se encontraba nbajo el mismo techo.
- Por el consejo de antes… em… gracias… - comenzó a decir complicado– Aunque no te preguntaba por un hecho en particular, sólo… - estaba completamente enredado mientras miraba el techo del dojo, inhaló mientras cerraba los ojospara darse mayor valor - digamos que ha pasado demasiado tiempo desdela ultima vez y ha sido un poco problemático. Antes de transformarme en licántropo, prácticamente lo hacía una vez al día.
¡Demonios!¡Demonios! ¡Demonios! Se estaba hiendo de lengua, pero no podía detenerse estaba completamente rojo mientras seguía hablando, así que cubrió sus ojos al dejar su brazo sobre su rostro. Su voz se notaba nerviosa, estaba por confiarle algunos hechos a Haruka que quizás no le agradaran, pero quizás sería paramejor.
- Lo que deje fue más intenso que lo que tuve con cualquier chica. Creo que he terminado extrañando, más que el placer, la sensación de estar completo y que nada importaba en el mundo. – una punzada surgió en su pecho al llevar aquellos recuerdos, los había sacado a flote sin estar preparado, así que el silenció que mantuvo por unos breves instantes le sirvieron para rearmarse – Agghh…que fracaso – trato de reír mientras sesentaba en el piso.
De algún modo tenía miedo de lo que sus palabras podrían haber causado. No lo había dicho directamente, pero se podía desprender de aquella frase que aquella relación había sido con un chico. Pero si se consideraba que Haruka pertenecía al mundo del espectáculo quizás no sería un gran problema para él que fuera bisexual,bueno siempre y cuando siguiera controlándose. Lo que en esos momentos no era demasiado difícil, ya que aquel antiguo dolor había capturado cualquier otra emoción de ese instante. De todos modos se estaba encargando de ocultar aquella pena, enterrándola en lo más profundo de sus oscuros ojos.
- ¿Qué te apetece hacer ahora? – preguntó en un súbito cambio de tema.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Las penas que normalmente solemos cargar son a veces las más duras, no por ello a veces la aceptamos por propia voluntad. Hay veces en las cuales no nos queda otro remedio que aceptarlas tal y vienen, conviviendo con ellas como mejor sabemos en ese momento. En un pasado no muy alejado de este también viví esa misma experiencia que estaba experimentando aquel licántropo y como le pasaba a él, a mi también me aparecieron mis dudas.
Cuando levanto su rostro y me dejo ver aquellos ojos bien abiertos, supe inmediatamente que no me había equivocado en mi conclusión. Ciertamente aquella mirada reflejaba muchas cosas a la vez, como el miedo o la sorpresa, al haber sacado una alternativa tan disparatada desde el primer instante sin ni siquiera tantear el terreno. Su silencio me indico que claramente era eso. Aunque también podía existir la alternativa de que no era de ese modo, sin embargo, su propio silencio en si me hacia pensar que no me equivocaba.
De repente siguió con mi anterior pregunta sobre el deporte, evitando de tal forma hablar de un tema un tanto delicado. De cierta forma lo entendía. Aunque también tenía la opción de negarlo inmediatamente, algo que no hizo.-Mirándolo de cierta manera es cierto, en los deportes de ya de por si se suele usar mucho el contacto físico.
-¿Practicabas Judo?.Dije, mirándole un poco asombrado. Cuando lo hice me lo imaginé por unos segundos con aquel traje blanco puesto y no voy a mentir que me gusto lo que se me paso por la cabeza.-Si lo hacías antes de la transformación es normal que te ocurriera. Normalmente el peso y el físico ayuda mucho en un combate. Y mucho más ganarlo. Si fueras ahora, el que ganaría serías tu seguramente debido a tu nueva fuerza y destreza.No es que quisiera hacerle la pelota y de hecho ni siquiera se me había pasado por la cabeza. Pero el que fuera verdad todo lo que estaba diciéndole, no le restaba importancia a aquella lógica que estaba viendo tan claramente. Cuando nos transformamos cambiamos en muchos sentidos, haciéndose más notario a comparación de un humano.
Como me imaginaba paso, tan rápido como me esperaba termino de limpiar el suelo del dojo. Haciendo incluso parte de lo que me correspondía. Estos chicos de hoy en día tienen unas energías tremendas, a comparación suya me hacia sentirme hasta viejo.
-No me a dado apenas tiempo a hacer nada. Yoru eres incansable. En mitad de aquel silencio me limité a observarlo, a estudiar sus facciones medianamente sudadas cuando extendió sus brazos y estiro su espalda. Era normal que necesitara algo de estiramientos debido a todo aquel trabajo que había hecho arqueado, si no lo hacia su espalda luego se resentiría.
Tirándome del mismo modo que lo había hecho el otro licántropo me quedé observando el techo, pero su agradecimiento hizo que girara mi barbilla hacia él y lo viera con la cara ligeramente tapada gracia a su brazo.-No es nada... cuando quieras hablar de algo, lo que sea, tan solo házmelo saber. No sé si sabre ayudarte en tu problema, pero al menos te daré ideas o te despejare las que tengas.
-Oh... ¿Una vez al...Sin poder evitarlo mi mandíbula se abrió ligeramente, mostrando así un rostro un poco sorprendido. Aunque tampoco era algo de lo que tuviera que envidiarle a aquel jovencito, por que a su edad había hecho lo mismo o cosas peores. Una vez al día era muy poco a comparación de mis propias experiencias, donde contaba hasta dos o tres veces cada vez que lo hacía.-Ahora entiendo de donde te viene esa energía. Normal que limpiaras el dojo con tal rapidez, si en realidad guardabas tantas.Dándome cuenta de ese hecho en si y en como seguía ocultando su rostro de aquella manera, no pude evitar levantarme y quedarme sentando sobre ese mismo lugar mientras lo observaba. Aquel leve rozado que era visible aun bajo su brazo, como del mismo modo tampoco me podía ocultar el nerviosismo de su voz. Le estaba temblando considerablemente.
Escuchando la otra parte de la “Historia” amplié la sonrisa levemente, mostrándole una cierta compresión de que no ocurría nada malo. Si no todo lo contrario, pues había conseguido encontrar algo que no muchos eran capaces de captar a leguas. Ni siquiera yo había conseguido algo igual aun teniendo ya una edad avanzada.-Alegrate de haberte sentido afortunado. Por que no todos logran sentir ese sentimiento, ni siquiera una mínima parte.
Observando como se levantaba del suelo y se ponía en la misma postura que me encontraba, logré captar como seguía bastante nervioso. Por aquella reacción inmediatamente supe que todo lo que me había llegado a contar nunca antes lo había hecho con nadie más. Me atrevería a decir que ni siquiera su madre o su hermana sabían de dicho tema.
Acercándome un poco le aparté los cabellos de los ojos y le dije animadamente: -Eso no es cierto y lo sabes. Cualquiera en tu situación estaría con las misma dudas o tendría incluso muchas más que tú.
Dándome cuenta como intentaba cambiar de tema desvié mi atención de su cara, volviendo a mirar al techo.-Si nos encontráramos en el centro de Tokyo te daría muchas opciones, pero encontrándonos en mitad del campo, la verdad es que no se me ocurre ninguna...De repente como si me lo hubiera susurrado al oído, se me ocurrió la loca idea de que ya habíamos hecho tanto trabajo físico, no nos vendría nada mal pegarnos una buena ducha.
Levantándome del suelo al haber apoyado una de las palmas de las manos le pregunte.-¿Te parece bien pegarnos un buen baño, por el trabajo que hemos hecho?.
-Que por cierto no lo eh visto.Desde que había llegado a la residencia Blackwood no había tenido oportunidad de ver por mi mismo las termas de la familia. Solamente había usado la ducha que se encontraba en mi habitación, que desde luego no le hacia ninguna clase de asco. Pero ya que había sacado ese tema antes, en ese preciso momento, se me ocurrió que era una estrategia para quitarle hierro al asunto.-Si. Hablo de las famosas termas de esta casa.
Seguramente a yoru le sorprendería que supiera ese dato, ya que era algo que nadie en su sano juicio estudiaría. Pero claro, yo no era todo el mundo y ya que iba a alojarme en un lugar nuevo, la curiosidad podía conmigo.-¿Qué me dices? ¿Me las enseñas?Haciéndole aquella pregunta extendí mi mano hacia su dirección, esperando que la cogiera para poder así y levantarlo y de paso irnos directamente hacia aquel lugar. Y aunque sabía que existía una pequeña posibilidad de que se negara, insistiría, por que en ese momento estaba pensando en pasar un buen momento y nada más.No obstante, la breve explicación sobre la temperatura corporal y esa idea, puede llegar a hacerse una idea totalmente equivocada.
Cuando levanto su rostro y me dejo ver aquellos ojos bien abiertos, supe inmediatamente que no me había equivocado en mi conclusión. Ciertamente aquella mirada reflejaba muchas cosas a la vez, como el miedo o la sorpresa, al haber sacado una alternativa tan disparatada desde el primer instante sin ni siquiera tantear el terreno. Su silencio me indico que claramente era eso. Aunque también podía existir la alternativa de que no era de ese modo, sin embargo, su propio silencio en si me hacia pensar que no me equivocaba.
De repente siguió con mi anterior pregunta sobre el deporte, evitando de tal forma hablar de un tema un tanto delicado. De cierta forma lo entendía. Aunque también tenía la opción de negarlo inmediatamente, algo que no hizo.-Mirándolo de cierta manera es cierto, en los deportes de ya de por si se suele usar mucho el contacto físico.
-¿Practicabas Judo?.Dije, mirándole un poco asombrado. Cuando lo hice me lo imaginé por unos segundos con aquel traje blanco puesto y no voy a mentir que me gusto lo que se me paso por la cabeza.-Si lo hacías antes de la transformación es normal que te ocurriera. Normalmente el peso y el físico ayuda mucho en un combate. Y mucho más ganarlo. Si fueras ahora, el que ganaría serías tu seguramente debido a tu nueva fuerza y destreza.No es que quisiera hacerle la pelota y de hecho ni siquiera se me había pasado por la cabeza. Pero el que fuera verdad todo lo que estaba diciéndole, no le restaba importancia a aquella lógica que estaba viendo tan claramente. Cuando nos transformamos cambiamos en muchos sentidos, haciéndose más notario a comparación de un humano.
Como me imaginaba paso, tan rápido como me esperaba termino de limpiar el suelo del dojo. Haciendo incluso parte de lo que me correspondía. Estos chicos de hoy en día tienen unas energías tremendas, a comparación suya me hacia sentirme hasta viejo.
-No me a dado apenas tiempo a hacer nada. Yoru eres incansable. En mitad de aquel silencio me limité a observarlo, a estudiar sus facciones medianamente sudadas cuando extendió sus brazos y estiro su espalda. Era normal que necesitara algo de estiramientos debido a todo aquel trabajo que había hecho arqueado, si no lo hacia su espalda luego se resentiría.
Tirándome del mismo modo que lo había hecho el otro licántropo me quedé observando el techo, pero su agradecimiento hizo que girara mi barbilla hacia él y lo viera con la cara ligeramente tapada gracia a su brazo.-No es nada... cuando quieras hablar de algo, lo que sea, tan solo házmelo saber. No sé si sabre ayudarte en tu problema, pero al menos te daré ideas o te despejare las que tengas.
-Oh... ¿Una vez al...Sin poder evitarlo mi mandíbula se abrió ligeramente, mostrando así un rostro un poco sorprendido. Aunque tampoco era algo de lo que tuviera que envidiarle a aquel jovencito, por que a su edad había hecho lo mismo o cosas peores. Una vez al día era muy poco a comparación de mis propias experiencias, donde contaba hasta dos o tres veces cada vez que lo hacía.-Ahora entiendo de donde te viene esa energía. Normal que limpiaras el dojo con tal rapidez, si en realidad guardabas tantas.Dándome cuenta de ese hecho en si y en como seguía ocultando su rostro de aquella manera, no pude evitar levantarme y quedarme sentando sobre ese mismo lugar mientras lo observaba. Aquel leve rozado que era visible aun bajo su brazo, como del mismo modo tampoco me podía ocultar el nerviosismo de su voz. Le estaba temblando considerablemente.
Escuchando la otra parte de la “Historia” amplié la sonrisa levemente, mostrándole una cierta compresión de que no ocurría nada malo. Si no todo lo contrario, pues había conseguido encontrar algo que no muchos eran capaces de captar a leguas. Ni siquiera yo había conseguido algo igual aun teniendo ya una edad avanzada.-Alegrate de haberte sentido afortunado. Por que no todos logran sentir ese sentimiento, ni siquiera una mínima parte.
Observando como se levantaba del suelo y se ponía en la misma postura que me encontraba, logré captar como seguía bastante nervioso. Por aquella reacción inmediatamente supe que todo lo que me había llegado a contar nunca antes lo había hecho con nadie más. Me atrevería a decir que ni siquiera su madre o su hermana sabían de dicho tema.
Acercándome un poco le aparté los cabellos de los ojos y le dije animadamente: -Eso no es cierto y lo sabes. Cualquiera en tu situación estaría con las misma dudas o tendría incluso muchas más que tú.
Dándome cuenta como intentaba cambiar de tema desvié mi atención de su cara, volviendo a mirar al techo.-Si nos encontráramos en el centro de Tokyo te daría muchas opciones, pero encontrándonos en mitad del campo, la verdad es que no se me ocurre ninguna...De repente como si me lo hubiera susurrado al oído, se me ocurrió la loca idea de que ya habíamos hecho tanto trabajo físico, no nos vendría nada mal pegarnos una buena ducha.
Levantándome del suelo al haber apoyado una de las palmas de las manos le pregunte.-¿Te parece bien pegarnos un buen baño, por el trabajo que hemos hecho?.
-Que por cierto no lo eh visto.Desde que había llegado a la residencia Blackwood no había tenido oportunidad de ver por mi mismo las termas de la familia. Solamente había usado la ducha que se encontraba en mi habitación, que desde luego no le hacia ninguna clase de asco. Pero ya que había sacado ese tema antes, en ese preciso momento, se me ocurrió que era una estrategia para quitarle hierro al asunto.-Si. Hablo de las famosas termas de esta casa.
Seguramente a yoru le sorprendería que supiera ese dato, ya que era algo que nadie en su sano juicio estudiaría. Pero claro, yo no era todo el mundo y ya que iba a alojarme en un lugar nuevo, la curiosidad podía conmigo.-¿Qué me dices? ¿Me las enseñas?Haciéndole aquella pregunta extendí mi mano hacia su dirección, esperando que la cogiera para poder así y levantarlo y de paso irnos directamente hacia aquel lugar. Y aunque sabía que existía una pequeña posibilidad de que se negara, insistiría, por que en ese momento estaba pensando en pasar un buen momento y nada más.No obstante, la breve explicación sobre la temperatura corporal y esa idea, puede llegar a hacerse una idea totalmente equivocada.
Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
A veces lasilusiones que la propia mente crea para consolarnos no son suficientes. Nitampoco los pequeños consuelos que la vida nos ofrezca, después de todo noestaremos satisfechos hasta obtener lo que realmente deseamos. Pero es unproblema si creemos que eso jamás podrá suceder, se crea de modo oscuro undeseo insaciable que al igual que una serpiente que se desliza mediantesubterfugios dispuesta a salir en cualquier momento a reclamar lo que lecorresponde.
Sonrió anteaquella idea de revancha, vencer a todos aquellos que lo habían dejadomagullado en tantas ocasiones. Era una idea demasiado infantil como paraaceptarla, ero era divertida ciertamente. Aunque en esos momentos quizás sudestreza fuera mayor así como su fuerza física, pero la técnica y la fuerza deespíritu no estarían en el equilibrio necesario.
Después de todoallí se mostraba en su trabajo apresurado cuan agitada estaba su alma, como eraincapaz de mirar nada a su alrededor más que una excusa para huir, pero seríademasiado extraño. Así que se tenía que conformar con gastar toda esa energíade algún modo. Lo que fue muy notorio cuando Haruka mencionó que había hechocasi todo el trabajo solo. Pero no se había podido detener a mirar el espacioalrededor y considerar lo que el licántropo mayor hacía.
Luego de aquellasbreves palabras, de esa comprensión, agradecer por tener alguien con quiencontar era lo único que podía hacer, más aún si trataba de mostrarle que no eratan desafortunado ni nada parecido. Ahora contaba con un nuevo amigo y eso loanimaba, pero…
Haruka no deberíahaber hecho aquello, cuando aquel individuo aparto sus mechones negros aqueljoven tuvo un repentino escalofrío. Era tan raro encontrar tal comprensión ybuena voluntad, estaba siendo tan amable con Yoru que este se sentíareconfortado. Era un sentimiento cálido que se expandía con facilidad, lo cualrehacía sentirse un tanto culpable por todas las reacciones que había tenido sucuerpo. Lo que de por si era bastante tonto ya que no era algo que pudieracontrolar.
Por otra parteparecía que el destino o algo quería burlarse de él, ya que había asentidoingenuamente a la idea de un baño, creía que se refería a una ducha o algo asípara luego ver que podrían hacer. Pero por lo visto era otra idea la que teníael cantante en mente, así que antes d poder asociar una cosa con otra, tomóaquella mano de largos dedos para aprovechar de levantarse.
- Por aquí – le indicó al mayor para que lo siguiera luego de quesoltase su mano y caminara sin mirar atrás o hacia el costado.
Se había encerradoen lo más profundo de su mente para pensar en que hacer cuando estuviera en elbaño termal. Lo único que tenía claro era que no podría mirar a Haruka luego deque entraran a la piscina. Dieron varias vueltas cerca de una de las murallasexternas hasta que se encontraron con el lugar acondicionado, eran unas termasal aire libre junto a una especie de vestidor más cerrado para cambiarse.
- Es una fortuna que este lugar esteaislado –comentó cuando abrió el vestidor donde empezó a quitarse la ropa. – sino seguro estaría lleno de paparazis.
Alrededor se veíacomo siempre algunas toallas, jabones de distintos tipos y varias yukatas paracuando quisieran salir. Terminó de dejar su ropa interior que era lo último quelo cubría su cuerpo para ponerse una toalla amarrada en la cintura y asípreparar todas las cosas que podrían necesitar en un canasto.
- Me adelanto, creo que hesudado arto, será mejor que me lave bien antes de entrar a la piscina – comentó antes de salir de aquel lugar, seguro deque el mayor habría notado que procuraba mirarlo lo menos posible.
Ya afuera suspiroprofundo, había pasado por una maratón de emociones, desde la excitación, elnerviosismo, la pena por antiguos recuerdos, la gratitud… de seguir así iba aterminar muy cansado para el final del día. Esas eran sus reflexiones mientrasse enjabonaba y lavaba su cabello a un costado de la piscina de agua caliente,justo frente a una pileta con baldes que eran necesarios para limpiarse antesde entrar al agua relajante.
- Haruka-san eres malo,– comenzó a hablar en alto, mientras masajeaba sutorso para quitar las impurezas de su piel – elconcejo que me diste antes y luego decir que viniéramos acá… si fuera diferenteseguro lo mal interpretaba, deberías tener más cuidado con esas cosas – comentaba con aquel tono jovial que podía ser realmenteengañador… bueno siempre y cuando no observaran su rostro. Después de todo enalgún rincón de su ser le hubiera gustado demasiado la idea de que Harukamostrara un poco más de interés en él, pero no era algo posible.
Dejo que unbaldazo de agua tibia lamiera su cuerpo para que sacara el jaboncillo que locubría. Su cabello goteaba y su cuerpo estaba casi listo, el único problemacomo siempre resultaba ser la espalda, tenía que retorcerse demasiado. Deseabaterminar aquello antes de que Haruka saliera…
Sonrió anteaquella idea de revancha, vencer a todos aquellos que lo habían dejadomagullado en tantas ocasiones. Era una idea demasiado infantil como paraaceptarla, ero era divertida ciertamente. Aunque en esos momentos quizás sudestreza fuera mayor así como su fuerza física, pero la técnica y la fuerza deespíritu no estarían en el equilibrio necesario.
Después de todoallí se mostraba en su trabajo apresurado cuan agitada estaba su alma, como eraincapaz de mirar nada a su alrededor más que una excusa para huir, pero seríademasiado extraño. Así que se tenía que conformar con gastar toda esa energíade algún modo. Lo que fue muy notorio cuando Haruka mencionó que había hechocasi todo el trabajo solo. Pero no se había podido detener a mirar el espacioalrededor y considerar lo que el licántropo mayor hacía.
Luego de aquellasbreves palabras, de esa comprensión, agradecer por tener alguien con quiencontar era lo único que podía hacer, más aún si trataba de mostrarle que no eratan desafortunado ni nada parecido. Ahora contaba con un nuevo amigo y eso loanimaba, pero…
Haruka no deberíahaber hecho aquello, cuando aquel individuo aparto sus mechones negros aqueljoven tuvo un repentino escalofrío. Era tan raro encontrar tal comprensión ybuena voluntad, estaba siendo tan amable con Yoru que este se sentíareconfortado. Era un sentimiento cálido que se expandía con facilidad, lo cualrehacía sentirse un tanto culpable por todas las reacciones que había tenido sucuerpo. Lo que de por si era bastante tonto ya que no era algo que pudieracontrolar.
Por otra parteparecía que el destino o algo quería burlarse de él, ya que había asentidoingenuamente a la idea de un baño, creía que se refería a una ducha o algo asípara luego ver que podrían hacer. Pero por lo visto era otra idea la que teníael cantante en mente, así que antes d poder asociar una cosa con otra, tomóaquella mano de largos dedos para aprovechar de levantarse.
- Por aquí – le indicó al mayor para que lo siguiera luego de quesoltase su mano y caminara sin mirar atrás o hacia el costado.
Se había encerradoen lo más profundo de su mente para pensar en que hacer cuando estuviera en elbaño termal. Lo único que tenía claro era que no podría mirar a Haruka luego deque entraran a la piscina. Dieron varias vueltas cerca de una de las murallasexternas hasta que se encontraron con el lugar acondicionado, eran unas termasal aire libre junto a una especie de vestidor más cerrado para cambiarse.
- Es una fortuna que este lugar esteaislado –comentó cuando abrió el vestidor donde empezó a quitarse la ropa. – sino seguro estaría lleno de paparazis.
Alrededor se veíacomo siempre algunas toallas, jabones de distintos tipos y varias yukatas paracuando quisieran salir. Terminó de dejar su ropa interior que era lo último quelo cubría su cuerpo para ponerse una toalla amarrada en la cintura y asípreparar todas las cosas que podrían necesitar en un canasto.
- Me adelanto, creo que hesudado arto, será mejor que me lave bien antes de entrar a la piscina – comentó antes de salir de aquel lugar, seguro deque el mayor habría notado que procuraba mirarlo lo menos posible.
Ya afuera suspiroprofundo, había pasado por una maratón de emociones, desde la excitación, elnerviosismo, la pena por antiguos recuerdos, la gratitud… de seguir así iba aterminar muy cansado para el final del día. Esas eran sus reflexiones mientrasse enjabonaba y lavaba su cabello a un costado de la piscina de agua caliente,justo frente a una pileta con baldes que eran necesarios para limpiarse antesde entrar al agua relajante.
- Haruka-san eres malo,– comenzó a hablar en alto, mientras masajeaba sutorso para quitar las impurezas de su piel – elconcejo que me diste antes y luego decir que viniéramos acá… si fuera diferenteseguro lo mal interpretaba, deberías tener más cuidado con esas cosas – comentaba con aquel tono jovial que podía ser realmenteengañador… bueno siempre y cuando no observaran su rostro. Después de todo enalgún rincón de su ser le hubiera gustado demasiado la idea de que Harukamostrara un poco más de interés en él, pero no era algo posible.
Dejo que unbaldazo de agua tibia lamiera su cuerpo para que sacara el jaboncillo que locubría. Su cabello goteaba y su cuerpo estaba casi listo, el único problemacomo siempre resultaba ser la espalda, tenía que retorcerse demasiado. Deseabaterminar aquello antes de que Haruka saliera…
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Si normalmente nos permiten nacer con una inocencia que es única, aquella que solamente los niños poseen. Es cuando me daba cuenta de que aun existían personas así, almas que todavía no habían sido tocadas y persistían en ese intento permanecer con aquella pureza que la mayoría perdíamos.
Contemplando aquel rostro me di cuenta de que aun quedaba un resto de aquella pureza intacta en aquel chico. Y no lo pensaba por que fuera virgen o no lo fuera, ya que ese hecho en si no era algo que importara demasiado en realidad. Eran más bien en la forma de abrir sus ojos y a confirmarme en un primer momento sin ninguna clase de prejuicio. Hay mismo me daba cuenta de como no lo había pensando en un principio, y de ahí su aceptación.
Cogiendo su mano lo levanté de un tirón y lo solté a continuación, siguiendo sus mismos pasos a su lado hasta que llegamos a la entrada de aquel local acondicionado. Un ambiente como aquel lo agradecía el cuerpo. Y todavía más aun cuando nos habíamos echado una jornada completa sobre los hombros. -Es un sitio bastante peculiar no te lo voy a negar. De hecho cada vez me gusta más, y eso que creía que no me adaptaría a el desde un primer momento.Aclaré con total confianza. Después de haber mantenido una conversación como aquella, a ese nivel de intimidad, pensaba que por qué dijera algo como aquello no iba a incomodar al licántropo menor. De hecho daba por seguro que hasta asentiría abiertamente a esa afirmación, pues me imaginaba tendría un criterio muy parecido al que le estaba haciendo entender.
Entrando dentro de vestidor comencé a quitarme la camisa que tenía puesta de esta mañana, de hecho seguía oliendo a jabón y un poco a mi propio olor, seguramente debido al trabajo que habíamos hecho antes en el dojo. Escuchando su comentario lo miré de reojo, dándome cuenta totalmente de que había estado evitando mirarme en todo momento. De hecho ese adelantamiento en si era otra excusa para irse de ahí y de ese modo no tener que pasar vergüenza. Se me hacia tan obvio. Dejando la prenda bien doblada encima de la cesta, continué con los pantalones y la ropa interior que cubría el resto de mi cuerpo. Lo demás también lo había colocado adecuadamente en su sitio, de esa forma solo luego tendría que recogerla solamente. Colocándome la toalla alrededor de la cintura salí del cuartillo, abriéndome paso hasta el exterior donde se encontraba las aguas termales y donde también estaba Yoru. Dirigiendo mi atención hacia él comprobé que seguía lavándose, de que de hecho aun ni había terminado todavía. Desde mi perspectiva lo veía de espaldas, dándose de una manera un tanto complicada para quitase la poca suciedad que hubiese almacenando su cuerpo.
Acercándome por detrás suya con todo el sigilo que pude me arrodillé en el suelo, mientras cogía otra de las esponjas que permanecía mojada en el otro de los baldes de agua tibia. Seguramente lo había preparado para que lo usara en cuanto entrara. Claro que lo iba a usar, pero antes de eso lo ayudaría a que terminara a lavarse la espalda. Cogiendo la esponja la deposité en su espalda e inicié un suave masaje por su piel, procurando darle exactamente en los lugares donde él no conseguía llegar. -No soy malo, si lo fuera créeme que te darías cuenta de que lo estoy haciendo.Le corregí en cuanto me acerqué un poco a el por detrás y le susurré en la oreja.
Todo aquel dialogo que había llegado a presenciar detrás de las lamparas hicieron que me enterase de todo. Después de todo teníamos un oído bastante desarrollado con el cual lográbamos ser capaces de captar sonidos que los humanos no eran capaces de escuchar.-Sabía a la perfección cual iba a ser tu reacción y de hecho no me equivocado. Solo que tardaste mucho más de lo esperado en realidad.
-¿Y si lo hice queriendo?.
Terminé apartándome de él con lentitud, despegando mis labios de aquella piel que se encontraba a escasos centímetros de mi boca. Cogiendo el balde de agua tibia se lo tiré encima de los hombros, haciendo de ese modo que la espuma que se había depositado en su piel se fuera con el liquido. Ahora se encontraba totalmente limpio y listo para meterse en las aguas de las termas.-Ahora si estas listo. Ve adelantándote si quieres, en cuanto termine de lavarme me meteré dentro también.
Por lo poco que conocía de ese muchacho y conociendo cada uno de los pasos que había llegado a dar, me pareció una de las mejores opciones. De hecho la mejor. Sentándome en el pequeño taburete que se encontraba a continuación del de aquel licántropo, inicié a lavarme yo mismo. Primero lo brazos, luego pase a los hombros hasta el pecho, donde terminé en la parte abdominal. Cuando terminé de darme en todo el cuerpo o al menos en aquel que llegaba, comencé con la cabeza. El pequeño masaje que me estaba dando con las yemas de los dedos era verdaderamente relajante, siempre que tocaban mi pelo y empezaban a darme masajes con las yemas de los dedos sobre las raíces acababa sintiéndome algo extraño. Era como una droga. Alargando los brazos cogí el balde de agua caliente -aquel que se había llenado mientras me lavaba el cuerpo- y le me lo tiré encima sin ninguna clase de miramiento. El agua impacto contra mi pelo, llevándose así toda la espuma que tuviera. Cogiendo otro balde de agua hice lo mismo, pero esta se encontraba fría. Era lo mejor. Levantándome del taburete deje ambos recipientes en un lado y me encaminé hacia las termas donde seguramente se encontraría ya Yoru sumergido.
Acercándome a las termas me introduje dentro lentamente, el agua se encontraba bastante bien a la temperatura ambiente. Y si tenia algunos grados tampoco iba a quejarme. El encontrarme en un lugar como aquel era fabuloso.-Ya termine de lavarme, con permiso.Le avisé mientras notaba como la temperatura de mi cuerpo se normalizaba, captando incluso varios grados más gracias a las aguas de ese pequeño lago.
Tendiéndome en uno de los costados, donde estaba dejando reposar mi espalda, me quedé contemplando el techo unos segundos. En ese transcurso no lo había mirado ni una sola vez. Más que nada por que no sabia con exactitud que reacción iba a tener.-¡Ahh! Este lugar es genial.... Mmm....
-Yoru... ¿Te a molestado algo de lo que te eh dicho antes? Pregunté, mirándole por el rabillo del ojo.
Por muy idiota que me pareciera aquella alternativa no podía ignorarla, me era completamente imposible hacerlo. El que hubiera dejado de mirarme tan de repente después de aquella charla me hacia pensar que quizás, en una de esas casualidades, podría haberse molestado por todo lo que había soltando por esta boca. En algunas ocasiones en especifico me lamentaba por mi total sinceridad.
Contemplando aquel rostro me di cuenta de que aun quedaba un resto de aquella pureza intacta en aquel chico. Y no lo pensaba por que fuera virgen o no lo fuera, ya que ese hecho en si no era algo que importara demasiado en realidad. Eran más bien en la forma de abrir sus ojos y a confirmarme en un primer momento sin ninguna clase de prejuicio. Hay mismo me daba cuenta de como no lo había pensando en un principio, y de ahí su aceptación.
Cogiendo su mano lo levanté de un tirón y lo solté a continuación, siguiendo sus mismos pasos a su lado hasta que llegamos a la entrada de aquel local acondicionado. Un ambiente como aquel lo agradecía el cuerpo. Y todavía más aun cuando nos habíamos echado una jornada completa sobre los hombros. -Es un sitio bastante peculiar no te lo voy a negar. De hecho cada vez me gusta más, y eso que creía que no me adaptaría a el desde un primer momento.Aclaré con total confianza. Después de haber mantenido una conversación como aquella, a ese nivel de intimidad, pensaba que por qué dijera algo como aquello no iba a incomodar al licántropo menor. De hecho daba por seguro que hasta asentiría abiertamente a esa afirmación, pues me imaginaba tendría un criterio muy parecido al que le estaba haciendo entender.
Entrando dentro de vestidor comencé a quitarme la camisa que tenía puesta de esta mañana, de hecho seguía oliendo a jabón y un poco a mi propio olor, seguramente debido al trabajo que habíamos hecho antes en el dojo. Escuchando su comentario lo miré de reojo, dándome cuenta totalmente de que había estado evitando mirarme en todo momento. De hecho ese adelantamiento en si era otra excusa para irse de ahí y de ese modo no tener que pasar vergüenza. Se me hacia tan obvio. Dejando la prenda bien doblada encima de la cesta, continué con los pantalones y la ropa interior que cubría el resto de mi cuerpo. Lo demás también lo había colocado adecuadamente en su sitio, de esa forma solo luego tendría que recogerla solamente. Colocándome la toalla alrededor de la cintura salí del cuartillo, abriéndome paso hasta el exterior donde se encontraba las aguas termales y donde también estaba Yoru. Dirigiendo mi atención hacia él comprobé que seguía lavándose, de que de hecho aun ni había terminado todavía. Desde mi perspectiva lo veía de espaldas, dándose de una manera un tanto complicada para quitase la poca suciedad que hubiese almacenando su cuerpo.
Acercándome por detrás suya con todo el sigilo que pude me arrodillé en el suelo, mientras cogía otra de las esponjas que permanecía mojada en el otro de los baldes de agua tibia. Seguramente lo había preparado para que lo usara en cuanto entrara. Claro que lo iba a usar, pero antes de eso lo ayudaría a que terminara a lavarse la espalda. Cogiendo la esponja la deposité en su espalda e inicié un suave masaje por su piel, procurando darle exactamente en los lugares donde él no conseguía llegar. -No soy malo, si lo fuera créeme que te darías cuenta de que lo estoy haciendo.Le corregí en cuanto me acerqué un poco a el por detrás y le susurré en la oreja.
Todo aquel dialogo que había llegado a presenciar detrás de las lamparas hicieron que me enterase de todo. Después de todo teníamos un oído bastante desarrollado con el cual lográbamos ser capaces de captar sonidos que los humanos no eran capaces de escuchar.-Sabía a la perfección cual iba a ser tu reacción y de hecho no me equivocado. Solo que tardaste mucho más de lo esperado en realidad.
-¿Y si lo hice queriendo?.
Terminé apartándome de él con lentitud, despegando mis labios de aquella piel que se encontraba a escasos centímetros de mi boca. Cogiendo el balde de agua tibia se lo tiré encima de los hombros, haciendo de ese modo que la espuma que se había depositado en su piel se fuera con el liquido. Ahora se encontraba totalmente limpio y listo para meterse en las aguas de las termas.-Ahora si estas listo. Ve adelantándote si quieres, en cuanto termine de lavarme me meteré dentro también.
Por lo poco que conocía de ese muchacho y conociendo cada uno de los pasos que había llegado a dar, me pareció una de las mejores opciones. De hecho la mejor. Sentándome en el pequeño taburete que se encontraba a continuación del de aquel licántropo, inicié a lavarme yo mismo. Primero lo brazos, luego pase a los hombros hasta el pecho, donde terminé en la parte abdominal. Cuando terminé de darme en todo el cuerpo o al menos en aquel que llegaba, comencé con la cabeza. El pequeño masaje que me estaba dando con las yemas de los dedos era verdaderamente relajante, siempre que tocaban mi pelo y empezaban a darme masajes con las yemas de los dedos sobre las raíces acababa sintiéndome algo extraño. Era como una droga. Alargando los brazos cogí el balde de agua caliente -aquel que se había llenado mientras me lavaba el cuerpo- y le me lo tiré encima sin ninguna clase de miramiento. El agua impacto contra mi pelo, llevándose así toda la espuma que tuviera. Cogiendo otro balde de agua hice lo mismo, pero esta se encontraba fría. Era lo mejor. Levantándome del taburete deje ambos recipientes en un lado y me encaminé hacia las termas donde seguramente se encontraría ya Yoru sumergido.
Acercándome a las termas me introduje dentro lentamente, el agua se encontraba bastante bien a la temperatura ambiente. Y si tenia algunos grados tampoco iba a quejarme. El encontrarme en un lugar como aquel era fabuloso.-Ya termine de lavarme, con permiso.Le avisé mientras notaba como la temperatura de mi cuerpo se normalizaba, captando incluso varios grados más gracias a las aguas de ese pequeño lago.
Tendiéndome en uno de los costados, donde estaba dejando reposar mi espalda, me quedé contemplando el techo unos segundos. En ese transcurso no lo había mirado ni una sola vez. Más que nada por que no sabia con exactitud que reacción iba a tener.-¡Ahh! Este lugar es genial.... Mmm....
-Yoru... ¿Te a molestado algo de lo que te eh dicho antes? Pregunté, mirándole por el rabillo del ojo.
Por muy idiota que me pareciera aquella alternativa no podía ignorarla, me era completamente imposible hacerlo. El que hubiera dejado de mirarme tan de repente después de aquella charla me hacia pensar que quizás, en una de esas casualidades, podría haberse molestado por todo lo que había soltando por esta boca. En algunas ocasiones en especifico me lamentaba por mi total sinceridad.
Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
En el ser humanohay una extraña paradoja difícil de superar. Muchas veces a lo que más se leteme es lo que más se desea ¡por que será? Tal vez sea miedo al pensar que esimposible y decepcionarse luego de darse cuenta de que sólo se trataba de unailusión. Tal vez la idea de perder aquello que se deseo luego de tenerlo sea losuficientemente aterrador como para evitar tenerlo desde un principio. Y asíhay una larga lista de opciones.
Peculiar. Esapalabra podía ocuparse de tantos modos diferentes, pero era cierto su hogar erapeculiar, así como su familia, no lo podía negar, por ello una sonrisa se formóen sus labios en respuesta. Las peculiaridades le daban un aspecto bastante másinteresante a la vida.
Había estadodemasiado concentrado tratando de calmarse, de enfocarse como para percibir lospasos de Haruka a su espalda. Escuchar aquellas palabras cerca de su oído lehizo dar un respingo y a penas fue capaz de soportar un jadeo que luchaba porser escuchado. Después de todo sus orejas eran puntos realmente sensibles ysentía que ya estaba en los problemas suficientes como para aumentarpredisponentes para su excitación. Al menos, estaba conforme de que Haruka sehubiera dedicado a ayudarlo a enjabonar su espalda, porque no podía controlarla expresión de su rostro.
¡Maldición! Tantotrabajo que le había costado retomar la calma. Realmente sentía como si seestuvieran burlando de él. Mucho más cuando aquel hombre continuó con suspalabras ¿acaso era conciente de lo que podía causar? ¿O se divertíatorturándolo? No quería decidirse por ninguna de esas opciones. Su corazónseguía agitado y nervioso, ya había soportado demasiado.
-Haruka-san, deberías dejar de hacer esasbromas –mencionó con un tono de voz realmente serio. Después de todo en su mente, laalternativa que más deseaba era absolutamente absurda. Una aclaración, no eraque Yoru tuviera complejo de inferioridad ni mucho menos, sabía que eraatractivo y podía atraer miradas. Pero una cosa era algo así en una personanormal y otra muy distinta el tipo de personas hermosas que se desempeñan en elmundo del espectáculo. Así que la proporción “chico normal” y “celebridad”sonaba de manga o Dorama de televisión, no ha viuda real.
- Supongo que es así comoterminas encantando gente a tu alrededor –prosiguió cuando por fin sintió una distancia adecuada del calor que expelía elcuerpo de aquel individuo – deberías tenercuidado, quizás algún día aparezca un acosador obsesionado y no te deje en paz– rió nuevamente con aquel tono ligeramente nervioso,mientras sentía como el agua tibia limpiaba aquel jaboncillo que se deslizabapor su tersa piel. – Sí me adelantare, creoque merezco algo de tranquilidad.
Así fue como sealejo de aquel lugar sin mirar a tras, para llegar a la piscina con aguastermales dejando que la parte inferior de su cuerpo recibiera aquel manantial.Cuando se sentó y sintió como su piel era acariciada de ese modo pudo respirartranquilo. Bueno, sólo hasta que llegó a entender que había estado a punto de pasar segundos antes.
Quizás no teníatan bajo autocontrol, por que la reacción erótica invariante que había causadoel simple roce de sus orejas lo habría llevado a saltarle encima a aquelhombre. Se deslizó aún más profundamente para contener la respiración bajo elagua caliente antes de subir su cabeza y respirar. Se había percatado de quehabía estado en una situación muy peligrosa.
Con los ojoscerrados sintió el sonido de las pisadas de Haruka y el chapoteo cando entro alagua, seguía sin mirarlo, como si estuviera demasiado relajado y en su mundocomo para hacer algo más que asentir a las palabras que le dirigía.
- Claro que no – dijo mirándolo repentinamente a la cara con el ceñolevemente fruncido y ese tenue rubor de vergüenza. Continuación levanto un manotazo de aguacaliente para salpicar a Haruka y sonreír divertido – sólo te voy a pedir dos cosas. – Comenzó a decir mientras dejaba que su cuerpo sedeslizara y solo su cabeza quedara fuera del agua apoyada a un costado de lapiscina – Primero no preguntes porque.Segundo no me vuelvas a hablar cerca de mis orejas.
Tras decir aquellomiró el cielo tratando de concentrarse en las nubes y aquella azulinatonalidad. Buscaba relajarse, sin “distracciones” ya que había sido demasiadotentador. Masajeaba su cuello con el agua de la terma tranquilamenterecuperando un poco de dominio de sí. Fue en ese instante que una idea, quesegún su valoración no podía ser tan mala, surgió en su mente. Podía probarlo, ser peor¿o si?
- Insisto en que eres maloHaruka–san – retomó el tema de antes pero conuna voz divertida y mucho más segura. Si alguien que lo conociera lo escucharase dría cuenta de que trataba de ocultar verdades entre bromas. – Antes me escuchaste y me trataste de lo más normal, locual agradezco. – fue entonces que su tono devoz cambio a uno más bajo y sugerente. Se acomodo en la piscina dejando que sucodo quedara apoyado al borde y así poder posar su barbilla sobre su mano. Conlo cual podía ver el perfil de aquel individuo. – Pero cualquiera habría tenido aprensiones de estar en unasituación como ésta luego de haber escuchado de mí… supongo que entiendes- fue sólo un segundo que dejo que su mirada hambrientasaliera a flote para controlarla de inmediato y al mismo tiempo su voz volvió aser divertida aunque algo recriminadora – asíque supongo que no me debes ver como una amenaza ni nada por el estilo.
Volvió a supostura anterior, deslizándose un poco de manera que podía estar flotando en elagua sino tuviera la cabeza apoyada del modo en el que antes había estado.Sentía que había cumplido con lo que debía, indirectamente le había advertido aHaruka. Había pasado demasiado para no arruinar las cosas, no quería tener quesoportar más tentaciones en el camino. Ya no era su responsabilidad, si aquelindividuo no entendía mensajes entre líneas… sería problemático, pero dudabaque ese fuera el caso.
Demonios por quetodo se había tenido que complicar de ese modo. Habría sido feliz con lacomprensión y apoyo que había encontrado, pero su cuerpo no parecía satisfechodel mismo modo.
Peculiar. Esapalabra podía ocuparse de tantos modos diferentes, pero era cierto su hogar erapeculiar, así como su familia, no lo podía negar, por ello una sonrisa se formóen sus labios en respuesta. Las peculiaridades le daban un aspecto bastante másinteresante a la vida.
Había estadodemasiado concentrado tratando de calmarse, de enfocarse como para percibir lospasos de Haruka a su espalda. Escuchar aquellas palabras cerca de su oído lehizo dar un respingo y a penas fue capaz de soportar un jadeo que luchaba porser escuchado. Después de todo sus orejas eran puntos realmente sensibles ysentía que ya estaba en los problemas suficientes como para aumentarpredisponentes para su excitación. Al menos, estaba conforme de que Haruka sehubiera dedicado a ayudarlo a enjabonar su espalda, porque no podía controlarla expresión de su rostro.
¡Maldición! Tantotrabajo que le había costado retomar la calma. Realmente sentía como si seestuvieran burlando de él. Mucho más cuando aquel hombre continuó con suspalabras ¿acaso era conciente de lo que podía causar? ¿O se divertíatorturándolo? No quería decidirse por ninguna de esas opciones. Su corazónseguía agitado y nervioso, ya había soportado demasiado.
-Haruka-san, deberías dejar de hacer esasbromas –mencionó con un tono de voz realmente serio. Después de todo en su mente, laalternativa que más deseaba era absolutamente absurda. Una aclaración, no eraque Yoru tuviera complejo de inferioridad ni mucho menos, sabía que eraatractivo y podía atraer miradas. Pero una cosa era algo así en una personanormal y otra muy distinta el tipo de personas hermosas que se desempeñan en elmundo del espectáculo. Así que la proporción “chico normal” y “celebridad”sonaba de manga o Dorama de televisión, no ha viuda real.
- Supongo que es así comoterminas encantando gente a tu alrededor –prosiguió cuando por fin sintió una distancia adecuada del calor que expelía elcuerpo de aquel individuo – deberías tenercuidado, quizás algún día aparezca un acosador obsesionado y no te deje en paz– rió nuevamente con aquel tono ligeramente nervioso,mientras sentía como el agua tibia limpiaba aquel jaboncillo que se deslizabapor su tersa piel. – Sí me adelantare, creoque merezco algo de tranquilidad.
Así fue como sealejo de aquel lugar sin mirar a tras, para llegar a la piscina con aguastermales dejando que la parte inferior de su cuerpo recibiera aquel manantial.Cuando se sentó y sintió como su piel era acariciada de ese modo pudo respirartranquilo. Bueno, sólo hasta que llegó a entender que había estado a punto de pasar segundos antes.
Quizás no teníatan bajo autocontrol, por que la reacción erótica invariante que había causadoel simple roce de sus orejas lo habría llevado a saltarle encima a aquelhombre. Se deslizó aún más profundamente para contener la respiración bajo elagua caliente antes de subir su cabeza y respirar. Se había percatado de quehabía estado en una situación muy peligrosa.
Con los ojoscerrados sintió el sonido de las pisadas de Haruka y el chapoteo cando entro alagua, seguía sin mirarlo, como si estuviera demasiado relajado y en su mundocomo para hacer algo más que asentir a las palabras que le dirigía.
- Claro que no – dijo mirándolo repentinamente a la cara con el ceñolevemente fruncido y ese tenue rubor de vergüenza. Continuación levanto un manotazo de aguacaliente para salpicar a Haruka y sonreír divertido – sólo te voy a pedir dos cosas. – Comenzó a decir mientras dejaba que su cuerpo sedeslizara y solo su cabeza quedara fuera del agua apoyada a un costado de lapiscina – Primero no preguntes porque.Segundo no me vuelvas a hablar cerca de mis orejas.
Tras decir aquellomiró el cielo tratando de concentrarse en las nubes y aquella azulinatonalidad. Buscaba relajarse, sin “distracciones” ya que había sido demasiadotentador. Masajeaba su cuello con el agua de la terma tranquilamenterecuperando un poco de dominio de sí. Fue en ese instante que una idea, quesegún su valoración no podía ser tan mala, surgió en su mente. Podía probarlo, ser peor¿o si?
- Insisto en que eres maloHaruka–san – retomó el tema de antes pero conuna voz divertida y mucho más segura. Si alguien que lo conociera lo escucharase dría cuenta de que trataba de ocultar verdades entre bromas. – Antes me escuchaste y me trataste de lo más normal, locual agradezco. – fue entonces que su tono devoz cambio a uno más bajo y sugerente. Se acomodo en la piscina dejando que sucodo quedara apoyado al borde y así poder posar su barbilla sobre su mano. Conlo cual podía ver el perfil de aquel individuo. – Pero cualquiera habría tenido aprensiones de estar en unasituación como ésta luego de haber escuchado de mí… supongo que entiendes- fue sólo un segundo que dejo que su mirada hambrientasaliera a flote para controlarla de inmediato y al mismo tiempo su voz volvió aser divertida aunque algo recriminadora – asíque supongo que no me debes ver como una amenaza ni nada por el estilo.
Volvió a supostura anterior, deslizándose un poco de manera que podía estar flotando en elagua sino tuviera la cabeza apoyada del modo en el que antes había estado.Sentía que había cumplido con lo que debía, indirectamente le había advertido aHaruka. Había pasado demasiado para no arruinar las cosas, no quería tener quesoportar más tentaciones en el camino. Ya no era su responsabilidad, si aquelindividuo no entendía mensajes entre líneas… sería problemático, pero dudabaque ese fuera el caso.
Demonios por quetodo se había tenido que complicar de ese modo. Habría sido feliz con lacomprensión y apoyo que había encontrado, pero su cuerpo no parecía satisfechodel mismo modo.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
En nuestras vidas existen momentos que debemos aprovecharlos, no dejarlos pasar así por así aunque luego nos arrepintamos de ellos. Todo esto se debe por que puede se el único instante donde solo tomaremos ese tren, la ultima oportunidad hacia nuestra felicidad.
Sin saber como o el por qué sentía que ese momento era único. Que no se volvería a repetir si volvíamos tal y como eramos, como si no hubiese pasado nunca. ¿Pero que haces cuando sabes que eso no esta bien, a pesar de que nuestros propios cuerpos nos da la evidencia evidente de que existía algo? Una parte de mi deseaba seguir, volverlo a excitar como cuando le hable en la oreja la ultima vez. Sin embargo, aquella aclaración a que no lo volviera a hacer hicieron que todas y cada una de mis perspectivas fueran anuladas inmediatamente, quedándose así en lo mas profundo de mi subconsciente.
-¿Encantar a la gente de mi alrededor? No lo creo, si de verdad fuera capaz de encantar a las personas que me atraen, entonces en este momento no estaría sintiéndome totalmente rechazado.Solté a los pocos segundos de que se fuera y atravesara la lampara, dejándome solo. Si no me equivocaba y lo conocía, o al menos conocía mi propio cuerpo sabia a la perfección de que Yoru se enteraría de todo. No me quedaba la menor duda.
Estando dentro del agua lo vi metido casi por entero en el interior de las aguas termales, evitando de ese modo que apenas lo viera. No estaba del todo seguro si era por que le gustaba quedarse de ese modo o simplemente era que evitaba que le viera y estuviera cerca suya. Claramente lo entendía, mucho más después de lo que le había soltado. Cuando pasaron unos segundos que me parecieron eternos, fue cuando escuché aquella petición que me lo había dejado claro. No lo volvería a hacer nunca más. Ni siquiera de broma.
-Esta bien, no preguntare el por qué... pero...Echando mi cuerpo hacia abajo lo sumergí llegando a mi cuello, acto seguido introduje la cabeza en el interior de las aguas termales del mismo modo que lo había hecho el otro licántropo. En ese transcurso de tiempo que duro apenas unos segundos me traslade hacia el otro lado del balneario, donde se encontraba Yoru reposando. Saliendo rápidamente del agua lo contemplé, centrando mis ojos en aquellos orbes oscuros que seguramente se encontrarían sorprendidos debido a mi repetido cambio. Pero no lo evitar, era como si una parte de mi alma y mi propio cuerpo me estuviera empujando a hacer aquello que creía que podía resistirme. Sin embargo lo lograba sin ninguna clase de resultado. -A lo segundo no creo que pueda evitar..Musité suavemente acercándome un poco hacia el, mientras apoyaba una de mis brazos en el borde donde se encontraba todavía reposado el licántropo. Al encontrarme en su costado solo lograba verle parte del perfil. -Por qué me di cuenta de que ese es tu punto débil, lo pude observar perfectamente cuando se te cambio la cara y no pudiste evitar sonrojarte brutalmente. Que por cierto estabas muy sexy...
Varias gotas estaba resbalando por mi rostro, lo notaba con tanta claridad e igualmente me daba lo mismo. Ese era el momento y lo sabia. Aquella aclaración y advertencia me hicieron reaccionar, aunque no seguramente del modo en el que se creía que iba a hacerlo Yoru. El que me hubiese dejado bastante claro su inclinación sensual o lo que fuera, a mi forma de ver desde luego, no era algo por lo que tuviera a detenerme o a irme espantado. Ese gesto en si era normalmente para personas que no estaban acostumbradas a esa clase de verdades, aquellas que normalmente se encontraban tapadas bajo el nombre del tabú o en el armario. Algo que no era mi caso especialmente. -¿Y crees que me voy a ir espantado por algo semejante? Yoru, no eres el único al que le atraen los hombres... yoru, no eres el único al que le atraen chicos tan lindos como tú.
-El sentirme amenazado por ti o no, no es el tema en este momento. Sabes perfectamente que cuando estoy como humano y conozco a la persona, aunque sea licántropo, soy capaz de controlarme. A caso... ¿Soy una amenaza para ti?.
Aunque no se me hubiese pasado por la cabeza en ningún momento, ni siquiera cuando estábamos como lobos salvaje, nunca me lo imagine. Por alguna extraña razón que no llego a entender no veía a aquel pequeño licántropo como una amenaza. Y aquello no significaba que no lo hubiese sentido antes, de hecho en una ocasión me había llegado a descontrolar con un licántropo mucho más pequeño que Yoru. Esto ocurrió cuando había estado temporalmente viviendo en la Push, cuando apenas conocía a nadie y me encontré por mera casualidad a aquel pequeño. Afortunadamente y gracias a dios el encuentro en si no salio desastroso, en medio de aquellos gruñidos y advertencias había aparecido dos licántropos mayores que habían detenido aquel incidente. Pero ese no era el caso. Ya todo había pasado y ahora, en este justo momento gracias a aquel chico estaba logrando superar una de mis peores pesadillas.
-Yoru... ¿Por qué me lo pones entre lineas? Se perfectamente lo que quieres decir y ciertamente me da igual. De hecho... Entre cerré los ojos unos segundos al mismo tiempo que me acercaba hacia el, rodeandole con el brazo izquierdo el pecho lo obligué a que se girara un poco hacia mi dirección y se apoyara, si así lo quería, en el mismo borde que me estaba apoyando yo. -No creo que sea demasiada buena idea que te pongas a flotar en medio de las termas, más que nada por que se te estaba notando un curioso bulto debajo de la toalla. Le aclaré pegando mi rostro a su oreja nuevamente, aun sabiendo perfectamente que me había casi prohibido que lo hiciera.
-....
Sin saber como o el por qué sentía que ese momento era único. Que no se volvería a repetir si volvíamos tal y como eramos, como si no hubiese pasado nunca. ¿Pero que haces cuando sabes que eso no esta bien, a pesar de que nuestros propios cuerpos nos da la evidencia evidente de que existía algo? Una parte de mi deseaba seguir, volverlo a excitar como cuando le hable en la oreja la ultima vez. Sin embargo, aquella aclaración a que no lo volviera a hacer hicieron que todas y cada una de mis perspectivas fueran anuladas inmediatamente, quedándose así en lo mas profundo de mi subconsciente.
-¿Encantar a la gente de mi alrededor? No lo creo, si de verdad fuera capaz de encantar a las personas que me atraen, entonces en este momento no estaría sintiéndome totalmente rechazado.Solté a los pocos segundos de que se fuera y atravesara la lampara, dejándome solo. Si no me equivocaba y lo conocía, o al menos conocía mi propio cuerpo sabia a la perfección de que Yoru se enteraría de todo. No me quedaba la menor duda.
Estando dentro del agua lo vi metido casi por entero en el interior de las aguas termales, evitando de ese modo que apenas lo viera. No estaba del todo seguro si era por que le gustaba quedarse de ese modo o simplemente era que evitaba que le viera y estuviera cerca suya. Claramente lo entendía, mucho más después de lo que le había soltado. Cuando pasaron unos segundos que me parecieron eternos, fue cuando escuché aquella petición que me lo había dejado claro. No lo volvería a hacer nunca más. Ni siquiera de broma.
-Esta bien, no preguntare el por qué... pero...Echando mi cuerpo hacia abajo lo sumergí llegando a mi cuello, acto seguido introduje la cabeza en el interior de las aguas termales del mismo modo que lo había hecho el otro licántropo. En ese transcurso de tiempo que duro apenas unos segundos me traslade hacia el otro lado del balneario, donde se encontraba Yoru reposando. Saliendo rápidamente del agua lo contemplé, centrando mis ojos en aquellos orbes oscuros que seguramente se encontrarían sorprendidos debido a mi repetido cambio. Pero no lo evitar, era como si una parte de mi alma y mi propio cuerpo me estuviera empujando a hacer aquello que creía que podía resistirme. Sin embargo lo lograba sin ninguna clase de resultado. -A lo segundo no creo que pueda evitar..Musité suavemente acercándome un poco hacia el, mientras apoyaba una de mis brazos en el borde donde se encontraba todavía reposado el licántropo. Al encontrarme en su costado solo lograba verle parte del perfil. -Por qué me di cuenta de que ese es tu punto débil, lo pude observar perfectamente cuando se te cambio la cara y no pudiste evitar sonrojarte brutalmente. Que por cierto estabas muy sexy...
Varias gotas estaba resbalando por mi rostro, lo notaba con tanta claridad e igualmente me daba lo mismo. Ese era el momento y lo sabia. Aquella aclaración y advertencia me hicieron reaccionar, aunque no seguramente del modo en el que se creía que iba a hacerlo Yoru. El que me hubiese dejado bastante claro su inclinación sensual o lo que fuera, a mi forma de ver desde luego, no era algo por lo que tuviera a detenerme o a irme espantado. Ese gesto en si era normalmente para personas que no estaban acostumbradas a esa clase de verdades, aquellas que normalmente se encontraban tapadas bajo el nombre del tabú o en el armario. Algo que no era mi caso especialmente. -¿Y crees que me voy a ir espantado por algo semejante? Yoru, no eres el único al que le atraen los hombres... yoru, no eres el único al que le atraen chicos tan lindos como tú.
-El sentirme amenazado por ti o no, no es el tema en este momento. Sabes perfectamente que cuando estoy como humano y conozco a la persona, aunque sea licántropo, soy capaz de controlarme. A caso... ¿Soy una amenaza para ti?.
Aunque no se me hubiese pasado por la cabeza en ningún momento, ni siquiera cuando estábamos como lobos salvaje, nunca me lo imagine. Por alguna extraña razón que no llego a entender no veía a aquel pequeño licántropo como una amenaza. Y aquello no significaba que no lo hubiese sentido antes, de hecho en una ocasión me había llegado a descontrolar con un licántropo mucho más pequeño que Yoru. Esto ocurrió cuando había estado temporalmente viviendo en la Push, cuando apenas conocía a nadie y me encontré por mera casualidad a aquel pequeño. Afortunadamente y gracias a dios el encuentro en si no salio desastroso, en medio de aquellos gruñidos y advertencias había aparecido dos licántropos mayores que habían detenido aquel incidente. Pero ese no era el caso. Ya todo había pasado y ahora, en este justo momento gracias a aquel chico estaba logrando superar una de mis peores pesadillas.
-Yoru... ¿Por qué me lo pones entre lineas? Se perfectamente lo que quieres decir y ciertamente me da igual. De hecho... Entre cerré los ojos unos segundos al mismo tiempo que me acercaba hacia el, rodeandole con el brazo izquierdo el pecho lo obligué a que se girara un poco hacia mi dirección y se apoyara, si así lo quería, en el mismo borde que me estaba apoyando yo. -No creo que sea demasiada buena idea que te pongas a flotar en medio de las termas, más que nada por que se te estaba notando un curioso bulto debajo de la toalla. Le aclaré pegando mi rostro a su oreja nuevamente, aun sabiendo perfectamente que me había casi prohibido que lo hiciera.
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Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
OFF: por sialguien esta leyendo, de aquí en adelante las cosas seguramente se pondránacaloradas, si no les gusta el genero BL mejor sáltense lo que prosigue
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Hay veces en lavida que el control que se ejerce sobre si mismo pesa más que grilletes ycadenas. Lo que está bien y lo que esta mal es la base de una sociedadcivilizada, pero cuando aquello es demasiado pesado, cuando interfiere y lecausa problemas a las personas es momento para repensar las cosas. ¿Que esimportante? ¿Qué es un error? Esa es simplemente la manera más terrible de esclavitud,ya que se pierde de vista la verdad.
Estando en el aguano pudo evitar escuchar aquella frase, no lo podía creer, para nada. Debía seruna broma o tal vez estaba mal entendiendo las cosas. Pero la pequeña esperanzade que quizás se estuviera refiriendo a él le gustaba. Bueno eso, aunquetambién le atemorizaba, por que socavaba su control y si lo perdía podíaterminar arruinando todo. Respiro con profundidad cuando escuchó aquellos pasosacercarse, necesitaba encontrar nuevamente su control.
Sus palabrasfluyeron y fueron aceptadas… no un momento. Aquel individuo acababa de decirque aceptaba la primera ¿y que pasaba respecto a la segunda? Se había quedadoen silencio algunos segundos para mirar sorprendido la repentina aparición deHaruka a su costado. ¡Maldición! Se había percatado, Haruka se había dadocuenta de su reacción y… ¿Cómo decía? Yoru comenzó a sentirse confundido cuandole dijo “sexy” ¿quizás se había quedado dormido en el agua? Eso no podía estarpasando.
Al ver a Harukaasí de cerca, con los efectos del agua sobre su cuerpo, no podía más que pensaren lo atractivo que era, pero para peor aquel individuo le estaba diciendoque... ¡momento! Le estaba diciendo que él también tenía inclinación por otroshombres. Eso no era algo con lo que se debía bromear y no parecía que loestuviera haciendo. Además, sus otras palabras, eran un coqueteo bastantetranquilo de momento, pero lo suficientemente directo como para que su corazónlatiera apresurado.
Negó con su cabezaal escuchar la pregunta que se le realizaba. Al parecer no había entendido aque se refería con sus dichos. Quizás no se había dado a entender bien, habíaestado tan nervioso de perder la cordura que podría haber dicho todo de un modoapresurado. Quizás debió esperarse ese pequeño mal entendido. Lo que no sepodría haber esperado era que aquel individuo prosiguiera y le hiciera voltear,aquel contacto provoco que un estremecimiento lo recorriera por completo.
Ya no lo podíasoportar más, si Haruka se había desentendido de lo que había dicho antes, siincluso con ello proseguía en esa actitud. Ya no era responsabilidad de Yoru loque podía pasar, había intentado controlarse demasiado para llegar a esainstancia. Las ultimas palabras el su oreja habían causado que la ultima de susbarreras cayera, poco y nada le importaban las consecuencias. El hambre que sehabía acumulado por seis años explotó.
La primeramanifestación del hambre fue un jadeo leve, casi contenido que escapó por aquelsusurró. En realidad estaba excitado antes de que le dijera eso, y el aguacaliente no había contribuido a controlar aquello precisamente. Inclinó sucabeza hacia un costado por aquellas cosquillas, mientras una seductora sonrisase formaba en sus labios. Se reacomodo de modo que el costado de su cadera seapoyara en el fondo de la piscina y pudiera erguir su torso.
- Realmente eres maloHaru-san – dijo con un tono completamentediferente, el nerviosismo había desaparecido, ya nada importaba sólo haría loque su cuerpo le pidiera - ¿por quien creesque he llegado a estar así? – Tomó con supropia izquierda la mano de aquel individuo que le había ayudado a girar su torso.- Hetratado de controlarme y ser un buen chico, pero al diablo – finalmente llevóla mano de Haruka y la llevó a su boca donde comenzó a mordisquearle los dedoscon suavidad – parece que te voy a tener quedemostrar con que refería a ser una “amenaza”.
La mirada de Yorumostraba tal anhelo que era imposible de esconder. Había allí un hambre animalque deseaba ser saciada y al parecer Haruka Amano había sido escogido como elindividuo encargado de lograrlo. El rostro sonrojado del joven se acerco hastala cara del cantante para lamer una de esas gotitas tibias que se deslizabanpor su mejilla.
- Itadakimasu – dijo mientras su pecho se agitaba producto de sudificultosa respiración. Veía a Haruka de aquel modo en frente suyo pareciendotan bien dispuesto que la excitación iba en aumento, estaba perdiendo lacabeza. Sólo deseaba ser salvaje y devorarlo por completo, aquel hombre tenía unaimagen tan perfecta frente a sus ojos que un suspiro de ansias salió de supecho sin poder contenerse.
Buscó con ímpetuaquella boca descarada, probando de esos labios carnosos su sabor y textura entanto buscaba la mejor manera para que su lengua atacara la cavidad bucal delmayor. Necesitaba el rece con la lengua del mayor, deseaba tenerlo y someterlo,luchar en esa guerra sin cuartel que había tratado de evitar. Pero quefelizmente se llevaría a cabo, incluso si tenía que abusar de su huésped.
Una de sus manosbuscó apoyo en el borde del balneario, mientras la otra iba explorando el pechofirme y bien formado de Haruka. Aquellos músculos parecían estar hechos deacero ardiente, sus abdominales, los del costado aquel amplio pecho. Eraexquisita aquella sensación que le transmitía la punta de sus dedos al ir rozando la piel del mayor. Deseaba más, lodeseaba todo en ese instante.
Era impresionantecomo cambiaba el joven pelinegro cuando dejaba de lado sus restricciones. Perono era tan extraño si se pensaba que durante el sexo el control de si mismo, laracionalidad debía ser guardada y dejar que el instinto tome el control. Porque sino, complicado obtener las mejores sensaciones si se tenía la vergüenzatratando de aplacar la situación. No podía, la bestia no quería. Hacían SEISaños que le habían obligado dormir y por fin podía retomar sus actividades.Quería follar y no importaba que se encontraran si estaban prácticamente alaire libre, de hecho era mucho más sensual con toda esa agua de por medio desus cuerpos resbaladizos. Por otra parte menos mal eran licántropos, unapersona normal no podría tener sexo en aguas termales, la temperaturaprovocaría que se desmayaran. Y, sí, ya en esos momentos no había vuelta atrás“consumarían”.
Empujó a Harukapara que su espalda quedara apoyada contra el borde de la piscina, en tantocolocaba una de sus piernas en el espació forzado entre las piernas del mayor,mientras que la otra quedaba al otro costado de la pierna derecha dellicántropo mayor. Aquel acomodamiento sobre el cuerpo de aquel individuo causoque su hombría rozara el muslo ajeno, aquel contacto fue electrizarte en talgrado que Yoru cortó el beso mientras arqueaba ligeramente su espalda haciaatrás dejando así que un gruñido ronco escapara desde el fondo de su pecho.
- ¿Ahora entiendes a que merefería con amenazante? – preguntó con surostro invadido por el deseo. En tanto apoyaba una de sus manos en el hombro deHaruka para que su pecho no quedara apoyado en el ajeno. La otra mano bajabapor el costado de aquel hombre hasta asentarse en su cadera.
Necesitaba aquelcontacto de forma desesperada y del mismo modo necesitaba ver cuales eran lasreacciones de Haruka. Había algo más que el puro y brutal deseo, que se deslizaba bajo la piel de Yoru.
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Hay veces en lavida que el control que se ejerce sobre si mismo pesa más que grilletes ycadenas. Lo que está bien y lo que esta mal es la base de una sociedadcivilizada, pero cuando aquello es demasiado pesado, cuando interfiere y lecausa problemas a las personas es momento para repensar las cosas. ¿Que esimportante? ¿Qué es un error? Esa es simplemente la manera más terrible de esclavitud,ya que se pierde de vista la verdad.
Estando en el aguano pudo evitar escuchar aquella frase, no lo podía creer, para nada. Debía seruna broma o tal vez estaba mal entendiendo las cosas. Pero la pequeña esperanzade que quizás se estuviera refiriendo a él le gustaba. Bueno eso, aunquetambién le atemorizaba, por que socavaba su control y si lo perdía podíaterminar arruinando todo. Respiro con profundidad cuando escuchó aquellos pasosacercarse, necesitaba encontrar nuevamente su control.
Sus palabrasfluyeron y fueron aceptadas… no un momento. Aquel individuo acababa de decirque aceptaba la primera ¿y que pasaba respecto a la segunda? Se había quedadoen silencio algunos segundos para mirar sorprendido la repentina aparición deHaruka a su costado. ¡Maldición! Se había percatado, Haruka se había dadocuenta de su reacción y… ¿Cómo decía? Yoru comenzó a sentirse confundido cuandole dijo “sexy” ¿quizás se había quedado dormido en el agua? Eso no podía estarpasando.
Al ver a Harukaasí de cerca, con los efectos del agua sobre su cuerpo, no podía más que pensaren lo atractivo que era, pero para peor aquel individuo le estaba diciendoque... ¡momento! Le estaba diciendo que él también tenía inclinación por otroshombres. Eso no era algo con lo que se debía bromear y no parecía que loestuviera haciendo. Además, sus otras palabras, eran un coqueteo bastantetranquilo de momento, pero lo suficientemente directo como para que su corazónlatiera apresurado.
Negó con su cabezaal escuchar la pregunta que se le realizaba. Al parecer no había entendido aque se refería con sus dichos. Quizás no se había dado a entender bien, habíaestado tan nervioso de perder la cordura que podría haber dicho todo de un modoapresurado. Quizás debió esperarse ese pequeño mal entendido. Lo que no sepodría haber esperado era que aquel individuo prosiguiera y le hiciera voltear,aquel contacto provoco que un estremecimiento lo recorriera por completo.
Ya no lo podíasoportar más, si Haruka se había desentendido de lo que había dicho antes, siincluso con ello proseguía en esa actitud. Ya no era responsabilidad de Yoru loque podía pasar, había intentado controlarse demasiado para llegar a esainstancia. Las ultimas palabras el su oreja habían causado que la ultima de susbarreras cayera, poco y nada le importaban las consecuencias. El hambre que sehabía acumulado por seis años explotó.
La primeramanifestación del hambre fue un jadeo leve, casi contenido que escapó por aquelsusurró. En realidad estaba excitado antes de que le dijera eso, y el aguacaliente no había contribuido a controlar aquello precisamente. Inclinó sucabeza hacia un costado por aquellas cosquillas, mientras una seductora sonrisase formaba en sus labios. Se reacomodo de modo que el costado de su cadera seapoyara en el fondo de la piscina y pudiera erguir su torso.
- Realmente eres maloHaru-san – dijo con un tono completamentediferente, el nerviosismo había desaparecido, ya nada importaba sólo haría loque su cuerpo le pidiera - ¿por quien creesque he llegado a estar así? – Tomó con supropia izquierda la mano de aquel individuo que le había ayudado a girar su torso.- Hetratado de controlarme y ser un buen chico, pero al diablo – finalmente llevóla mano de Haruka y la llevó a su boca donde comenzó a mordisquearle los dedoscon suavidad – parece que te voy a tener quedemostrar con que refería a ser una “amenaza”.
La mirada de Yorumostraba tal anhelo que era imposible de esconder. Había allí un hambre animalque deseaba ser saciada y al parecer Haruka Amano había sido escogido como elindividuo encargado de lograrlo. El rostro sonrojado del joven se acerco hastala cara del cantante para lamer una de esas gotitas tibias que se deslizabanpor su mejilla.
- Itadakimasu – dijo mientras su pecho se agitaba producto de sudificultosa respiración. Veía a Haruka de aquel modo en frente suyo pareciendotan bien dispuesto que la excitación iba en aumento, estaba perdiendo lacabeza. Sólo deseaba ser salvaje y devorarlo por completo, aquel hombre tenía unaimagen tan perfecta frente a sus ojos que un suspiro de ansias salió de supecho sin poder contenerse.
Buscó con ímpetuaquella boca descarada, probando de esos labios carnosos su sabor y textura entanto buscaba la mejor manera para que su lengua atacara la cavidad bucal delmayor. Necesitaba el rece con la lengua del mayor, deseaba tenerlo y someterlo,luchar en esa guerra sin cuartel que había tratado de evitar. Pero quefelizmente se llevaría a cabo, incluso si tenía que abusar de su huésped.
Una de sus manosbuscó apoyo en el borde del balneario, mientras la otra iba explorando el pechofirme y bien formado de Haruka. Aquellos músculos parecían estar hechos deacero ardiente, sus abdominales, los del costado aquel amplio pecho. Eraexquisita aquella sensación que le transmitía la punta de sus dedos al ir rozando la piel del mayor. Deseaba más, lodeseaba todo en ese instante.
Era impresionantecomo cambiaba el joven pelinegro cuando dejaba de lado sus restricciones. Perono era tan extraño si se pensaba que durante el sexo el control de si mismo, laracionalidad debía ser guardada y dejar que el instinto tome el control. Porque sino, complicado obtener las mejores sensaciones si se tenía la vergüenzatratando de aplacar la situación. No podía, la bestia no quería. Hacían SEISaños que le habían obligado dormir y por fin podía retomar sus actividades.Quería follar y no importaba que se encontraran si estaban prácticamente alaire libre, de hecho era mucho más sensual con toda esa agua de por medio desus cuerpos resbaladizos. Por otra parte menos mal eran licántropos, unapersona normal no podría tener sexo en aguas termales, la temperaturaprovocaría que se desmayaran. Y, sí, ya en esos momentos no había vuelta atrás“consumarían”.
Empujó a Harukapara que su espalda quedara apoyada contra el borde de la piscina, en tantocolocaba una de sus piernas en el espació forzado entre las piernas del mayor,mientras que la otra quedaba al otro costado de la pierna derecha dellicántropo mayor. Aquel acomodamiento sobre el cuerpo de aquel individuo causoque su hombría rozara el muslo ajeno, aquel contacto fue electrizarte en talgrado que Yoru cortó el beso mientras arqueaba ligeramente su espalda haciaatrás dejando así que un gruñido ronco escapara desde el fondo de su pecho.
- ¿Ahora entiendes a que merefería con amenazante? – preguntó con surostro invadido por el deseo. En tanto apoyaba una de sus manos en el hombro deHaruka para que su pecho no quedara apoyado en el ajeno. La otra mano bajabapor el costado de aquel hombre hasta asentarse en su cadera.
Necesitaba aquelcontacto de forma desesperada y del mismo modo necesitaba ver cuales eran lasreacciones de Haruka. Había algo más que el puro y brutal deseo, que se deslizaba bajo la piel de Yoru.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Como cuando hace calor, y el hielo se derrite inevitablemente, a eso se le llama efecto en cadena. El que un solo elemento se suelte, hace que a la larga todo vaya sobre ruedas sin que nos demos cuenta. Eso mismo pensé cuando los acontecimientos fueron evolucionando de una manera brutal, volviéndose de cierto modo hasta sorprendente e inevitable.
Como en el dicho anterior el detonante final lo puse yo mismo con mis palabras y mis propios actos en aquel momento. Por mucho que hubiese deseado Yoru desaparecer o dejarlo aparcado, muy dentro de él no podía hacerlo. Y yo tampoco le estaba ayudando precisamente a ese factor. Viendo como negaba con la cabeza hizo que pensara que a lo mejor me estaba equivocando con mis propias conclusiones, ya que no siempre se quiere decir lo que uno realmente piensa. Sin embargo aquel estremecimiento hizo que pensara que a lo mejor no era así, que a lo mejor podría ser que realmente lo deseara como mi propio cuerpo lo quería también y ya que ambos eramos adultos, ¿por que no dejarnos llevar por el momento?
Eso mismo fue lo que presentí en cuanto mi mirada choco contra la de Yoru, a cada segundo que pasaba notaba como si su hambre fuera descontrolándose, dejándome ver realmente lo que estaba pasándole por dentro de aquella cabeza.
Una sonrisa apareció en aquella boca, en aquellos carnosos labios mientras le soltaba todo aquello. Ciertamente me lo esperaba, al igual que otra parte de mi subconsciente tampoco se lo imaginaba al cien por cien, por que de la realidad a la ficción existía un enorme abismo. No obstante, esa realidad que creía ficción se había cumplido en esas termas y se estaban haciendo presente con cada movimiento que hacia aquel licántropo. -No lo sé... ¿del vecino tal vez?Continué con una pequeña broma mientras lo seguía escuchando, dándome completamente cuenta de que me había percatado de cada uno de sus gestos o angustias desde el primer instante y que ahora, en ese preciso momento, me lo estaba confirmando. ¿Al diablo? Fue lo que dijo al mismo tiempo que cogía mi mano más cercana a su cuerpo y se metía los dedos dentro de su boca, comenzando a lamerlo de una manera que hizo que mis ojos se abrieran considerablemente. No por que creyera que no fuera capaz de hacer algo semejante, pero pensé en un primer momento que el que tomaría la iniciativa de la situación sería yo y no el. Entrecerrando mis parpados lo miraba con ansias, todas aquellas ganas que me había estado aguantando desde el momento del dojo, cuando había entrando en su interior con aquella camiseta empapada de agua y por lo cual, no se sin queriendo o no, marcándome cada fibra de su torso como diciendome directamente: Ven a comerme Haruka.
Ladeando mi rostro deje que en mis labios aparecieran una breve sonrisa.-¿Vas a comerme? Por que ese termino se utiliza normalmente cuando se va a empezar a comer alguna clase de comida. Claramente sabía lo que quería decir con “Itadakimasu” en sus labios y lo que significaba, como iba a llevarse algo a la boca que no era precisamente comida. Aunque si carne.
-El que no invites a tu acompañante es de muy mala educación... ¿No te lo había enseñado...Fue lo único que logré articular cuando se acerco a mi rostro y pego sus labios a los míos, abriéndome ligeramente la boca con su lengua para apoderarse de cada rincón que existía en aquel pequeño hueco. La humedad de mi boca era notable, pero mucho cuando se juntaron ambas lenguas en un baile que parecía que no tenía fin. Mientras veía como Yoru se sujetaba al borde del balneario con su brazo derecho, noté como los dedos de su otra mano iban paseándose por todo mi torso, masajeandome sutilmente con sus manos encima de la piel como si estuviera buscando algo. ¿y por qué pensaba eso? Digamos que el que fuera bajando lentamente desde mi pecho a mi bajo vientre me daba muy malas ideas.
Y aquella alternativa se hizo realidad en cuanto me sentí empujado hacia el borde de la bañera, dejando de ese modo mi espalda apoyada en el filo de ésta. Mientras veía como se acoplaba de tal forma que quedase una de sus piernas en medio de mis dos pierna y la otra al costado de la izquierda. Aquel movimiento fue bastante certero y de ya por si placentero, pues ese licántropo no fue el único que sintiendo aquella maravillosa sensación electrizaste. En cuanto su miembro -que por cierto se encontraba tapado por la toalla- rozo mi muslo no pude contenerme las ganas de gemir. Los primeros de una mañana que planeaba ser muy larga.
Sintiendo como separaba su boca y cortaba aquel beso, me quedé observándolo en silencio. Luego dije: -Ahora lo veo con total claridad.. tanta claridad que hasta me gusta lo que veo en este instante. ¿Si lo deseas por que vas a contenerte? Eh, estado picándote una y otra vez, viendo tus propias reacciones cuando me mirabas desnudo y desviabas esta totalmente incomodado. Pero ahora entiendo por que lo hacías... Pensabas que yo era etero.
-Y hablando del tema de antes... creo que ahora me toca comer a mi ¿no? Tadakim...Pretendiendo decir la frase entera no logré hacerlo, antes de que terminara de decirlo ya me encontraba besandole nuevamente con una total desesperación. Se veía tanto que ni siquiera medí mis propias fuerza a ese choque frontal, logrando así que sintiera un ligero dolor que se paso bastante pasajero. Agarrándole por la cintura lo acomodé nuevamente, pero esta vez a una mucho más cómoda y placentera, que la anterior. Apartándole con una mano la pierna que estaba en medio de mis muslos la traslade al otro costado de mi otra pierna, logrando de ese modo que se quedara acoplado a la perfección entre medio de mi cintura cuando le abrí la piernas y lo levanté un poco con mis manos por el trasero. Aun bajo ese agua tan caliente y aquella toalla -que por cierto no tapaba demasiado en realidad- sentía como las yemas de mis dedos rozaban aquel firme trasero.
Soltando mis manos de su trasero las empecé a mover por su espalda, acariciándola suavemente bajo la parte lumbar hasta los omóplatos, donde subí un poco más hasta su nuca. Depositando mis dedos entre medio de aquellas hebras de color azabache lo atraje hacia delante, a pesar de que tuviera uno de sus brazos apoyado todavía encima de mi hombro. -Se te esta poniendo aun más dura, Yoru...Atajé con una sonrisa maquiavelica en mi rostro mientras lo observaba, veía por mi mismo como aquella postura hacia una mayor aflicción contra mi abdomen y tiraba de su toalla hacia arriba al tener las piernas abiertas.
-¿Que pasaría si tirara hacia un costado y se desatase?.Susurré con cierta maldad como que no quiere la cosa, esperando alguna reacción por parte de aquel licantropo a deshacerse aquella prenda que apenas lo cubría. Digo esto claramente por que era cierto, cuando había bajando mi barbilla hacia abajo en una de estas casualidades me había percatado de que aquel cierto bulto se había agrandado, incluso hasta el punto de que la tela de la toalla se encontraba totalmente tirante, como si aquel miembro desease salir en cualquier momento. Algo que también estaba ocurriendo en mi caso, solo que al estar debajo era un poco menos descarado. Aunque seguramente aquel pequeño ya se habría coscado de todo.
Como en el dicho anterior el detonante final lo puse yo mismo con mis palabras y mis propios actos en aquel momento. Por mucho que hubiese deseado Yoru desaparecer o dejarlo aparcado, muy dentro de él no podía hacerlo. Y yo tampoco le estaba ayudando precisamente a ese factor. Viendo como negaba con la cabeza hizo que pensara que a lo mejor me estaba equivocando con mis propias conclusiones, ya que no siempre se quiere decir lo que uno realmente piensa. Sin embargo aquel estremecimiento hizo que pensara que a lo mejor no era así, que a lo mejor podría ser que realmente lo deseara como mi propio cuerpo lo quería también y ya que ambos eramos adultos, ¿por que no dejarnos llevar por el momento?
Eso mismo fue lo que presentí en cuanto mi mirada choco contra la de Yoru, a cada segundo que pasaba notaba como si su hambre fuera descontrolándose, dejándome ver realmente lo que estaba pasándole por dentro de aquella cabeza.
Una sonrisa apareció en aquella boca, en aquellos carnosos labios mientras le soltaba todo aquello. Ciertamente me lo esperaba, al igual que otra parte de mi subconsciente tampoco se lo imaginaba al cien por cien, por que de la realidad a la ficción existía un enorme abismo. No obstante, esa realidad que creía ficción se había cumplido en esas termas y se estaban haciendo presente con cada movimiento que hacia aquel licántropo. -No lo sé... ¿del vecino tal vez?Continué con una pequeña broma mientras lo seguía escuchando, dándome completamente cuenta de que me había percatado de cada uno de sus gestos o angustias desde el primer instante y que ahora, en ese preciso momento, me lo estaba confirmando. ¿Al diablo? Fue lo que dijo al mismo tiempo que cogía mi mano más cercana a su cuerpo y se metía los dedos dentro de su boca, comenzando a lamerlo de una manera que hizo que mis ojos se abrieran considerablemente. No por que creyera que no fuera capaz de hacer algo semejante, pero pensé en un primer momento que el que tomaría la iniciativa de la situación sería yo y no el. Entrecerrando mis parpados lo miraba con ansias, todas aquellas ganas que me había estado aguantando desde el momento del dojo, cuando había entrando en su interior con aquella camiseta empapada de agua y por lo cual, no se sin queriendo o no, marcándome cada fibra de su torso como diciendome directamente: Ven a comerme Haruka.
Ladeando mi rostro deje que en mis labios aparecieran una breve sonrisa.-¿Vas a comerme? Por que ese termino se utiliza normalmente cuando se va a empezar a comer alguna clase de comida. Claramente sabía lo que quería decir con “Itadakimasu” en sus labios y lo que significaba, como iba a llevarse algo a la boca que no era precisamente comida. Aunque si carne.
-El que no invites a tu acompañante es de muy mala educación... ¿No te lo había enseñado...Fue lo único que logré articular cuando se acerco a mi rostro y pego sus labios a los míos, abriéndome ligeramente la boca con su lengua para apoderarse de cada rincón que existía en aquel pequeño hueco. La humedad de mi boca era notable, pero mucho cuando se juntaron ambas lenguas en un baile que parecía que no tenía fin. Mientras veía como Yoru se sujetaba al borde del balneario con su brazo derecho, noté como los dedos de su otra mano iban paseándose por todo mi torso, masajeandome sutilmente con sus manos encima de la piel como si estuviera buscando algo. ¿y por qué pensaba eso? Digamos que el que fuera bajando lentamente desde mi pecho a mi bajo vientre me daba muy malas ideas.
Y aquella alternativa se hizo realidad en cuanto me sentí empujado hacia el borde de la bañera, dejando de ese modo mi espalda apoyada en el filo de ésta. Mientras veía como se acoplaba de tal forma que quedase una de sus piernas en medio de mis dos pierna y la otra al costado de la izquierda. Aquel movimiento fue bastante certero y de ya por si placentero, pues ese licántropo no fue el único que sintiendo aquella maravillosa sensación electrizaste. En cuanto su miembro -que por cierto se encontraba tapado por la toalla- rozo mi muslo no pude contenerme las ganas de gemir. Los primeros de una mañana que planeaba ser muy larga.
Sintiendo como separaba su boca y cortaba aquel beso, me quedé observándolo en silencio. Luego dije: -Ahora lo veo con total claridad.. tanta claridad que hasta me gusta lo que veo en este instante. ¿Si lo deseas por que vas a contenerte? Eh, estado picándote una y otra vez, viendo tus propias reacciones cuando me mirabas desnudo y desviabas esta totalmente incomodado. Pero ahora entiendo por que lo hacías... Pensabas que yo era etero.
-Y hablando del tema de antes... creo que ahora me toca comer a mi ¿no? Tadakim...Pretendiendo decir la frase entera no logré hacerlo, antes de que terminara de decirlo ya me encontraba besandole nuevamente con una total desesperación. Se veía tanto que ni siquiera medí mis propias fuerza a ese choque frontal, logrando así que sintiera un ligero dolor que se paso bastante pasajero. Agarrándole por la cintura lo acomodé nuevamente, pero esta vez a una mucho más cómoda y placentera, que la anterior. Apartándole con una mano la pierna que estaba en medio de mis muslos la traslade al otro costado de mi otra pierna, logrando de ese modo que se quedara acoplado a la perfección entre medio de mi cintura cuando le abrí la piernas y lo levanté un poco con mis manos por el trasero. Aun bajo ese agua tan caliente y aquella toalla -que por cierto no tapaba demasiado en realidad- sentía como las yemas de mis dedos rozaban aquel firme trasero.
Soltando mis manos de su trasero las empecé a mover por su espalda, acariciándola suavemente bajo la parte lumbar hasta los omóplatos, donde subí un poco más hasta su nuca. Depositando mis dedos entre medio de aquellas hebras de color azabache lo atraje hacia delante, a pesar de que tuviera uno de sus brazos apoyado todavía encima de mi hombro. -Se te esta poniendo aun más dura, Yoru...Atajé con una sonrisa maquiavelica en mi rostro mientras lo observaba, veía por mi mismo como aquella postura hacia una mayor aflicción contra mi abdomen y tiraba de su toalla hacia arriba al tener las piernas abiertas.
-¿Que pasaría si tirara hacia un costado y se desatase?.Susurré con cierta maldad como que no quiere la cosa, esperando alguna reacción por parte de aquel licantropo a deshacerse aquella prenda que apenas lo cubría. Digo esto claramente por que era cierto, cuando había bajando mi barbilla hacia abajo en una de estas casualidades me había percatado de que aquel cierto bulto se había agrandado, incluso hasta el punto de que la tela de la toalla se encontraba totalmente tirante, como si aquel miembro desease salir en cualquier momento. Algo que también estaba ocurriendo en mi caso, solo que al estar debajo era un poco menos descarado. Aunque seguramente aquel pequeño ya se habría coscado de todo.
Amano Haruka- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Re: Dilema, preocupación y solución (+18) (Haruka)
Hay veces que lo únicoque deseamos es dejar de pensar y actuar de modo que el propio placer sea elque mande. Sin temer a consecuencias, sin temer a lo que pueda pasar, serlibres y poder procurarse una sensación de bienestar. Pero en una sensacióncomo aquella era egoísta pensar en el bienestar exclusivamente propio. No eraeso lo que deseaba, sino más bien disfrutar mutuamente en un instante, ya luegose vería que podía significar
Fue extraño ydivertido que Haruka bromeara con su pregunta, después de todo no se habríaesperado una respuesta como esa para empezar, haciendo que Yoru formarafalsamente un puchero con sus labios antes de agregar: - entonces quizás a éldeba pedirle ayuda con este problemita si a ti no te interesa- comentó con elmismo tono de broma que el otro había ocupado.
Cuando Haruka lepregunto si iba a comerlo Yoru no pudo más que sonreír extasiado. Era eso loque deseaba comérselo por entero, aprovechar cada parte de su cuerpo y sentirel mayor placer y satisfacción que podía consumir. Incluso le pareció divertidala idea de no “compartir”, por que claro estaba que en aquellos momentos ambosdisfrutarían. Pero algo había pasado cuando comenzó con su “ataque” sentía queesa hambre podría ser calmada por algunos instantes pero resurgiríarápidamente. La bestia buscaba la retribución a la condena de abstinencia,quizás sería buena idea tener a aquel hombre atado a su cama por algún tiempo.Después de todo si podía besar tan bien como se lo estaba demostrando en ese húmedobeso donde las salivas de ambos se mezclaban, era posible que también fuera muybueno en temas más avanzados. Pero lamentablemente era necesario que el oxigenoentrara nuevamente en sus pulmones, sobre todo luego de hacer aquel movimientoque había aumentado el roce entre ambos cuerpos.
Una sonrisa deanticipación apareció en los labios del joven licántropo cuando su pregunta fuecontestada, aunque frunció ligeramente el ceño cuando Haruka prosiguió con elrelato de sus observaciones. Hubiera preferido que se las hubiera guardado paradespués, porque en esos momentos sentía que aquello era bastante embarazosopara discutirlo en medio de “aquello”. De todos modos asintió en silenció a laultima conclusión que realizó.
- Menos mal estaba equivocado – agregó con una sonrisatraviesa, para mirar expectante a Haruka, ¿así que el también deseaba“alimentarse”? nada mal, aquello podía ser sumamente beneficioso para ambos deseguir así. Después de todo a Yoru no le importaba mucho si era él el que comíao si era comido, ya que al final sus deseos serían satisfechos de todos modos.
Sus labios fueronaprisionados sin compasión por esa fogosa boca, podía sentir como sólo ese besodesenfrenado lo excitaba más y más. Incluso podía estar completamente seguroque sus labios comenzarían a estar completamente rojos por aquella fricción,pero no podía importarle menos aquello. Estaban completamente sensibles alcalor de esa boca que querían devorarlos, esas ansias que compartían le habíanestremecer, profundizando más aquel beso en la búsqueda de aquella lenguacompañera para rozarla con la propia, deslizándose gustosa y hábil. Más aún ungemido quedo constreñido en ese juego bucal cuando la postura en que seencontraba fue modificada.
Había sido alzadoligeramente para quedar sentado con las piernas a cada lado de las caderas delmayor, en tanto los brazos de Yoru se aferraban a los hombros de Haruka. Perolo que había causado un gran revuelo había sido aquel toqueteo en su trasero,de hecho aquella zona de su cuerpo tenía sensaciones muy intensas al tener esatoalla mojada de por medio en cada roce.
Sus cortas uñas seenterraron en la espalda de Haruka mientras su boca gruñía extrañamente alseguir en contacto con la boca del cantante. Aquello estaba siendo cada vez másanimal y menos humano, pero no importaba por que lo estaba disfrutando más delo que había disfrutado en mucho tiempo. El tacto de esas manos deslizándosepor su piel marcaban un camino de fuego, de algún modo llegó a pensar que conel calor que estaba expeliendo terminaría evaporando el agua que se encontrabaa su alrededor. Era un pensamiento fantasioso pero en esos instantes no podíapensar con lógica.
Cuando el beso fuecortado por las necesidades del oxigeno nuevamente, el muchacho inclino sucabeza hacia atrás para sentir aquella caricia en su cuero cabelludo. En esotubo que limpiarse un hilillo de saliva con el dorso de su mano, mientras veíael rostro de aquel hombre con los ojos entrecerrados y calmaba su respiración. Yaque había un ansia que había aumentado desde que había cambiado desde que lapostura había sido modificada. Por lo mismo sonrió en respuesta a aquella fraseque se realizaba – pues a míme parece que no soy el único– y era cierto se había percatado de cómo el miembro del mayor había comenzadoa hincharse bajo su peso.
Con las rodillasapoyadas en el fondo de la piscina y defrente a Haruka le sonrió con un brillo de cierta malignidad en sus ojos, entanto echaba hacia atrás su cabello que goteaba, con sus largos dedos luego de escucharesa pregunta. Procedió a tomar las muñecas del licántropo mayor sujetándolastranquilamente con sus propias manos, para que quedaran a la altura de su pecho– pues creoque tendrías una vista bastante interesante y no lo digo por que se trate de míespecialmente.- su tono se mostraba confiado ysensual, para realizar un nuevo movimiento en cuanto se hubo callado.
Meneó sus caderasde tal que su trasero aún cubierto por esa toalla friccionara contra laentrepiernas del cantante. En tanto su propio miembro rozaba con la toalla elabdomen. Aquel movimiento hizo que todo temblara dentro de Yoru un fuertegemido de placer salió de sus labios sin que quisiera contenerlo, prácticamentesu cuerpo había sido atravesado por un rayo por que sentía toda su pielhormigueándole.
- Aaah… mmmgh… - apretó con mayor fuerza las muñecas del mayor mientras volvía a realizar el mismo movimiento.Era puro éxtasis el que lo estaba consumiendo en esos instantes, parareiterarlo por una tercera vez, eso si había hecho un cambio había enterradosus dientes en el hombro derecho de Haruka sin importarle que lo pudieralastimarlo, sin importar que esas manos prisioneras estuvieran de por medio.Estaba perdiéndose a si mismo en tal placer, que quería sumergirse de modo másy más profundamente.
Repentinamente selevantó para dejar las manos de aquel hombre libres de sus ataduras, dando unpar de pasos hacia un costado de la piscina sin siquiera mirarlo, mientras elruido dificultoso de su respiración resonaba y las gotas de agua tibia sedeslizaban salvajemente por su piel. En tanto caminaba sus manos se fueronhacia el nudo de la toalla desatándolo, pero sin dejar que aquella tela dejarasu posición hasta que llegó hasta el otro extremo de la piscina y se giro paraver de frente a Haruka.
- Te preguntabas como seríasi ya no tuviera puesta la toalla – decía conun tono de voz sensual y completamente provocador en el momento que tirabahacia fuera del balneario, dejando que su figura fuera expuesta completamente. Surostro dejaba ver el deseo y las ansias que corrían por su alma, sus mejillassonrojadas mostraban las fuerzas de aquella sangre que corría frenéticamentepor sus venas. Su pecho con aquellos botones de carne endurecidos se agitaba enaquella respiración llena de esfuerzo que adquiría un ritmo cada vez másrápido. Y aquel miembro completamente empalmado y que podía apreciarse queempezaba a rezumar su néctar dejaba en claro lo que necesitaba – Haru-san ¿Qué opinas ahora? ¿Te das cuenta de lo que hasprovocado? – Decía mientras se sentaba en elborde externo de la piscina con las piernas ligeramente separadas, de modo quede sus pantorrillas hacia abajo el agua lo tocara. - ¿Vas a venir a satisfacerme o voy a tener que ir adevorarte? – preguntó con una sensualidadcolmada de altivez. Definitivamente estaba provocando al mayor, pero de algúnmodo deseaba ser un poco cruel con él, ya se había percatado de todo lo que lehabía estado pasando con él, no le habíadado ninguna señal clara y él había estado sufriendo por su conciencia y sus temores.
Fue extraño ydivertido que Haruka bromeara con su pregunta, después de todo no se habríaesperado una respuesta como esa para empezar, haciendo que Yoru formarafalsamente un puchero con sus labios antes de agregar: - entonces quizás a éldeba pedirle ayuda con este problemita si a ti no te interesa- comentó con elmismo tono de broma que el otro había ocupado.
Cuando Haruka lepregunto si iba a comerlo Yoru no pudo más que sonreír extasiado. Era eso loque deseaba comérselo por entero, aprovechar cada parte de su cuerpo y sentirel mayor placer y satisfacción que podía consumir. Incluso le pareció divertidala idea de no “compartir”, por que claro estaba que en aquellos momentos ambosdisfrutarían. Pero algo había pasado cuando comenzó con su “ataque” sentía queesa hambre podría ser calmada por algunos instantes pero resurgiríarápidamente. La bestia buscaba la retribución a la condena de abstinencia,quizás sería buena idea tener a aquel hombre atado a su cama por algún tiempo.Después de todo si podía besar tan bien como se lo estaba demostrando en ese húmedobeso donde las salivas de ambos se mezclaban, era posible que también fuera muybueno en temas más avanzados. Pero lamentablemente era necesario que el oxigenoentrara nuevamente en sus pulmones, sobre todo luego de hacer aquel movimientoque había aumentado el roce entre ambos cuerpos.
Una sonrisa deanticipación apareció en los labios del joven licántropo cuando su pregunta fuecontestada, aunque frunció ligeramente el ceño cuando Haruka prosiguió con elrelato de sus observaciones. Hubiera preferido que se las hubiera guardado paradespués, porque en esos momentos sentía que aquello era bastante embarazosopara discutirlo en medio de “aquello”. De todos modos asintió en silenció a laultima conclusión que realizó.
- Menos mal estaba equivocado – agregó con una sonrisatraviesa, para mirar expectante a Haruka, ¿así que el también deseaba“alimentarse”? nada mal, aquello podía ser sumamente beneficioso para ambos deseguir así. Después de todo a Yoru no le importaba mucho si era él el que comíao si era comido, ya que al final sus deseos serían satisfechos de todos modos.
Sus labios fueronaprisionados sin compasión por esa fogosa boca, podía sentir como sólo ese besodesenfrenado lo excitaba más y más. Incluso podía estar completamente seguroque sus labios comenzarían a estar completamente rojos por aquella fricción,pero no podía importarle menos aquello. Estaban completamente sensibles alcalor de esa boca que querían devorarlos, esas ansias que compartían le habíanestremecer, profundizando más aquel beso en la búsqueda de aquella lenguacompañera para rozarla con la propia, deslizándose gustosa y hábil. Más aún ungemido quedo constreñido en ese juego bucal cuando la postura en que seencontraba fue modificada.
Había sido alzadoligeramente para quedar sentado con las piernas a cada lado de las caderas delmayor, en tanto los brazos de Yoru se aferraban a los hombros de Haruka. Perolo que había causado un gran revuelo había sido aquel toqueteo en su trasero,de hecho aquella zona de su cuerpo tenía sensaciones muy intensas al tener esatoalla mojada de por medio en cada roce.
Sus cortas uñas seenterraron en la espalda de Haruka mientras su boca gruñía extrañamente alseguir en contacto con la boca del cantante. Aquello estaba siendo cada vez másanimal y menos humano, pero no importaba por que lo estaba disfrutando más delo que había disfrutado en mucho tiempo. El tacto de esas manos deslizándosepor su piel marcaban un camino de fuego, de algún modo llegó a pensar que conel calor que estaba expeliendo terminaría evaporando el agua que se encontrabaa su alrededor. Era un pensamiento fantasioso pero en esos instantes no podíapensar con lógica.
Cuando el beso fuecortado por las necesidades del oxigeno nuevamente, el muchacho inclino sucabeza hacia atrás para sentir aquella caricia en su cuero cabelludo. En esotubo que limpiarse un hilillo de saliva con el dorso de su mano, mientras veíael rostro de aquel hombre con los ojos entrecerrados y calmaba su respiración. Yaque había un ansia que había aumentado desde que había cambiado desde que lapostura había sido modificada. Por lo mismo sonrió en respuesta a aquella fraseque se realizaba – pues a míme parece que no soy el único– y era cierto se había percatado de cómo el miembro del mayor había comenzadoa hincharse bajo su peso.
Con las rodillasapoyadas en el fondo de la piscina y defrente a Haruka le sonrió con un brillo de cierta malignidad en sus ojos, entanto echaba hacia atrás su cabello que goteaba, con sus largos dedos luego de escucharesa pregunta. Procedió a tomar las muñecas del licántropo mayor sujetándolastranquilamente con sus propias manos, para que quedaran a la altura de su pecho– pues creoque tendrías una vista bastante interesante y no lo digo por que se trate de míespecialmente.- su tono se mostraba confiado ysensual, para realizar un nuevo movimiento en cuanto se hubo callado.
Meneó sus caderasde tal que su trasero aún cubierto por esa toalla friccionara contra laentrepiernas del cantante. En tanto su propio miembro rozaba con la toalla elabdomen. Aquel movimiento hizo que todo temblara dentro de Yoru un fuertegemido de placer salió de sus labios sin que quisiera contenerlo, prácticamentesu cuerpo había sido atravesado por un rayo por que sentía toda su pielhormigueándole.
- Aaah… mmmgh… - apretó con mayor fuerza las muñecas del mayor mientras volvía a realizar el mismo movimiento.Era puro éxtasis el que lo estaba consumiendo en esos instantes, parareiterarlo por una tercera vez, eso si había hecho un cambio había enterradosus dientes en el hombro derecho de Haruka sin importarle que lo pudieralastimarlo, sin importar que esas manos prisioneras estuvieran de por medio.Estaba perdiéndose a si mismo en tal placer, que quería sumergirse de modo másy más profundamente.
Repentinamente selevantó para dejar las manos de aquel hombre libres de sus ataduras, dando unpar de pasos hacia un costado de la piscina sin siquiera mirarlo, mientras elruido dificultoso de su respiración resonaba y las gotas de agua tibia sedeslizaban salvajemente por su piel. En tanto caminaba sus manos se fueronhacia el nudo de la toalla desatándolo, pero sin dejar que aquella tela dejarasu posición hasta que llegó hasta el otro extremo de la piscina y se giro paraver de frente a Haruka.
- Te preguntabas como seríasi ya no tuviera puesta la toalla – decía conun tono de voz sensual y completamente provocador en el momento que tirabahacia fuera del balneario, dejando que su figura fuera expuesta completamente. Surostro dejaba ver el deseo y las ansias que corrían por su alma, sus mejillassonrojadas mostraban las fuerzas de aquella sangre que corría frenéticamentepor sus venas. Su pecho con aquellos botones de carne endurecidos se agitaba enaquella respiración llena de esfuerzo que adquiría un ritmo cada vez másrápido. Y aquel miembro completamente empalmado y que podía apreciarse queempezaba a rezumar su néctar dejaba en claro lo que necesitaba – Haru-san ¿Qué opinas ahora? ¿Te das cuenta de lo que hasprovocado? – Decía mientras se sentaba en elborde externo de la piscina con las piernas ligeramente separadas, de modo quede sus pantorrillas hacia abajo el agua lo tocara. - ¿Vas a venir a satisfacerme o voy a tener que ir adevorarte? – preguntó con una sensualidadcolmada de altivez. Definitivamente estaba provocando al mayor, pero de algúnmodo deseaba ser un poco cruel con él, ya se había percatado de todo lo que lehabía estado pasando con él, no le habíadado ninguna señal clara y él había estado sufriendo por su conciencia y sus temores.
Yoru Blackwood- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 02/11/2010
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